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  6/10/2025

Oracle (1). Bicefalía sólo en apariencia

Larry Ellison nació en agosto de 1944; Sam Altman en abril de 1985. Habría que pensárselo bien antes de disertar sobre la relación entre generaciones e inteligencia artificial, un tópico más de la simpleza mediática. Ahí queda eso. El caso es que, a sus años, Ellison está dispuesto a llevar a Oracle a la cúspide del mercado de la IA, que a Altman le gustaría dominar. El primero tiene una carta que el joven debería envidiar, la omnipresencia en muchos miles de empresas con sus aplicaciones y sus bases de datos. A su lado, Altman es un principiante con infulas y menos dinero. Esto es parte del contexto que deja entender los cambios de los últimos días en la cúpula de Oracle, cerca del medio siglo de existencia.

Larry Ellison

Por sorpresa y sin ceremonia, Oracle ha comunicado que vuelve a instaurar la fórmula bicéfala en su cabeza ejecutiva. Ahora tiene dos chief executive officers en lugar de una. Serán Clayton Magouyrk (39 años) y Michael Sicilia (54), a quienes les hace sitio Safra Catz (63), quien ha sido la mano derecha de Ellison desde hace veintiséis años, y lo sigue siendo sólo que ahora con galones de vicepresidenta ejecutiva. Por supuesto, el fundador sigue en lo alto de la pirámide, aunque desde hace años se reserva para sí el título de chief technology officer (CTO).

Es preciso leer la letra pequeña en estos movimientos. Magouyrk, quien hasta  ahora  era presidente de Oracle Cloud Infrastructure (OCI) salta a la dirección ejecutiva de la compañía, síntoma de la importancia que Ellison asigna a OCI – es decir, a la nube de la que alguna vez renegó – como eje de su estrategia de IA. El otro miembro del tándem, Sicilia, era presidente de Oracle Industries desde que Ellison adquirió, en 2016, la empresa Primavera Systems, de la que se dijo parecía destinado a ocupar el puesto de CEO.

La experiencia de Sicilia en mercados verticales y su amplio conocimiento de casos de uso han jugado un papel en el traslado a los clientes de la oferta de Oracle en IA; será, a partir de ahora, máximo responsable de todas las líneas de productos de la compañía. El currículo de Magouyrk tampoco es extenso:  LinkedIn recoge su experiencia de seis años en Amazon Web Services. Tiempo después de llegar se encontraría relevando a Thomas Kurian, hoy CEO de Google Cloud.

En los resultados de Oracle al cierre de su primer trimestre del año fiscal 2026 – 14.900 millones de dólares de facturación – puede encontrarse parte de la explicación del ascenso de Magouyrk, ya que la nube se ha convertido en primer motor de crecimiento de la compañía  . Representa el 48% de los ingresos totales y los cálculos de la propia Oracle apuntan a un crecimiento del 77% al final del  presente ejercicio.

El 12% de crecimiento de los ingresos totales ha sido apenas inferior a lo esperado, pero lo significativo estaba en el negocio cloud, con un incremento del 28%, mientras el resto de las líneas mostraban cifras muy discretas.  Al diseccionar los ingresos de la categoría cloud, se observa que el segmento IaaS [infraestructura como servicio] sigue creciendo al 55%, mientras SaaS [software como servicio] lleva un ritmo saludable pero inferior, del 11%.

Al cabo de unas tortuosas relaciones , los acuerdos con los hyperscalers tienen mucho que ver en la buena salud de dos negocios centrales de Oracle, las bases de datos y la combinación de infraestructura y servicios en la nube. Concretamente, los ingresos vinculados a la terna formada por AWS, Azure y Google Cloud han aumentado un 1.529% (sic) sin contar con las previsiones de incorporar docenas de regiones adicionales.

Reforzando este análisis, es oportuno poner el foco en lo que más ha llamado la atención de los resultados trimestrales y que hizo disparar brevemente la cotización de Oracle el 36%: en los próximos cinco años – proclamó Ellison en la presentación – los ingresos procedentes de OCI se van a multiplicar por catorce. ¿Es viable este objetivo? La agencia de calificación Moody´s expresa sus dudas sin opinar mucho más.

Una buena noticia: los esfuerzos de Oracle por construir centros de datos para la industria de la IA se concentran en la inferencia más que en el entrenamiento, en teoría con mejores perspectivas de negocio. Además, goza de una ventaja competitiva sobre sus competidores, ya que gracias al liderazgo de sus bases de datos es el garante del principal activo necesario para ejecutar con eficiencia la IA, los datos de las empresas  .

Ellison no mueve fichas al tuntún. Siempre tiene un plan que sus subalternos desconocen. Esta es la tesis del analista Bob Evans, quien interpreta los nombramientos como “una señal inequívoca de que Oracle pretende apoyarse en el crecimiento de OCI para ampliar y acelerar su cartera de aplicaciones cloud, tanto las verticales como las de la familia Fusion […] pero, como tantas veces en su carrera, Ellison hace las cosas de una manera diferente [al resto de la industria]”.

Evoca Evans la sensacional adquisición de Sun Microsystems en 2009  , mal comprendida en aquel momento. Mientras otras compañías se alejaban tanto como podían de su dependencia del hardware, al que despreciaban como una commodity de márgenes decrecientes – y así era, argumenta – el mandamás de Oracle supo ver que un mundo crecientemente colgado de los datos requeriría un nuevo tipo de sistema en el que el hardware y el software se fusionarían en busca de un rendimiento óptimo, en lugar de seguir rutas de diseño separadas”.

Alude el analista a Exadata, un pilar fundamental de la estrategia que Oracle ha seguido desde entonces y que soporta tanto las bases de datos como las aplicaciones en la nube. En la tesis de Evans, los nuevos CEO de la compañía tendrán la misión de llevar más lejos la visión de Ellison hace dieciséis años, es decir “fusionar componentes anteriormente separados en un nuevo y potente sistema unificado”.

Ellison no ha entrado en tales disquisiciones. “[…] años de experiencia de Clay [Magouyrk] liderando nuestro negocio de infraestructura cloud han demostrado que está preparado para el rol de un CEO. Por su parte, Mike [Sicilia] ha dedicado los últimos años a modernizar el negocio de aplicaciones industriales de Oracle – incluyendo el nuevo de Oracle Health [nota: fruto de la compra un tanto desordenada de la empresa Cerner ] . Ambos han conseguido rentabilizar rápidamente el compromiso de sus respectivas áreas con la IA”.

No han pasado inadvertidos un par de detalles. Uno: Magouryk y Sicilia lucirán, cada uno,  el título de CEO, en lugar del confuso rango de co-CEO que compartieron Safra Catz y Mark Hurd hasta el fallecimiento de este en 2019. El segundo: pese a la aparente igualdad, no recibirán la misma recompensa por  dirigir una empresa que ayer valía en bolsa más de 800.000 millones de dólares. El paquete de Magouryk será de 250 millones y el de Sicilia de 100 millones. A ellos toca decidir si esta diferencia de trato es un agravio comparativo.

Como nadie se engaña acerca de quién manda en Oracle, la noticia ha hecho poco ruido. Este blog piensa distinto y por ello le dedicará mañana una segunda crónica.

 


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