Como cualquier compañía de su rango, Neoris no es ajena a la oleada de la inteligencia artificial, pero lo manifiesta decidiendo instalar en España su hub de IA europeo. Así ha anunciado en un encuentro con la prensa Luis Álvarez, presidente de Neoris EMEA, acompañado de otros directivos de la compañía, ahora controlada por el fondo de inversión Advent Internacional con un 65% del capital. A pesar de la profusión mediática sobre la materia, dijo Álvarez, “casi cada día hablo con algún cliente que confiesa no saber qué hacer con el fenómeno de la IA generativa, tras haber asimilado la generación anterior”. Según él, es una responsabilidad de Neoris ayudarles a salir de su perplejidad.
Cristina Vallés, Jaime Peñaranda y Luis Álvarez
El tsunami de la IA generativa, comentó, “ha provocado una mezcla de sorpresa, entusiasmo y escepticismo”. Según Álvarez, hay empresas que optan – de momento – por el bloqueo, no tomar iniciativas en relación con GenAI [su acrónimo en inglés] mientras observan atentamente lo que otros hacen o se proponen hacer con ella; otras se erigen en early adopters – mencionó expresamente a Bankinter y Mapfre – y un tercer grupo trata de averiguar de qué podría servirles mediante la exploración de casos de uso potenciales.
Son distintos grados de compromiso. Con el tercer grupo de empresas, Neoris ya está colaborando en la reflexión sobre cuáles serán los casos de uso que realmente pueden cambiar los procesos, con lo que esperan mejorar la eficiencia y la rentabilidad de sus negocios. Este será el objetivo primario del Centro Experto en IA de Neoris en Europa [oficiosamente, a finales de mayo] que se resume en analizar, investigar y definir cómo sacar el mejor partido a la IA [sin apellido, pero nadando a favor de la corriente] Neoris ha avanzado en ese camino, con pruebas de concepto en colaboración con diversos clientes.
Con este precedente, Álvarez dejó sobre la mesa una recomendación sus clientes y a quienes no lo son: antes de poner en marcha un caso de uso de la IA, es imprescindible haber identificado la finalidad última y el nivel de compromiso – así como el riesgo – que pueda presentar. Neoris no actúa con apriorismos. La línea trazada para montar entornos privados de IA generativa es legible en este movimiento: desarrollar proyectos de mejora de la eficiencia en chatbots de atención al cliente de entidades financieras o de optimización de la gestión de de pedidos en empresas de construcción, en ambos casos con mejoras de entre el 20% y el 30% de los costes.
Como era previsible, la propia Neoris explora en su propia casa cómo puede exprimir las bondades de la IA, poniendo el acento en áreas como el desarrollo para luego compartir “en campo” los frutos con sus clientes. Por consiguiente, está utilizando herramientas de Copilot, que asisten a sus programadores reduciendo la carga de trabajo de estos y generando automáticamente líneas de código que sólo han de ser supervisadas. Una consecuencia digna de mención es la fidelización de los empleados a quienes se evita las tareas más tediosas o repetitivas. El discurso es bien conocido; los resultados, menos.
Por supuestok, no es nada excepcional, pero en esta ocasión y con este público, merecía una mención el centro de ciberseguridad en desarrollo de software que Neoris ha puesto en marcha junto con el INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad). Se han constatado mejoras de productividad de hasta el 40% en el desarrollo y del 30% en los entornos de pruebas.
Con esto, Álvarez considera suficientemente respaldada la visión de Inteligencia Aumentada que Neoris postula como contraposición a la seducción de mensajes negativos en torno a problemas originados por la IA. Su valoración discrepa de mucho de lo que se publica acerca del impacto negativo sobre el empleo en funciones de TIC. Más bien lo contrario, en palabras del CEO de la compañía para EMEA: “vemos la IA como una tecnología que habilita para hacer más y mejor el trabajo […] En realidad, proyectos que antes eran inviables por una elemental cuestión de costes, ahora pueden hacerse gracias a una reducción del coste unitario”.
A la mejora de la productividad se suma, además, la propia creación de empleo subsecuente a la introducción de la IA. Este es el corazón del razonamiento: según cifras que maneja Neoris, serán necesarios casi dos millones de ingenieros y profesionales TI en el mundo. En este capítulo, la compañía se distancia de un tópico habitual en el sector, el esgrimido por empresas que dicen estar permanentemente centradas en el cliente; prefiere poner por delante otra máxima: la caza de talento. “Nuestro razonamiento es bien simple – apuntó Cristina Vallés, country manager de Neoris en España: “si tienes y retienes el mejor talento, al final conseguirás que el cliente está más satisfecho y se quede contigo”. Es lo que, según ella, ocurre en Neoris, con una sobresaliente fidelidad del personal.
Otro anuncio de Álvarez al grupo de periodistas ha sido el inicio de actividades de Neoris en Reino Unido, que curiosamente estaba al margen de sus prioridades, dictadas en parte por la huella de su propietario anterior, el grupo mexicano Cemex. El giro coincide con el acuerdo firmado con la empresa británica CACI Ltd. cuya especialidad es “la transformación de los negocios a través del talento, los datos y la tecnología”. Con tal abanico de propósitos, emplea a más de 1.500 profesionales en Europa y ambas empresas van a complementar sus fuerzas en el campo de los datos y la IA. E incluso en la accesibilidad, puesto que, a través de una división específica, CACI da respuesta a la adaptación que sus clientes tendrán que acometer con vistas a 2025, cuando sean de obligado cumplimiento proporcionar a personas con capacidades dispares en un acceso equivalente a las aplicaciones residentes en la web.
No podía faltar una referencia a la implicación de Neoris en el negocio cloud. Este fue el asunto abordado por un veterano de la casa, Jaime Peñaranda, director general de Servicios Financieros de Neoris. La nube ha dejado de ser un tema de debate, afirmó de entrada, puesto que la gran mayoría de las entidades financieras [presuntamente recelosas en la primera hora] y de otros sectores, ya están inmersas o tienen un plan para migrar sistemas a la nube, eminentemente con entornos híbridos multicloud. Las motivaciones han variado – abundó Peñaranda – y las expectativas en que el modelo cloud precipitaría una reducción de los costes no se han cumplido o, en todo caso, no son el principal vector de adopción.
Recordó Peñaranda que Neoris puso en marcha el año pasado un servicio adyacente dedicado expresamente a asesorar a sus clientes sobre las oportunidades y costes de la nube, asuntos que al parecer son mucho menos intuitivos de lo que podía pensarse. Un punto delicado en la definición de cualquier estrategia cloud, subrayó.
Buena parte de los esfuerzos de esta compañía en el mundo financiero se dirigen a la modernización de los entornos mainframe, que existen y resisten. Son dominantes en este sector y presentan dificultades para dar el salto al modelo cloud. “Es un hecho – afirmó – que el mainframe es la máquina más fiable, por lo que tenemos acreditadas las dudas de clientes que buscan una estrategia que, sin ser conservadores, permita mantener su negocio core en mainframe, aun reconociendo que no le están sacando todo el partido posible”.
También en 2023, Neoris empezó a promocionar una práctica de modernización del mainframe; se basa en DevOps de modo que los ciclos de desarrollo para la base instalada (y renovada) sean mucho más ágiles y automatizados de lo que eran hasta el momento. Por cierto, se apuntó que la iniciativa goza del beneplácito de IBM, con la que ha suscrito una alianza para trabajar juntos tanto en América Latina como en Europa.
Con estos mimbres, el cesto que prevé tejer Neoris en 2024 es a primera vista prometedor. Álvarez confía en seguir creciendo por encima del mercado y, mientras estas previsiones genéricas rondan el 5,2% según las consultoras, el directivo contempla crecimientos de doble dígito en los ingresos de Neoris. Aunque esta no cotiza en bolsa y por ello es discreta en cuanto a sus números, admite que el negocio internacional ha crecido prácticamente un 50% de año en año, con la peculiaridad de que desde España se presta soporte a clientes que operan en nueve países de Europa: Reino Unido, Finlandia, Bélgica, Italia o Polonia entre otros. Para este año, aseveró Cristina Vallés, la compañía contratará al menos 300 personas en España y la compañía no descarta adquisiciones que sean congruentes con su estrategia. No está de más recordar como indicio que a finales de 2023 Neoris adquirió la empresa ForeFront, estadounidense y dedicada a trabajar con clientes de Salesforce.
Acelerar, es la consigna. Y seguir superando de lejos el porcentaje del mercado: en 2023 fue del 4,5% y en 2024 se estima en 5,2%; Neoris, en ambos casos, muy por encima con cifras de dos dígitos. Es perfectamente posible, ratifica Álvarez, y tiene mucho que ver con la calidad de la cartera de clientes. A una pregunta sobre esa cartera, confirmó que “el 35% de la facturación la aporta el sector financiero, seguido por un 30% de las administraciones públicas, lo que suma más de seis de cada diez euros. Y si sumamos las telecos, estamos en el 80%”. Casi todos los clientes operan internacionalmente y muy pocos están en un solo país, con la obvia excepción del sector público.