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La inminencia del anuncio de salida a bolsa de Facebook me ha recordado una definición básica: el valor de un activo se identifica con el valor presente de su cashflow futuro. Es decir que el valor de una compañía no depende de la cuantía de los ingresos que genera hoy, sino de los beneficios que sea capaz de generar en el futuro. Mientras Facebook no publique su estado financiero, sólo sabemos lo que se dice de ella: que el año pasado habría ingresado entre 4.000 y 4.500 millones de dólares, y que en 2012 podría elevarse hasta el rango de 7.000/7.500 millones. De sus beneficios no sabemos nada, y es mejor evitar las conjeturas.
Dando por buena la primera cifra, podría decirse que la tan mentada valoración de 100.000 millones representaría 25 años de ingresos; una conclusión caprichosa, porque no son los ingresos lo que determina el retorno a los inversores, un dogma para Wall Street. Con esa hipotética valoración, la ratio precio/cashflow de Facebook sería ocho veces superior a la de Apple. Y si esto ya parece un disparate, añádase el hecho de que Apple tiene 97.000 millones en el banco, y es la empresa con mayor capitalización bursátil del mundo, pero su acción no despega porque la empresa no dice qué piensa hacer con ese tesoro. Continuará, estoy seguro.
Muchos testimonios apuntalan la tesis de que Mark Zuckerberg ha postergado la salida a bolsa de Facebook tanto tiempo como le ha sido posible. Pero lleva más de un año meses aceptando que el destino inevitable de su leyenda es Wall Street. Hoy mismo, sus abogados podrían presentar ante la SEC la documentación para iniciar ese procedimiento, y según se anticipa, en mayo comenzaría a cotizar una cantidad de acciones por 10.000 millones de dólares, a un precio que equivaldría a asignar a la empresa un valor total de entre 75.000 y 100.000 millones de dólares. Menos de 75.000 – escribe el Wall Street Journal – sería una decepción, más de 100.000 sería una audacia injustificable. Leer más
Hay varias razones para empaquetar el comentario de los resultados anunciados por EMC y VMware. Una es obvia, la primera controla el 80% de la segunda y, por consiguiente, sus destinos son inseparables. Otra es que sus respectivas especialidades, el almacenamiento y la virtualización, son segmentos cuyo crecimiento parece asegurado, contrariando el signo descendente del gasto mundial en TI que pronostican para este año las principales consultoras. EMC cerró 2011 con un 18% de crecimiento en sus ingresos, y su participada VMware lo hizo incluso mejor, un 32%. En Europa, les ha ido bien en los países del norte y no tan bien en los del sur. La misma raya trazan en sus previsiones para este año. Leer más
Leyendo la agenda del próximo Mobile World Congress de Barcelona, se descubre que una de las figuras invitadas a hablar en sesión plenaria es William Clay Ford Jr, chairman de Ford Company y bisnieto del fundador de la compañía. Su presencia obedece a una realidad notoria: el papel de la electrónica en el automóvil no se limita a los sistemas de entretenimiento para que los niños se estén quietos durante un viaje por carretera. Casi todos los fabricantes tienen, o trabajan en, “coches conectados”, adjetivo que se entiende como sinónimo de “inteligentes”, capaces de controlar desde la eficiencia en el consumo de combustible hasta la somnolencia del conductor. Leer más
Últimamente, no hay presentación, entrevista o simple conversación, en la que no salga a relucir el neologismo ´consumerización`. Especialmente cuando se habla de dispositivos móviles. La primera oleada de adopción de los smartphones, con el consiguiente aluvión de datos y aplicaciones, ha sido primariamente un fenómeno dirigido al consumidor. Desde hace un par de años, la movilidad en la empresa es el alfa y omega de una variedad de estrategias, por una razón evidente: todos los actores del mercado – operadores, fabricantes, empresas de software y de servicios – quieren monetizar este nuevo filón, todavía poco explotado, que se manifiesta en la existencia de varias fuerzas concurrentes. Leer más
Lo advertía hace días Gene Munster, el analista que mejor conoce los entresijos de Apple: “fijémonos en el iPhone; si pasa de 30 millones de unidades, será un trimestre excepcional”. Fueron 37 millones, un 117% más que en el período precedente, y un 128% que un año antes. No fue el único récord del trimestre octubre-diciembre. Los ingresos crecieron un 73%, hasta 46.333 millones de dólares. Y el entusiasmo despertado en Wall Street por la noticia ha permitido que Apple recuperara el puesto de empresa con la más alta capitalización bursátil, que ya ocupó el año pasado durante unos meses. Sobre todo, se ha confirmado que la compañía funciona igual de bien que en vida de Steve Jobs. Leer más
Suele ocurrir en un ambiente empresarial condicionado por la bolsa. El CEO de una empresa, criticado periódicamente por los analistas – y un coro mediático – finge que no tiene nada de qué arrepentirse, pero al final acaba claudicando ante la presión. Apenas ha sido designado el sustituto, los críticos reanudan el ataque: porque es desconocido, bisoño, extranjero o todo a la vez (y lo peor es que a veces tienen razón). Esta es una visión impertinente de lo que ha sucedido esta semana en RIM, la empresa canadiense más conocida por su marca BlackBerry, cuyos máximos ejecutivos han dado un paso atrás que los analistas (y el coro) consideran insuficiente ¿Tendrán razón? Leer más
Lo relevante en los resultados anunciados por Intel no está tanto en el pasado cuanto en el futuro. El ejercicio 2011 ha sido el más brillante en la historia de la compañía, con un crecimiento de ingresos del 24%, de modo que en dos años ha cruzado dos barreras, los 40.000 y los 50.000 millones de dólares: desde 2009, el incremento acumulado ha sido de 19.000 millones de dólares. El anuncio sorprendió a los analistas, que esperaban cifras y ratios más bajas. Pero 2012 será diferente: el CFO de Intel, Stacy Smith, advirtió que espera un crecimiento “de un solo digito”. Empezando por el primer trimestre, que probablemente será plano comparado con el primero de 2011. Leer más
Windows, que solía ser la segunda vaca lechera en el establo de Microsoft, ha perdido estatus, relegada a la tercera fila en el último trimestre de 2011, ecuador de su año fiscal. La explicación es en apariencia simple: un bajón global en la venta de PC, provocado por la infausta escasez de discos duros, la incertidumbre económica y la fuga de consumidores hacia las tabletas. O todavía más simple: el ciclo de ascenso del sistema operativo ha durado desde septiembre de 2009, con el lanzamiento de la versión 7 [de la que se han instalado 525 millones de copias] y su declive es natural ahora que se acerca Windows 8. Por esta y otras razones, 2012 va a ser un año de transición para Microsoft. Leer más