25Feb

25/02/2014

Sobre el precio que pagará Facebook para quedarse con What´sApp, todo el mundo tiene opinión, y yo también. Es exagerado, se mire como se mire: 42 dólares por usuario [no 28 dólares, como escribí aquí por error] que es incluso superior a los 17.000 millones de capitalización de Sony, un gigante que se tambalea.

Es imposible pensar que Facebook haya hecho un cálculo puramente económico de retorno de su inversión; lo que ha guiado la transacción es el coste de oportunidad, la necesidad que tiene la red social de ligar su valor a un crecimiento explosivo como el que espera atrapar. No es muy distinto al cálculo que habrá hecho Microsoft cuando pagó 8.500 millones por Skype, que apenas facturaba unos pocos millones.

No hay un método estándar de valoración que permita juzgar si Facebook ha acertado o ha metido la pata. Sólo unos días antes, Rakuten compró Viber por 900 millones, equivalentes a 8,50 dólares por usuario. ¿Cuánto valdría WeChat, la mensajería más popular en China, con 250 millones de usuarios? Vaya uno a saber.

Habrá tiempo de volver sobre el asunto. Hoy prefiero fijarme en el efecto que la noticia ha tenido sobre la cotización de BlackBerry, a la que muchos daban por muerta hasta que su nuevo y experimentado CEO, John Chen, apareció a última hora con un plan de salvación. Entre sus activos está el servicio de mensajería instantánea BBM. Se recordará que hace un par de años tuvo un súbito auge entre los jóvenes porque a) se hacían con un móvil subvencionado y b) tenían derecho a mensajes gratuitos. Pudo ser un sucedáneo de What´s App y en cierta medida lo es todavía.

Es una extraña carambola. La noticia de la compra de What´s App hizo que las acciones de BlackBerry subieran [transitoriamente] un 6% en la bolsa. La plataforma BBM tiene 80 millones de usuarios, una cuarta parte añadidos súbitamente tras abrirse al uso en dispositivos iOS y Android. Supongamos por un momento que se aplica a BBM un valor de 42 dólares por usuario: la cuenta daría unos 3.400 millones. O 700 millones si se usa como baremo el precio de Viber.

Ahora tomemos, sólo por jugar con las cifras, la primera: equivaldría al 72% de la capitalización de BlackBerry. Inaudito. El plan de John Chen para la empresa canadiense parece privilegiar la defensa de su clientela profesional, por lo que la comparación con What´s App no es pertinente. De pronto, se abre una inesperada posibilidad de poner en venta BBM a un precio razonable gracias al ambiente que Facebook ha ayudado a crear. O seguir adelante con el plan, y reforzar sus cualidades como vehículo de mensajería corporativa.

La disyuntiva coincide, por mera casualidad, con la entrada del inversor Daniel Loeb como accionista de BlackBerry. Es el mismo tiburón financiero que trata de hacer valer sus acciones en Sony para provocar la partición de la compañía japonesa. Así que podemos imaginar de qué lado de la disyuntiva de BlackBerry se pondrá Loeb.

De 4G a 5G hay más de una G

25/02/2014

Unos 4.800 millones de los usuarios de telefonía móvil en todo el mundo (un 70% del total), la mayoría en mercados emergentes, todavía se conectan a través de redes de segunda generación, un estándar que data de los años 90. Por tanto, a la 3G, de 2003 y dominante en los países desarrollados, le quedan años por delante, y más todavía a la 4G (2009) que va ganando terreno con grados dispares de implantación – en España está empezando su despliegue en espera del llamado «dividendo digital» prometido para enero de 2015 – con la mayor velocidad hoy posible en transmisión inalámbrica de datos. No soporta todavía llamadas de voz, por lo que debe combinarse con redes de la generación precedente. Leer más

24Feb

24/02/2014

Cada año, el Mobile World Congress empieza más temprano. He perdido la cuenta de las ruedas de prensa, presentaciones, cócteles y cenas a las que pude haber asistido este domingo, si tuviera el don de la ubicuidad. El evento de este año estará marcado, obviamente, por la aparición de smartphones realmente innovadores como el último desarrollo propio de Nokia o el (a estas horas presunto) lanzamiento del Galaxy S5 de Samsung, con aspiraciones de icono. Huawei, Lenovo y ZTE, cada uno con su novedad o novedades, representan la presión de los fabricantes chinos por aumentar cuota en el mercado mundial.

Sony, tras haber renunciado a competir en el mercado de PC (y casi casi en el de televisores) jugará sus cartas a su familia de móviles Xperia. LG renovará su gama Optimus y presumirá de pantalla curva. En un mundo bipolar, escindido entre iOS y Android, veremos lo que da de sí Firefox OS, y sabremos si Tizen arranca o no este año, que pudiera ser su última oportunidad.

A pesar de lo anterior, viniendo en tren he compartido con algún colega la impresión de que el estrellato de los smartphones puede quedar opacado: el de 2014 será el congreso – me resisto a llamarlo feria – en el que cederán protagonismo a tres fenómenos omnipresentes: los wearables, el Internet de las Cosas y el coche conectado. Ahi es nada. Para que ocurra, ha sido necesario que las redes LTE alcanzaran un grado de desarrollo suficiente como para que ya se hable [prematuramente, en mi opinión] de la quinta generación. Sin estas redes potentes, rápidas, eficientes y ubicuas, las tres categorías que he mencionado no serían posibles.

El salto cualitativo que implican las redes LTE se proyecta sobre un inicio de cambio en el modelo de negocio de los operadores. Indirectamente, la compra de What´sApp por Facebook ha venido a confirmar que los operadores tienen perdida definitivamente la batalla por los ingresos que les arrebatan los competidores OTT [recomiendo la entrevista que publico hoy]. ¿Qué posibilidades les quedan? Pues ya lo he dicho: los wearables, el Internet de las Cosas y el coche conectado, que sin sus redes no serían viables y en las que, al menos, pueden sentarse a la mesa de negociación desde el primer minuto.

Algo que me gustaría ver en este MWC es esa experiencia de broadcast sobre LTE, que Verizon Wireless ha ensayado en la reciente Super Bowl y de la que – según me dicen – su partner Vodafone (ahora sólo tecnológico) podría hacer una demostración en Barcelona.

Los operadores tendrán una presencia profunda, pero a la vez discreta: no estarán (o no tendrán su keynote address consuetudinaria) César Alierta (Telefónica), Vittorio Colao (Vodafone) o Stéphane Richard (Orange), que en años anteriores han aireado sus quejas sobre Google, Apple y los reguladores. Bueno, alguno habrá, como el nuevo CEO de Deutsche Telekom, Timotheus Hötges, o Daniel Hadj, su equivalente en América Móvil. Habrá operadores asiáticos, africanos o de los países del Golfo, que a buen seguro tendrán mucho que contar. Eso sí, los medios se volverán locos por ver en escena a Mark Zuckerberg o – curiosa coincidencia del programa – o Jan Koum, el CEO de What´s App.

Será curioso ver cómo se comporta en este contexto Virginia Rometty, la jefa ejecutiva de IBM [su antecesor, Sam Palmisano, no estuvo nunca en el MWC] una muestra de interés por la movilidad. E igualmente sorprende que venga Joe Tucci, el CEO de EMC [por favor, que nadie se pregunte qué pinta una compañía de almacenamiento en lo que antes fuera poco más que un escaparate de gadgets]. Estará John Chambers (Cisco), un clásico, en plena reconversión de su compañía. Entre las empresas que suministran redes, no faltarán Alcatel Lucent [Michel Combes, nuevo CEO, tendrá su primera keynote], Ericsson, Huawei y Nokia Solutions.

No vayan a creer que la tecnología subyacente estará ausente. Todo lo contrario. Se espera que Intel anuncie una nueva arquitectura de procesadores de 64 bits diseñada específicamente para tabletas. También Samsung mostrará la versión 64 bits de su familia Exynos, un desarrollo propio basado en arquitectura ARM. Qualcomm hará despliegue de sus últimos desarrollos y seguirá librando su guerra soterrada con MediTek, sobre la que escribiré otro día. Tengo en la agenda doce entrevistas concertadas: menuda semanita me espera.

El mundillo del almacenamiento se agita (y 3)

24/02/2014

El almacenamiento de objetos no está siendo adoptado por las empresas, salvo en determinados sectores, en gran medida porque el extenso portfolio de aplicaciones presentes en las grandes compañías no ha sido concebido para esta tecnología. La mayoría están pensadas para el almacenamiento SAN Fibre Channel o NAS, no para protocolos RESTful. Con el fin de resolver esta situación, Scality, una startup francesa afincada en San Francisco, trabaja en desarrollos para que su tecnología esté accesible a través de los protocolos tradicionales. Es una forma de colocar su propuesta en medio de la transición que se observa en el mercado del almacenamiento con tantas empresas saltando del plano local a la nube. Leer más

21Feb

21/02/2014

La anécdota tiene gracia. Durante casi dos años, Mark Zuckerberg y Jan Koum, CEO de What´sApp se vieron a menudo en cafeterías del Silicon Valley y caminaron por los montes cercanos, hasta que el 9 de febrero hablaron seriamente de la posibilidad de una compra de What´sApp por Facebook. El 14, día de San Valentín, Koum pasó por casa de Zuckerberg y le dio el sí ante una bandeja de fresas con chocolate. Así contada, la fábula acaba en final feliz: 19.000 millones de dólares es el precio de una transacción que hará multimillonarios a Koum, su socio Brian Acton, los 55 empleados de What´sApp y sobre todo a Sequoia Capital, que obtiene una plusvalía de 3.000 millones por haber apoyado desde 2009 a los dos creadores de la mensajería más popular. Para la petite histoire queda otro detalle: cuando Facebook empezó a crecer, Zuckerberg no se entendió con Michael Moritz, cabeza visible de Sequoia, y rechazó su oferta de respaldo financiero.

Muchos nos preguntábamos cuál era el modelo de negocio de What´sApp aparte de multiplicar el número de sus usuarios. Pues ese, ese mismo, era el modelo: alcanzar un punto en el que los X millones de usuarios fueran valiosos para una empresa que pudiera pagar por ellos la cifra más alta. Una simple división revela que Facebook pagará 28 dólares por cada uno de los 450 millones activos de What´sApp. Como la inmensa mayoría de esos usuarios no son de pago, o en el mejor de los casos pagan 1 dólar al año, el precio per capita sólo se justificaría para quien pudiera explotar abundantes sinergias y tuviera la posibilidad de pagar la cifra total.

Las sinergias entre Facebook y What´sApp no admiten dudas. La célebre red social tiene 1.200 millones de usuarios, pero para completar su viraje hacia los móviles le falta una herramienta de mensajería: ni la compra de Beluga en 2011 ni la de Instagram (1.000 millones) ni sus esfuerzos internos de desarrollo han sido suficientes para emular el rapidísimo crecimiento de What´sApp. Al mismo tiempo, hay indicios de caída en el entusiasmo adolescente hacia Facebook, y por esto intentó comprar Snapchat – que increíblemente rechazó 3.000 millones de dólares – aplicación muy popular en ese tramo demográfico. Quizá lo más importante sea que What´sApp tiene más usuarios que Facebook en India. Brasil y México, y es popular en China, donde la segunda no ha sido autorizada pese a que Zuckerberg ha cogido afición a visitar el país. Además, siempre cabía la posibilidad de que Google interfiriera con una oferta.

Por el lado de What´sApp, el momento es idóneo para vender. Vale mucho porque casi iguala el número de mensajes SMS que pasan por las redes de los operadores, a los que ha dañado gravemente en sus ingresos; pero a la vez empieza a sufrir la competencia de rivales como WeChat – de la empresa china Tencent – y Telegram, de origen ruso, por lo que limitada a sus solas fuerzas el crecimiento podría atenuarse.

La pregunta que queda en el aire es qué se propone hacer Zuckerbeg con su nueva propiedad. Mantendrá las operaciones separadas, pero eso no quiere decir mucho. Ha manifestado que no pretende incorporar publicidad en los mensajes que se envían a través de What´sApp [19.000 millones al día, curiosamente la cifra es idéntica al precio de venta]. Koum, en la única entrevista que he leído, rechazaba categóricamente insertar publicidad en los mensajes de su aplicación [bueno, también dijo que no tenía intención de vender]. Pero estas declaraciones no cierran la puerta a la complementariedad de ambas aplicaciones: el propio Zuckerberg ha dicho que What´sApp está en camino de alcanzar los 1.000 millones de usuarios.

Todo está muy bien, pero ¿vale 19.000 millones? Según los múltiplos usuales, Whats´App debería generar un cash flow de 1.000 millones de dólares cada año hasta 2018, y aun así las cuentas no cuadrarían. Que Facebook haya decidido dedicar el 10% de su capitalización bursátil – vale que pagará mayoritariamente con acciones – a comprar una empresa que tiene unos ingresos marginales, pone de manifiesto que el verdadero plan no está en lo que se ha declarado sino en lo que no se ha dicho.

Normandy, un desembarco inesperado

21/02/2014

La primera actividad del Mobile World Congress, el lunes 24 a las 8,30 de la mañana, será una presentación de Nokia, y probablemente la última que protagonice la marca antes de su absorción definitiva por Microsoft. Una sorpresa, que hasta ahora sólo se conoce como rumor: uno o más smartphones de bajo precio, desarrollados bajo el nombre clave de Normandy y que, supuestamente, saldrá al mercado como Nokia X. Sustituirá, según todas las fuentes menos la oficial, a la actual línea Asha e irá dirigida en especial (pero no sólo) a mercados emergentes donde imperan los terminales de bajo precio. En los viejos tiempos, Nokia dominó esos mercados, y quiere volver a ellos porque son los que más crecen. Leer más

20Feb

20/02/2014

La muerte anunciada [perdón por la frase hecha] de Windows XP está teniendo efectos muy diversos. El más evidente, ya comentado aquí, es la ofensiva de los fabricantes de PC para sustituir el sistema operativo de 2001 por uno de sus sucesores modernos, Windows 7 o Windows 8. Otro es el paso adelante de Google – en algún caso apoyada por esos mismos fabricantes – para populizar sus portátiles Chromebook . Ahora o nunca, se han conjurado los distintos actores del mercado, cada uno por sus motivos. Los dos movimientos eran previsibles. No lo era en absoluto que Google se asociara con VMware para aprovechar en beneficio mutuo esa coyuntura.

La combinación podría hacer daño (a Microsoft), siempre y cuando consiga atraer un cierto grado de aceptación entre las empresas, cualidad que no es precisamente un punto fuerte de Google. Esta y VMware anunciaron el acuerdo por separado, lo que ya es indicio de bajo perfil, pero como es lógico coinciden en la definición: se trata de hacer que las aplicaciones que corren sobre Windows estén a disposición de los usuarios de un Chromebook, usando el DaaS (desktop as a service) Horizon View 5.3, de VMware. «Las vulnerabilidades de seguridad, la incompatibilidad de aplicaciones y los costes de migración son cosa del pasado», exagera un directivo de Google en el blog oficial de la compañía.

No hace falta decir que las empresas viven en un entorno tecnológico muy diferente al de 2001, cuando empezaron a adoptar el venerable Windows XP. Venerable pero todavía útil: se estima que es todavía el que se usa en el 29% de las organizaciones [el porcentaje es inferior entre los consumidores, más propensos a renovar sus PC]. Pero no está escrito que vayan a reemplazar un Windows por otro Windows, a menos que se les estimule. La versión 8, que se anunciaba como un salto hacia el futuro, ha tenido problemas con la aceptación de su interfaz, y esto ha revitalizado las ventas de Windows 7, que se suponía era sólo transitorio. Es precisamente en este intersticio donde quiere colarse la iniciativa conjunta de Google y VMware.

Sanjay Poonen, VP de VMware y director general de su rama end-user computing, ha declarado que a las empresas les gusta la simplicidad de los Chromebook, pero les disuade la dificultad de hacer correr en estos sus aplicaciones históricas basadas en Windows. ¿Cuál es la solución que se les propone? Virtualizar el desktop y convertir las aplicaciones de Windows – particularmente Office – para que residan en un servidor equipado con Horizon View 5.3.

No es muy distinto de lo que ha anunciado Amazon con su servicio DaaS Workspaces, y este anuncio posiblemente ha movilizado a VMware y Google para ponerse de acuerdo. Es la primera vez que ambas cooperan: hasta ahora, se habían mirado con recelo por los respectivos planes en la nube, pero Poonen – que ha llegado a VMware hace menos de un año, procedente de SAP – avisa que este es sólo el primero de muchos acuerdos posibles entre las dos compañías. ¿Estamos en el inicio de una alianza contra Microsoft, adversario de ambas?

Paso a paso. De momento, el acuerdo se aplicará sólo on-premise para los usuarios actuales de Horizon View, y estará disponible en el segundo trimestre sobre vCloud Hybrid Service a través de partners de VMware. Se ofrecerá por suscripción, cuyo precio aún se desconoce.

Para VMware es la oportunidad de ganar tracción en el ascendente negocio de virtualización del desktop (VDI), dominado por su rival Citrix. Para Google, una manera de dar respetabilidad a un sistema operativo, y por extensión a los portátiles de diversas marcas, a los que por lo general se les reconoce sólo una virtud, la de ser un thin-client barato, aunque no tiene todavía el perfil capaz de entusiasmar al mercado corporativo.

El mundillo del almacenamiento se agita (2)

20/02/2014

Entre las grandes tendencias del mercado de almacenamiento durante 2013, no hay duda de que la tecnología flash ha sido la más notoria, pero la afirmación merece un matiz: la discusión entre los clientes ha pasado de girar en torno al cuándo a centrarse en el cómo, y en este matiz reside una parte de la explicación del por qué han aparecido tantas startups en este segmento del mercado. La otra razón es que hay abundancia de dinero para financiarlas: en 2013, los fondos de capital destinaron unos 1.200 millones de dólares [sólo lo publicado] a respaldar el desarrollo de compañías jóvenes que tienen el atrevimiento de entrar en un sector con un alto grado de concentración. Leer más

19Feb

19/02/2014

No sé de nadie a quien le extrañe que Microsoft escogiera como nuevo CEO a Satya Nadella, nacido en India. Buena señal y buena lección. Lo que no impide que llame poderosamente la atención el que en las empresas estadounidenses del sector TI haya tantos ingenieros de esa procedencia, que por lo general después de graduarse en su país han pasado por alguna universidad americana. Es el caso de Satya Nadella, sin ir más lejos.

El párrafo anterior tiene sólo el propósito de introducir al lector en una charla que tuve en diciembre con Sandeep Singhal, partner de un fondo de inversión que tiene sedes en Mumbai y Menlo Park, especializado en actuar como puente entre emprendedores de India y la comunidad tecnológica de Silicon Valley. Su cartera acumula una docena de compañías en distintos grados de desarrollo. Salvando las distancias, es un caso similar al de ciertas iniciativas que promueven la presencia de empresas españolas en California.

En su opinión, India tiene una enorme reserva de talento tecnológico, con la virtud añadida de una comprensión del mercado global. Lo que me sorprendió fue la afirmación de que India sería una mezcla perfecta de China e Israel. «Cuenta con un enorme mercado interno, y en este sentido se parece a China; cualquier proyecto de inversión tiene de entrada asegurada una escala. También puede compararse con Israel, porque muchas de las pequeñas compañías que nacen en India sólo podrán evolucionar si aciertan a ser reconocidas en el mercado más evolucionado, el de Estados Unidos».

Hablabamos de CloudByte, una startup de almacenamiento, sobre la que escribiré mañana. Cuando su fundador, un ingeniero de NetApp en India, presentó el proyecto a Singhal y sus socios, le/se plantearon una pregunta: ¿puede esta tecnología ser la base para construir algo que pueda competir globalmente? Se daba la circunstancia de que, además del talento, India destaca por sus bajos costes; «algo que en Estados Unidos no podría hacerse por menos de 10 millones, en India lo hacemos por 3 millones». Y no se trata sólo de la inversión inicial, me dijo Singhal: «la ventaja de coste es todavía mayor cuando se trata de introducir mejoras en el producto, de las que dependerá alcanzar el éxito, incluso más que de la innovación original»

La combinación entre India y el Silicon Valley fertiliza las iniciativas empresariales. «No creo que las personas que trabajan en las grandes empresas indias de servicios, como Infosys, Tata Consulting y otras, sean las que van a construir la próxima generación de nuevas compañías de TI. Veo más posibilidades en las que trabajan en India para multinacionales como Microsoft, Google, EMC, NetApp o VMware, que cuentan con centros de desarrollo en Hyderabad, Pune, Chennai o Bangalore. […] Esta gente trabaja en proyectos globales, y muchos tienen en la cabeza un proyecto personal, que necesitará financiación».

Financiación, e internacionalización, «para lo que es importante tener una antena en Silicon Valley; por eso abrimos esta oficina en Sand Hill Road [carretera donde se concentra la mayoría de los fondos de inversión del valle] y que nos ha sido extremadamente útil para apoyar proyectos de individuos que querían marcharse de Sun, de Veritas o de Symantec».

Ese tópico geoestratégico que predica la conveniencia de reforzar el papel de India para frenar a China es, en opinión de mi interlocutor, una necedad. India podría tener ciertas oportunidades en la fabricación con valor añadido, gracias a que cuenta con el componente de ingeniería, pero francamente no veo mucha capacidad emprendedora en ese campo». Interesante comentario.


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