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  24/04/2023

HPE Aruba a por el negocio de redes privadas 5G

Tras año y medio sin adquisiciones – la anterior fue la empresa de seguridad cloud Zerto, en julio de  2021 – Hewlett Packard Enterprise ha vuelto a usar el talonario. Cuatro meses, cuatro compras; dos de ellas para reforzar su catálogo de la filial Aruba Networking: primero la israelí Axis Security, luego la italiana Athonet. Esta segunda transacción tiene chispa: HPE la presentó 48 horas antes del Mobile World Congress y sólo 48 horas después de que su adversario Dell anunciara haber rubricado una alianza estratégica con Athonet. que ya no tendrá lugar. Con estas adquisiciones, Aruba Networking amplía su oferta de seguridad y se zambulle en las aguas de las redes 5G privadas.

Phil Mottram

A falta de conocer los resultados del segundo trimestre fiscal, que se acaba  esta semana, Intelligent Edge – división de HPE cuyo eje de gravedad es Aruba Networking – ha ingresado 1.127 millones de dólares (+25,1%) a las cuentas de la matriz. No es la que más factura, pero sí la que más rápido crece.

En 2021, cuando Phil Mottram asumió el puesto de vicepresidente y director general, coincidiendo con la retirada del fundador de Aruba, Keerti Melkote, puso en marcha un plan que contempla tres grandes áreas de crecimiento: centros de datos, redes privadas 5G y ciberseguridad. En este plan se insertan las adquisiciones de 2023.

Para empezar, ¿por qué comprar Athonet? Aruba tiene acreditada una firme posición competitiva en las redes wifi para campus y entornos corporativos, aunque no tan firme en las industrias verticales. HPE, por su lado, leva años invirtiendo en acumular tecnología 5G con la aspiración de ganar cuota de mercado entre los operadores de telecomunicaciones que son sus clientes de T.I. La compañía italiana puede actuar como puente entre ambas capacidades y este parece un motivo suficiente. Se la considera especialista en el desarrollo de redes 5G para usos privados y entre sus clientes se encuentra Enel, la energética pública de su país. Además, sin dar precisiones, Athonet dice trabajar con “gobiernos y organismos de defensa” que usan su tecnología.

La razón de ser de Athonet, fundada en 2005,  es el suministro de un kit con los componentes necesarios para implementar fácil y rápidamente una red celular privada. De tal modo que extiende la cartera 4G y 5G de HPE y la incorporará a la fórmula de suscripción GreenLake.

Es bien conocido que cierto número de empresas industriales, sobre todo las que usan robots conectados en sus plantas, estudian la posibilidad de reemplazar sus redes WiFi actuales por 5G, que les ofrece ventajas de velocidad (y desventajas de inversión) lo que permitiría a Athonet aportar su experiencia. Sin embargo, en sus primeras declaraciones tras la adquisición, Mottram ha advertido que no es técnicamente posible combinar las dos tecnologías en un mismo punto de acceso, ni lo será al menos en dos años. Y, para que no sean malinterpretadas sus palabras, ha añadido que la mayor parte de las aplicaciones verticales son actualmente bien servidas por WiFi sin necesidad de tecnología celular: ese flujo de negocio se va a mantener, pese a la adquisición.

Athonet, como empresa de software que es, siempre ha estado dispuesta a que se implemente en hardware de distintos fabricantes (entre ellos Dell) y este puede ser un punto delicado para el regulador italiano que deberá aprobar la fusión en los próximos meses.

Para varios analistas, resulta crucial predecir si la digestión de Athonet dará a HPE una posición favorable en la carrera por las redes privadas 5G, como la compañía ha dado a entender en sus presentaciones durante el MWC. Tendría, se supone, la oportunidad de disputar un espacio que aún no está configurado y en el que se ausentará obligadamente Huawei. Si la alternativa fuera echarse en brazos de Nokia o de Ericsson, no sería del gusto de todos, en un ambiente proclive a la desagregación de las redes. Pero HPE – y al menos una decena de compañías – creen estar en condiciones de comerse una ración del pastel.

Desde su posición como Wireless CTO de HPE, Stuart Strickland ha tenido la osadía de introducir un argumento controvertido: “desde mi punto de vista, se ha puesto excesiva fe en el papel que pueden jugar los operadores en el futuro de las redes privadas 5G en las empresas […] Estoy convencido de que las mejores cartas las tienen las compañías que, como HPE, normalmente atienden las necesidades de las empresas viniendo del campo de las T.I”. Los operadores han tenido la oportunidad de ofrecerlas durante años (sic), pero apenas han arañado el mercado de las redes privadas en espacios verticales específicos, afirma Strickland, más locuaz que Mottram.

En su opinión subyace aparentemente el hecho de que las licencias de espectro radioeléctrico son adjudicadas a los operadores – salvo contadas excepciones en Europa – o a consorcios industriales creados expresamente para mutualizar esa posesión. “Desde un enfoque técnico, los operadores han influido para que las especificaciones de la 3GPP sean atractivas para las empresas, pero me temo que su visión no casa con las necesidades de estas. No siempre coinciden con aquello que las telcos  están preparados para ofrecerles”.

Una vez dicho esto, Strickland ha tratado de aligerar el discurso para afirmar que HPE y su filial Aruba – y en su caso Athonet  – están dispuestas a trabajar de la mano de los operadores para afrontar el envite de este mercado.

Otro flanco de la estrategia de HPE Aruba – y por consiguiente de su política de adquisiciones – pretende robustecer su oferta de ciberseguridad SASE (Secure Access Service Edge) gracias a la compra de la israelí Axis Security (475 millones de dólares). La cartera vigente de Aruba incluye tecnologías que forman el paquete de SD-WAN que recibió en 2020 al adquirir Silver Peak.

Según ha explicado Mottram, las empresas necesitan una mayor integración de su ciberseguridad, hasta hoy demasiado fragmentada. Esta visión es respaldada por Gartner, consultora para la que, en 2025, una tercera parte de las nuevas implementaciones de SASE serán de un solo proveedor, frente al escueto 10% de 2022.  Es decir que dentro de un par de años, el 65% de las empresas habrá consolidado componentes SASE individuales en uno o a lo sumo dos proveedores.

Con la incorporación de Axis, HPE Aruba redondea su oferta de seguridad en las redes: ZTNA (red de confianza cero), SWG (puerta de enlace web segura) y CASB (agente de seguridad de acceso a la nube). Con esta lista de ingredientes, confía Mottram que, partiendo del 10% actual de clientes que utilizan plataformas SASE integradas, conseguirá llegar en tres años al 60%.

Por otro lado, en el segmento de los centros de datos, que la estructura de Aruba Networking ha asumido por completo, la compañía comercializa sus switches de campus CX 10000, si bien es cierto que a Mottram le gustaría  dar un nuevo giro apoyándose en la solución de AMD, que ha absorbido Pensando que elimina la necesidad de eliminar dispositivos separados para gestionar el tráfico de baja latencia, la seguridad y el balance de cargas.


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