Casi monotemáticas, las presentaciones de la conferencia Google Cloud Next 2025 en Las Vegas, han estado dominadas por la inteligencia artificial. Aun así, la retahila de anuncios eludió las fantasías propias del género y así el evento destiló pragmatismo: esta división de la filial de Alphabet puso en escena la IA en su catálogo de servicios en la nube, al mismo tiempo que reforzaba su apuesta por el canal de distribución. Su CEO, Thomas Kurian, llegaba avalado por las cifras del primer trimestre: 12.260 millones de dólares de ingresos (crecimiento del 28,5%) y 2.100 millones (+142%) en su beneficio operativo. A paso más rápido que AWS y Microsoft, para más contento de Kurian.
Thomas Kurian
A estas alturas, parece evidente que el entusiasmo alocado por la IA generativa que el mundo ha vivido desde finales de 2023 se va recentrando en torno a los agentes de IA, fenómeno del que nadie quiere quedar fuera. En consonancia, Google Cloud ha lanzado una andanada cuyo detonante es Agentspace, que pretende conectar las necesidades de una empresa con las capacidades de búsqueda profunda de Googlemás las conversacionales de Gemini y una colección de agentes cuyo desarrollo queda en manos de terceros.
Con el propósito de incentivar el desarrollo de estos agentes de IA se ha presentado un AI Agent Development Kit (ADK) destinado a simplificar el proceso de creación de esta categoría de software. Se trata de un framework de código abierto que permite construir un agente de IA con menos de 100 líneas de código.
Como parte de este kit, Google Cloud ha incluido un paquete de herramientas predesarrolladas. Así, las empresas podrán conectar los agentes con más de un centenar de componentes que integran variados productos. Una de las claves de este Agent Garden (así lo llaman) es la interoperabilidad. Una cualidad vertebrada por un nuevo protocolo, Agent2Agent (A2A), que permite a los agentes procedentes de distintos proveedores comunicarse entre sí.
Con Vertex AI es posible usar todos los modelos funcionales de la compañía (Gemini. Imagen. Veo,…) así como sistemas open source de terceros (Llama, Mistral y DeepSeek). Significativamente, el único ausente es de su rival OpenAI, aunque Kurian dijo que estaría feliz de contar con él. Vertex AI también incluye Gemini 2.5 Pro optimizado para textos y códigos, así como la versión 2.5 Flash, prevista para ofrecer respuestas rápidas a un alto volumen de consultas.
En la ensalada de anuncios no ha faltado el hardware. Fundamental. El CEO de Alphabet, Sundar Pichai, se ocupó de presentar la séptima generación de TPU, bautizada Ironwood [nombre de una rosácea de madera dura] un acelerador orientado a mejorar las tareas de inferencia. Es una manera de dirigir la atención hacia los modelos de razonamiento que a la larga dedican más recursos a la inferencia que al entrenamiento. También se aborda así el uso masivo de aplicaciones y agentes de IA y sus costes operativos.
Además, el ADK es compatible con el Model Control Protocol (MCP) publicado en abierto por Anthropic [recuérdese que Google financia, en paridad con AWS, el desarrollo de esta compañía], con la principal virtud de favorecer la comunicación entre aplicaciones de IA y repositorios de datos y herramientas externas. Sobre esta base, los agentes de Google serán operables con AWS, Azure y otros proveedores cloud, así como aplicaciones de Oracle, Salesforce, ServiceNow o SAP.
Con la atención puesta en los agentes, Google Cloud lleva tiempo delegando una dosis de protagonismo en el canal de distribución. Precisamente este año, una de las fórmulas consistirá en renovar el programa de partners para fomentar la venta – con apoyo de equipos de Google – de servicios y agentes de IA desarrollados por aquellos. De tal forma que la compañía toma rumbo propio diferenciándose de OpenAI y, en esta medida, de Microsoft.
En el caso de Google, la construcción de agentes por terceros no sólo incentiva las suscripciones de pago a Workspace – pieza clave en la estrategia de la corporación, con varios frentes regulatorios abiertos – sino que, ante todo, enriquece todo el ecosistema de IA para las empresas. Se expusieron casos de uso reales como ilustración; más aún, si los agentes de IA tomaran la forma de un nuevo tipo de apps – sí, comparables a las de los smartphones, por qué no, los desarrolladores tendrían un estímulo para aguzar su creatividad y para ofrecerlo em las plataformas de Google. Según dijo Kurian, el crecimiento del negocio a su cargo se debe, sobre todo, al florecimiento del ecosistema que lo rodea. Y lo dice quien ha multiplicado por siete la facturación desde que fue fichado tras una larga carrera en Oracle.
En la suite de productividad ofimática Workspace, la IA lo permea todo en forma de agentes. La función Help me Analyze actúa como lo haría un analista de negocio sobre las tablas de Google Sheets; otro software permite generar un podcast con el contenido de un documento, pero también hay herramientas para automatizar tareas como el estudio de los clientes, la gestión de aprobaciones o la organización de correos electrónicos.
Gemini 2.0, con sus capacidades superiores para entender problemas reales y para actuar sin supervisión, se introduce en todos los clientes con Workspace. Nuevamente, he aquí una forma diferenciarse de le estrategia de Microsoft, cuyos clientes han de contratar Copilot como un añadido. Google, en cambio, ha optado por crear una base de usuarios potenciales para los agentes de IA, de manera que los partners tengan un caladero donde pescar. El instrumento para convencer a un cliente de pagar una suscripción no será genérico sino agentes IA personalizados para unas necesidades determinadas.
En su anhelo por reforzar la oferta propia de IA, Google ha incluido mejoras en Vertex AI, orientadas a entrenar y desplegar modelos y aplicaciones. Esta plataforma, cuyo uso se ha multiplicado por veinte el año pasado, ha alumbrado miles de aplicaciones y ofrece nuevas capacidades de entrenamiento y ajuste con datos propios.
Con Vertex AI es posible usar todos los modelos funcionales de la compañía (Gemini. Imagen. Veo,…) así como sistemas open source de terceros (Llama, Mistral y DeepSeek). Significativamente, el único ausente es de OpenAI. Vertex AI también incluye Gemini 2.5 pro optimizado para textos y códigos, así como la versión 2.5 Flash, prevista para ofrecer respuestas rápidas a un alto volumen de consultas.
En la ensalada de anuncios no ha faltado el hardware. Fundamental. El CEO de Alphabet, Sundar Pichai, se ocupó de presentar la séptima generación de TPU, bautizada Ironwood [nombre de una rosácea de madera dura] un acelerador orientado a mejorar las tareas de inferencia. Es una manera de dirigir la atención hacia los modelos de razonamiento que a la larga dedican más recursos a la inferencia que al entrenamiento. También se aborda así el uso masivo de aplicaciones y agentes de IA y sus costes operativos.
A lo anterior se suma otro factor que marca diferencias con OpenAI – una referencia por oposición – como gran rival en el plano tecnológico, como su socio Microsoft lo es en el comercial. Google permitirá en el tercer trimestre del corriente año que sus modelos más punteros se desplieguen en entornos on premise, a través de Google Distributed Cloud. Para ello, se ha asociado con Nvidia, con la finalidad de adaptar Gemini a la familia Blackwell y con Dell Technologies como partner. No es un detalle menor el que este servicio haya sido autorizado para los niveles de Secreto y Alto Secreto por el gobierno de Estados Unidos.
Kurian, visiblemente eufórico, destacó la amplitud del catálogo de servicios de IA para subrayar que Google tiene una ventaja competitiva. Es el único actor del mercado que controla e integra todas las piezas de la cadena de IA. DeepMind se ocupa del desarrollo de modelos, a la vez que gestiona la infraestructura, las plataformas como Vertex AI y baja al nivel de los agentes, cuya construcción por terceros facilita si fuera menester. Estas son las armas de que dispone Google en su abordaje a la IA y con ellas confía en ganar metros en una carrera cada vez más ajustada.