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Confío en que los lectores recordarán aquel simpático elefantito que es el logo de Hadoop, un proyecto open source para el tratamiento de grandes volúmenes de datos. Nacido de las entrañas de Yahoo, ganó autonomía y ahora es compartido por tres empresas emergentes, cada una en busca de socios o padrinos. A quienes no están en el ajo de este mercado, pudo parecerles algo exótico – otro capricho importado por el autor de este blog – pero hoy se puede comprobar que ningún grande de la industria quiere quedarse al margen.
Cloudera, primera de las tres en llevar la voz cantante (en ella trabaja el creador de Hadoop, Doug Cutting) ha amarrado una alianza con Oracle, no sin antes haber firmado acuerdos con Dell y NetApp. Los primeros días de junio, HP anunciaba que integrará Hadoop en un appliance que soportará la distribución de Cloudera – que así neutralizaría segundas intenciones de Oracle – aunque no por ello descarta a sus rivales HortonWorks y MapR. Amazon, que nunca da puntada sin hilo, ha adoptado MapR para ofrecerlo como servicio gestionado, con lo que le confiere legitimidad como competidor en un mercado que promete.
Vmware ha engarzado su estrategia de diversificación al futuro de HortonWorks, tal vez porque, siendo esta la más débil, cuenta con poder influir en su desarrollo todavía incompleto. Microsoft, al exponer sus planes de la plataforma Azure, ha anunciado que incorporará también HortonWorks. Por ahí anda rondando IBM, para la que big data es fundamental. Una cosa está clara: si todos estos han tomado posiciones (que todavía pueden variar), es fácil predecir una batalla que se librará en 2013.
El virus suicida. Sería un titular idóneo para la historia que resume Computerworld desde el frente de la ciberguerra. Quienquiera que controlara Flame, el potente virus que ha vuelto a atacar sistemas estratégicos de Irán, ha tenido la ciencia suficiente no sólo para desarrollarlo sino para ordenarle que se autodestruya sin dejar rastros que pudieran servir para un análisis forense (o para tomar contramedidas). La fuente de la información es el blog de Symantec, que dice haber identificado el procedimiento de inmolación del virus: sobreescribir el código con una rutina que genera caracteres aleatorios.
La divulgación de estos detalles ha iniciado una guerrilla de declaraciones cruzadas entre Symantec y Kaspersky Lab, la empresa rusa que descubrió Flame, como antes hiciera con Stuxnet. Aleksander Gotzev, experto de Kaspersky, fue el primero en advertir que parte del módulo que permite penetrar en un sistema a través de la función autorun de Microsoft Update [900 millones de usuarios en todo el mundo] contiene elementos idénticos al código usado en 2009 para diseñar Stuxnet, cuya autoría se supone compartieron Estados Unidos e Israel o, según el eufemismo al uso, “científicos de primera categoría mundial”. O quizá dos equipos trabajando en paralelo, sugiere Gotzev, para garantizar que cumpliría el objetivo.
Inevitablemente, la industria del antimalware anda alborotada por estas noticias. Los hallazgos de códigos maliciosos de esta envergadura son una credencial para la empresa responsable, y Kaspersky se ha anotado varios tantos, que sus rivales lógicamente envidian. En este sector, la cooperación contra el malware debería idealmente ser la regla, pero al final impera el llamado marketing del miedo. Y, francamente, estas noticias.
Desde hace tiempo se observaban signos de acercamiento entre AMD y ARM, explicados por la necesidad de hacer frente a un poderoso enemigo común, Intel. La incógnita era la forma que podría adoptar una alianza entre ambas compañías: la primera está atada históricamente a la arquitectura x86, que comparte con Intel, y la segunda tiene ya un cortejo de adherentes a su propia arquitectura, que compite con la anterior. La fórmula que han encontrado es una fundación llamada Heterogeneous System Architecture (HSA), que se propone impulsar un concepto de arquitectura estándar y abierta que pueda funcionar con diferentes plataformas de hardware. Admirable propósito, pero ¿cómo se hace? Leer más
La atención mediática suele elevar su cobertura cada vez que Apple presenta un nuevo dispositivo, siempre precedido por un sinfín de rumores, supuesos soplos y fotos trucadas en Internet. Tengo para mí que tanto o más interesante que saber cómo será el iPhone 5 (y cuándo saldrá) es observar la evolución del software de Apple, que permite atisbar lo que la empresa prepara en su estrategia de ´ecosistema´. La conferencia del lunes ha sido pródiga en pistas sobre lo que vendrá (además del iPhone 5, próxima novedad en el calendario de Tim Cook).
Entre los muchos elementos de interés que ha desvelado la conferencia, a mi juicio el más radical confirma el futuro de Siri, ese asistente con reconocimiento de voz que tanto jolgorio ha causado en la red con sus pintorescas respuestas a preguntas estúpidas. Atención: Siri tendrá varias versiones lingüisticas, además del inglés. Junto con el abandono de Google Maps y el acuerdo estratégico con TomTom, Siri abre otra perspectiva que vuelve obsoleto el uso de navegadores GPS. Desde el lunes sabemos que nueve de los diez primeros fabricantes del mundo integrarán la función Eyes Free en los comandos electrónicos de sus coches [el décimo es Ford, cuya tecnología Sync ha sido desarrollada por Microsoft]. Mientras Google prosigue su exótica investigación sobre el coche sin conductor, Apple prefiere una solución más práctica: dotar a los conductores de un software basado en el sistema operativo iOS6, imágenes en 3D y el asistente Siri. No hay noticia de que nada semejante esté en los planes de Android.
Hay más. Se deduce lógicamente que Siri podría ser la base de un comando sin manos de ese desconocido televisor que Apple prepara y que, según rumores más que verosímiles, está en fase de preproducción en una factoría de Foxconn y con pantallas suministradas por Sharp. A menos que Google se traiga entre manos algún proyecto con Samsung, la proposición tiene toda la pinta de ser imbatible.
Con 24 horas de diferencia, Salesforce adquiría Buddy Media, compañía de social media marketing, y Oracle anunciaba la compra de Collective Intellect, especialista de lo mismo. Como ambas compradoras están hechas de la misma madera, la carrera sugiere que Larry Ellison no está dispuesto a que su ex discípulo Marc Benioff se adelante por el lado de la cuerda. Lo que está en juego es un negocio, en principio periférico, a cuyo influjo nadie parece capaz de sustraerse. Con una diferencia que puede ser capital: Salesforce nació para la nube, y busca espacios para crecer, mientras Oracle ha llegado tardíamente a los servicios cloud. Las dos compañías tienen un adversario común, SAP. Leer más
Del post de ayer sobre el litigio entre HP y Oracle, eliminé a última hora una frase que hubiera añadido más confusión que precisión, pero que creo merece conocerse. Acaba de publicarse que, a comienzos de 2009, antes de presentar su oferta de compra por Sun Microsystems, Oracle propuso a HP que ambas compartieran la operación, y luego se repartieran los activos: el software para Oracle, el hardware para HP. Lo ha revelado al testificar ante el tribunal Anne Livermore, a la sazón vicepresidenta de HP y hoy miembro destacado de su consejo. Fue Mark Hurd, entonces CEO de HP – hoy presidente de Oracle – quien rechazó la propuesta. Durante 2008 Sun buscaba ansiosamente un comprador, que incluso pudo haber sido HP en solitario, y recibió una oferta formal de IBM, cuya retirada dejó el campo libre a Oracle.
Visto retrospectivamente, el episodio da para muchas hipótesis, y refuerza la idea de que las relaciones entre las dos empresas pasaron súbitamente de la intimidad a la beligerancia con el despido de Mark Hurd y su inmediato fichaje por Larry Ellison http://www.norbertogallego.com/ellison-ahora-tiene-otro-delfin/2010/09/15/. ¿Acaso hubiera tenido sentido la combinación? Hay que ponerse en las circunstancias de 2008/2009. Tal vez HP consideró que se cargaría con demasiadas redundancias, o que se convertiría en rehén del software de Oracle.
Fueron muchos los analistas que entonces opinaron que Oracle se desprendería pronto del hardware de Sun, tan ajeno a su trayectoria. Entre la masa de documentos que las partes se han echado en cara mutuamente ante el tribunal californiano, hay algunos, en los que directivos de Oracle se burlaban – en julio de 2011 – de la calidad de los servidores heredados de Sun [por cierto: pronto serían eliminados del catálogo]. Parece inevitable que el proceso despierte otros fantasmas, fastidiosos para ambas partes.
A estas alturas, todos saben que la salida a bolsa de Facebook ha sido un sonoro fracaso. Hasta los cronistas más complacientes se han desfogado estos días comentando los dislates cometidos por la empresa y sus banqueros, en perjuicio de los inversores minoristas: han pasado dos semanas, y la acción ha perdido casi un 40% del precio inicial. Por otra parte, ¿quién no ha leído que General Motors ha decidido retirar su campaña publicitaria en Facebook por entender que su rendimiento es inferior al de otros medios on line. El hilo que une ambas cuestiones se resume así: ¿cuál es el modelo para transformar 900 millones de usuarios en dólares? Leer más
Imposible sustraerse a la realidad, hablar de tecnología cuando a tu alrededor todos hablan del rescate a España [“préstamo en condiciones muy ventajosas”, según el ministro Guindos]. De las opiniones que he leído, se desprende una intención de no dramatizar, de no hurgar en la herida. Se nos dice que no habrá más condiciones ni contrapartidas, una promesa que, vistos los antecedentes, sólo es creíble hasta las elecciones griegas. “Dulce rescate” (sic) titula ABC; “a medida de la banca”, lo califica Manel Pérez en La Vanguardia; “duro golpe psicológico”, escribe José Ignacio Torreblanca (El País).
Conviene no ensimismarse. Ya que tanto presumimos de que un mundo globalizado es lo mejor que nos ha pasado, no vamos ahora a retomar ahora la mirada aldeana. Lo ocurrido parece indicar que Europa ha decidido no suicidarse, rescatarse a sí misma procurando amortiguar la prolongada crisis financiera trasmutada en recesión. Eso sí, predicando tardíamente que la unión monetaria no era suficiente sin unión fiscal y sin un régimen común para la banca.
He reservado durante días dos textos premonitorios. Uno, de Martin Wolf: “[…[ ante tal conjunto de incertidumbres, el pánico resulta ser una actitud bastante racional. Una moneda única, respaldada por soberanías tan heterogéneas, es irremediablemente frágil”. Otro, la visión transatlántica de Robert Reich: “hasta ahora, EEUU ha evitado los recortes presupuestarios que han impulsado la recesión europea […] si Europa se propone configurar un mercado de trabajo similar al de EEUU y a la vez prosigue con la austeridad fiscal, probablemente obtendremos el peor resultado. La mezcla de salarios ´a la americana´ y austeridad europea es un cóctel diabólico”.
Acaba de perder un juicio contra Google que creía haber ganado, y ya está Oracle otra vez en los tribunales de California, en esta ocasión frente a HP en un caso que confirma la presunción de que esta industria le ha tomado gusto a la costumbre de instrumentalizar la justicia para que resuelva sus cuitas competitivas. Durante décadas, Oracle y HP mantuvieron relaciones armónicas de colaboración: el software de la primera y el hardware de la segunda se compaginaban (incluso cooperaron en el diseño de la primera máquina Exadata, en 2008), en una alianza de facto contra IBM. Las cosas se torcieron cuando Oracle compró Sun, convirtiéndose en competidor directo de los servidores de HP. Leer más