Un oligopolio se rompe por donde se abre

6/03/2019

Esta crónica sobre el Mobile World Congress  no tratará de smartphones y, aunque se remite al advenimiento de 5G, conviene advertir al lector que no espere glamur. Sólo se pretende apuntar un momento clave en la historia de las redes de telecomunicaciones, que daría lugar a una nueva  articulación entre industria y operadores. En la era 4G – que aún durará muchos años –  la red de acceso radio (RAN) ha sido una especie de caja negra con la que un oligopolio de tres fabricantes obliga a las telecos a usar protocolos y sistemas ´propietarios` para la interconexión de sus     infraestructuras de red afortunadamente dispares. En la naciente era 5G, los operadores quieren liberarse del corsé. Leer más

La carrera de 5G o la guerra por otros medios

26/02/2019

El titular exagera, con permiso de Clausewitz para quien la guerra era la política por otros medios. Donald Trump ha creado perplejidad con un tuit en el que a su manera sugería que la batalla por la hegemonía en las redes 5G es una etapa hacia la guerra por la inexistente 6G. Las reacciones han oscilado entre la broma a la exégesis, pero una interpretación plausible apunta el riesgo de una eventual bifurcación del ecosistema 5G entre dos esferas de influencia – una china, otra hostil a China – que derivaría en efectos adversos para la economía global. Esta es la tesis del estudio The Geopolitics of 5G, de la consultora Eurasia Group, que analizan las posiciones de las dos potencias. Leer más

El punto de mira de Cisco está ´anywhere`

22/02/2019

Los centros de datos han dejado el centro. En esta era del cloud y del edge, los datos y las aplicaciones residen cada vez menos en el núcleo corporativo y cada vez más en ubicaciones múltiples, locales o remotas. Más de doce años después de acuñarse la metáfora del cloud, es evidente  que su influencia ha transformado todos los modelos de operación de las TI, incluso en organizaciones poco predispuestas a la migración. Sin embargo, el abuso del concepto multicloud  lleva a que sirva para un roto o para un descosido. Por esto importa que el hilo conductor de CiscoLive Europe 2019 se resuma en esta premisa: lo que define al datacenter es dónde están los datos, no dónde están los sistemas. Leer más

El mercado español de PC sufre otro ajuste

21/02/2019

El mercado español de PC lleva años corrigiéndose a sí mismo. Cada vez que parece despuntar, vuelve a hundirse. Ha vuelto a ocurrir en 2018: el año se cerró con un total de 3,2 millones de unidades despachadas, un retroceso del 2,9% sobre 2017. Se han juntado la merma de la demanda y la insuficiencia de oferta. ¿Cómo se explica? La bajada del cuarto trimestre corrigió la anómala subida del tercero. La sacudida repercutió en ambos segmentos del mercado: en el de empresas (-4,1%) por la imposibilidad de atender todos los pedidos; en el de consumo (-5,6%) porque las marcas echaron el resto para abastecer al canal, y así provocaron una demanda anticipada y, en esta medida, irreal. Leer más

20 de febrero 2019

20/02/2019

Cuando Jeff Bezos anunció en noviembre que la segunda sede (HQ2) de Amazon se repartiría entre Arlington, al lado de Washington DC, y Queens, en Nueva York, no supo ´leer` los resultados de las elecciones legislativas de unos días antes. También erraron Andrew Cuomo y Bill de Blasio, gobernador y alcalde, respectivamente, de Nueva York, que pujaron fuerte para atraer a la compañía a su territorio.

El insólito concurso de catorce meses al que concurrieron nada menos que 238 ciudades en Estados Unidos y Canadá, a ver cual era más generosa con tal de congraciarse con el magnate del comercio online, ha desembocado en fiasco sobre el que se debatirá durante bastante tiempo. De momento, en vista de una oposición que no esperaba, ha renunciado al proyecto de 2.500 millones en Nueva York.

El episodio presenta matices que ilustran el cuestionamiento social de los arrogantes amos de Internet, presuntos hacedores de ´un mundo mejor`. En este juicio sumario caben tanto las críticas a Facebook por su manejo irregular de los datos personales, como las manifestaciones callejeras de empleados de Google disconformes con los tratos que la compañía tiene con el Pentágono. Y, por lo que se ve, también las sospechas que despierta Amazon.

Empecemos por la política. Cuomo y de Blasio – dos demócratas que se llevan fatal – han coincidido en algo, en ofrecer 3.000 millones de dólares en ventajas fiscales a Amazon para asegurarse la creación de 25.000 puestos de trabajo. Con ese dinero podían haber empezado por rehabilitar la cochambrosa área de Long Island City, donde debía instalarse la HQ2. Las encuestas decían que el 56% de los neoyorquinos aprobaba la llegada de Amazon, pero las figuras emergentes del partido, de otra generación y situadas a la izquierda, han hecho oposición a que la ciudad regale dinero a una empresa cuyo valor en bolsa está en torno al billón de dólares.

No se trata sólo de la desgravación fiscal: la instalación de un megacampus en Queens traería especulación inmobiliaria [ha durado dos meses antes de pinchar], encarecimiento de los alquileres, saturación de las escuelas y agravamiento del caos de tráfico no lejos del aeropuerto.

Un documento presentado por Cuomo en su campaña de reelección– que, dicho sea de paso, arrasó – sostenía que la subvención retornaría multiplicada por nueve en 25 años gracias a los tributos a pagar por la compañía y sus empleados. La afirmación fue rápidamente desacreditada al trascender un estudio según el cual Amazon no pagará un solo dólar por sus beneficios de 2018, que fueron de 11.200 millones de dólares. Por el contrario, tendrá derecho a devolución de 128 millones con cargo a pérdidas de ejercicios anteriores.

Amazon ha vivido dos décadas despreocupándose de los beneficios, con el argumento – aceptado de buen grado por los inversores – de que debía reinvertirlos en una diversificación que agrandaba a cada paso su perímetro. Por fin, en 2017 empezó a presentar  beneficios y los analistas de Wall Street estiman que dentro de cinco años ganará entre 40.000 y 60.000 millones anuales.

Puede que la gota que colmara el vaso de los activistas fuera el estúpido anticipo de que el grupo de edificios, donde pensaba instalarse, contará con un helipuerto para que sus ejecutivos eviten los embotellamientos viales. Eso y proclamar en voz alta que es una empresa no igualitaria ha sido todo uno. Y el horno no está para bollos.

Las críticas llovieron sobre Bezos, desde el izquierdista Bernie Sanders hasta el inclasificable Donald Trump se despacharon a gusto en Twitter. En una inusual coincidencia, el New York Times y el Wall Street Journal se expresaron en contra de la oportunidad de subvencionar a la segunda empresa más valiosa del mundo. Y hasta el Washington Post, propiedad de Bezos, entendió que debía demostrar su independencia editorial.

Para Nueva York, el fracaso de la iniciativa no es una gran pérdida, dadas las circunstancias económicas: la ciudad ha vivido el año pasado la creación de 100.000 puestos de trabajo. En cuanto a la otra parte, el impacto de echarse atrás tampoco cambia gran cosa para Amazon. Primero: sólo tendrá que desplazar a otro sitio la inversión calculada y quizás ahorrarse una parte. Segundo: mantendrá sus 5.000 empleos actuales en Nueva York e instalará un nuevo centro de distribución en terrenos que ha comprado en Queens.

El factor que motiva su repliegue parece ser otro. El alcalde de Blasio había dicho públicamente que confiaba en que la empresa cambiaría su política laboral y su hostilidad a los sindicatos. De eso nada, por ahí no pasa Amazon. Esta consideró una encerrona la invitación a sindicalistas a una reunión con el gobernador Cuomo. En este sentido, puede decirse que la actitud de Amazon pretende ser ejemplarizante a su manera.

Cuenta el New York Times que esta ha sido la línea roja que Bezos se negó a cruzar. De palabra, Amazon dice respetar los derechos de sus trabajadores, pero es conocida en todo el mundo como un caso extremo de explotación intensiva de la mano de obra que emplea [no lo digo yo, lo dicen los trabajadores de sus centros en España]. Aunque legalmente no puede oponerse a la afiliación sindical, nadie que haya tratado de dar ese paso ha conservado su empleo.

El plan de abrir una segunda sede se origina en los problemas que el crecimiento de la primera ha creado en Seattle, ciudad donde la fundó Bezos tras abandonar – qué ironía – Nueva York, donde trabajaba como broker. La escala alcanzada en Seattle hace que Amazon cargue con la culpa de todos los problemas de la ciudad, desde la crisis de vivienda a los monumentales atascos. Su negativa a apoyar una tasa propuesta para aliviar a los homeless, agravó las suspicacias. De ahí la necesidad de buscar un desdoblamiento operativo.

Esta iniciativa, y su malhadado desenlace, desafían la tesis que los  economistas llaman “efecto aglomeración”; se supone que la eficiencia de las empresas mejora mediante la creación de clusters de empleo. Al final, depende del  tipo de empleo que se quiera crear. Por la naturaleza de su negocio, Amazon puede permitirse una descentralización radical. Reducir  la ambición de su HQ2 no cambia lo esencial: en Estados Unidos, seguirá teniendo 17 hubs regionales y los empleos que necesite crear los dispersará. Lo que no hará será convocar otra competición entre ciudades.

Aunque sea una historia americana, el fiasco revela otros aspectos que merecen reflexión entre nosotros, ahora que se abre la temporada electoral. Por un lado, está el sinsentido del cortejo que bailan los gobiernos regionales siempre con dos pretextos: empleo e innovación  – sí, estoy pensando en nuestras CCAA y en el descaro de algunas  startups de cartón piedra – con la promesa de incentivos fiscales de dudosa utilidad final. Segundo: la imagen pública de las empresas tecnológicas se deteriora a ojos vista, debido a la percepción de su ostentosa omnipotencia. Y tercero: existe un riesgo de distorsión ciudadana causada por las expectativas exageradas y su frustración posterior. Tiempo habrá de volver sobre el asunto.

´Neophones` para escapar del atolladero

15/02/2019

Es natural preguntarse si en el Mobile World Congress se van a presentar novedades susceptibles de revertir el declive de la demanda de smartphones y si el declive es coyuntural o duradero. Los fabricantes bregan desde hace tiempo buscando fórmulas que ayuden a diferenciar sus productos de los rivales, pero el problema va más allá: la saturación del mercado global ha empezado por donde más duele, por los modelos premium destinados a asegurar la fidelidad de los usuarios con más poder adquisitivo (o los más caprichosos). Esa estrategia no ha mejorado los resultados económicos, ni es seguro que vayan a mejorar  con los smartphones 5G, cuyos primeros prototipos se verán en Barcelona. Leer más

14 de febrero 2019

14/02/2019

Durante diciembre y enero he recibido decenas de predicciones sobre los más diversos aspectos del mercado de las TI y del comportamiento de los usuarios. Ocurre cada año: suelen ser contenidos prefabricados con la  única finalidad de barrer para casa de la empresa remitente. Nadie se ocupará dentro de un año de revisar en qué han acertado y en qué han fallado (condición elemental para que algo pueda llamarse predicción]. Las más serias suelen proceder de consultoras.

No quiero ser injusto: el ejercicio predictivo, cuando se distancia del marketing, arroja conclusiones interesantes. Como las que siguen, extraídas de las 10 predicciones de Analysys Mason sobre la actividad de M&A en el sector de las telecomunicaciones. ¿Por qué me han parecido interesantes? Pues porque reflejan el estado de las relaciones nada binarias entre los operadores y los mercados de capitales.

Este año, en el que no se prevén grandes fusiones como las de 2018, la consultora británica presenta otras conjeturas. Pero no se descarta que haya episodios de menor envergadura: “[pensamos que] la actividad M&A de los operadores se centrará en pequeñas adquisiciones para expandir capacidad o mejorar su presencia en el mercado corporativo, con especial foco en los negocios cloud y sobre todo en IoT”-

Los múltiplos de valoración de las infraestructuras [torres, redes de fibra y centros de datos] entendidas como activos apetecibles para la inversión financiera, siguen aumentando. Se combinan dos circunstancias: la necesidad de los fondos especializados de colocar los capitales que han recaudado en espera de destino y, por otro, la escasez de infraestructuras en venta. Esto podría influir en que se haga más frecuente la disociación entre esas infraestructuras y el negocio que soportan.

La segregación y/o desinversión en torres por parte de los operadores es una práctica corriente [Telxius, el ejemplo más cercano] y el encaje de Cellnex con los nuevos dueños de Abertis revela sus rasgos específicos. Pero no es habitual – no todavía – que un jugador financiero adquiera un operador para trocearlo. Analysys Mason menciona la compra del danés TDC por el fondo australiano Macquarie, al que atribuye la intención de segregar sus torres en Dinamarca y Noruega, sin que las cosas estén claras más allá.

Otro caso del mismo género sería el grupo Altice, que intenta desesperadamente vender la red de cable de Portugal Telecom y la de fibra de SFR en Francia, reculando así de su alocada expansión de años atrás. En Estados Unidos, AT&T y Verizon han demostrado que es viable vender sus centros de datos, una conclusión a la que también ha llegado Telefónica y en eso está.

Estas transacciones siempre ayudan a reducir la deuda y son bien acogidas por aquellos a quienes se acude para financiar nuevas inversiones, pero los autores del documento aseguran que los mercados financieros  “están presionando” a los ´incumbentes` europeos de telefonía fija para que separen sus negocios minoristas de la operación de infraestructuras, como paso previo a vender participaciones en la red de acceso. Yo, desde una lógica no financiera, me permito objetar que estas maniobras de alivio financiero acabarían a medio plazo devaluando a los operadores y poniéndolos al alcance del tiburón de turno.

Los autores del informe no se meten en ese jardín. Consignan que “los inversores tendrán interés creciente en la combinación de diferentes infraestructuras en un mismo paquete, modelo de negocio que ahora mismo no existe”. La mayoría de los proveedores de servicios de infraestructura – advierten –  generan lo más significativo de sus ingresos gracias a una sola clase de activo, pero creen que la convergencia futura de torres, fibra y centros de datos podría desarrollar sinergias y economías de escala. En esta hipótesis, se presiente que los fondos – transparentes inspiradores –  se reservarían el papel de agregadores.

Por otro lado, se nos dice que las firmas de private equity le han echado el ojo al mercado de cloud en su variante B2B, muy fragmentado entre pequeños proveedores y, por tanto, de potencial consolidación.

Dejo para el final un apunte sobre 5G. El documento predica que la fibra inalámbrica (FWA) será una gran oportunidad para las telecos si saben encontrar un modelo de negocio capaz de atraer financiación externa. Como en algún momento tendrán limitaciones de espectro, se sugiere que podrían llegar a acuerdos con adjudicatarios de menor talla [cita expresamente a MasMóvil] que no tienen mayor interés en explotarlo directamente. Estos serán, supongo, temas de discusión en el MWC fuera de los focos.

Brusco parón en la industria de semiconductores

13/02/2019

En 2018, Samsung se ha confirmado como líder del mercado mundial de semiconductores, y se ha distanciado de Intel, a la que arrebató el cetro en 2017. Es muy significativo que el tercer y el cuarto lugar del ranking se lo adjudicaran otros dos fabricantes de memorias (el primero es Samsung) con incrementos superiores al 30%. La lista de Gartner (ver gráfico) merece una observación: los tres últimos meses de 2018 fueron de brusco estancamiento. No del todo inesperado, pero notable después de dos años en alza. Si nadie se escandaliza por la anomalía es porque el año se cerró con una facturación de 480.000 millones de dólares, a la vez que se superaba el billón de unidades vendidas. Leer más

Culpable hasta que demuestre su inocencia

11/02/2019

Uno de los medios mejor informadas de Washington, el semanario Politico, adelanta que Donald Trump tiene lista para firmar una orden ejecutiva presidencial que formalizaría la prohibición – hasta ahora de facto – de importar a Estados Unidos productos de Huawei, eventualmente extensible a otras empresas tecnológicas chinas. Seguiría así el consejo de una de las facciones que pujan por influir en sus decisiones: los partidarios de la proscripción de Huawei como escarmiento para que China se doblegue en la guerra económica (de momento, sólo arancelaria). Y desoiría el parecer de los ´blandos` que llevan el peso de las negociaciones durante la tregua pactada con Xi Jinping hasta el 1 de marzo. Leer más


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