La semana que viene volverá a Barcelona la conferencia anual de VMware para clientes europeos. Antes llamada VMworld, ha sido rebautizada como VMware Explore, el cambio subraya que la compañía está en transición, aguardando la luz verde para la absorción por Broadcom al precio de 61.000 millones de dólares. La espera podría durar hasta mediados de 2023, por lo que la compradora ha insistido ante la Comisión Europea para acelerar la autorización, dando por cierto que un gesto de Bruselas agilizaría el trámite en Washington, donde puede encontrar más oposición. Esta cuestión nada trivial subyace en los prolegómenos del evento que, como otros años desde 2012, ocupará varios pabellones de la Fira.
Para el equipo directivo de VMware, el evento representa una oportunidad de asegurar a la clientela europea que no habrá ruptura de estrategia y que la compañía tendrá con el nuevo propietario la misma (o más) autonomía de la que tenía con un accionista dominante pero no único, Michael Dell. Para Broadcom, es la hora de mostrar su mejor cara y de convencer a quienes temen que repita las poco edificantes maneras de adquisiciones anteriores.
Y, en fin, para los asistentes llegados de toda Europa, Explore dará ocasión de un primer contacto con las novedades presentadas en septiembre en San Francisco. Algunas están disponibles o a punto de estarlo. Además, habrá alguna otra reservadas para que Raghu Raghuram, CEO de VMware, reitere ante otra audiencia su discurso ya conocido: la estrategia no variará y le consta porque se lo ha dicho el nuevo propietario.
Hay argumentos poderosos para creerle. A los cinco directivos de más alto rango, se les han fijado primas de permanencia: si una vez se complete la transacción no se marchasen de la compañía, recibirían una compensación acorde con el deseo de continuidad. En el caso de Raghuram, esa remuneración extraordinaria tiene una base de 52,5 millones. Habrá premios menores para los miembros del consejo saliente, que han aprobado la adquisición: son primas más modestas, desde unos cientos de miles de dólares a los 21 millones que recibirá Michel Dell, hasta ahora chairman de VMware.
Está muy bien que esos mensajes se hagan oír desde la cúpula de VMware, pero el CEO de Broadcom, Hock Tan, ha salido al paso de la aprensión de la que se han hecho analistas de Gartner y Forrester. En septiembre, circulaba una encuesta – de dudosa verificación – según la cual al menos un 40% de los clientes decían estar inquietos por lo que pueda pasar tras la toma de control de la compañía.
Se puede ver con ironía el hecho de que, en las mismas fechas, Barcelona será anfitriona de una multitudinaria conferencia de Gartner [el aforo se ha colmado hace tiempo], la consultora que con ahínco ha sembrado dudas acerca de las intenciones de Tan. Un informe del analista Andrew Lerner advierte que “el primer temor de los clientes de VMware es que Broadcom esté pensando en aumentar los precios de sus licencias […] especialmente en aquellos que han vivido la experiencia de adquisiciones previas de Broadcom. Recuerda Lerner que, tras la absorción de CA y Symantec, numerosos clientes de esta se quejaron del drástico aumento en sus costes cuando llegó el momento de la renovación”.
Stephen Elliott, analista de IDC, ha escrito una opinión diametralmente distinta: recomienda a los clientes “redoblar” su relación con VMware. “La actitud que observamos en Broadcom es una voluntad de aprender de VMware, que tiene unas prácticas comerciales dignas de ser emuladas”.
Aun antes que Tan, Raghuram quiso dejar constancia de que la advertencia de Lerner no tiene sustento. En todo caso, ha dicho, aquellos clientes que temen un aumento de precio de sus licencias, tienen la posibilidad de una renovación anticipada, dijo. Pero Raghuram es Raghuram y se echaba en falta la palabra de Tan, quien finalmente se expresó a través de su blog: sería insensato que pusiéramos el foco de una adquisición de esta magnitud en castigar a los clientes con incrementos de precios, vino a decir.
Lo que sintoniza el discurso de Tan con el el de Raghuram es la necesidad de transmitir garantías que hagan olvidar las prácticas del primero en el pasado. “VMware desarrolla tecnología con una visión de futuro y se dirige a un mercado en crecimiento. Sobre esta premisa hemos construido la oferta de compra – ha dicho el CEO de Broadcon – basada en mantener el actual modelo de negocio, incrementar la actividad de I+D y poner de relieve el valor de la oferta de productos. De ninguna manera estamos pensando en una subida de precios”.
Otra cuestión de más enjundia es el debate acerca de si Broadcom y VMware comparten la misma acepción del fenómeno multicloud. La posición de Raghuram es conocida y no es en absoluto distinta de la que la compañía siguiera durante los últimos años, cuándo él dirigía esa línea de negocio. Los anuncios de septiembre y los que se anunciarán en Barcelona, van en esa dirección.
La documentación enviada a la comisión estadounidense de valores incluye una interesante proyección de ingresos de VMware durante los próximos cinco años. Partiendo de la expectativa de 13.350 millones a finales del corriente año fiscal, ambas partes estiman que llegarán a 18.893 millones a finales de 2027. El documento precisa que estas cifras serán estimuladas por el componente de suscripciones SaaS, que VMware prevé incrementar “desde 26% al 37% en el año fiscal 2023 hasta que en 2025 representen un 46% del total”. Una golosina apetecible para un comprador goloso.