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No me siento inclinado por los asuntos bursátiles, pero hay veces que te saltan a los ojos, y no hay más remedio que abordarlos. Algo extraño pasa con las acciones de Apple. Desde el 10 de abril, cuando alcanzaron su tope histórico de 644 dólares, han bajado un 10% hasta el cierre del viernes; y por el camino se han dejado nada menos que 56.500 millones de capitalización. Extraño comportamiento, cuando se espera que mañana, martes, la compañía anuncie un excelente segundo trimestre fiscal, según consenso de los analistas. Los inversores parecen querer decir que ya ha alcanzado un nivel muy alto, a partir del cual debería encontrar un nuevo descansillo, más bajo. Es lo que técnicamente llaman una corrección.
O un correctivo, porque el problema de Apple – que han vivido antes otras cotizadas – es que empieza a ser vista como ´incumbente´: su presencia es tan absorbente, su dominio sobre ciertos segmentos tan alto, que las autoridades marcan de cerca sus movimientos. Esto se ha visto en los últimos días con la investigación sobre los mecanismos de fijación de precios en el mercado de libros electrónicos.
Lo normal sería que el viento vuelva a soplar a favor, si los resultados fueran tan buenos como dicen. Incluso pueden registrarse más subidones con la aparición de nuevos productos en los próximos meses. Pero el episodio habrá dejado un poco de preocupación entre quienes piensan que Apple ha acumulado demasiado poder: ha llegado a representar el 4% del índice S&P y el 18% del Nasdaq 100. Desde 1990, sólo cuatro compañías han estado en esa situación, y a las dos les ha durado poco: Microsoft (enero 1999) y Cisco (marzo de 2000).
Se ha cerrado una semana rica en noticias, en la que muchos grandes del sector han presentado sus resultados trimestrales. Como muestra, tres botones, tres que antaño fueron más que amigos.
Microsoft. En su tercer trimestre fiscal, ingresó 17.400 millones, con beneficios de 5.100 millones [el año pasado fueron 16.400 y 5.200 millones, respectivamente]. Ha superado las previsiones de Wall Street, y su cotización no está lejos del tope de los últimos cinco años. Puede pensarse que la proximidad de Windows 8 tiene mucho que ver, pero de momento lo más convincente es la fortaleza de las ventas de Windows 7 .
Intel. Presentó números razonables, ligeramente superiores a los cálculos de los analistas, pero no impresiona del todo a los inversores. Su entrada, esta semana, en los procesadores para móviles, es una buena noticia …tardía, con muchos interrogantes. Como los que acompañan el cambio en la relación entre Intel y Windows 8, con la llegada de otra arquitectura. Un contrapunto interesante para el observador, pero no necesariamente para los inversores.
IBM. El primer trimestre dirigido por la nueva CEO, Virginia Rometty, ha sido bueno en términos generales, pero siempre se pueden encontrar pegas: las ventas de hardware cayeron un 7%, las de servicios – el 57% de los ingresos totales – subieron sólo el 1% (aunque con un 11% de ascenso en los beneficios) y las de software han sido sólidas. La estrategia hacia 2015 confirma su paso.
El protagonista de mi post de hoy se llama Martín Casado. Hay videos suyos en YouTube, pero quien busque su nombre en las hemerotecas de la prensa española, sólo encontrará unas pocas líneas, en las que se insiste en destacar su condición de murciano. Por lo que parece, los otros méritos del personaje son secundarios (se nota que no se dedica a las redes sociales o cosas por el estilo, tan mediáticas). He visto un un titular muy expresivo: “Un murciano revoluciona el Silicon Valley”. La verdad es que el lugar de nacimiento de Casado no ha influído para nada en su trayectoria, ni se puede afirmar que su talento sea el fruto de la universidad española.
A finales de marzo, con un grupo de periodistas europeos con los que suelo compartir viajes a Estados Unidos, pasé una mañana en la sede de la empresa fundada por Martín Casado, Nicira Networks, en Palo Alto; de ella me ocupo en el post de hoy. Lo que me importa destacar en este comentario es que el interés de la visita no estuvo en la emigración de la familia Casado (cuando Martín tenía dos años, creo) sino en cómo una investigación académica en Stanford ha originado una tecnología revolucionaria y cómo de ella ha nacido una empresa capaz de hacer cosquillas a un gigante de la industria como Cisco. Que, por cierto, ha decidido dedicar 100 millones de dólares para hacer frente al desafío.
Sinceramente, si esta historia edificante nos enseña algo, no es precisamente un motivo de exaltación patriótica. Tampoco es como para recurrir al tópico de que nadie es profeta en su tierra (sic). Lo ha dicho con mucha gracia Scott Shenker, su antiguo profesor y hoy socio: “Martin is a f****** amazing guy”.
No voy a presumir de primicia, pero el mes pasado este blog ya avisaba que en el conflicto sobre patentes entre Apple y Samsung Electronics, estaba en el aire la idea de una tregua o, quizás, un acuerdo extrajudicial. Ayer se supo que una jueza de California ha conminado a ambas empresas para que sus máximos directivos, Tim Cook y Choi Gee-sung, se reúnan en su presencia para buscar una solución al capítulo estadounidense de un conflicto que ronda desde hace más de un año por tribunales de diez países. Si no hubiera acuerdo en 90 días, el juicio se celebraría en julio, les ha advertido. Pero lo más probable es que no haya acuerdo.
Aparte del explicable fastidio de la magistrada ante un proceso que, con toda probabilidad, escapa a su comprensión (como a la del resto del mundo), la noticia podría encubrir un cambio de actitud por parte de los litigantes, que últimamente han bajado mucho el ruido. Una vez más, se ve que Cook hace lo posible para combinar el inevitable continuismo con el conveniente distanciamiento de los aspectos más discutibles que ha heredado de Steve Jobs. Sería difícil de entender que el sucesor hipotecara su futuro como CEO en el objetivo de hundir a Android, como prometiera Jobs a su biógrafo. En cuanto a Samsung, ya ha comunicado su disposición a acudir al acto de conciliación convocado por la jueza Lucy Kohn.
Desde luego, para que un acuerdo fuera eficaz, las partes deberían desistir de acusarse mutuamente en otros países, pero una solución en Estados Unidos borraría todos los litigios pendientes. No está claro si la bajamar llegaría a otros a otros fabricantes, socios de Android, con los que Apple se enfrenta a dife. cantes, también socios de Android. Pero, ya que estamos especulando, el nuevo clima entre Apple y Samsung facilitaría un lanzamiento tranquilo del próximo Galaxy SIII, previsto en Londres en los primeros días de mayo, y un poco más tarde, el de la nueva tableta de la marca coreana. Es de suponer que esos productos – y el futuro iPhone – habrán sido diseñados para no provocar nuevos litigios. Ya lo dice el refrán castellano: “pleitos tengas, y los ganes”. ¿Cómo se traducirá al inglés y al coreano?
No recuerdo que dos pesos pesados como estos se hayan enfrentado cara a cara en un juicio oral. Ayer, Larry Ellison (67 años, con un patrimonio de 36.000 millones de dólares según Forbes) y Larry Page (39 años, 19.000 millones) testificaron ante un tribunal de California en el caso iniciado por Oracle para reclamar a Google el pago de 1.000 millones de dólares como indemnización por, supuestamente, haber infringido dos patentes que cubren su propiedad intelectual sobre Java (adquiridas con la compra de Sun en 2010). En la primera sesión, el juez trató de dejar claro que “este es un juicio de Oracle contra Google, no de Java contra Android”.
Puede que la admonición sea vana: si el veredicto diera la razón a Oracle, abrirá una brecha en el derecho – no del todo definido, por lo que se ve – que ampara el software de código abierto, y Google, además de pagar, tendría que modificar Android. Si, en cambio, la justicia se inclinara por la demandada, daría nuevas alas al sistema operativo que en este momento domina el mercado de los móviles.
Otro día, este blog se ocupará de ello. Valga por ahora reseñar las posiciones de las partes. Según Ellison, “si la gente pudiera ir copiando nuestro software para crear versiones baratas de nuestros productos, no podríamos seguir invirtiendo lo que invertimos”. Page estuvo más circunspecto pero fue directo: “lo que Oracle pretende no es proteger su propiedad intelectual sino apoderarse de una cuota del éxito de Google”. Un arreglo entre las partes, que se reveló imposible en la fase preliminar, es impensable una vez iniciado el juicio.
El comentario podría empezar por el clásico “¿sabías que…? Microsoft cuenta con un plantel de especialistas en open source, entre ellos el veterano Jean Paoli, que durante años ha desempeñado un extraño papel dentro de una compañía genéticamente hostil a ese movimiento. Pues bien, Microsoft acaba de crear una subsidiaria – Microsoft Open Technologies – con el objetivo de hacer avanzar los trabajos internos sobre software abierto y de lubricar las relaciones con una comunidad de desarrolladores poco proclive a tener tratos con la compañía de Windows. Al frente de esa estructura estará Paoli.
Los escépticos evocarán las diatribas de Ballmer contra Linux, pero eso es agua pasada; lo que ahora mueve molino es la urgencia de acelerar la presencia de Microsoft en dos tendencias que agitan la industria: big data y cloud computing. Y en ambas – de ellas se ha ocupado este blog, sin ir más lejos el pasado viernes – el protagonismo está de parte del movimiento open source. Abundan los ejemplos: OpenStack y Hadoop, pero también CloudStack (Citrix) y CloudFoundry (VMware), por no citar otros. La mayor parte del software comercial actual tiene elementos open source; tarde o temprano Microsoft tenía que reconocerlo, si aspira a mantener su influencia entre los programadores. Sin ellos, por ejemplo, no conseguiría arropar Azure con herramientas de desarrollo.
Paoli lo ha dicho con claridad: “Hay muchas diferencias entre el proceso de desarrollar software ´propietario´ y hacerlo a través de la comunidad open source. En algunos casos, es importante mantener ambos separados, y en otros hay espacio para la interacción […] Vivimos en un mundo mixto, y tenemos que tender un puente entre las tecnologías Microsoft y las que no son de Microsoft. Esto es lo que los clientes esperan de nosotros”. Cosas veredes, amigo Steve, que farán fablar las piedras [la cita es apócrifa].
Créase o no, el mercado mundial de PC ha vuelto a crecer en el primer trimestre, según el informe de IDC. Poco, es cierto: un 2,3% comparado con el mismo período de 2011, pero es mucho mejor que la previsión de descenso que manejaba la consultora cuando advertía sobre las consecuencias de las inundaciones en Thailandia. No han desaparecido los problemas de suministro, pero al menos los grandes de la industria se las han arreglado para mantener su nivel de producción (la prueba es que “los otros” han caído un 6,5%).
Entre las marcas líderes, HP se ha recuperado tras el bache del trimestre anterior: los 15,7 millones de unidades entregadas (+3,2%) representan un 18% del mercado total. Gracias, dice IDC, a que ha recuperado cuota en Estados Unidos y Europa, pese a que se trata de mercados saturados, remisos a comprar mientras no aparezcan las novedades que se anuncian y no llegan. Los momentos de incertidumbre vividos por HP el año pasado, se han trasmutado en optimismo al acercarse la presentación masiva de productos para la segunda mitad de 2012, período en el que se decidirá la suerte del ejercicio.
Continúa el ímpetu de Lenovo, que ha crecido nada menos que el 43,7%, pese a que todavía no ha terminado el ajuste fino del canal de consumo; sus 11,7 millones de unidades en el primer trimestre equivalen al 13,4% del total, y permiten a la marca china consolidar un segundo puesto arrebatado a Dell. El caso de Acer empieza a ser dramático: a pesar de la purga de ejecutivos e inventarios vivida en 2011, vuelve a declinar, y se queda por debajo del 10% de cuota. No se tome a mal si recordamos que hace ahora un par de años, la empresa taiwanesa pregonaba que alcanzaría el primer puesto en 2012. El quinteto de cabeza lo cierra su compatriota Asus, cuyas ventas florecen (un 22% de aumento) en la región Asia-Pacífico.
Las cifras del mercado español serán objeto de comentario en los próximos días.
La noticia ha producido un titular casi unánime: Sony despedirá a 10.000 empleados, el 6% de su plantilla mundial. ¿Sorpresa? Ninguna: es lo que se esperaba del nuevo CEO, Kazuo Hirai, que se ha propuesta el retorno de los beneficios en su primer año, después de cuatro consecutivos de pérdidas. Lo realmente interesante, a mi juicio, es la decisión de reducir en un 30% el catálogo de televisores de la marca, como parte del esfuerzo por recortar los costes de una división que fue la estrella de la marca pero no gana dinero desde 2003. Es posible que, ante la situación deprimida del mercado, otros fabricantes también pongan coto a la inflación de modelos, pero para ninguno la medida tiene un dramatismo comparable.
La división de entretenimiento – a la que Hirai debe su ascenso – va bien, una vez asumido que ha caído del primero al tercer puesto en el ranking de ventas de consolas. Este es uno de los problemas de Sony: ya no es líder de ninguna categoría, y esta circunstancia desluce la herencia que encuentra el nuevo CEO, pero cualquier avance que consiga será un éxito personal. Otro anuncio notable es la voluntad de externalizar gran parte de la fabricación de sus productos, una tardía imitación del modelo que tan bien le ha salido a Apple, pero sólo a Apple.
Nokia se las prometía felices tras la buena acogida de su móvil Lumia 900 en el mercado estadounidense, donde la marca nunca ha gozado de una popularidad comparable a la que tiene en Europa. Una semana después, la compañía finlandesa ha reconocido que ha perdido dinero en el primer trimestre, y no espera mejora en el segundo, debido a “la dinámica competitiva de ls industria”, que ha recortado las ventas de sus móviles Symbian en mercados de Oriente Medio, África, India y China.
Tiene que ser decepcionante para Stephen Elop, este derrape en su plan para devolver a Nokia el brillo que ha perdido. En las actuales condiciones, los problemas son tres, según ha dicho: tiempo, demanda y contexto económico. El comunicado de Nokia informa de que las ventas de su división Smart Devices han sumado 12 millones de unidades en el trimestre, de los que 2 millones han sido de la familia Lumia, a un precio medio de 220 euros. Casualmente, coincide con un informe de iSuppli según el cual la factura de materiales de un Lumia 900 (sin otros costes) asciende a 160 euros.
Anoche, la acción de Nokia perdía un 14%, precipitándose a la cotización más baja en 15 años. El problema se extiende a Microsoft, que tras el mal disimulado plantón de Samsung y HTC, depende enteramente de Nokia para levantar las ventas de Windows Phone. Desde luego, a este precio implícito, sería barato para Microsoft la compra de Nokia, pero ¿serviría para arreglar las cosas?
Los suicidios del 2010 de varios trabajadores de la fábrica de Foxconn en Shenzhen ya son historia. En un doble sentido, porque realmente han cambiado la marcha de la industria electrónica, tal como en los años 90 las cosas cambiaron para Nike, tras las denuncias de uso de mano de obra infantil. Ahora se trata de otra marca célebre y celosa de su imagen, Apple: en una actitud que le honra, Tim Cook ha aceptado las conclusiones de una investigación independiente, ha viajado a China, y ha forzado otra actitud de su principal contratista.
Los generosos márgenes de Apple le permitirán soportar el impacto con más holgura que otras marcas que también utilizan los servicios de Foxconn y otras de su clase. Los activistas que denunciaron el caso han acertado al poner a Apple ante una contradicción flagrante. Cook ha decidido no escudarse, como hiciera su predecesor, en la excusa del cumplimiento de la legislación local. Bajo presión, Foxconn ha tenido que subir salarios, reducir horarios y mejorar las condiciones de trabajo. Siendo como es el mayor de los contratistas asiáticos de outsourcing electrónico, el efecto dominó se extenderá al conjunto de esa industria, cuya facturación suma unos 360.000 millones de dólares [100.000 millones más que hace cinco años, 80.000 menos que dentro de cinco), mayormente a “fabricantes” de Estados Unidos.
Apple ha salvado la cara, y seguramente cargará con una parte de los costes incrementales de Foxconn, pero otras compañías corren ahora serios riesgos de imagen. Y lo más probable es que tengan que ajustar sus cadenas de suministro y elevar los precios de sus productos. Es una gran oportunidad para llevar a la práctica la responsabilidad social corporativa que predican en casa pero durante años han ignorado fuera.
El anuncio, ayer, de un acuerdo por el cual Microsoft adquiere a AOL un paquete de 800 patentes y la licencia no exclusiva de otras 300, por las que pagará 1.056 millones de dólares, confirma la fiebre de la industria por dotarse de estos activos como forma aguda de competencia. El año pasado, un consorcio – del que Microsoft forma parte junto con Apple – compró 6.000 patentes subastadas por la quiebra de Nortel. Días atrás, IBM vendió a Facebook las licencias sobre 750 patentes que el comprador espera usar en su defensa contra la demanda que le ha puesto Yahoo! por infracción de propiedad intelectual. Un analista de Jefferies calcula que RIM, el fabricante de BlackBerry, podría conseguir fácilmente un acuerdo para ceder el uso de una cartera cuyo valor estiman entre un mínimo de 1.000 millones y un máximo de 2.500 millones. Y, por supuesto, está en el aire el destino de los activos de Kodak, cuyo valor se estima en unos 2.600 millones.
Son cifras de vértigo. En el archivo de este blog se pueden encontrar antecedentes de una tendencia cuyos protagonistas más notorios son Apple, Samsung y Motorola (con Google en la trastienda). Es una carrera desenfrenada entre los gigantes de las TI para protegerse a sí mismos contra amenazas legales, o para tener munición contra sus competidores. No todos consiguen rentabilizar el capital intelectual, sin embargo: InterDigital (cuyo rol es precisamente el de coleccionista de patentes) ha tenido que renunciar a la subasta de su cartera de patentes porque no podría conseguir el precio esperado; en cambio, la está ofreciendo por piezas.
El descanso de una semana, santo o pagano, no ha disipado nuestras inquietudes; más bien al contrario: hemos vuelto al trabajo con desasosiego. Dice el ministro de Economía que “los mercados” castigan a España por la incertidumbre europea; en otras latitudes opinan exactamente lo contrario, y reclaman que España imponga más disciplina fiscal y más austeridad, lo que inevitablemente significa menos o ningún crecimiento. Mientras tanto, se confirma el desacople de las economías de Estados Unidos y Europa, y en los últimos días vuelve a presentarse nosotros el espectro de “japonización” de la economía europea.
Los pronósticos del economista Nouriel Roubini son tan sombríos como suelen ser en quien goza del apodo Dr. Doom. Leemos uno muy preocupante en su blog EconoMonitor: “a Europa podría irle peor que a Japón, que vivió años de recesión y estancamiento, pero nunca una depresión del alcance de la que puede sufrir Europa si prosigue con sus políticas actuales de ajuste”. Hasta ahora, los indicadores fundamentales de la debilidad europea han sido las primas de riesgo de la deuda soberana, pero aparecen síntomas de desfallecimiento general del euro. Son varias las multinacionales que han empezado a preparar planes de contingencia para el supuesto de que la moneda única dejara de existir o, como poco, pasara a representar un grupo más compacto de economías, lo que a efectos prácticos sería tres cuartos de lo mismo.
Si nos limitamos al sector de las TI, ya tenemos una primera expresión estadìstica de las fricciones monetarias. Gartner ha procedido a revisar su pronóstico de gasto mundial en tecnología, en una doble vertiente: calculado en dólares corrientes, el crecimiento sería este año del 2,5%, y no del 3,7% como se esperaba; en dólares constantes – con base en las paridades de 2008 – la revisión es al alza, del 4,6% al 5,2%. La diferencia entre uno y otro método de cálculo es un reflejo de que el resto de las monedas está experimentando una depreciación con respecto al dólar, pero esto no significa, objetivamente, que el dólar se afiance.
Vaya por delante que ningún estudio de los que se publican cada semana, firmados por reputadas (o desconocidas) consultoras, y/o patrocinados por alguna empresa del sector, puede estar libre de condicionamientos. Son aproximaciones a la realidad, y en esto reside su valor. Viene a cuento de uno de esos estudios – promovido por Tata Consulting Services – que, a través de una encuesta a 600 grandes compañías, desinfla ciertos tópicos acerca de cloud computing. Por ejemplo, la noción de que el principal motivo para la adopción de la nube sería la posibilidad de desplazar capex a opex, aliviando los presupuestos de TI porque así tienen más posibilidades de pasar el filtro de las restricciones financieras.
No es una casualidad que el estudio lo haya patrocinado una empresa india. Pues la encuesta www.tcs.com/cloudstudy concluye que el primer motivo no es el citado, sino la oportunidad de estandarizar el software y procesos existentes. En lugar de acometer una costosa (y nunca tranquila) sustitución del inventario de TI, pasarle la pelota a un proveedor externo sería la opción preferida por la mayoría de los encuestados. Aquí se nota que el sponsor factura 8.000 millones de dólares en servicios. Pero una cosa no quita la otra: muchas respuestas muestran disposición a recuperar la “internalización” de funciones si, pasados varios años, se descubriera que los costes del modelo cloud (no sólo los monetarios) pueden ser superiores a los de mantener las funciones on-premise.
Otra convención afirma que Europa lleva retraso en su adopción del modelo cloud. Es cierto, si se acepta que la muestra es representativa. En Estados Unidos el 19% de las aplicaciones han sido movidas a la nube, y en Europa la proporción sería del 12%, una diferencia que no parece insalvable. Veamos, ¿para alguien es una sorpresa que las empresas de estas regiones vayan rezagadas con respecto a las asiáticas y latinoamericanas, en las que los porcentajes son del 28% y 39%, respectivamente? No obstante, el recurso de la nube se habrá multiplicado en todas las regiones al acabar 2014: Estados Unidos (34%), Europa (25%), Asia-Pacífico (52%) y América Latina (54%). Mi manera de leer estos resultados es sesgada, parcial y un punto escéptica; por tanto, confieso de antemano mi dosis de subjetivismo, pero los transcribo.
Hay estadísticas tan previsibles que crees conocerlas de antemano. Por ejemplo, esta: Intel es el líder mundial del mercado de semiconductores. Pues claro, lo ha sido durante décadas, y el interés se desplaza a los detalles. Según el informe final de IHS iSuppli, el mercado mundial creció el 1,3% en 2011, hasta 311.400 millones de dólares. La facturación de Intel (48.700 millones) equivale al 15,7%, la cuota más alta en diez años; durante 2011, ha disfrutado de un generoso 20,6% de crecimiento.
Hasta aquí, nada que no supiéramos o supusiéramos. Intel ha tenido buenas ventas de sus microprocesadores para PC y servidores, y la compra parcial de Infineon le ha permitido meter el pie en los chips para móviles. Ha ensanchado su ventaja sobre Samsung, número dos, que ha cerrado el año con 28.600 millones de dólares, apenas seis décimas de avance. Siguen Texas Instruments y Toshiba, etcétera. En la lista de 25 fabricantes destaca Qualcomm, que pasa del noveno al sexto puesto, con un crecimiento insólito del 41,6%. Claro está que en parte se deba a la consolidación de adquisiciones durante el año, pero lo mismo podría decirse de otros, ¿por qué habría de ser un demérito?
Basta mirar la tabla de la consultora para ver que, si se detrae la cifra del líder, el resto de los fabricantes (302 en total) ha sufrido una contracción conjunta del 1,7% comparada con 2010, y casi la mitad de esas compañías han perdido facturación. De manera que si lo que se busca es un síntoma, lo mejor será no tomar la parte por el todo.
Al hilo de mi comentario del sábado (en realidad, el comentario de A, el lector viajero), otro lector me hace llegar una información que guarda cierta relación. China Telecom, tercer operador de su país, se prepara para lanzar en mayo un operador virtual en Reino Unido. A priori, es fácil imaginar cuál es su business plan: llamadas baratas para compatriotas expatriados; pero sus portavoces rechazan rotundamente esta asociación entre nacionalidad y low cost. Cada año, medio millón de turistas chinos visitan Londres, y en 2012 serán 700.000 por los Juegos Olímpicos, una buena plataforma de lanzamiento para el nuevo servicio.
Ciertamente, el mercado británico es apetitoso, pero colmado: los operadores virtuales son decenas, y el número de suscriptores llega a 11 millones, el 12% del total. Lo que hace falta, sobre todo, es una red de distribución y una escala que permita negociar el margen con el operador anfitrión. En otros países, los MVO orientados a la inmigración han tenido éxito (Lebara en España, el turco Ay Yildiz en Alemania) o no: Maroc Telecom, por ejemplo, ha tirado la toalla en Francia, donde se las prometía muy fáciles.
La iniciativa de China Telecom no puede ser un hecho aislado. Sin descartar que pueda tener otras ambiciones, su siguiente paso será implantarse en Francia, luego en Alemania e Italia, y quizás en España, si encuentran un operador de red bien dispuesto. El bien informado lector sugiere, sin pruebas, que China Unicom – en la que Telefónica tiene una participación del 10% – podría adelantarse en el mercado español. Lo escribo con toda la prudencia del mundo, pero la secuencia da mucho que pensar.
Que Apple es la empresa más rentable entre las que fabrican y/o venden dispositivos móviles, no es algo que sorprenda. Hay buenos motivos: precios altos, márgenes generosos, cadena de suministro bien controlada, poder de negociación frente a los operadores, una red de tiendas propias …todo ayuda a que supere en rentabilidad a sus rivales. Un estudio de UBS la compara con Samsung, y concluye que entre las dos se llevan la mitad de los beneficios de esta industria (36% + 15%) y ¡más del 90% del EBITDA total!
Es una coincidencia, o no, que ambas empresas anden a la greña en materia de patentes sin que esto debilite la condición de la coreana como primer suministrador de componentes para los productos más famosos de la californiana. Según el desglose publicado por IHS iSuppli, Samsung, según el modelo) del coste de materiales de un nuevo iPad. Pero esto no ayuda en nada a aflojar la alta tensión entre ambas. En todo caso, es un síntoma de que la integración vertical sigue siendo una fórmula de éxito: si alguien puede hacer sombra a Apple, ese alguien se llama Samsung.
Y si algún lector se pregunta quién se acerca en rentabilidad a estos dos, mejor será que olvide a los competidores habituales. Nokia, a la que en 2007 se atribuían dos terceras partes del EBITDA del sector, anda ahora por debajo del 5%. En cambio, el informe del banco suizo apunta a Huawei como el tercero en este ranking informal de rentabilidad. Y lo explica así: “aunque en el mercado es un actor relativamente menor, supera a la mayoría por su eficiencia de costes y habilidad para escalar de la gama baja a la más alta”. Tomamos nota
Un suscriptor de la primera hora, a quien llamaré A, me envía un relato de su viaje a Etiopía. Entre otras observaciones sociológicas, he elegido la siguiente. “Hay muy poca agua corriente, pero una excelente cobertura de móviles: muchas torres de comunicaciones en medio de la sabana o en las tierras altas, la mayoría alimentadas por placas solares. Cuando entras en una choza y sacan baratijas para venderte, la caja de cartón tiene el logo de ZTE. Esta cobertura es buena para móviles, pero no siempre para Internet […] encuentras chozas de chapa corrugada en las que hay un par de ordenadores muy antiguos que, a velocidad muy lenta, permiten conectar al precio de 1 birr (4 céntimos de euro) por minuto”.
Mi corresponsal opina que después de China e India, el continente de mayor crecimiento será África. “De momento, en los vuelos interiores viajan pocos turistas, empleados de ONG diversas y, sobre todo, muchos técnicos chinos que construyen pantanos, carreteras y…redes de telecomunicaciones”.
El mensaje de A concluye con una noticia halagadora: “No he dejado de seguir tus artículos. Te aseguro que los he leído todos; no a medianoche, como suelo, pero de tres en tres cuando tenía conexión a mano”. Desde España, lo agradezco.
Mis lectores habituales saben lo que pienso de la tesis sobre la famosa era post-PC, porque lo he escrito a menudo. No comparto la idea y, con franqueza, me parece otra cantinela de marketing, de la que se hacen eco entusiastas que la han transformado en un titular más radical todavía : la muerte del PC. Otra cosa sería si dijeran que el PC tiene que evolucionar al comps que marcan la tecnología y los usos sociales. Es cierto que smartphones y las tabletas ocupan espacios adyacentes y crecientes, y está comprobado que su mercado es más grande que el de los PC. Pero no hay fundamento para sostener una sustitución en un plazo predecible.
IDC publicó ayer su proyección de los despachos de PC hasta 2016. La cifra de partida es la de 2011: 353,3 millones de unidades, que subiría hasta 518,3 millones dentro de cinco años. Según esos cálculos, el desktop no desaparecería, aunque crecerá sólo un 9%, y los portátiles ocuparán su espacio y más. Tiene sentido la estimación de que los mercados emergentes crecerán más que los maduros, hasta representar el 63% del total de unidades al final del período. Echando cuentas, el total de PC despachados en cinco años será de casi 2.600 millones de unidades. No sabemos cómo serán, pero si aceptamos el cuánto, parece más que suficiente para mantener viva una industria, que tampoco sabemos si se parecerá a la que conocemos.
Rectificación sin atenuantes. La división Personal Systems Group de HP no pierde dinero, como escribí ayer en este newsletter. En 2011, tuvo beneficios de 2.350 millones de dólares sobre unos ingresos de 39.574 millones, y en el primer trimestre del año fiscal 2012 (noviembre-enero) mantuvo una performance similar: 8.873 millones de ingresos y 464 millones de beneficio. Por consiguiente, mis disculpas por el error, y mi agradecimiento a quienes me lo hicieron ver.
La metedura de pata me obliga a anticipar una valoración provisional que hubiera preferido postergar. Toda la actividad de HP se concentrará en dos grandes bloques que corresponden a sendos modelos de negocio. Uno de volumen (PSG+IPG) – que no es sinónimo de consumo – y otro cuyo nombre lo dice todo: Enterprise Group. A cargo del primero estará Todd Bradley, y del segundo se ocupará Dave Donatelli.
Junto a estos pesos pesados, el organigrama se completa con otros dos altos mandos de carácter transversal. Todas las funciones de marketing convergen en Marty Homlish, una de las pocas contrataciones de Leo Apotheker (con quien había trabajado en SAP) que han sobrevivido a su marcha. Por su lado, Henry Gomez, responsable global de comunicación desde enero, es un viejo colaborador de Whitman: estuvo con ella en eBay y luego la asesoró en su candidatura a la gobernación de California.
No quiero perderme en los detalles. Lo relevante, creo yo, es que ahora puede decirse que Meg Whitman ha tomado las riendas del turnaround. Está clarísimo que los resultados de 2012 van a depender exclusivamente de ella, y no podrá abusar de las excusas sobre la herencia recibida.
Tenía mis temores acerca del post de ayer, por apartarme de los asuntos habituales del sector y el mercado. Pero la experiencia ha sido gratificante: en un primer recuento de audiencia, ha resultado ser la segunda pieza más leída en lo que va de año. Y, lo que tal vez sea más importante: he recibido algunos correos con valiosas reflexiones para seguir con el tema. Pero como la actualidad aprieta, y el post de hoy ya estaba escrito, tengo que decir algo rápido acerca de la noticia sobre la reestructuración de HP, revelada anoche por el Wall Street Journal.
Las divisiones de sistemas personales (PSG) y sistemas de impresión e imagen (IPG) se combinarán en una sola unidad de negocio. Ya estuvieron juntas hasta 2005, y la experiencia no dejó buen recuerdo en la compañía, pero las circunstancias son otras: la primera pierde dinero y la segunda lo gana, esto es público. Sin conocer más elementos – hoy Meg Whitman afronta su primera junta de accionistas y este será su golpe de efecto para la ocasión – todo lo que se puede decir es que la jugada tiene riesgo, por la delicada fusión de dos estructuras que no necesariamente encajan bien. El responsable de la nueva unidad será Todd Bradley, y Vyomesh Joshi dejará la compañía.
En su día se comentó que Leo Apotheker consideró esa posibilidad antes de liarse la manta a la cabeza y anunciar su disposición a vender PSG. Fue el desencadenante de su caída, y Whitman deshizo en octubre aquella discutible decisión. La suya de ahora, también será discutida.