No pasa semana sin que se publiquen noticias – reales o prospectivas, a veces sólo un globo sonda – de alguna inversión multimillonaria en un centro de datos en España. Suele acompañarse de campañas de imagen de las comunidad autónomas, pero forma parte de un fenómeno global, una demanda de capacidades que se explica por una digitalización disparada. Tiene un atractivo irresistible: desde la barrera promete retornos a la inversión a capitales ajenos al sector. Y esto le confiere rasgos de ser una (otra) burbuja. Parecía buena idea preguntar por este asunto a Eulalia Flo, experimentada directiva y actualmente consejera delegada de la filial española de uno de los gigantes del sector.
La sospecha está al cabo de la calle: ¿hay peligro de que se esté inflando una burbuja de proyectos en torno a la entrada de nuevos actores al negocio de los centros de datos?
Nuestro punto de vista es el esperable de una compañía líder en infraestructura digital del siglo XXI. Aspiramos a que cuando alguien diga Equinix, quien lo oye sepa quiénes somos y a qué nos dedicamos. No hace falta añadir aquí el carácter crítico de los centros de datos en nuestra vida digital ni decir que esta es una de las primeras dimensiones de la sociedad actual. Equinix nació para ser un punto neutral de interconexión de Internet y esta sigue siendo nuestra vocación. Hay compañías con otros modelos de negocio en esta industria de la que lo primero a destacar es su juventud. También hay quienes anuncian que van a entrar en el mercado de centros de datos o que van a construirlos para terceros, pero sabemos poco de sus credenciales tecnológicas para desarrollar esos servicios, que de eso se trata.
[…] Algunos incluso despiertan sospechas de oportunismo.
Eso nos llevaría muy lejos […] De lo que no hay duda es de que esta es una industria intensiva en capital, que tiene una dimensión inmobiliaria innegable, pero lo que la hace específica como negocio es la infraestructura tecnológica.
La exigencia de inversión y de conocimiento es el boleto de entrada.
Hay una parte del negocio que consiste en ofrecer un espacio, pero lo esencial es la capacidad eléctrica para que se instalen los ordenadores y, por encima, se requiere una capacidad de interconexión. Por esto, muchos clientes nos eligen para ser su nodo de comunicaciones corporativas y en muchas situaciones hemos constatado que podemos ofrecer las mejores latencias entre distintas regiones metropolitanas.. Luego están los servicios y las soluciones gestionadas que podemos suministrar, claro. Los clientes que contratan con Equinix, normalmente están en más de una ubicación: creo que el 70% de la facturación de la compañía viene de clientes con presencia en tres o más ubicaciones. En España, tenemos algunos que están también en Miami, Sao Paulo o en Melbourne, que ya es estar lejos.
Entre ellas habrá multinacionales instaladas en España y empresas españolas, sobre todo en el Ibex 35, que también juegan entre las multinacionales.
En España tenemos unos 300 clientes, de los que una tercera parte son internacionales. El número varía con los sectores, naturalmente, pero a bote pronto puedo confirmar que el 42% del valor agregado bruto del sector financiero español está presente en los centros de datos de Equinix. Y hace muy poco hemos puesto en servicio de nuestro segundo datacenter en Cataluña, en L´Hospitalet del Llobregat, donde se reúne un mix interesante de empresas. Seguimos invirtiendo y se nota.
He leído que, globalmente, el 37% de la capacidad instalada la usan los hyperscalers y el 41% empresas. ¿Sirve como aproximación al mercado español?
Nuestro core, que internamente llamamos retail, tiene una parte de hyperscalers, pero estas compañías bien conocidas, lo que tienen contratado con nosotros es su on-ramp, sus interconexiones con la nube, al margen de que cuentan con centros de datos propios o especializados. Una parte importante de la clientela son los proveedores de contenidos online; luego hay determinadas cargas de trabajo que tienen que estar en el edge, situadas más cerca de la conectividad. Y tenemos una división, que llamamos xScale, dedicada a la hiperescala, que ha inaugurado un tercer centro en Madrid.
Equinix lleva veintiséis años en este negocio. ¿En qué ha cambiado?
El primer hito, obviamente, fue la expansión de Internet y, a su tiempo, la burbuja de las puntocom […] Después se generalizó el comercio electrónico y en 2020 tuvimos que hacer frente a la pandemia, que engendró el trabajo remoto y reactivó todos los servicios digitales […] El metaverso se ha quedado en nada, pero no sabemos si va a explotar más adelante. Ahora mismo, la explosión de la inteligencia artificial está planteando nuevas necesidades y todo indica que viviremos una mayor aceleración […]
Precisamente. Esa expectativa acentúa la sensación de burbuja, sea verdadera o falsa, ¿no le parece?
El tiempo dirá, pero creo que el mercado está recalentado por otras razones. Se espera la entrada en vigor de una normativa que obligará a los distribuidores de energía a publicar la disponibilidad de electricidad en cada punto de la red. Puede poner las cosas en su lugar. en ausencia de esa información, se ha ido acumulando una redundancia de solicitudes que podrían retirarse cuando se sepa si un proyecto, de centro de datos, en determinado lugar es energéticamente viable. Y por otro lado, hay inversores que se apuntan a lo que suponen puede ser un boom rentable de los centros de datos, al que intentan adelantarse. Son constructoras, grupos inmobiliarios, compañías eléctricas o fondos de inversión,… que andan buscando fórmulas de entrada al mercado. Puede que tengan capacidad de financiación, pero no sé si tienen la de desarrollar un centro de datos: por el momento, exploran oportunidades que no necesariamente podrán materializar.
No son principiantes: las oportunidades existen. ¿Qué modelo de crecimiento se puede esperar?
[…] No todo tiene la misma madurez. Por ejemplo, se habla mucho del edge ¿no es cierto? Bueno, pues nosotros no estamos viendo una demanda real del edge con baja latencia. No la vemos hoy, por lo que no contemplamos que se necesite montar un micro datacenter en cada torre de comunicaciones, como algunos han sugerido. Más bien, lo que vemos es que la ultra baja latencia estará contenida dentro de los vehículos, pero no podemos descartar una evolución distinta del mercado. Tenemos claro, en cualquier hipótesis, que estamos en una posición de privilegio por lo que he dicho: tenemos conexiones prácticamente privadas con la nube y esto nos permite manejar cargas hibridas.
¿Qué tal se lleva Equinix con los hiperscalers? Los cuatro principales [AWS, Azure, Google Cloud y Meta] están invirtiendo en España cifras muy importantes en Aragón, Castilla La Mancha y Madrid.
No son los nuevos entrantes de los que hablábamos. Los hyperscalers son clientes de Equinix y con ellos tenemos relaciones excelentes. Siguen sus estrategias y cuentan con nosotros para unos proyectos a la vez que no nos necesitan para otros. Personalmente, no creo que haya ningún hyperscaler que tenga al cien por ciento la propiedad de sus centros de datos en operación. En el futuro seguirá siendo así o más.
¿Es anómalo este crecimiento del mercado español o todos crecen pero sólo nos miramos en el espejo?
El crecimiento con el que podemos compararnos se observa en los mercados Tier 1, que en Europa son los FLAP [Frankfurt, Londres, Amsterdam, Paris]. Comparando, vemos que estamos a mucha distancia de ellos, que en ningún momento han dejado de crecer. ¿Qué estamos creciendo más rápido? Puede ser, por eso llama la atención, pero no los vamos a atrapar.
¿Hay razones económicas para que sean esas ciudades y no otras?
Desde luego que sí. No obsta para que ciertas cargas de trabajo requieran una capacidad energética, pero son agnósticas en cuando a su localización. Esto permite que aparezcan clientes nuevos que no son hiperescalares y que están a años luz de la inversión que estos pueden permitirse, pero agitan el mercado con iniciativas ligadas a la inteligencia artificial. Algunos de esos nuevos jugadores están o quieren estar en Europa y concretamente en el sur de Europa.
¿Qué cualidades propias tiene el mercado español?
Para empezar, ayuda mucho una buena posición geográfica como puente de conexión con América, así como otros la tienen en relación con Asia. Luego, muy importante, más de un 50% de la generación eléctrica en España tiene origen renovable. Al mismo tiempo, este es un sector que carga con la fama de ser un gran devorador de energía, pero no es del todo justa: la digitalización, no el procesamiento de los datos, es la causa de ese consumo de electricidad. Ahora bien, Europa y España están promoviendo la digitalización: si invertimos recursos para atraer trabajadores digitales a España, lo lógico será que consuman electricidad en España.
Apenas se conocen cifras sobre las condiciones económicas de este sector, no hablo sólo de la facturación, sino también del impacto de los costes en el precio de las prestaciones […]
Lo que a mí me consta es que en los últimos años se han acumulado unos factores geoestratégicos que han condicionado de manera duradera las cadenas de suministro y por lo tanto el coste de construir un centro de datos se ha incrementado. Todo el equipamiento se ha encarecido y de esto va a depender, en alguna medida, que haya escasez o abundancia de oferta. Además, según nuestras previsiones, el precio de la energía en España se va a mantener estable o ligeramente a la baja en los dos próximos años, salvo imponderables.
Está la cuestión de la obsolescencia del hardware y su impacto sobre el ciclo de vida de un centro de datos […]
Las nuevas generaciones de ordenadores son más densos y esta mayor densidad genera más calor. Es verdad que los fabricantes de hardware se están ocupando de que sus productos trabajen a temperaturas más altas y, por lo tanto, van a requerir menos refrigeración. O distintos tipos de refrigeración: estamos involucrados. Los ordenadores ya no se apagan y si ahora pienso en los últimos anuncios de Nvidia, pues resulta que llegan a los 100 megavatios por rack, una barbaridad. No se les puede enfriar por medios convencionales. Algunas de estas tecnologías son muy vistosas en una demo, pero presentan inconvenientes a la hora de ponerlas a escala comercial.
¿Cuáles son las principales innovaciones?
Una es la refrigeración líquida a la puerta del rack y otra la lleva el chip, directamente. Colaboramos con diversos fabricantes y ya es una realidad que algunos de nuestros centros de datos, como el MD5 en Madrid o el BA2 en Barcelona se han preparado para cuando vengan clientes que lo justifiquen.
¿Los nuevos entrantes siguen esa misma corriente de innovación?
Buen apunte. Más que nuevos entrantes, habría que hablar de nuevos postulantes. No me consta hasta qué punto son conscientes de lo que van a tener que reinvertir para adaptar sus centros de datos al constante cambio de la tecnología.
Al pasar, ha mencionado los costes de operación; ahora ¿cuál es la tendencia del precio facturado a los clientes?
Es una ecuación que no admite generalizaciones. Pondré un ejemplo: la nube es cara, se paga por máquina virtual y requiere seguir desplegando más VM. Nosotros facturamos por megavatios, pero en la actualidad es posible operar muchas más cargas por megavatio […] Son parámetros distintos para demandas distintas.
¿Qué pasa con la obsolescencia?
Pasa que tenemos un mix de clientes que nos protege frente a esa circunstancia. En ciertas zonas la densidad es más baja, con máquinas antiguas y entonces las vemos adaptando con inversiones.
¿Qué futuro espera a los nuevos entrantes?
[…] Dependerá de que sean capaces de entender y responder a las necesidades de sus cliente. Y de reconocer que sus clientes van a evolucionar y sus necesidades van a cambiar. Lo que significa que tendrán que seguir invirtiendo […]
¿Son demasiados?
No me corresponde valorar si son muchos o pocos. Dando una vuelta a su pregunta: ¿de los nombres que han salido en los medios, quienes son o podrían ser competidores reales para Equinix? No lo sé, nadie lo sabe. Lo que sí sé es que, de nuestra facturación, un alto porcentaje depende de veinte grandes clientes, de los que sabemos lo que necesitan y nos sentimos capaces de adaptarnos a esas necesidades.
¿Qué ventajas tendría Equinix con respecto a sus competidores, actuales o futuros?
Varias. La primera es la capacidad de interconexión. Tenemos casi medio millón de interconexiones en todo el mundo [nota: 472.000, según la documentación reciente] La solidez financiera de la compañía nos permite garantizar unos niveles de servicio con 99,999% de disponibilidad de los servicios. Y si un cliente viene a pedir más espacio para el año próximo, se la proporcionaremos […] Fundamentalmente, tenemos una trayectoria de largo plazo: llevamos 87 trimestres de crecimiento. No se me ocurre cuántos pueden decir lo mismo.