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  22/11/2023

Qualcomm baja la GenAI a laptops y smartphones

El último Snapdragon Summit de Qualcomm, que como otros años ha vuelto a celebrarse en Hawai [cerca de los mercados del Pacífico], ha tenido como eje un reiterado intento de la compañía de entrar en el mercado de los PC portátiles con un chip – Snapdragon X Elite – que se presenta como disruptivo. Una de las vías para justificar este adjetivo es la apuesta por la inteligencia artificial generativa (GenAI). En la ocasión, Qualcomm anunció un nuevo procesador para smartphones, con el que confía en aportar potencia suficiente a los Android para enfrentarse al iPhone de Apple. Anuncios que se barruntaban entre los planes de Qualcomm y que realmente son hitos en la trayectoria de la compañía.

Quizá convenga, antes de seguir, detenerse en el uso y abuso de la palabra disrupción y su adjetivo derivado. Disrupción no necesariamente es algo deseable: “que rompe o interrumpe algo bruscamente”, la define el DRAE, mientras el Collins trae otra acepción: “means to prevent something from continuing or operating in a normal way”. ¿Qué tiene de disruptivo este anuncio de Qualcomm? Que esta se ha propuesto llevar el éxito de sus chips de los teléfonos móviles a los portátiles y la llave es, una vez más, la arquitectura ARM, que nunca ha conseguido hacer pie en un mercado dominado por la x86 [Intel o AMD].

Es un arma contra estos dos competidores, pero de ninguna manera se dirige contra la hegemonía de Windows. Qualcomm ya trató hace años de estimular– de la mano de Microsoft, socio ineludible – el diseño y fabricación de un PC con sistema operativo Windows en una arquitectura basada en ARM. El primer Surface que Microsoft lanzó al mercado llevaba el apellido RT y contaba con un procesador de Nvidia basado en ARM, pero su rendimiento al ejecutar determinadas aplicaciones dejaba mucho que desear.

Posteriormente, volvió a la carga con el anuncio de portátiles convertibles 2×1, esta vez con chips Snapdragon diseñados originalmente para smartphones y en 2018 presentó su procesador 8cx, confiando en que las nuevas redes 5G captarían una franja del negocio de PC, aprovechando el viento de cola. Más recientemente, Surface Pro X, que albergaba un chip SQ1 desarrollado conjuntamente por Microsoft y Qualcomm – también con ARM como base –  mejoraba sustancialmente el rendimiento de sus antecesores.

Llega ahora el turno de Snadragon X Elite, un nuevo procesador que incorpora la CPU Oryon, combinación con la que está convencida de su idoneidad para hacer frente a Intel y AMD. Nace dotado de una unidad de procesamiento de gráficos (GPU) Adreno, que proporciona el rendimiento de hasta 4,6 TFLOPS y otra de procesamiento neuronal (NPU) con el que Qualcomm asegura hasta el doble de rendimiento que los ordenadores portátiles equipados con Intel i7 de la 13ª generación, de 10 y 12 núcleos, al tiempo que consume una tercera parte de la energía. Los datos que ha publicado Qualcomm indican, incluso, que supera el i7 de 14 núcleos de Intel.

Son benchmarks de Qualcomm que al no haber sido lanzado el producto no es posible contrastar. Pero, durante la presentación, el CEO de la compañía, Cristiano Amon,  mostró un gráfico según el cual Qualcomm Oryon supera al M2 de Apple y al i9-13980HX de Intel en su rendimiento de CPU de un solo microproceso e iguala su máximo rendimiento con un 30% y un 70% menos de energía, respectivamente. Según sus datos de parte, Oryon sería capaz de alcanzar el rendimiento máximo de CPU multiproceso un 50% más rápido que el M2 de Apple, que parece ser el objetivo por alcanzar.

La guerra está abierta entre este grupo de ´fabricantes` [del que sólo Intel tiene fábricas propias]. La novedad es la incorporación a esta artillería de la inteligencia artificial: Qualcomm afirma que Snapdragon X Elite puede alcanzar 75 billones de operaciones por segundo en ráfagas y funcionar a 45 TOPS (tera operaciones por segundo) para cálculos sostenidos. La GenAI demanda unos niveles de computación tales que el rendimiento de los procesadores de PC al uso se quedan cortos. Este es el motivo por el que el (aparente) éxito de los modelos de IA tienen lugar exclusivamente en superordenadores y los usuarios aprovechan el avance a través de la nube.

Conseguir este aumento y la aceleración consiguiente a nivel de servidor es lo que ha hecho que Nvidia se alce como uno de los actores que más provecho está sacando de la burbuja de IA generativa. Simplificando, lo que Qualcomm pretende hacer en el segmento del PC apenas difiere de lo que Nvidia ha hecho en los servidores. El enfoque de Amon, aspira a ejecutar aplicaciones de GenAI en modo local, si no íntegramente, al menos parcialmente.

Si los números de rendimiento publicados son veraces, podría ocurrir que los usuarios se inclinen por favorecer los portátiles con tecnología de Snapdragon X Elite. En este cuadro, Qualcomm no disimula que quiere ser la mejor respuesta a Apple desde la acera de Windows, desplazando a Intel y AMD. Quizá lo sea y en su presentación se comparó con el M2 y, unos días después, Apple anunciaría equipos Mac mucho más potentes con el M3, que llegarán al mercado meses antes que los X Elite.

A fu favor, Qualcomm cree tener un factor decisivo: a Microsoft le urge contar con un socio fiable para hacer frente a Apple, no solamente en rendimiento sino también en duración de la batería. Nuevamente, la clave dependería de la veracidad de las cifras que maneja Qualcomm, con un rendimiento por vatio muy superior al de la arquitectura x86.

Teniendo en cuenta que el chip 8cx no llegó a cuajar en el mercado, la estrategia tiene que cambiar, necesariamente. Este chip ha sido el menos adoptado por los OEM (Original Equipment Manufacturer) y está presente en unos pocos modelos, como es el caso del Lenovo ThinkPad X13s y el Surface Pro 9 de Microsoft.

Así las cosas, Qualcomm tiene absoluta necesidad de restaurar sus relaciones con el ecosistema de fabricantes en los seis meses que faltan hasta el lanzamiento oficial. Lo mismo ocurre con otros actores con los que las relacione no pasan por el mejor momento: Apple, Samsung, Meta, Xiaomi, BBK o el mismísimo Google.

Kedar Kondap, VP senior y director de Operaciones y Juegos en la estructura de Qualcomm, confía en que a lo largo de los dos próximos años, Windows 10 vaya quedando condenado a la obsolescencia y los desarrolladores de aplicaciones busquen sacar partido de las NPU de sus chips. Un ejemplo perfecto podría ser Copilot, de Microsoft. Las dos grandes ventajas de ejecutar la IA en el propio portátil – y que Qualcomm trata de aprovechar a fondo – son a) una mayor garantía de privacidad al no ser necesario subir datos con los que alimentar esa IA y b, por otro lado, no tener que pagar por el uso de la infraestructura de nube.

Por el contrario, volviendo a las necesidades de computación, no parece que un portátil vaya a ser capaz de responder a los requerimientos de un chatbot basado en ChatGPT o el generador de imágenes Firefly, de Adobe, por citar dos ejemplos. En estos casos, Qualcomm apuesta por modelos híbridos, en los que las cargas más intensivas se ejecutan en la nube y el resto en el dispositivo. De cara a los desarrolladores de apps, Qualcomm afirma que su Snapdragon X Elite admite una veintena de LLM (Large Language Models), entre los que se encuentra Llama 2, promovido por Meta.

En cuanto a su CPU Oryon, que debuta con Snapdragon X Elite, podría marcar una inflexión en Qualcomm, puesto que se trata de una CPU de alto rendimiento y creada desde cero, sacudiéndose su dependencia de ARM, con la que todavía tiene abierta una batalla en los tribunales a cuenta de una reclamación de royalties sobre patentes.

En enero de 2022, el delegado de Qualcomm en España, Douglas Benitez, declaraba al autor de este blog: “hace siete años: en un momento de mucha presión […] Qualcomm tuvo que reinventarse y no por primera vez, lo ha hecho unas cuantas veces desde su fundación”.

La reinvención es continúa. Los planes del CEO Amon pasan por la extensión a otras líneas de producto, incluídos los smartphones del año entrante y posteriormente la línea de chips para vehículos, una apuesta muy firme de la compañía. Esta tiene decidido mantener su posición e incluso mejorarla, aunque en este momento no ha dicho cómo integrará Oryon en los dispositivos móviles. Queda en el aire la incógnita de cómo reemplazará la CPU Kryo – basada en ARM – del Snapdragon 8 Gen 3 y chips de menor nivel. Una posibilidad sobre la que se especula es que Qualcomm combine Oryon y Kryo en sus futuros chips de gama baja.

Se sabrá dentro de unos meses, pero por lo pronto ya se conoce que Snapdragon Series 8 Gen 3 estará destinado a móviles Android de gama alta, buscando llevar a estos las capacidades de la IA. Se tiene entendido que marcas como Asus, OnePlus y Sony van a plantar cara a los iPhones. Según sugieren fuentes de Qualcomm, el nuevo chip es capaz de ejecutar tareas de IA significativamente más rápido que su procesador del año pasado. Reduciría, se dice, el tiempo de generar una imagen de quince segundos a menos de un segundo.

El mensaje queda meridianamente claro: llevar cuanto antes la GenAI en el bolsillo, para lo que es innecesario decir que los usuarios tendrán que pagar más; no se espera encontrar el Snapdragon Series 8 Gen 3 en los  teléfonos por debajo de los 500 dólares, y esto exagerando a la baja.

Otra novedad destacada, que funciona con los dos chips anunciados es Snapdragon Seamless, una tecnología multiplataforma que permite a los usuarios conectarse a través de diferentes sistemas operativos (Android y Windows) mientras comparten periféricos y datos. Para ello, Qualcomm colabora con marcas como Asus, Honor, Lenovo y Oppo. Con la salvedad de los dispositivos de Google, la mayor parte de los Android de 2024 van a incorporar el Snapdragon 8 Gen 3, por lo que podrán acceder a Seamless y a auriculares. Tanto los PC como los ratones y teclados podrán funcionar con sus smartphones, tabletas y portátiles sin problemas, promete la compañía californiana. Previamente  será preciso que los desarrolladores trabajen con Qualcomm en la implementación de esta tecnología.

2024 puede ser un gran año para Qualcomm si las previsiones que tiene sobre su Snapdragon X Elite cumplen las expectativas de rendimiento. A pesar de haberse desplomado un 24% en el cuarto trimestre de su año fiscal – finalizado en septiembre – la facturación fue mejor de lo que se barruntaba, alcanzando los 8.670 millones de dólares. El año se cerró con 35.800 millones, cayendo un 19%, en gran parte debido a la fuerte caída de la demanda de smartphones.

En concreto, las ventas de chips para teléfonos móviles han acusado una caída del 27% hasta los 5.460 millones de dólares, cifras que encuadran en la división QCT, que facturó 7.370 millones (-26%). Esto podría cambiar gradualmente con los nuevos planes: el CFO de la compañía, Akash Palkhiwala, compartió estos datos en una llamada con analistas y apuntó que comienzan a verse los primeros síntomas de estabilización en la demanda global en las tres últimas tecnologías: 3G, 4G y 5G.

Visto el panorama y ante un atisbo de reactivación del mercado de  portátiles y smartphones, aunque fuera menos de lo que se pregona estos días, los nuevos procesadores podrían cumplir ese papel de revulsivo [suena más preciso que disruptivo] cambiando el paso de Qualcomm en los dos próximos años.

[informe de David Bollero]


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