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Infraestructura hiperconvergente. So what?

23/06/2014

La noticia – o globo sonda, qui sapit – acerca del interés de HP en comprar Simplivity, ha sido desmentida, pero con su publicación se ha puesto de manifiesto una batalla, hasta ahora más o menos soterrada, en torno a una categoría cuyo nombre es en sí mismo un pleonasmo: infraestructura hiperconvergente. El superlativo hiper añade «superioridad o exceso» (según el DRAE) a lo que hasta se conocía como infraestructuras (o sistemas) convergentes. El salto de escala no es asunto menor, porque estrecha la nómina de competidores hasta quedar en tres o cuatro grandes compañías y dos o tres startups que, si se dieran las circunstancias, van a ser digeridas por las primeras. Leer más

19Jun

19/06/2014

Aunque ambas partes intentan mantener las formas, es difícil disimular que las relaciones entre Cisco y VMware caminan hacia una confrontación, que podría acabar con la alianza que mantienen junto con EMC. No les hará falta una excusa: el conflicto es público y notorio desde que en octubre pasado VMware anunció NSX, propuesta en la que su preexistente vCloud fue absorbida por la plataforma de virtualización de red de Nicira, como fruto de la impactante adquisición de esta. En esa ocasión, tanto Pat Gelsinger, CEO de VMware, como Martin Casado, fundador de Nicira, se esforzaron en negar que ese producto amenazara la posición de Cisco como vendedor de hardware de red. Puedo atestiguar que no convencieron.

El planteamiento de NSX consiste en crear una capa de software que disocia la inteligencia de la red del hardware que la controla. En potencia, se prometía entonces como una solución barata, pero se hace difícil aplicar este adjetivo al precio de 6.000 dólares por CPU que se ha publicado en principio.

Desde el mismo momento en que VMware compró Nicira, Cisco supo que debía prepararse para el choque, y desde entonces ha insistido en que su modelo de networking, tradicionalmente centrado en el hardware, va a incorporar el concepto de SDN, el mismo que está en el origen de NSX. Con esa finalidad lanzó la alternativa Cisco ONE, que esencialmente es un paquete que ayuda a las redes a ser más abiertas y programables.

Hasta aquí, todo era más o menos previsible, y hasta razonable, pero ardió Troya cuando VMware puso en marcha su programa de canal – tentando a algunos distribuidores de Cisco – y selló un acuerdo para virtualizar los equipos de red de Juniper, tenaz adversario de Cisco. Las palabras subieron de tono, y en el reciente Cisco Live, John Chambers dejó que sus lugartenientes echaran leña al fuego.

La de Cisco y VMware no es una pareja al uso, es un ménage à trois si se cuenta el papel de EMC, unida a ellas en el consorcio VCE para comercializar infraestructura convergente basada en los productos respectivos. El reparto original de papeles – almacenamiento para EMC, servidores y redes para Cisco, y virtualización para VMware – empezó a colapsar en octubre, pero la decisión de Cisco de complementar su línea de servidores UCS con la tecnología de almacenamiento flash adquirida al absorber la empresa Whiptail, abrió el conflicto directo con EMC. El pretexto formal es que UCS no es vocacionalmente una familia de servidores [aunque si lo es en las estadisticas] sino «un sistema de optimización del entorno de computación», según dijo a este blog Paul Pérez, CTO de la división Data Center de Cisco, durante Cisco Live.

En estas circunstancias, las tres compañías siguen unidas en VCE, pero no se privan de tener relaciones promiscuas. Mientras no ocurra nada grave, el estatus podría mantenerse. Pero también romperse en caso de que Joe Tucci, chairman de EMC y caudillo de la ´federación` en la que está integrada VMware, prestara oídos a ciertos analistas. John Maynard, de Wells Fargo, sostiene que «la reunificación de EMC y VMware se ha convertido en un imperativo estratégico» necesario para combatir a unos adversarios llamados IBM, HP, Dell… y Cisco.

EMC podria tomar esa medida extrema, puesto que controla el 80% de VMware, pero no parece estar en los planes de Tucci. Si ensamblar las piezas en una estructura federal es complicado, tratar de reconstruir lo separado podría provocar fricciones.

Todo esto ocurre, amigos, porque en esta industria los ingresos crecen poco o no crecen, y los beneficios no crecen o declinan. Otro día matizaré,

E3: Microsoft recula, Sony echa el resto

19/06/2014

Electronic Entertainment Expo es el nombre ideal para que todo el mundo acabe diciendo simplemente E3. Pues bien, la cita de este año en Los Angeles, tan colorida como siempre, ha dejado una estela de presentaciones, conferencias y actos lúdicos; pero protagonistas, lo que se dice protagonistas, sólo ha tenido dos que destacan a distancia del resto: PlayStation 4 y Xbox One. O lo que es lo mismo, Sony y Microsoft. Ventaja para la primera: a finales de abril, la marca japonesa había vendido 7 millones de unidades de su consola, frente a 5 millones de su rival. Más que mérito de Sony, el desequilibrio se debe a los errores que Microsoft ha cometido desde el lanzamiento de su aparato. Leer más

18Jun

18/06/2014

A menos que sea un caso de confusión general, Amazon presentará hoy jueves su propio smartphone. Aun antes de saber de qué se trata, lo normal es preguntarse por qué el anuncio y por qué ahora, ya que se trata de una tecnología que no tiene misterio. Un smartphone vendría a ser el eslabón perdido en la estrategia de Amazon: sus otras piezas de hardware han estado subordinadas al objetivo de vender contenidos – por consiguiente subsidiadas – y el nuevo miembro de la familia no será una excepción.

En principio, estaría basado en una versión propia de Android, que excluye los servicios de Google pero está al servicio de los de Amazon. Es lo que hace la tableta Kindle Fire, y la maniobra ha dado resultado. No tiene mucho sentido discutir qué impacto puede tener como rival de Apple, Samsung y otras marcas, porque Amazon no pretende ser un actor relevante de ese mercado. Véase lo ocurrido con sus tabletas: según IDC, despachó 1 millón de unidades en el primer trimestre, una cuota de mercado de sólo el 1,8%, pero no hay duda de que le han sido útiles para extender el alcance de su negocio principal de comercio electrónico.

El Kindle original era un e-reader que hizo despegar las ventas online de e-books; las tabletas Kindle Fire lanzaron la tienda de aplicaciones de Amazon, el Kindle Fire TV ha sido diseñado para sacar el streaming de video y la descarga a través de Prime. Ahora llega el smartphone [¿otra variante de Kindle?]

El mercado de smartphones es mucho más grande que el de tabletas [este año se despacharán 1.200 millones frente a 245 millones, según IDC], por lo que ofrece un espacio enorme para quien, como la empresa de Jeff Bezos, no busca ganar dinero con el hardware sino con lo que el usuario haga con él. Si sólo consiguiera hacerse con el 1% de cuota, serian 12 millones de smartphones, una base instalada a la que podría sacarle beneficio por otras vías. El precio es un misterio, pero hay que contar con una subvención importante.

La idea subyacente es simple: cualquier dispositivo que Amazon vende con su marca es un instrumento para entablar una relación digital con sus clientes. Tanto mejor si la interacción se produce por iniciativa del usuario decenas de veces al día (en un smartphone) en lugar de docenas de veces por semana (en una tableta).

Entre las supuestas especificaciones, me ha interesado una: llevaría incorporada una cierta tecnología 3D, aparentemente asociada a un interfaz de control y navegación, y consistiría en la confluencia de cuatro cámaras infrarrojas situadas en cada ángulo frontal del aparato. De lo que se deduce que el objetivo no sería desplegar contenidos tridimensionales en la pantalla. Jeff Bezos no ignora que la 3D ha fracasado como argumento para vender televisores y que HTC y LG intentaron en vano aplicarla a sus smartphones durante la efímera moda de 2011. Si Samsung, que domina esa tecnología, no la ha incorporado a sus móviles, por algo será. Más plausible, pero potencialmente enojosa, es la hipótesis de que el usuario podría captar la imagen de un producto en una tienda y, mediante un clic, comprarlo más barato instantáneamente en Amazon.

Otros trucos comerciales son previsibles, como estimular la adopción del dispositivo con promociones de entrega gratuita o cupones de descuento para la compra de libros o música en la tienda online. Pero un smartphone es también un dispositivo multimedia, por lo que los consumidores podrían apuntarse a la oferta de Amazon, que compite con Apple y, recientemente, con Netflix o Spotify.

Es probable que Amazon use la novedad como incentivo para retener y adquirir suscriptores al servicio Prime, que es su gran apuesta para transformar 250 millones de clientes de sus tiendas en suscriptores de pago. El número real es un secreto bien guardado, pero Bezos dijo en diciembre que se cuentan por «decenas de millones de miembros en todo el mundo». Una masa de clientes que sólo puede crecer.

17Jun

17/06/2014

Es un lugar común que en las recientes elecciones europeas los ciudadanos han optado por ajustar cuentas políticas nacionales, sin prestar mayor atención a los proyectos (o carencia de) sobre qué hacer con Europa. Una pena, pero así ha sido. Un parlamento extremadamente fragmentado, sin mayoría y cacofónico, será más propicio a la demagogia y la inacción, cuando sobran los asuntos pendientes. Sin ir más lejos, y sin pretender que sean los más urgentes, los que afectan a la regulación de las telecomunicaciones

La Comisión Europea, ahora en funciones, dejará en herencia un proyecto legislativo pomposamente denominado ´Connected Continent: Building a Telecoms Market´. El juicio que el paquete merece a James Allen, de la consultora Analysys Mason, es tan rotundo que no necesita traducción: «Good politics, bad economics«. Según el analista, «los precios bajos son siempre populares a corto plazo, pero cuando son ineficientes provocan un repliegue de la inversión, y a largo plazo acaban siendo malos para los consumidores». Un punto de vista que no es precisamente nuevo, pero que vuelve a expresarse en un contexto de incertidumbre.

James Allen es también autor de un estudio elaborado por Analysys Mason que recoge un aspecto regulatorio de notorio interés para su patrocinador, Vodafone: las condiciones de acceso de los operadores móviles a la infraestructura de fibra de retorno (backhaul). La opinión de Allen no es menos contundente que la cita anterior: «en el plazo de tres a cinco años, los consumidores europeos se verán severamente afectados por el deterioro de la competencia en el mercado móvil, a menos que los operadores competitivos puedan acceder, a precios razonables, a la infraestructura de los dominantes».

No se trata aquí del despliegue de fibra para prestar servicio al usuario final, en la que Vodafone ha dado un salto competitivo tras la adquisición de Ono, sino de algo distinto. Todo operador móvil necesita conectar sus estaciones base con la electrónica de su red core, y para ello tiene – o debería tener – tres opciones: desplegar sus propios enlaces de microondas, alquilar infraestructura ajena si estuviera disponible, o usar en régimen mayorista regulado la del operador ´incumbente`. En lo que se refiere a los enlaces de fibra, «no siempre están disponibles en las condiciones deseables de interfaces, calidad, velocidad y/o precio», explica Allen, antes de añadir que «la necesidad se agudiza con el crecimiento de tráfico 4G/LTE, en línea con la demanda de los consumidores que reclaman servicios de alta velocidad, que a su vez presionan sobre la estabilidad de las infraestructuras».

Obviamente, el punto de vista de Allen es compartido por Vodafone. El acceso a la fibra de los ´incumbentes` es una de las cuestiones de calado que se espera resuelva la próxima Comisión Europea, respondió el CEO del grupo Vodafone, Vittorio Colao, en reciente visita a Madrid: hacer realidad una auténtica Europa Digital exige anticiparse a eventuales cuellos de botella en la infraestructura y prevenir distorsiones en la competencia, vino a decir.

¿Qué ocurre en la práctica? En la lista de mercados relevantes que la CE ha sometido a consulta previa a ser incluídos en las recomendaciones de las que tendría que surgir una regulación ex ante, no aparece el acceso mayorista a la banda ancha. El analista Allen escribe que «la situación se exacerba por el hecho de que la tecnología de microondas que usan muchos operadores móviles para el transporte de su tráfico requiere actualizaciones regulares y el acceso a espectro adicional en las bandas existentes o nuevas para responder a la demanda. Por otro lado, duplicar los ductos fijos y la infraestructura de fibra sería económicamente inviable e ineficiente». Dudo mucho que alguien en Bruselas esté pensado ahora mismo en esta cuestión.

Romance entre tableta y PC, e Intel de carabina

17/06/2014

Computex 2014. Taipei. La feria más trascendente para esta industria no es de cinco estrellas como el CES de Las Vegas. Pero en Taiwan, y en el sur de China, se fabrican (y se diseñan) la mayor parte de los dispositivos y componentes que en los meses siguientes se venderán en todo el mundo. Esto es lo que le da carácter. En cambio, muchos prototipos que se han visto en el CES de enero, nunca llegarán al mercado. La edición 2014 se puede resumir diciendo que el PC no está condenado, que ha aprendido a cortejar a la tableta, su presunta némesis, sin dejar de mirar de reojo a otras figuras con las que tendrá que coexistir en un mercado que ya no encaja en las visiones maniqueas. Leer más

16Jun

16/06/2014

Los wearables sigue buscando un modelo de negocio idóneo para cumplir con las altas expectativas despertadas por la categoria. La etiqueta designa dispositivos dispares, pero hasta ahora su uso dominante es bastante elemental, como auxiliares para el seguimiento de la actividad física. Según un informe de NPD Group, el año pasado generaron ingresos por 330 millones de dólares, y el 97% de la cifra se lo repartieron tres marcas de pulseras deportivas (Fitbit, Jawbone y Fuelband/Nike) más las aplicaciones para smartphone, encargadas de recoger los datos y transformarlos en gráficos personales.

No es mucho dinero ni tampoco un gran volumen: según Canalys, este año se venderán 17 millones de unidades, que en 2017 serán 45 millones. No van a cambiar la economía de la electrónica de consumo, necesitada de revulsivos. Sin embargo, ningún fabricante quiere quedarse al margen: el crecimiento de la demanda de smartphones depende de los países emergentes, mientras que en los desarrollados roza la saturación. El marketing hace lo que puede para convencer a los consumidores de que sustituyan un modelo por el siguiente – con un chip más potente, una memoria superior, una pantalla más grande y de mejor resolución – a ser posible sin cambiar de marca. Estos argumentos son relativos. Es un axioma que el valor de un smartphone se ha desplazado al software; pero a) los márgenes del software son más estrechos que los del hardware, a menos que se venda masivamente, y b) no hay tanta inventiva para imaginar aplicaciones que se vendan masivamente.

¿Cuál es la alternativa? En la jerga de los vendedores, «una superior experiencia de usuario». Ha de ser atractiva y tener impacto real en la vida del consumidor. La respuesta a la pregunta está llevando a reorientar el propósito de los wearables; reconvertirla de la monitorizacion de fitness a la monitorización de la salud personal. En rigor, la idea se remonta a 2008, sólo que entonces se hablaba de PHR (personal health record) para describir sendos almacenes de informes médicos personales: Google Health (cancelado en 2012) y Healthvault, al que Microsoft no ha renunciado formalmente pero del que no ha vuelto a saberse.

El primer fabricante de smartphones que intuyó este potencial fue Samsung, que equipó su modelo Galaxy S4 (marzo de 2013) con una cantidad de sensores biométricos y una aplicación llamada S Health. Cumplia con el primer requisito (ser atractiva) pero no tuvo impacto real por no estar asociado a un servicio que le diera valor. En el Galaxy S5, redujo el número de sensores embebidos, pero la marca coreana ha seguido proclamando la salud personal como un eje de su familia de dispositivos móviles. El ´reloj inteligente` Galaxy Gear 2 persevera en esa línea, aunque no sea su característica principal.

El paso más reciente lo ha dado Apple, que en su conferencia WWDC anunció HealthKit, software integrado en su nuevo sistema operativo iOS 8 para que partners y desarrolladores puedan explotar las posibilidades de recoger, almacenar y visualizar información de salud personal a partir de sensores específicos y aplicaciones creadas al efecto. Si será una función del futuro iPhone 6 o del supuesto iWatch, no se ha aclarado todavía, pero la plataformas HealthKit arranca con dos partners de importancia en Estados Unidos: la Clinica Mayo y Epic Systems.

Google no podia quedarse sin responder. La semana pasada trascendía que en su próxima conferencia I/O, a finales de este mes, va a rescatar y readaptar su idea del 2008 para rebautizarla Google Fit; será, al parecer, un servicio de registro y acopio de parámetros personales de salud, que estaría basado en Android Ware, la versión de su sistema operativo para wearables, que ha puesto a disposición de varios fabricantes afines. Es poco probable que Samsung se encuentre entre ellos, ya que últimamente tiende a dar preferencia a su propio sistema operativo Tizen, marcando distancias con Android.

12Jun

12/06/2014

Gemma me ha pedido que explique por qué Apple ha aplicado una heterodoxa división de sus acciones. Allá voy. Según la leyenda que lo acompaña, el 7 es un número cabalístico, pero no ha sido por eso que Apple lo ha elegido como patrón del split a razón de 7 x 1. Es habitual que las compañías cotizadas se inclinen por un split de 2 x 1, procedimiento que duplica el número de títulos en manos de los accionistas y divide el precio por dos. En teoría, no debería afectar – al menos inmediatamente – el valor de la compañía. Pero si se hace con frecuencia por algo será. He leído un análisis según el cual «especialmente en el sector tecnológico, algunas compañías han comprendido que la alta cotización de sus acciones es un obstáculo para la democratización de su propiedad».

En abril, cuando Tim Cook, CEO de Apple, anunció la medida que se materializó este lunes, dijo que el único motivo era poner las acciones de la compañía al alcance de más gente, pero en febrero de 2012 se había negado a hacerlo con el argumento contrario. La diferencia tal vez resida en que el difunto Steve Jobs siempre sostuvo que los accionistas deberían sentirse remunerados con el aumento de la cotización, sin pretender recompensas a cargo de la tesorería de la compañía, reduciendo así su capacidad de invertir en innovación. Tim Cook ha endulzado el dogma.

Se han esbozado tesis psicológicas al respecto. Una dice que un split envía al mercado el mensaje de que el timón de la empresa está en buenas manos: ningún consejo lo aprobaría si no viera una perspectiva de crecimiento. Desde luego, invertir en bolsa será más fácil para quienes no tienen un gran capital que arriesgar, pero no por ser aparentemente más baratas, los que tienen (o gestionan) grandes capitales, van a dejar de acumular acciones que prometen buen rendimiento. Por tanto, la explicación tiene que ser más compleja.

Desde 2010, 57 de las 500 cotizadas más grandes de Wall Street han hecho un split. En general, en los primeros meses no pasó nada apreciable, pero luego sus acciones se valorizaron muy por encima de la media. Vale. Pero hay otro movimiento común, que es la recompra de acciones propias para formar autocartera, con lo que de hecho se «seca» la oferta de títulos disponibles, con el resultado de sostener la cotización. Es una fórmula de rendimiento que, por ejemplo, practica sistemáticamente IBM [un guasón ha calculado que, a este paso, en 2031 no habrá más acciones de IBM que comprar, porque todas serán propiedad de IBM].

Un split puede tener la virtud de aliviar la presión que los fondos institucionales y los inversores ´buitre` pueden ejercer, y de hecho ejercen, para que los equipos directivos adopten sus estrategias de valor bursátil. Este parece ser el caso de Apple: algunos de esos ´activistas` inspiran las campañas de ciertos blogs empeñados en sostener que Apple ha dejado de innovar y, por tanto, sus ´fundamentales` están frenados.

Al decir de algunos analistas, Cook tendría en mente una segunda derivada: dentro de un tiempo, Apple – la empresa con mayor capitalización en bolsa, supuestamente la más deseable – solicitaría ser parte del índice Dow Jones Industrial Average, limitado a 30 compañías. Para esa intención, el alto precio de la acción sería un obstáculo, al limitar el volumen de negociación.

No sólo Apple ha procedido a un split últimamente. Google lo ha hecho a su manera, creando una nueva estructura accionarial que refuerza el poder de voto los dos fundadores, de manera que ningún grupo de accionistas podrá dictarles lo que han de hacer con la compañía.

Apple ha pasado por tres splits en su historia: 1987, 2000 y 2005. Quien comprara acciones de Apple el 28/2/2005, hoy tendría un capital quince veces superior. Yendo más atrás en el tiempo, una acción original valdría hoy 5.164 dólares, en lugar de los 645,57 del viernes pasado. No es un caso aislado: Amazon ha hecho tres splits, y su valor teórico sería ahora de 4.000 dólares por acción; Microsoft, que ha hecho nueve a lo largo de su vida, valdría unos 12.000 dólares.

Eso está muy bien, pensará Gemma, pero ¿por qué 7 x 1? La hipótesis es la siguiente: desde hace meses se consideraba que 700 dólares era un precio al alcance [de hecho, la acción subió un 23% desde que se anunció el split]. Si se ajustara según su punto más alto [705,07 dólares el día de lanzamiento del iPhone 5 en 2012] la división daría 100,72. En la práctica, en un fin de semana ha pasado de 645,57 a 93,14. Pero hay quien está al acecho del punto más bajo para sacar partido de una subida, pero a este precio le acción podría ser más volátil.

El homo ludens busca la perfección

12/06/2014

Dura vida la de los videojugadores: arrostrar un cierto estigma que les tacha de solitarios, antisociales y frikis en general. Esta imagen, como la de los pioneros del móvil, tiene los días contados: los videojuegos inundan los anuncios en prensa y televisión, surgen de diferentes formatos y para todo tipo de plataformas, alcanzan audiencias multitudinarias y, sobre todo, su disfrute en público no provoca los recelos de antaño. Irrumpe un ´lugar común` con crecientes intereses económicos y aceptación social en auge. Se espera que el mercado español del videojuego aumente su facturación un 130% acumulado hasta 2017, y para entenderlo bastará con leer el análisis del Consumer Lab de Ericsson. Leer más


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