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Inusualmente, Oracle tuvo que adelantar tres días la presentación de sus resultados, para evitar que su cotización se contaminara por los rumores según los cuales el VP de ventas para Norteamérica, un tal Keith Block, ha salido por piernas porque en el litigio con HP se ha desvelado un mail en el que arremetía contra el número dos de Oracle, Mark Hurd, criticaba el hardware heredado de Sun y se quejaba de la competencia entre los nuevos servicios cloud y el negocio tradicional de aplicaciones. Imperturbable, Hurd abortó así cualquier pregunta sobre el asunto: “tenemos los mejores productos, una cartera repleta y el equipo necesario para nuestro crecimiento orgánico”. Leer más
25 Jun
Desde hace varios meses rondan las noticias que hablan de concentración en la industria del software. Un par de empresas de talla mediana pero con buenas carteras de productos y clientes, están envueltas en confusos movimientos, cuyos protagonistas aparentes son fondos de inversión que, si consiguieran su objetivo, abrirían paso a sendas pujas en las que aparecerían los verdaderos interesados. Las dos empresas son Quest Software y BMC Software, de las que se dice que están infravaloradas en bolsa: 2.200 y 6.200 millones de capitalización, respectivamente.
No entraré en los detalles de las ofertas, porque no me siento capaz de entender su compleja arquitectura jurídica, pero me ha llamado mucho la atención que en ambos casos hay un hilo conductor, el mismo candidato en la sombra: Dell, que no disimula su vocación por reforzarse en el software. Michael Dell lleva una política sistemática de diversificación, y ha fichado para desarrollar su estrategia de software a John Swainson, ex CEO de CA. Quest sería, en principio, afín al perfil que busca; Dell, pero la delantera la llevan los financieros, así que el proceso podría ser largo. En condiciones normales, HP hubiera sido un candidato viable, pero las actuales no son circunstancias normales para HP.
El otro caso, BMC Software, es más complejo. Los inversores que han presentado una oferta – hostil, con todas las consecuencias – la aderezan con una lista de ejecutivos que se haría cargo de la empresa, que consideran mal gestionada por no haber sabido adaptarse al cloud computing. En última instancia, Dell podría terciar en la batalla – si la hubiera – pero con nulo interés por quedarse con el software para mainframe, algo importante en la cartera de BMC y que quizás podría servir a IBM. En las últimas semanas, se ha comentado una hipotética oferta de Oracle, que hay que tomar con reservas porque su nombre se cita al tuntún cada vez que algo parece estar en venta. Sin más datos, me quedo con una lección muy sencilla: la industria del software está viva, y en ella pueden encontrarse piezas de valor para quien tenga liquidez (que son casi todos los nombrados y alguno más).
Seis años después de nacer sin un modelo de negocio explícito, Twitter no tiene prisa alguna por salir a bolsa, pero ya tiene claro cuál será ese modelo, necesario para justificar su valoración de 8.700 millones de dólares en la cotización informal de SecondMarket [15% menos desde la frustrante experiencia de Facebook ], y estará centrado en la adicción creciente de sus usuarios móviles, en los formatos publicitarios idóneos para este canal, y en una expansión internacional de su organización a 50 países, entre ellos España, antes de fin de año. En esto, y en su complementariedad con la televisión, medio publicitario dominante, ha explicado en Cannes el CEO de la compañía, Dick Costolo. Leer más
Un lector que se presenta como catedrático de la Politécnica de Cataluña, escribe pidiendo más precisión en una frase de ayer, que aludía a las factorías asiáticas (ODM, original design manufacturer), en los que las marcas (OEM, original equipment manufacturer) hacen recaer su capacidad de competir en precio. Sinceramente, creo que en su contexto, la frase no daba más de sí. Pero puede que a todos nos resulte útil conocer un informe de iSuppli, según el cual los costes de fabricación – sin incluir materiales, licencias ni otros conceptos – habrían llegado a un límite del que será imposible que sigan bajando. Pero los usuarios quisieran que bajen.
“Los márgenes brutos de los ODM – dice el informe – especializados en la fabricación de portátiles, han declinado durante los últimos cuatro años. Sólo entre 2010 y 2011, del 8,15% al 5,79%”, acercándose a la zona de rentabilidad negativa”. Con el agravante de que los portátiles representan, según los casos, entre el 70 y el 90% de sus ingresos. Para subir el margen, se les presenta la ocasión con los nuevos ultrabooks. ¿Por qué? Porque para competir con Apple, es exigible que lleven carcasas elegantes, hechas con nuevos materiales y con mejor acabado: más costosas, en una palabra, y al menos de entrada más rentables.
Es una oportunidad idónea, porque la mayor parte de la capacidad de producir carcasas está a tope trabajando para Apple y su contratista Foxconn; esta es la razón por la que los cuatro grandes ODM taiwaneses (Quanta, Compal, Winstron y Pegatron) invierten en dotarse de capacidad propia o adquieren fábricas en China que, suponen, les permitirán atender la demanda creciente de la nueva categoría. La otra cara de la moneda es que, por su parte, los OEM tienen que ser muy estrictos con el PVP de sus ultrabooks, si no quieren perder cuota de mercado frente a la renovada oferta de Apple. Confìo en que el lector quedará satisfecho con estas precisiones.
Por hache o por be, esta semana he dedicado abundante espacio a Microsoft (y aún falta la entrevista de mañana ). El caso es que Microsoft ha puesto el turbo al hilvanar en una semana dos anuncios relevantes para su futuro: la tableta Surface y el futuro sistema operativo Windows Phone 8.
Como se sospechaba, Windows Phone 8 compartirá elementos clave de Windows 8: además del interfaz Metro, que ambas plataformas tienen en común, con el propósito de tender un puente hacia la convergencia entre dispositivos, que los desarrolladores sabrán apreciar. Hasta ahora no era posible, porque Windows Phone 7.5 se basa en la plataforma Windows CE, para sistemas embebidos, con serias limitaciones; en cambio, Windows Phone 8 se construirá sobre Windows NT, por lo que soportará procesadores multinúcleo, entre otras ventajas funcionales.
Más allá de estos detalles técnicos, la buena noticia no es tan buena para todos. Los móviles actuales (WP7), esencialmente de Nokia, no serán compatibles con el nuevo software, esperado para el otoño. La gloria será para el recién llegado, que nacerá con características frescas, pero los dispositivos actuales, en manos del consumidor (o en stock del fabricante o el canal) se convertirán de hecho en obsoletos en pocos meses. Puede uno lamentarlo, y lo lamenta, pero es de una lógica implacable: ningún sistema operativo nuevo tiene contemplaciones con su predecesor (salvo una actualización cosmética, como será el caso). Por cierto, esto no parece tan distinto de lo que a menudo se critica en Android y en el iPhone.
Los que dijeron que Microsoft iría directamente a la yugular de Apple, acertaron. Los que elucubraron – entre ellos el autor de este blog – al final desvariaron. Surface, la tableta que la compañía presentó el lunes 18, es el mejor competidor para el iPad, quizás el único a su altura. Quedan deslucidos aquellos que han intentado en vano batirse con Android contra el líder. Será o no una amenaza real, dependiendo de la moraleja que los fabricantes saquen del reto que Microsoft les ha echado a la cara: para competir con Apple, hay que hacerlo con su arma favorita, la íntima integración entre hardware y software. Una lección que contradice el modelo de negocio de Microsoft. Leer más
Zenith Optimedia acaba de publicar su pronóstico de junio sobre la inversión publicitaria en 2012, que rebaja en medio punto el crecimiento previsto, hasta dejarlo en 4,3% [un total mundial de 497.000 millones de dólares]. El mercado ha declinado en abril y mayo, pero está pendiente la incógnita sobre la contribución de los llamados “factores cuatrienales”: la Eurocopa, los JJOO y las elecciones norteamericanas que, normalmente, sumarían unos 6.000 millones de dólares.
El informe se detiene en la situación europea, y en particular en los tres países cuya inversión en publicidad sufrirá más: Grecia (-19,5%), España (-12,0%) y Portugal (-10,5%). El resto tendrá saldo positivo, de manera que el balance de la eurozona se estima en una caída del 1,1% a finales de año. Otras zonas del mundo siguen creciendo: el 60% del crecimiento entre 2011 y 2014 se concentrará en los países subdesarrollados. China es el número 3 del ranking (32.300 millones) y mantendrá el puesto en 2014 (48.755 millones, a rueda de Japón). Es interesante que Brasil, número 6 en 2011, adelantará a Reino Unido dentro de dos años, y no estará lejos de dar alcance a Alemania.
Siendo este blog lo que es, corresponde consignar que Internet es el medio con mayor crecimiento (un 16% entre 2011 y 2014), que en buena parte se debe al auge de los social media. Este tipo de publicidad – que incluye los anuncios pagados en Facebook, Twitter y LinkedIn – representa el 14% del total invertido en Internet el año pasado. En una visión amplia, Internet atraerá el 21,5% del mercado publicitario en 2014 y el 55% del crecimiento esperado. Este crecimiento se producirá a expensas de la prensa escrita, que en 2013 perderá el segundo puesto de la tabla, que pasará a manos de Internet (120.000 millones de dólares en 2014). Lamento que esta sobrecarga de cifras me deje sin espacio para comentarlas, pero supongo que la reflexión cae por su peso.
No hay relación causa-efecto entre el desembarco de América Móvil y los movimientos estratégicos que se observan entre los operadores de la Europa móvil. Pero hay una extraordinaria coincidencia: la irrupción del grupo encabezado por Carlos Slim desplaza piezas menores pero cruciales en el tablero del negocio de la telefonía móvil europea. Un sector cuyos ingresos seguirán cayendo en los próximos años, a la par que aumentará la demanda de servicios de datos que, a su vez, requerirá hacer inversiones nada fáciles de financiar cuando se acumula una deuda conjunta de 272.000 millones de euros. Desde luego, Slim no tiene la culpa, pero lo que sí tiene es un agudo sentido de la oportunidad. Leer más
¿No habría que pensar en un Airbus de los chips? La pregunta retórica de la comisaria europea Neelie Kroes – a cargo de la ´agenda digital´- sonará a cada cual según la valoración que tenga del proyecto aeronáutico europeo: un éxito de la cooperación industrial, para algunos; un permanente embrollo francoalemán, según otros. De lo que no hay duda es de que Airbus Industries es una empresa competitiva, y sin ella Boeing sería un monopolio. Ahora bien, tratar de imitar el procedimiento para revivir la mortecina industria europea de semiconductores, se antoja misión poco menos que imposible. En un año, la cuota de Europa en el mercado mundial ha perdido un 10%, y en cinco años se ha reducido a la mitad.
La única empresa europea que se codea con los grandes del sector es la francoitaliana STMicroelectronics, que ocupa la séptima posición en el ranking, con 8.000 millones de euros de ingresos en 2011; en un año, han caído un 7%, por lo que ya tiene a rueda a la americana Qualcomm, que sube como la espuma. Su problema, o uno de sus problemas, es que sigue un modelo de producción integrada, que en la industria de hoy sólo se puede permitir Intel (que factura cinco veces más). El modelo en boga son los “fabricantes sin fábrica” (fabless), que diseñan donde sea y contratan la fabricación de las obleas en Asia.
Falta inversión, es el diagnóstico de la asociación europea ESIA: “a falta de una trama de servicios auxiliares, las compañías contratan su producción allá donde esos servicios proliferan y son competitivos en precio”. Sépase que el año 2000, Europa compraba el 14% del equipamiento para esta industria peculiar; en 2011, la proporción ha sido poco más del 6%. ¿Alguien puede creer seriamente que, en este contexto, Europa podría un día competir con Taiwan, Corea o China?,