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Hubo un tiempo en el que Jensen Huang gustaba de usar como decorado la cocina de su casa. Era un truco de falsa modestia, muy distante de las ovaciones que recibe en 2024 allá donde va pregonando los productos de Nvidia, cuya complejidad muy pocos aplaudidores entienden. Huang ha conseguido – suponiendo que fuera lo que buscaba – que su empresa treintañera se convierta en número uno de las bolsas por delante de Apple y Microsoft y siga subiendo. Ahora tendrá que vérselas con otras audiencias: ahí está esa foto – insólita – en la que el hombre de las chupas de cuero aparece de traje y corbata, entrando a declarar en una investigación acerca de la presunta conducta anticompetitiva de Nvidia. Leer más
Que el smartphone no morirá está muy claro porque todos lo usan. Resulta inimaginable la decadencia de un mercado de más de 1.000 millones de unidades, con su ciclo de renovación – quizá más lento, pero asegurado – empujado por marcas que saben perfectamente a qué están jugando. Son estos actores los que ahora van a echar leña para reavivar la lumbre. Últimamente lo han hecho con 5G y dos generaciones de móviles plegables, pero las ventas no se han disparado, sólo han mantenido la demanda a niveles aceptables, menos de lo esperado. Ahora llega la IA como auténtico revulsivo: para descifrar si es una tendencia real, nada mejor que empezar rescatando los números de los que partiría el despegue. Leer más
Una circunstancia excepcional ha revitalizado la feria Computex este año: Nvidia, compañía (casi) taiwanesa se ha aupado al segundo puesto en el ranking de cotizadas por capitalización bursátil. Esta noticia y una espectacular keynote de su fundador, Jensen Huang, han relegado los demás asuntos de interés, que los hubo y muchos. Por no hablar del impacto que la reivindicación china de la reunificación – y las sanciones de Estados Unidos a Pekín – ejercen sobre la industria electrónica a informática mundial. Por lo demás, flota en el ambiente la sensación de que se acercan renovaciones profundas en la oferta tecnológica, de la que Computex ha sido durante años un escaparate de primer orden. Leer más
La consolidación en el sector de la ciberseguridad, que hasta ahora ha brillado por su ausencia entre las compañías de primer rango, empieza a asomar bajo formas heterodoxas. Un ejemplo de las últimas semanas es el inusitado acuerdo entre Palo Alto Networks e IBM para absorber activos de una filial de ésta, QRadar. No todos los activos, sólo los que servirán como incentivo de la migración de clientes hacia la plataforma Cortex XIAM [extended security inteligence and automation management] y, de tal modo, reforzar la tendencia hacia la “plataformizacion”, estrategia que defiende la empresa y empiezan a adoptar algunos competidores frente a otros que se agarran a la venta producto a producto. Leer más
Rajiv Ramaswami, CEO de Nutanix, persiste en pescar clientes en los caladeros de VMware, empresa en la que trabajó cinco años [pasó seis en Broadcom] con un talante que induce a olvidar que su misión es el rearme de múltiples alianzas – se lleva mucho últimamente – con socios muy relevantes. Sin descuidar, todo lo contrario, el papel que la compañía quiere jugar en la era de la IA. ¿Quiénes son esos socios y para qué? Con Dell, desarrollar una oferta integrada, a la par que redobla su preferencia por Nvidia – por quién, si no – y seguir cultivando la amistad con Cisco, donde también estuvo algún tiempo. Son tres cartas, a priori ganadoras, que ha desplegado en la conferencia .Next, en Barcelona. Leer más
Dell Technologies acaba de cumplir cuarenta años sin celebraciones, como un adulto. No le correspondía evitar que algunos medios más jóvenes que la compañía insistieran en recordar anécdotas de sobra conocidas. En todo caso, el aniversario invita a reflexionar sobre los hitos de una existencia con muchos virajes. El más reciente ha sido la decisión de deshacerse de su participación en VMware – hoy propiedad de Broadcom – con lo que ha tenido que renovar capítulos relevantes de su estrategia. La evidencia de este “nuevo relato” (sic) ha influido para aligerar el impacto negativo de unos resultados del año fiscal 2024 – acabado en febrero – que se han quedado muy por debajo de las expectativas. Leer más
Cualquier hijo de vecino puede aturdirse con la metralla de anuncios que las grandes tecnológicas agrupan con ruido una o más veces al año para alardear de novedades que, en muchos casos, no van a llegar al mercado pero señalizan la ruta de la compañía. Para ejemplo, el evento Google I/O: la andanada de 2024 ha tenido como piedra angular la inteligencia artificial. Previsible e inevitable. El objetivo no era asombrar a quienes llegaban convencidos, sino reforzar la vigencia del buscador de la compañía, su primerísima fuente de ingresos: según los opinadores, estaría amenazado por las prestaciones de la IA. Se perfila una pugna por seguir mandando sobre los negocios de Internet y sus aledaños. Leer más
Si de alguien se esperaba que moviera ficha, era Microsoft. Nadie duda de su identificación con la inteligencia artificial generativa, pero en lo tocante al llamado AI PC no se conocía su estrategia, quizá porque – hiciera lo que hiciera – afectaría el futuro de Windows y esto son palabras mayores para la compañía. Hasta ahora, todos los pronunciamientos han venido de las marcas fabricantes, aunque con una concepción genérica, escasa de consistencia. La iniciativa Copilot+PC, desvelada por Satya Nadella en un evento restringido, aborda el asunto. El asistente de inteligencia artificial de Microsoft, reforzado con GPT-4o, llegará este año a los clientes corporativos. Leer más
Pasar más tiempo con la familia, recargar las pilas, recuperarse de tres años de estrés… Los motivos por los que Adam Selipsky explica su abandono del puesto de CEO de Amazon Web Services, deberían ser envidiados por la mayoría, ¿no es cierto? Selipsky regresó a la compañía en 2021, llamado por Andy Jarry cuando este, su antecesor, fue promovido al mismo puesto en la estructura de la corporación Amazon. Aparentemente, tres años fue el plazo pactado entre ambos y no hay por qué dudar de ello, pero a sus 57 años, Selipsky ha ganado suficiente dinero para dedicarse a cortar cupones. O quizá no escarmiente: también ha dicho que tras una pausa de higiene mental, pensará en alguna nueva aventura. Leer más