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El chairman saliente de Nokia, Jorma Ollila, se ha despedido con una entrevista al Financial Times en la que reconoce que al comienzo de la era de los smartphones no supo ver lo que implicaba la llegada del iPhone. Me consta, porque en febrero de 2008 entrevisté al CEO de la compañía, Oli-Pekka Kallasvuo, quien negó enfáticamente la posibilidad de que un móvil con pantalla y teclado táctil pudiera interesar a un número importante de usuarios. Para él, la amenaza vendría de China, y decía estar preparado. No es mi intención irritar, pero las consecuencias de aquel error siguen vigentes; durante demasiado tiempo, Nokia siguió convencida de su estrategia, contrariando las evidencias.
En los últimos días se ha sabido lo que todos esperaban. Samsung ha descabalgado a Nokia de su puesto en el mercado mundial, y esto por dos razones: la diferencia de intensidad en la apuesta por los smartphones, y la discutible decisión de sabotear el futuro de Symbian, al fin y al cabo un sistema operativo propio, cuyas ventas se han derrumbado en los mercados de fuerte crecimiento, particularmente en China e India.
Otro día escribiré más largo sobre Nokia. Es de reconocer el coraje de Stephen Elop, el CEO actual, que en poco más de un año ha conseguido la proeza de rehacer el catálogo, con el respaldo de Microsoft. Pero en esta transición, que necesita tiempo, el fabricante finlandés (antiguo campeón europeo que no supo asentarse en el mercado de Estados Unidos) ha sido desbordado por el empuje del fabricante coreano. No es la única víctima, y de esto trata mi último post de esta semana irregular.
Acertaron los directivos de Samsung que decidieron no mostrar su Galaxy S III en Barcelona en febrero, sino en un evento propio, que se celebró anoche en Londres, como aperitivo olímpico. “Posiblemente sea el mejor smartphone del año”, dice el mail de un colega que ha estado en la presentación. Suena a eslogan, pero puede ser cierto. Por lo que en este momento se puede decir, los protagonistas centrales del mercado en 2012 serán el nuevo Galaxy y el futuro iPhone, cuya fecha de aparición se desconoce por el momento. Lo que muchos habían definido como un duopolio iOS/Android, empieza a parecer otra dicotomía: Apple/Samsung (o al revés, si se atiende a la tabla). Leer más
Los miembros del jurado que dirimirán la primera parte del proceso de Oracle contra Google han de tener un buen lío en la cabeza: antes de pasar a deliberar como quiere la liturgia, el juez les ha entregado un documento de 21 páginas en el que trata de explicarles lo que deben o no tomar en cuenta, de lo que han escuchado de las partes y los testigos. El veredicto debería salir antes del fin de semana, pero se limitará a la presunta infracción cometida al incorporar varias API de Java en Android. Por eso, el juez ha tenido que ilustrarles sobre qué es un API, y recordarles que en la próxima fase se debatirá sobre patentes.
El testimonio más perturbador ha sido el de James Gosling, considerado el padre de Java. Es sabido que, siendo ingeniero de Sun, se disgustó ante la actitud de los abogados de Oracle que intervenían en la compra de la empresa. Y tanto se disgustó que al poco se fue a trabajar a Google, aunque luego tampoco le gustaron las maneras de esta, y se buscó otro empleo. Ante el tribunal, Gosling ha dicho que, aunque sus críticas a Oracle son conocidas, piensa que esta lleva razón en un punto: “Google embaucó a Sun”.
La otra sorpresa fue el contraste entre los testimonios de Scott McNealy, fundador de Sun (y amigo personal de Larry Ellison, CEO de Oracle) y su sucesor, Jonathan Schwartz. El primero cuestionó el derecho de Google a usar Java sin pagar, mientras que el segundo declaró que, en su momento, discutió el caso Android con McNealy y, de común acuerdo, decidieron dejar correr el asunto. Las siete mujeres y siete hombres que forman el jurado, tienen en sus manos la papeleta de sentar un precedente que puede ser histórico.
El espantajo del outsourcing indio, que tiempo atrás provocaba escalofrío, ya no asusta a los competidores occidentales. Infosys, segunda de las cinco compañías indias especializadas en servicios informáticos, atraviesa una compleja transición. En el ejercicio 2011/2012, su facturación alcanzó el equivalente a 6.400 millones de dólares, pero su crecimiento se ha estancado, y lleva varios trimestres sin cumplir sus previsiones. Ha dicho que revisará a la baja las presentadas para este año fiscal, y el nuevo CEO, S.D. Shibulal, pretende salir del atolladero comprando empresas occidentales que le valdrían para incorporar valor añadido a su catálogo de servicios de bajo coste. Leer más
Como saben los lectores habituales, este blog tiene una vocación económica que aflora con cierta regularidad. Recordaba ayer Emilio Ontiveros que “en el principio fue la deuda”: el desencadenante de estos cinco años de crisis fue la explosión de una burbuja crediticia. No provocada por una expansión alocada de la demanda de bienes y servicios, sino por un apalancamiento financiero incontrolado, y una sobrevaloración de activos “basura” como colaterales. En enero, un informe del McKinsey Global Institute señalaba que el desapalancamiento camina demasiado lento; con el agravante de que en Europa – a diferencia de EEUU – ha sido forzado para las familias y en las empresas, no en los sectores financiero y público, que siguen más o menos como estaban en 2008.
Este es el ojo de la tormenta que cubre Europa, no si Merkel es buena o mala. Hay un riesgo (según McKinsey, en este caso) de que la deflación, combinada con una política monetaria restrictiva, condene a las empresas a una debilidad prolongada, situación de la que suele citarse a como antecedente. La buena noticia, nos dicen, es que se ha evitado caer en la depresión…sólo estamos en una recesión prolongada. ¡Ah!
Mientras el resto del mundo, sin excepción, considera que el problema principal es la falta de crecimiento, en Europa se aplican políticas procíclicas, vendidas con la falacia de que bien nos merecemos una cura de austeridad. ¿Quién tiene la autoridad intelectual para afirmar que sirven al triple objetivo de recuperar la demanda, generar ingresos fiscales y ayudar al desapalancamiento de la deuda? El anuncio de que en 2013 subirá el IVA es una pésima noticia. A menos que alguien piense la insensatez de que así se conseguirá anticipar a 2012 una dosis de demanda…y después ya inventaremos otra cosa.
La difusión del informe de IDC sobre el mercado español de PC ha traído una sorpresa: el descenso, que se preveía grave, puede considerarse benigno: entre enero y marzo de este año se despacharon sólo un 2,3% de unidades menos que en el primer trimestre de 2011. El alivio es muy relativo, porque la comparación se hace con un período dramático, en el que el mercado cayó un 35%, bien es cierto que, a su vez, comparado con un ciclo expansivo. Tanto, que hasta podía esperarse algún crecimiento. Pero 1.066.084 unidades no está mal, vistas las circunstancias: crisis de consumo, quietud en las empresas, disloque en el suministro de memorias, absorción forzada de existencias. Leer más
En abril, este blog ha cumplido dos años de publicación sistemática. Un lector que lleva la cuenta me escribe lo siguiente: “sinceramente, no creía que aguantaras tanto, a ese ritmo de trabajo y con esa calidad de información”. Gracias, Gustavo, a ver si nos conocemos un día de estos. Pues sí, en efecto, el ritmo de trabajo es muy intenso, a veces agobiante; pero trataré de aguantar. Es buena ocasión para una explicación sobre ciertos rasgos de mi trabajo.
Desde luego, no todos aprecian lo mismo que Gustavo: hay quienes dicen que reciben demasiada información [una queja no muy lógica en quien se gana la vida en un sector que atiende por la sigla T.I.] y a la hora de escoger prefieren otra fuente: es normal. No es menos cierto que el arco de los temas de que me ocupo es muy amplio, mientras que el trabajo de los lectores tiende a la especialización, por lo que no a todos les interesa todo lo que a mí me interesa, o no les interesa en la misma medida: también normal. Conservo unos cuantos mensajes de lectores que me reprochan por no tuitear, pero la verdad es que tengo las fuerzas que tengo.
El perspicaz Gustavo se ha percatado de que en mis post – no así en este newsletter, dirigido a los suscriptores – evito emplear la primera persona. No es una manía: durante años, ya fuera como consultor o como periodista, he acumulado disgusto con la extendida costumbre de colocar el yo [y sobre todo el ego] por delante del contenido. La lengua española no prescribe que el pronombre sea explícito, como si se hace en inglés, por lo que no tengo necesidad de escribir I think, I believe, When I was, My view, etc toda vez que el texto deja claro cuándo se trata de mi opinión y cuándo de un hecho o una fuente.
Acerca de mi post del viernes 13 me han llegado bromas sobre la coincidencia con la peripecia regia, que obviamente no venía a cuento. En un sentido menos frívolo, aquel texto ha sido premonitorio: IBM ha anunciado la firma de un acuerdo estable con Cloudera, adalid de la distribución de software Hadoop. No es una sorpresa, realmente, y en principio los términos del acuerdo no serían diferentes al que Cloudera firmó antes con Oracle. Con estos dos paquidérmicos compañeros, la pequeña compañía se sentirá más segura: IBM y Oracle se neutralizarían mutuamente. Por lo que, a medio plazo, Cloudera tiene más despejado el camino para una salida a bolsa.
Hay varias lecciones dentro de esta historia. Número uno: ninguna empresa entre las grandes del sector puede permitirse el lujo de no tener una estrategia en materia de big data y business analytics. Dos: hay que tomar muy en serio al movimiento open source, y la reciente decisión de Microsoft, que he comentado hace poco, parece una prueba suficiente. Tres: es hora de que algunos CIO abandonen prejuicios; como ya ocurre con las distribuciones comerciales de Linux, sus soluciones son asimilables por las empresas (pero hace falta que tengan un modelo de negocio). Cuatro: la proliferación de startups que trabajan en estos campos ofrece casi infinitas posibilidades para la colaboración, que a la postre van a desembocar, de un modo u otro, en consolidación.
La quinta lección merece una reflexión aparte: ¿dónde quedan las empresas europeas – y las españolas, desde luego – en este nuevo paisaje de la industria del software?
A vuelapluma, algunas noticias pasan por rutinarias, y sólo se comprenden en función del contexto. Es lo que ocurre con el anuncio de una inversión de 50 millones de dólares – hasta la cifra puede parecer rutinaria, al lado de otras transacciones – en una cuarta ronda de financiación de la empresa Violin Memory, creada en 2005 y especializada en tecnología de almacenamiento flash. Lo destacable del caso no son los números sino el nombre de quienes han aportado esa cuantía: SAP Ventures, vehículo de la compañía alemana de software, un fondo de capital del Silicon Valley y otro socio que estaba en la familia, el fabricante de semiconductores Toshiba. O sea que de rutina, ni hablar. Leer más