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  27/11/2023

José Alfonso Gil

Dtor. de Ventas de Servicios Vertiv Sur de Europa

Vorágine. Una palabra poco usual, con la que el entrevistado define el explosivo momento que vive la construcción, equipamiento y despliegue geográfico de centros de datos. Es, en efecto, una explosión de demanda que no da señales de atenuarse. Si a escala mundial, la suma de capacidades de computación crece a razón del 21% anual, en España el ritmo se puede juzgar por dos centros neurálgicos: hasta 2026, crecerá un 42% en Madrid y un 52% en Barcelona y sus respectivas áreas de influencia. “Nadie sabe dónde está el límite, entre otras cosas por la dificultad de cuantificar los procesos asociados a la IA”, reconoce José Alfonso Gil, Dtor. de Ventas de Servicios Vertiv de Sur de Europa.

José Alfonso Gil

El lugar que Vertiv ocupa en la cadena de valor de un centro de datos tiene rasgos existenciales: suministra sistemas de gestión de la energía eléctrica, equipos de aire acondicionado y tecnologías de refrigeración, como se verá en esta charla con Gil y otras anteriores en este blog.

Antes de leer la transcripción, no será ocioso saber que Vertiv tiene previsto para el año fiscal 2023 unos ingresos totales de entre 6.826 y 6.851 millones de dólares, que representarían un rango de crecimiento orgánico de hasta el 21,4% y un beneficio neto algo superior a los 1.000 millones de dólares.

Las inversiones masivas en centros de datos en España ya no se pueden explicar sólo por el amarre de cables submarinos en Lisboa o en Barcelona, aunque estos han actuado  como disparadores de la tendencia […]

Hace tiempo, en una reunión de directivos de Vertiv, mis colegas de Reino Unido y Alemania no paraban de hablar de los proyectos de centros de datos en sus países. Llevaban diez años con esos proyectos y yo les envidiaba, como es natural […] Me decían “ten paciencia, ya verás como la ola llega a España”. Ha llegado, al fin,  si ellos y sus mercados, después de 15 años, siguen creciendo a tasas del 14% al 20%, ¿qué podemos esperar en España, que entró más tarde pero con fuerza en la carrera? Un razonamiento posible partiría de que el cloud ha venido creciendo en España por encima del 60% y no da señales de parar. ¿Dónde está el límite? No lo sé. Tampoco sé cuánto va a tirar la IA de la capacidad instalada, pero se anticipa una necesidad enorme de computación.

Normalmente, nadie construye un centro de datos si antes no tiene un cliente firmado. Se supone que el riesgo está calculado, pero ¿podría producirse un atracón?

Su premisa es correcta, pero… en Aragón, AWS está haciendo una gran inversión. Por su lado, Microsoft ya va por el tercero y hay más como el de Oxygen, en Sant Cugat y más en otras partes del país. Las estrategias de inversión pueden variar, pero no creo que cambien mucho las cosas si la iniciativa es de un tercero; lo importante es quién los opera. La negociación y venta de estos proyectos no se hace localmente, sino a nivel EMEA o directamente por acuerdos globales, porque esta es la escala. Vale tanto para los hyperscalers como para los de colocation.

¿Qué hace Vertiv en España, si los contratos vienen firmados?

No todos, pero tenemos que respetar la estructura del mercado. Apoyamos a las ingenierías locales contratadas por ellos y luego intentamos dar el mejor servicio posible tanto durante los proyectos como en la fase postventa. Nosotros suministramos; las ingenierías necesitan información para aterrizar el proyecto y nosotros se la facilitamos. No podemos negociar la compraventa de los equipos, es cierto, pero sí podemos asegurar que tendrán un buen servicio durante su ciclo de vida. Y para determinados clientes, es importante el desarrollo de equipos ad hoc, que los hacemos en fábrica en consonancia con necesidades especificas en relación a cómo quieren construir el siguiente datacenter.

¿Hay trabajo conjunto con el desarrollador del centro de datos?

Sí. Con Equinix, por ejemplo, hemos desarrollado en común sistemas específicos de aire acondicionado para sus instalaciones. También hacemos UPS que son capaces de generar un porcentaje adicional de potencia porque han sido diseñados para algún hyperscaler que requiere garantías contra caídas de tensión en la distribución y para eso añaden un 2% o 3% de potencia a la UPS. Que parece poco pero vale mucho dinero. Porque el riesgo de inestabilidad en un datacenter no viene tanto por las cargas sino por la energía que entra […]. Si queremos avanzar hacia un mundo basado en energías renovables, corremos ese riesgo, por lo que  tenemos que actuar en consecuencia. Adicionalmente, ya que un  datacenter es un gran consumidor, se escuchan temores a que pueda absorber toda la potencia instalada de una zona. Este es un asunto delicado desarrollo y planificación de la red que corresponde a las compañías de generación y a Red Eléctrica.

Flexibilidad, entonces […]

Eso es. Tenemos que ser tan flexibles como ellos quieren que seamos. De poco vale hacer planes a cinco o diez años, porque las compañías son las que deciden si vienen o no. Y si quieren tener el datacenter funcionando en un año, necesitarán toda la potencia en el momento exacto, ni antes ni después […] Normalmente, los datacenters que se anuncian como de 60 megavatios, son en realidad seis fases de 10 megavatios cada uno.

A veces se critica a los centros de datos por lo que consumen de agua y electricidad cuando paralelamente se incita a promover ahorros. Ya sabe a qué me refiero […]

Es un problema grave, porque ha llevado a demonizar indebidamente a los datacenters. Todo gran datacenter alberga ordenadores, servidores y aplicaciones que permiten asegurar la carga con mayor eficiencia y, en consecuencia, el consumo total es menor. Pero, en el mundo actual, queremos las dos cosas: construir una sociedad alrededor de la informática y hacerlo controlando el consumo energético […].

Contradictorio

[…] y como no se puede, se buscan soluciones parciales, como ayudar a la mejora de la eficiencia. Imaginemos por un momento lo que hubiera pasado durante el COVID sin contar con los servicios de comunicación, sin  los sistemas en la nube, qué podría haber sido de nuestras sociedades si toda esta capacidad no hubiera existido. Y si no existiera Teams, ¿cuánto gastaríamos en viajes y desplazamientos innecesarios. ¿Cuánto CO2? Pienso que cuando se demoniza a los datacenters no se está dando la información completa. Spain DC, que es la asociación española de datacenters, dedica recursos a fomentar los aspectos positivos de los datacenters, para que no se les vea como algo negativo.

¿Qué explica el acelerón de Vertiv según los resultados publicados? 

El crecimiento se  debe a que hay inversiones muy fuertes y a que hemos sido capaces de trabajar satisfactoriamente con los grandes actores. Creo que globalmente hemos hecho una gestión muy buena en el desarrollo de nuevos productos. Ahora estamos muy metidos con la refrigeración líquida, que es el siguiente paso. Y en nuestros UPS venimos trabajando desde hace años con sistemas de ion-litio […] El movimiento es constante.

Los clientes empujan, eso creo entender

Sí, pero es un trabajo conjunto, como hemos visto, porque debe responder a las necesidades de los clientes. En el caso del ion-litio, aporta más tiempo de vida y ocupa menos espacio, dos argumentos centrales en este cambio. Y los vendedores nos ponemos a la tarea desarrollar soluciones.

Como proveedor, ¿se subordina Vertiv a la voluntad de sus clientes?

No creo que subordinar sea el verbo más preciso, pero parece natural que vayamos en consonancia con lo que la industria va a necesitar. Y alguien tiene que señalar qué va a necesitar la industria. Si desarrollo un UPS que no se usará en los próximos diez años, habré tirado el dinero. Y si desarrollo demasiado pronto un sistema de aire acondicionado, cometeré el mismo error. En ciertas circunstancias, podemos adelantarnos a una colo, porque sabemos casi exactamente lo que le hará falta. Tenemos indicaciones de lo que va a necesitar Amazon, o de lo que está desarrollando Dell o cualquier otro fabricante de servidores.

¿Cuál es la línea maestra de esas necesidades?

Ahora mismo, más potencia en menos espacio. El principal problema está en la refrigeración […] Dentro de este capítulo, hay varias opciones tecnológicas, pero sin ninguna duda somos capaces de  predecir cuál será el camino […] Hay que tener en cuenta que no todos los servidores van a requerir 40 kW por metro cuadrado y que los datacenters tendrán que adaptarse para gestionar situaciones diferentes. Ahora bien, si hablamos de grandes capacidades, está claro que la refrigeración líquida, sea directa al chip o mediante servidores en bañera de refrigerante, serán el futuro.

¿Cómo se manifiesta esas tendencias en los productos?

Hay que atender distintas necesidades, queda dicho. En aire acondicionado, que he hablado menos de ello, significa más potencia de refrigeración en menos espacio […] Hasta hace poco los datacenters tenía falso suelo, que prácticamente en todos los casos se ha quitado. También ha cambiado la forma de refrigerar, ya que por imperativo ambiental se están retirando los refrigerantes antiguos y los clientes quieren dar preferencia a la menor huella ambiental, porque este es un rasgo que comparten con los clientes.

¿Las soluciones de Vertiv tienden a estar influídas por determinados clientes?

Digamos que muchas soluciones se han desarrollado ad hoc. En otra ocasión hemos hablado de nuestro proyecto Energy Serving as a Service con Telefónica, ¿recuerda?. Seguimos avanzando y este año lo hemos implantado en tres centrales, para el próximo esperamos que sean al menos otros seis. Los cambios vienen en el tipo de producto, en la solución y en cómo la empaquetas. Claro está que dependen del cliente, de sus necesidades de espacio y potencia, también de sus circunstancias financieras, de condicionantes ambientales, etcétera.

Me he quedado pensando en la refrigeración líquida [risas] ¿A qué ritmo se está implantando?

Lo diré con mucho cuidado, porque recuerdo que en 2008, cuando estaba en Liebert [hoy incorporada a Vertiv a través de la fusión con Emerson] esperábamos que en cuatro o cinco años los proyectos se harían sobre unos 40 kilowatios por metro cuadrado. Han pasado quince años y aún no ha llegado aquel futuro pronosticado; nadie desarrolla un datacenter con esa magnitud […] Pero ahora sabemos que con la IA nos acercaremos a potencias de disipación muy altas en muy poco espacio: no se ha llegado a los 40 kw pero los hay de 10, 15 o 20, que han requerido desarrollos en los datacenters existentes para refrigerarlos. No me atrevo a decir que en dos o tres años estaremos en los 40 kw por metro cuadrado, tardaremos un poco más, pero ocurrirá, porque no hay enfriamiento a esa escala con los sistemas convencionales. De hecho, los fabricantes de servidores están yendo hacia ese horizonte.

¿Cómo ha progresado la integración de E&I Engineering [adquirida en 2021]

Me consta que la península ibérica es un mercado principal, en el que se está montando una estructura principal ad hoc para la oferta de E&I Engineering. Ya contamos con personal de servicio para atender a los clientes que tienen sus productos en virtud de acuerdos globales anteriores a la adquisición. Una de las grandes dificultades en este negocio es la escasez de personal cualificado para cubrir todas las funciones que se necesitan y que van desde la construcción al project management: arquitectos, ingenieros […] Y cuando el datacenter está activo, necesita técnicos especializados para operarlo; es una insuficiencia de toda la industria, una amalgama de profesionales de alta cualificación y bien pagados y con contratos de largo alcance, normalmente.

¿Cómo se va resolviendo?

Cada proveedor tiene su propio plan de desarrollo de personal y contrata gente que acaba de salir de la universidad, en ingeniería, en TI […] Spain DC, la asociación representativa del sector, ha lanzado un programa de becas de formación que compartimos distintos asociados.

Por cierto, ¿cuál es el ciclo de este negocio, habitualmente?

Las inversiones en construcción, se amortizan normalmente a los 30 años y en los equipos, lógicamente, los plazos son más cortos:  salen de fábrica con una vida útil de entre 10 y 15 años […]

Parece mucho tiempo, teniendo en cuenta el ritmo de innovación.

Me refiero a la infraestructura, cuya amortización siempre es más larga. Si hablamos de los servidores, su renovación es más rápida, entre 2 y 4 años, pero esto no depende del colocator sino del cliente del colocator. ¿Qué significa? Que un datacenter que se está construyendo hoy, con la última tecnología y pensado para unas TI como son actualmente, puede que el día de mañana sea preciso renovarlo en menos de esos 10 a 15 años porque, por ejemplo, requiera más capacidad de refrigeración o más capacidad eléctrica.

La renovación de un datacenter, ¿es inducida por las TI o por la evolución de las tecnologías que Vertiv llama de continuidad?

Hace 30 años, se construía un datacenter y los equipos sólo se cambiaban al  terminar de amortizarlos. Para entonces, ya había un cambio tecnológico y salía rentable hacer el cambio porque traía aparejada una reducción del consumo energético. Ahora estamos hablando de rendimientos del 98%, hasta eso puede llegar la mejora en la eficiencia energética.

¿98% de qué?

Entre la entrada y la salida, con lo que se obtiene una pérdida de calor del 1 al 2 %. Aunque se consiga mejorar un poquito más, no saldría rentable hacer el cambio, a no ser por una exigencia tecnológica o una necesidad del cliente. Algo similar pasa con el aire acondicionado: los sistemas actuales son mucho más eficientes que los de hace diez años. De hecho, cambiar equipos con diez años de antigüedad sale muy rentable y la inversión se recupera en tres, cuatro o cinco años. ¿Seremos capaces en los próximos años de hacer cambios tecnológicos suficientes como para que sea rentable sustituir el equipamiento instalado? Lo veo difícil, porque estamos llegando a unos límites de eficiencia energética tan altos que el margen de mejora es muy pequeño […]

Suena intrigante, la verdad [risas]

El siguiente paso en esta industria sería empezar a aprovechar el calor en vez de tirarlo a la atmósfera, Un datacenter produce mucho calor, que ahora mismo se pierde irremediablemente, ¿por qué no utilizarlo para calefacción? ¿Por qué no buscar desarrollos – públicos y/o privados – que lo permitan? Este es el paso que viene: utilizar ese calor en vez de perderlo.


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