Catorce mil millones dólares. Esta es la cifra que HPE ha acordado pagar por Juniper Networks: representa una prima del 32% sobre la cotización un día antes de que se extendiera el rumor. Y también un récord para HPE desde que su ancestro compró Autonomy en 2011. Los inversores han objetado el precio, pero poco: el negocio fusionado elevaría del 18% al 31% la cuota del networking en los ingresos totales de la compradora y contribuiría con el 56% del beneficio operativo (según datos de 2022). No podía pasar inadvertido que el objetivo de ambos CEO, Antonio Neri y Rami Rahim, no es otro que luchar por alcanzar el trono que durante tres décadas ha ocupado Cisco en ese segmento del mercado global.
Con lo anterior, la noticia ya estaría contada, si no fuera porque hay materia analizable que, como de costumbre, pide paciencia y hábito de lectura. En primer lugar, tres empresas [Cisco, Juniper y HPE] comparten la condición de líderes del cuadrante de Gartner en la categoría LAN Wired and Wireless, pero mientras la primera facturaba 24.100 millones de dólares en 2022, para HPE era todo un éxito facturar 3.700 millones (cuarta del ranking) y Juniper se conformaba con la novena plaza y 2.100 millones. Los espacios no se solapan y la combinación de las dos sumaría 5.800 millones, con los que pasaría a ser la número tres de la tabla, detrás de Huawei, que se ha fortalecido en la segunda posición.
El pastel tiene una guinda – apetitosa y poco conocida – Mist Systems, una plataforma de inteligencia artificial dirigida a las empresas adquirida por Juniper Networks en 2019 con el propósito de equilibrar el peso que los proveedores de servicios tenían en su cifra de negocio. Objetivo cumplido, que acabaría espoleando el cortejo entre ellas.
Cuando se complete la operación, a finales de este año o a comienzos del próximo, el networking se habrá confirmado como núcleo del negocio y fundamento arquitectónico de HPE Hybrid Cloud, estructura de la compañía cuya responsabilidad recae en Fidelma Russo y que entre otras competencias incorpora la IA. Naturalmente, su catálogo se ofrece a través de la plataforma GreenLake.
En un mensaje a los empleados de HPE, Neri argumenta que el acuerdo de compra “representa un importante punto de inflexión en la industria, cuya dinámica está cambiando en el mercado de networking”. Lo repetiría durante un encuentro online con la prensa internacional, acompañado por Rami Rahim, su colega de Juniper. Una vez esté cerrada la transacción, Rahim se quedará como responsable de la organización resultante. Lo que provoca preguntas acerca del papel que espera a Phil Mottram, actual VP y Director General de la división Intelligent Edge, construida sobre la base de la compra de Aruba Networks nueve años atrás.
La reacción bursátil ha sido la previsible. Estabilidad de la cotización de Juniper Networks, mientras la de Hewlett Packard Enterprise descendía un 8% en la primera semana. No se esperan sobresaltos ni tampoco obstáculos regulatorios.
Es archisabido que el networking juega un papel fundamental, cada vez con más motivo, en los centros de datos modernos y que en ese frente de batalla se han doblado los presupuestos, sobre todo desde que empezó a hacerse oír el ruido la inteligencia artificial.
Al comparar las dos estructuras, se aprecia disparidad. En su último año fiscal, cerrado en octubre, HPE ingresó 29.100 millones de dólares, de los que 5.200 millones procedían de Intelligent Edge, nada menos que un 42% más que el año precedente. A falta de hacer públicos sus resultados anuales, Juniper Networks llevaba facturados 4.200 millones a finales de septiembre.
Naturalmente, cada parte tiene sus razones para acoplarse a la otra. La de HPE: crecer sobre un segmento de mercado que le resulta muy rentable y, al hacerlo, ampliar su dominio de la inteligencia artificial, entroncada con la ciberseguridad en las redes. Dicho prosaicamente, disputarle cuota de mercado a Meraki, una línea de negocio importante para Cisco.
La razón de Juniper consiste en que adolece de un perfil desequilibrado. Su negocio con los proveedores de servicios, que ha sido pan con mantequilla durante años, está perdiendo demanda, revela la consultora Dell´oro. El crecimiento se debe desde hace tiempo a las ventas a empresas (+35%) mientras la contribución de los proveedores de servicio disminuye año tras año. No significa que no haya zonas de fricción entre los activos de una y otra.: van a requerir un trabajo de integración o, si se diera el caso, de desinversión [hipótesis de Dell´oro] .
En el prometedor mercado de las redes privadas, los productos de Juniper podrían confluir fácilmente con los de Althonet, firma italiana que HPE compró hace un año, mejorando sus bazas frente a un superpoblado número de aspirantes.
En todo caso, Neri y Rahim han confirmado que las dos compañías van a mantener sus respectivas líneas de negocio y la dualidad de sus canales de distribución. Lo dicen, pero puede que hagan otra cosa cuando toque.
Por escrito y en su cara a cara ante la prensa especializada, Antonio Neri ha elogiado a Juniper Networks como “líder reconocido de la IA nativa para las redes”. Destacó que traerá al redil común sus 11.000 empleados en un centenar de países, pero se escaqueó cuando le hicieron la pregunta obvia sobre la reducción de plantilla. Para frenar suspicacias, tiró de la palabra mágica: sinergias. Las estimó en 450 millones de dólares anuales, no antes de pasados dos años de ser confirmada la compra. Entre los clientes de Juniper – dijo – se encuentran cinco grandes compañías de medios, una decena de telecos de primera fila y más de 1.400 organismos gubernamentales. No es mal bocado, qué duda cabe.