publicidad

22Abr

22/04/2016

Era un secreto a voces, pero no de esta magnitud. Antes de mediar 2017, Intel habrá despedido a 12.000 empleados, un 11% de su plantilla. Cualquier fórmula de reparto que aplique, tendrá efectos propios de un seísmo sobre la organización. Un desastre comparable fue el de 1985, cuando Andrew Grove decidió abandonar la actividad original de Intel, las memorias, y concentrar fuerzas en los miprocesadores. Está claro que acertó, pero el difunto Grove lo recordaba así en sus memoprias: «fue un año miserable… despidos, cierre de plantas, recortes salariales, vacaciones forzadas sin paga».

El CEO actual, Brian Krzanich, describe su decisión sin sentimentalismo alguno: es dura pero necesaria, dijo, no sólo para reducir costes sino para liberar recursos necesarios e invertirlos en otras áreas de negocio en crecimiento. Los comentarios que he leído, a mi juicio pecan de simplismo: opinan que la culpa la tiene el declive del PC, cuya caída de ventas afecta a a más de la mitad de las de Intel [en 2011 era el 65%].

No es del todo justo el reproche: los ingresos del Client Computing Group han crecido un 2% interanual (pero han descendido un 14% secuencialmente) y aun así, su beneficio operativo ha crecido un 34%. Lo más grave ha sido que los procesadores para tabletas se han despachado un 44% menos. Por este lado, no parece que pueda esperarse la salvación.

En cambio, hay dos áreas de negocio que, en principio, saldrían beneficiadas. El Data CenterGroup, segunda fuente de ingresos de Intel, que ha aumentado un 9% pero cuyos márgenes caen como consecuencia indirecta del auge de la nube. Por otro lado, la compañía hace un esfuerzo serio por colocarse en el naciente mercado de IoT, pero su contribución es marginal: 651 millones de ingresos y 123 millones de beneficios. Además, los chips para esta categoría dejan márgenes raquíticos, comparados con aquellos que Intel tiene costumbre de degustar.

El gran vacío en las cuentas de Intel es archiconocido: se ha quedado fuera del mercado de procesadores para móviles, y esto va dejando huellas organizativas. Ya van tres VP responsables de ese negocio que fracasan y abandonan la compañía: Mike Bell, Hermann Eul y la última, Aicha Evans. Antes que ellos, Renée James, encumbrada por Krzanich al rango de número dos, se ha marchado hace meses [acaba de incorporarse al consejo de Oracle].

Como estos problemas no se arreglan invocando la la ´ley` de Moore. Krzanich ha optado por revolucionar el organigrama. Para empezar, ha fichado a Venkata (Murthy) Renduchintala, quien ha dejado su cotizado puesto de co-presidente de Qualcomm para asumir plenos poderes sobre dos divisiones de Intel, el Client Group y la nueva IoT Business and Systems Group. En consecuencia, los veteranos Kirk Skaugen y Dave Davis se niegan a estar a las órdenes de un recién llegado, y se marchan.

Algún analista ha imaginado la eventualidad de que Renduchintala traiga la lotería bajo el brazo: un contrato (mítico, hasta nuevo aviso) con Apple por el que Intel equiparía un futuro iPhone. Sería sensacional, ¿verdad? Lo concreto es que Renduchintala ha remitido a sus subordinados una animosa arenga sobre la necesidad absoluta de restaurar la competitividad. Los veteranos Kirk Skaugen y Dave Davis, que dirigían los grupos colocados bajo la autoridad del recién llegado, dejarán la compañía.

Durante la conferencia de resultados, un analista de Wells Fargo preguntó a Krzanich si está prevista la eliminación de alguna linea de producto, y recibió esta respuesta: «Murthy está haciendo una revisión completa de nuestros productos y me entregará pronto una propuesta». No iba tan descaminado el analista.

Ha habido otro movimiento en la cúpula que puede tener más proyección. Stacy Smith, que trabaja en Intel desde 1998, dejará el puesto de CFO, que desempeña desde 2007, para pasar a ser responsable de ventas, marketing, fabricación y operaciones. Una responsabilidad que abarca más de la mitad de los empleados de Intel y un poder que no tuvo ningún número dos que haya tenido la compañía.

Krzanich dio una explicación: se pretende que Smith «conozca en profundidad otras partes de la compañía y los empleados se familiaricen con su estilo de liderazgo». De inmediato se ha interpretado que, más temprano que tarde, el versátil Smith acabará relevando a Krzanich.

21Abr

21/04/2016

Quede claro, de entrada, que los bots no son un invento nuevo: en los primeros tiempos de Internet, los usuarios de la red podíamos enviar mensajes a un ordenador, que nos devolvía una respuesta programada previamente. Recuerdo que fue bastante popular un servicio al que el internauta podía preguntar qué cóctel beber en determinada circunstancia, ¡qué tiempos!, y siempre obtenía una respuesta. Era algo rudimentario como antecedente de lo que ahora conocemos como asistentes virtuales, categoría de la que Siri (Apple) y Cortana (Microsoft) son los más conocidos. Pero Google tiene el suyo (OK Google) y Amazon tiene Echo. Apuntemos que técnicamente son «interfaces conversacionales».

La idea es que, en lugar de comunicar con una máquina en el lenguaje de esta, pinchando en un icono o tecleando un comando, el usuario podría interactuar de viva voz y en lenguaje ´natural`, es decir el suyo. La máquina está entrenada para entender la sintaxis del usuario [lo que ya tiene mérito] y para responder a lo que se le pregunta. Una conversación que será torpe al principio (ay, las divertidas anécdotas indiciales con Siri, que no captaba los matices de sus interlocutores).

Sin más preámbulos: en la reciente conferencia de Microsoft para desarrolladores Build, Satya Nadella pronosticó un futuro en el que «la conversación» dominará las plataformas. Qué pena que todos tuvieran fresco el desagradable experimento del bot Tay, que fue entrenado para chatear con humanos y resultó ser tan zafio, sexista y racista como los usuarios de carne y hueso con los que «conversaba». Hay ejemplos como Slack, un servicio de mensajería corporativa que va ganando terreno gracias a su propio bot. O las aplicaciones Telegram y Line (originarias de Rusia y Japón) que compiten con WhatsApp, y ya cuenta con decenas de interfaces que generan alertas automáticas o redirigen al usuario a determinados contenidos como vídeos deportivos o pornográficos.

O sea que Facebook no ha inventado los chatbots, como ha escrito algún entusiasta. Lo que sí ha inventado Mark Zuckerberg es una consigna: los bots han nacido para disputar el espacio que hoy ocupan las apps. Algunos ya nos maliciábamos que tanta proliferación de apps acabaría mal. Hay millones de ellas en las tiendas online de Apple y de Google y, por eso mismo hay miles de desarrolladores esperan triunfar creando sus aplicaciones.

David Marcus – vicepresidente de productos de mensajería de Facebook – recordó a la concurrencia que hay más de 2.500 millones de aplicaciones instaladas, pero pocos son los usuarios que siguen descargando o buscando otras nuevas. Y la mitad de las que se descargan no pasan la prueba de su primer uso. Otra cifra de ComScore respalda el mensaje de Marcus: los usuarios normales [es decir, no los frikis] dedican el 80% del tiempo a usar sólo tres o cuatro apps. ¿Hace falta añadir que una de esas tres o cuatro suele ser Facebook?

Esta es una de las claves de por qué Facebook pone los chatbots en el centro de su nueva estrategia para Messenger. Hay una muy buena razón para que Facebook (y Microsoft) prefieran orientar a sus desarrolladores hacia los bots: prácticamente todas las aplicaciones móviles funcionan con dos sistemas operativos controlados por Apple y Google, que generan sendos negocios multimillonarios; los bots, en cambio, son (todavía) un territorio virgen.

Otra clave es la mirada de Facebook hacia las empresas. Marcus fue fichado para encabezar una unidad de negocio denominada Business on Messenger. Actualmente, unos 50 millones de empresas de todo tamaño tienen sus propias páginas en Facebook, y muchas interactúan con los usuarios a través de Messenger. Esto da la pista de que añadir a esas páginas corporativas una función para que los usuarios puedan activar un bot como canal de comunicación puede ser un medio idóneo para crear servicios de atención al cliente. Siempre y cuando – advirtió Marcus – la iniciativa siga siendo prerrogativa de los usuarios, para evitar que este prometedor canal se contamine con spam.

En F8 se mostraron algunos ejemplos de chatbots que Facebook ha ido creando con empresas que han visto el potencia, y que pueden servir de modelos para los desarrolladores. Más allá de la interacción entre empresas y consumidores, es imaginable que los bots sean potencialmente un vehículo para el comercio electrónico: en tal caso, el punto débil sería el medio de pago. Como simple conjetura, se puede sospechar que esta puede ser la razón última por la que David Marcus dejó su puesto de presidente de PayPal para pasar a ser uno de los varios vicepresidentes de Facebook a la vera de Zuckerberg.

20Abr

20/04/2016

Seis horas duró la reunión del viernes entre Oracle y Google, cada una representada por su CEO – a la sazón, Safra Catz y Sundar Pichai – pero no fueron suficientes para desatascar el litigio sobre propiedad intelectual por el uso de componentes de Java en el sistema operativo Android. Seis horas son muchas horas para que, a ese nivel, el encuentro fuera un paripé. O negociaban en serio o el desacuerdo es irreparable. Si así fuera, en mayo un jurado deberá dictar su veredicto. Luego, previsiblemente, vendrá la apelación de una u otra de las partes, con lo que el caso debería prolongarse, quizá por años. Todo por unas pocas líneas de código.

Oracle, que heredó Java entre los activos comprados a Sun, inició su guerra contra Google a los pocos meses, en 2010, argumentando infracción de su propiedad intelectual. La sustancia de la querella está en 37 APIs ´propietarias` que – según Google – representan sólo el 0,8% de los 15 millones de líneas de código incorporadas en Android. La valoración de Oracle va al grano: estima en 8.800 millones de dólares la parte proporcional de los beneficios obtenidos por Google gracias a Android.

En medio, ha habido tiempo para anécdotas risibles. Como esa advertencia del juez a las partes de abstenerse de ´googlear` los nombres de los candidatos a jurados, para evitar que el hallazgo de sus mensajes en las redes sociales pudieran condicionar la selección. El juez dio el siguiente ejemplo, entre otros: «si una búsqueda en Internet revelara que el libro favorito de una persona es Matar a un ruiseñor, no sería muy difícil para un abogado construir analogías con intención de granjearse la simpatía de esa persona hacia su cliente» (sic). Tanto Oracle como Google aceptaron la recomendación de su señoría.

Documentos aportados durante el proceso han tenido la virtud de revelar que Android – sistema operativo ´gratuito` – ha procurado a Google 31.000 millones de dólares de ventas y 22.000 millones de beneficios desde que fue lanzado en 2008. Estas cifras, nunca desglosadas por Google, que contraataca sosteniendo que el conjunto de Android [incluyendo el 99,2% del código ajeno a la demanda] es responsable por el 35,6% de los beneficios por publicidad en dispositivos Android y el 100% de los beneficios por hardware, aplicaciones y contenidos vendidos a usuarios de esos dispositivos. Es lo que tienen de bueno estos juicios: que a veces entreabren la caja de los secretos.

En 2012, un tribunal de distrito dictaminó que las APIs de Java no estaban sujetas a copyright, pero lejos de detener la confrontación, la agudizó. En 2014, un tribunal de apelaciones introdujo como matiz la condición del uso razonable, devolviendo el caso a la jurisdicción original, que a su vez rechazó el consiguiente recurso de Google. Una historia interminable, con el agravante de que Oracle, que inicialmente reclamaba 1.000 millones de dólares – Android no era todavía la plataforma móvil dominante – ha multiplicado por nueve el monto total de la compensación que pide. Otro documento presentado por loa abogados de Oracle da a entender que Google estaría dispuesta a ofrecer 100 millones. Cifra del todo inaceptable para Safra Catz, pero que se esgrime para sugerir que Sundar Pichai estaría dispuesto a asumir la responsabilidad, pero no su precio.

En ausencia de conciliación, la próxima decisión judicial será recurrida, pero Android seguirá siendo el sistema operativo dominante en el mercado de smartphones, aunque en su próxima versión, llamada N, se trataría de atenuar la importancia de las 37 APIs . Entretanto, Java se ha convertido en un incordio para ambas partes.

Algunos ´evangelistas` a sueldo de Oracle han dimitido para unirse a Java EE Guardians, grupo de voluntarios dispuestos a hacer el trabajo de desarrollo que, según ellos, ha sido descuidado por la compañía. Lo que este grupo viene a sugerir es que, a estas alturas, el único interés de Oracle en Java es mantener vivo el litigio para obtener una compensación multimillonaria.

De su lado, Google tiene que anticiparse a la posibilidad de que los tribunales se le vuelvan en contra, y estaría considerando alternativas a Java. Según una información originada en la miriada de blogs del movimiento open source, el mejor candidato como lenguaje de programación sería Swift. Nacido dentro de Apple, fue donado en 2014 a la comunidad, cuenta con el respaldo de IBM y, al parecer, también el de Facebook. Lo que no quiere decir que Google vaya a sustituir Java por Swift, sino que en circunstancias como esta lo mejor es tener más de una bala en la recámara.

Larga Marcha de los chips chinos

19/04/2016

Poco importa qué marca lleven los gadgets electrónicos: China es la pieza maestra en el tablero de esa industria de industrias que es la de semiconductores. El gigante asiático absorbe el 40% de los chips que se venden, para luego transformarlos en productos de exportación o para consumo propio. En contraste, su producción de circuitos integrados es reducida: 13.000 millones de dólares frente a un total mundial de 291.000 millones. Lo más significativo es el ritmo de crecimiento de la producción: desde el 2001, la media anual ha sido del 26,5%, y se espera acelerarla hasta conseguir en 2025 un 40% de autosuficiencia en la fabricación, y esto sí que importa. A los chinos y a la industria. Leer más

18Abr

18/04/2016

Inicio de temporada. ¿Rebajas? A partir de hoy, se irán conociendo los resultados del primer trimestre – natural – de las empresas de TI, que nos darán una imagen de cómo va un mercado que, según la corrección a la baja del pronóstico de Gartner, retrocederá globalmente este año, lo que no significa que sea para todos los segmentos ni mucho menos para todas las empresas. No pretendo, ni podría, rellenar una quiniela con este asunto: sólo comentaré a grandes rasgos el momento en el que se encuentran cinco empresas de mucho peso que publicarán sus cifras esta semana.

Abrirá plaza IBM. La relectura de lo que escribía hace un año vale para confirmar que sigue siendo blue pero mucho menos big. No se empequeñece por fatalidad sino por designio de su actual CEO, Virginia Rometty, quien cada vez que puede repite que su objetivo es centrarse en los negocios de alto margen y, a la vista está, desinvertir en los que no le interesan. Otra manifestación de la cura de adelgazamiento es la sistemática reducción de la plantilla: el parte de víctimas del trimestre se desconoce, pero más difícil será disimular el coste que se tendrá que cargar a la cuenta de resultados.

Conviene prestar atención a la marcha del negocio cloud, que IBM desglosa [no así todos sus competidores]. En todo caso, la definición de cloud es difusa a efectos de comparación. La compañía sigue invirtiendo fuerte en ampliar la infraestructura de SoftLayer, y este es un dato precioso para los pronosticadores. Los analistas vigilan la evolución del negocio analítico, ahora colmado por decenas de proveedores, y también los primeros frutos de adquisiciones recientes. Los preguntones se interesarán por la salud de Watson… demasiadas cazuelas a la lumbre.

Mañana será el turno de Intel, con varios ingredientes nuevos. Si Wall Street acierta, los ingresos rozarían los 14.000 millones de dólares, un alivio para Brian Krzanich, pero lo importante son los detalles: a partir de este primer trimestre, Intel cambia el desglose financiero de sus divisiones. Se reflejará mejor la importancia de cada una: hay curiosidad por conocer las cifras del Data Center Group, que aporta la mayor cuota de margen, como compensación de los declinantes (PC), irrelevantes (móviles) o incipientes (IoT). Se da por seguro que Krzanich aprovechará la ocasión para anunciar un recorte de plantilla.

También el martes podremos poner números a las desdichas que VMware ha vivido recientemente, cuyo punto culminante ha sido la salida de cinco lugartenientes del CEO, Pat Gelsinger. Las previsiones externas son necesariamente cautas, pero yendo de lo general a lo particular: ¿de cuánto será la contribución de la plataforma NSX, estrella ascendente del año pasado? Como telón de fondo, recuérdese que el precio de la acción de VMware podría ser determinante en la actitud final de los accionistas de EMC, que en mayo deberán votar a favor o en contra de la oferta de compra presentada por Dell.

A propósito, para el día siguiente, miércoles 20, están convocados los analistas a conocer los resultados de EMC. Está pendiente la compleja operación diseñada por Dell, pero EMC tiene que fingir normalidad: lo mejor que puede pasarle es que ninguna cifra le saque los colores. Los ingresos trimestrales podrán ser flojos pero positivos, ¡qué más se puede pedir en estas circunstancias! La división de infraestructura, sin embargo, viene cayendo desde el trimestre anterior, sin que pueda asegurarse que la curva cambie próximamente.

En cuanto a Microsoft, la cita será el jueves después del cierre bursátil, y se supone que los resultados darán a los inversores otra agradable sorpresa. Su año fiscal no coincide con el natural y la compañía tiene abiertas muchas transiciones a la vez. Su negocio cloud – hijo favorito de Satya Nadella – es el mejor segmento trimestre tras trimestre, y con ello hay que contar. Mientras, la persistente caída de los mercados de PC y tabletas no anticipa buenas noticias en el frente de Windows, pero cosas peores se han visto, y la acción de Microsoft está en niveles récord de los últimos diez años o más.

Confabulación contra los silos de datos

17/04/2016

Otra vez a vueltas con el almacenamiento, comentó un lector tras leer el post de la semana pasada. Pues sí, y es uno de los ámbitos de mercado en los que este blog tiene una apreciable y leal audiencia. El almacenamiento de datos y su transferencia de un lugar a otro, ya sea real o virtual, es una práctica generalizada para ahorrar espacio y mejorar la eficiencia. Los datos, sin embargo, están siempre asociados a un archivo o a un bloque, con lo que al transferirlos se crean compartimentos estancos, que suelen describirse como silos. Acabar con ellos es el guante que varias startups han lanzado a la cara de los actores tradicionales del dinámico mercado del almacenamiento. Leer más

15Abr

15/04/2016

«Por el humo se sabe dónde está el fuego» (Doña Francisquita). Abril está siendo un mes de intensa actividad de adquisiciones (y, quizá por la misma razòn) nula en salidas a bolsa de compañías tecnológicas. Lo que llamo el humo, puede dar pistas sobre segmentos de mercado que, a priori, ofrecen mejores perspectivas de crecimiento. O de competencia. O de supervivencia, a cada cual lo suyo.

El caso más notable de los últimos días ha sido la operación de 1.200 millones de dólares por la que Brocade ha comprado Ruckus. No es notable por la cifra, sino porque la nueva pareja confirma la agitación que se vive en el mercado de WiFi [para ser más preciso, WLAN], ya observada cuando HPE compró Aruba y le confió las llaves de su división de networking.

La tecnología de las redes de los datacenter converge incesantemente con la infraestructura de las telecos, y abre oportunidades para los fabricantes de switchers y routers: los grandes, Cisco en primera fila desde que compró Meraki, y HPE desde que compró Aruba, pero también Huawei que solo bien se lame, apuestan fuerte por esa convergencia. Queda por ver qué pasos dará Nokia, que con la compra de Alcatel Lucent ha heredado una estrategia en este campo.

Al menos en este momento, la víctima parece ser Juniper, que confió demasiado en su acuerdo con Ruckus y no se atrevió a hacerle una oferta de compra. Ahora tendrá que reaccionar para no quedar aislada: no abundan los solteros entre los proveedores de WLAN.

Brocade, al igual que Cisco, HPE y Juniper, ha venido cultivando la parcela de NFV (Network Functions Virtualization), con la esperanza de meterse por la claraboya en un mercado al que en principio no eran afines, los compradores de infraestructuras convencionales de red, pero no están solos. El juego no se restringe a las redes core, y la buena prueba es que los operadores – Telefónica, sin ir más lejos – no esconden su codicia por dotarse de la agilidad y flexibilidad necesarias para ofrecer a las empresas servicios cloud bajo demanda, además de transformarse internamente.

Temo que, por meter mucha información, no me he explicado bien. Hay un creciente solapamiento entre dos ramas de la industria (y sus modelos de negocio) que siempre habían marchado en paralelo, observándose pero sin competir. Ahora tiran de chequera para competir, y van a saltar chispas.

¿Qué pinta Ruckus en este plan? Pues, que ha desarrollado una plataforma WiFi cuyo sustrato es una red virtualizada, y gracias a ella ha podido firmar un acuerdo con Google para ofrecer hotspots gestionados desde la nube en Estados Unidos. Lo heredará Brocade, y le ha salido barato.

En la otra acera, casi de puntillas, Ericsson sigue tomando posiciones en la dirección opuesta: reduce su dependencia del negocio tradicional, firma una alianza con Cisco y ahora añade la compra de NodePrimer, aparentemente menor, con la que se abre a ofrecer infraestructura definida por software. Sabe la compañía sueca que sus clientes de toda la vida, los operadores, se recolocan en el tablero como proveedores en la nube, y para esto necesitan nuevas infraestructuras [cloud-RAN] y nuevos centros de datos. ¿Por qué dejar los dulces al alcance de los niños?

Google también se equivoca

15/04/2016

La necesidad de diversificación puede inducir a errores, sobre todo cuando sobra el dinero. Enero 2014: Google paga 3.200 millones de dólares por Nest Labs, cuyo mérito es que la situaría en la punta de lanza de Internet de las Cosas y abriría las puertas de un mercado muy prometedor, el del hogar ´inteligente`. Su único producto era un termostato conectado a Internet, pero lo que en realidad compraba Google era el presunto talento de Tony Fadell, fundador de Nest que venía con la reputación de haber sido uno de los varios «padres» del iPod. Cierta o no, esa paternidad valió para que los cronistas ansiosos encumbraran a Fadell como «el próximo Steve Jobs». Se ve que no ha dado la talla. Leer más

14Abr

14/04/2016

Gartner calcula que los ingresos de Microsoft generados por Windows van a declinar este año un 7,5% , y la explicación es previsible: incertidumbre global, desajustes cambiarios y recortes del gasto en TI de las empresa. No dice expresamente Windows 10, sino genéricamente Windows, pero es evidente que lo que está fallando es la contribución del último sistema operativo.

Por otro lado, el primer día de la conferencia de desarrolladores Build, Satya Nadella proclamó muy satisfecho que ocho meses después de su disponibilidad, Windows 10 ha tenido 270 millones de activaciones, un 35% desde enero y, lo más significativo, mucho más rápido que el ritmo de adopción que tuvo Windows 7 en un primer período comparable.

¿En qué quedamos? La diferencia de apreciación tiene que ver con el ciclo de actualización gratuita a Windows 10 de que disfrutan – hasta julio de este año – los usuarios registrados de versiones anteriores. Naturalmente, no generan ingresos pero enriquecen el ´ecosistema` de Microsoft. El caso de los clientes corporativos es más complicado. John-David Lovelock, de Gartner, explica que muchas empresas que inicialmente adquirieron cierto número de licencias para probar el nuevo sistema operativo, no se van a dar prisa para desplegarlo masivamente «hasta que comprueben que las condiciones económicas mejoran». No es un cambio brusco de opinión: ya en noviembre, una encuesta – también de Gartner – destacaba que al menos la mitad de las empresas que usan alguna versión de Windows, no iniciarán el proceso de actualizarán hasta 2017 y no completarán la migración hasta 2019

Esta opinión parece respaldada por la tercera noticia relacionada. Gartner e IDC, en sus informes sobre el mercado mundial de PC durante el primer trimestre, coinciden en que sigue cayendo por sexto año consecutivo: un 9,6% según Gartner, un 11,5% según IDC. Por primera vez desde 2007, los despachos trimestrales de PC se han quedado bajo los 65 millones de unidades. Esta vez no se puede achacar la caída de los PC a la subida de las tabletas, que también caen. Que el problema es sistémico lo prueba otro informe, también firmado por Gartner, según el cual el mercado agregado de dispositivos ´cliente` (PC, tabletas y smartphones), pese a lo apariencia grandiosa de la cifra total de 626.000 millones de dólares, en realidad se achicará un 3,7% este año.

Tampoco hay que sacar conclusiones precipitadas. Microsoft está haciendo sus deberes en tiempo y forma para que Windows 10 cumpla su papel: el futuro de la compañía cada vez depende menos de su sistema operativo

No es este el espacio para resumir los muchos aspectos de la conferencia Build. Pero al menos viene a cuento que se ha confirmado formalmente que la actualización llamada Anniversary estará disponible este verano. Para entonces, la compañía podrá comprobar si la actualización gratuita ha sido una buena táctica: en el mejor de los casos, habrá una desaceleración «subjetiva» del ritmo de adopción de Windows 10. Será la segunda aproximación a esa enorme revisión de 2017, que por aquello de tener un código para cada proyecto, llaman Redstone 2.

En Build 2016 se dieron pasos hacia la plataforma universal que Microsoft viene prometiendo desde mediados del año pasado y que aún no está claro en qué consistirá El anuncio de que tras la compra de Xamarin, esta herramienta estará disponible a los desarrolladores en régimen open source, es una maniobra que pretende corregir lo que tal vez sea una de las trabas que frenarían una adopción más decidida – es decir, apoquinando – de Windows 10: la pobreza relativa de novedad en las aplicaciones que cualquiera puede comprobar visitando la Windows Store.


Contacto Suscríbete RSS


Sobre el autor. Copyright © 2025 El dominio norbertogallego.com es propiedad y está administrado por Diandro SL. B85905537. Creative Commons