VMware lleva cinco meses segregada de Dell, que fue su propietaria desde 2016 y Raghu Raghuram lleva diez meses como su chief executive officer, por lo que le ha tocado en suerte consumar un proceso que habían puesto en marcha por Michael Dell y Pat Gelsinger. Esta conversación tuvo lugar a comienzo de marzo, durante el Mobile World Congress de Barcelona, en el que se puso en evidencia una fluida complicidad estratégica entre la compañía y los operadores de telecomunicaciones. A propósito de Barcelona: la semana pasada se anunció que la edición europea del evento anual de VMware, rebautizado Explorer, volverá a celebrarse presencialmente en la Fira entre el 7 y el 10 de noviembre de este año.
Disculpe la vulgaridad de la primera pregunta: ¿cómo se han vivido en VMware estos primeros meses de independencia tras el spinoff?
No es original, pero comprendo que sea necesaria […] Disfrutamos lo mejor de dos mundos: por un lado, mantenemos una estrecha relación de trabajo con Dell y, por otro, ciertas compañías que antes evitaban relacionarse con VMware por considerarnos parte de un competidor han pasado a vernos como socios sin esas reservas pasadas. No lo digo en abstracto: este cambio de actitud está teniendo efectos operativos.
Y para usted, ¿qué ha supuesto estrenar su posición como CEO en estas circunstancias?
Entiendo mi papel como la cristalización de una estrategia de la que he participado durante años. Hemos entrado en la era multicloud, que nuestros clientes van a atravesar durante la próxima década. Para VMware, el significado de esa era está muy claro: las empresas, clientes o no, están haciendo uso de diferentes nubes, ya sean públicas o privadas y han empezado a dar pasos hacia el edge […] Aquí mismo, en el Mobile Congress, estamos viendo una explosión del cloud en la evolución estratégica de los operadores. Pero también se habla de la búsqueda de soberanía tecnológica en Europa, un deseo que encaja perfectamente con la política de VMware que pone a disposición de los clientes la gestión y el control de todas sus aplicaciones, así como de la red y de la seguridad. Puedo decir con certeza que esa política funciona: los clientes nos dicen que es exactamente lo que estaban necesitando.
Con los años, VMware ha evolucionado desde la virtualización al centro de datos definido por software y ahora mismo está centrada en la noción de multicloud, que se solapa con las alianzas selladas con todos los grandes hyperscalers. Es sabido que Amazon Web Services ha sido definida hace años como socio preferente, pero ¿se puede esperar una relación equivalente con Azure, Google Cloud y otros proveedores?
Que AWS sea nuestro socio preferente no excluye mantengamos relaciones excelentes y fructíferas con Azure, Google Cloud, Oracle, IBM o Alibaba. VMware ofrece al mercado una pila de infraestructura cloud abierta y basada en Kubernetes, válida para esos seis entornos cloud. Por consiguiente, es correcto afirmar que se trata de una oferta multicloud, sin ninguna duda. Y que, precisamente por esta característica, estamos en las mejores condiciones para desplegar cualquier aplicación sobre cada uno de ellos usando cualquier herramienta.
¿A qué se debe la diferencia de tratamiento entre AWS y el resto?
A una sola razón: hemos pactado hacer con AWS algo más de desarrollo que con sus competidores. Con un rasgo adicional: hemos diseñado una estructura de go-to-market en común. Pero lo que prima en la preferencia es el desarrollo conjunto.
Sigo sin ver por qué no se puede trasladar esa misma experiencia a los demás proveedores cloud
En realidad, hay unas cuantas cosas que hacemos con todos sin distingo, pero cada acuerdo de partnership tiene un origen negociado que explica su contenido en la práctica […]
Una tercera parte de los ingresos de VMware [3.205 millones sobre casi 13.000 millones] el año pasado han correspondido al capítulo SaaS + suscripción. Y por primera vez ha superado el monto de la venta de licencias. ¿Cree que hay algún porcentaje que pudiera ser un límite razonable?
Personalmente no creo que fuera razonable pretender un porcentaje demasiado alto. Ya hemos dicho públicamente que para el año fiscal 2025, es decir dentro de tres, la cuota de SaaS más suscripción será superior al 40%. En el actual, esperamos que sea un 35%.
¿Observa alguna resistencia en los clientes a la extensión del modelo más allá del 40%?
¿Resistencia? No lo diría así. Pero a una parte importante de los clientes les conviene el modelo de licencia, es así de simple; naturalmente, nada tenemos que objetar. Pero el número de los que prefieren el modelo de suscripción va en aumento.
Habrá alguna razón por la que prefieren las licencias. Según recuerdo, usted ha dicho que VMware no puede limitarse a predicar el cloud first sino que debe calibrar qué aplicaciones merecen una migración prioritaria. La modernización de aplicaciones es un mensaje en el que Pat [Gelsinger] insistía
Claro, es una línea de acción que suena muy bien al oído de la mayoría de los clientes, pero la verdad es que nuestro producto todavía lleva poco tiempo disponible. Prevemos una adopción fulgurante durante los tres próximos años, una fuerte demanda de Tanzu.
Uno de los problemas que con frecuencia se señalan es que Kubernetes no es precisamente fácil […] ¿Resuelve Tanzu esa complejidad que a muchos les parece intrínseca?
Rotundamente sí. Simplificar Kubernetes es uno de los problemas que tratamos de resolver con Tanzu: hacer más sencillo su manejo. Hay otro problema conexo al que prestamos atención, la necesidad de facilitar a los desarrolladores los medios adecuados para la construcción y el despliegue de aplicaciones con Kubernetes.
Hace unos minutos ha mencionado el movimiento hacia el edge ¿Cuál es, desde su punto de vista, el estadio en que se encuentra?
Resulta excitante ver cómo avanza. Es algo que hemos visto aquí mismo, en el Mobile Congress.
Sí, se ha hablado mucho de edge, pero el avance es lento y dispar según de qué países y de qué regiones hablemos […]
Es natural que el ritmo no sea homogéneo. Si observamos la realidad del mercado, ahora mismo sería difícil encontrar una compañía industrial que no tenga algún software en el edge controlando la maquinaria de planta. Y prácticamente todas las cadenas minoristas están en parecida situación. Recuerde que cuando hablamos de edge, estamos hablando de una nueva generación de aplicaciones, algo que necesariamente tiene que ser gradual.
He leído que existe una notable diferencia de porcentajes de adopción entre Estados Unidos y Europa ¿A qué se debe?
Las diferencias existen, pero tienen más relación con el sector que con la geografía. A mi entender, la adopción depende mucho más del desarrollo de nuevas aplicaciones que de cualquier otro factor. Las prioridades de las empresas, al menos las de nuestros clientes, tienden a la construcción de aplicaciones para la nube, pero empezamos a ver cómo aparecen nuevas aplicaciones concebidas directamente para el edge. Quiero insistir en que el elemento determinante es la capacidad de desarrollo.
Por lo tanto, ninguna retórica promovería mejor la migración hacia el edge que la proliferación de nuevas aplicaciones
[…] Puede decirlo así, pero hay dos cosas que considerar en relación con el edge. Una, evidentemente, son las nuevas aplicaciones, pero otra es la inevitable renovación de la seguridad y de los servicios de networking. Las dos están pasando en este momento, no son retórica.
A propósito de la seguridad: adquisiciones como la de Carbon Black originaron en su día un mensaje potente de VMware en torno a la cuestión, pero mi impresión es que se ha ido diluyendo con el tiempo […]
Que hablemos de aplicaciones y de multicloud, de ninguna manera quiere decir que restemos importancia a la seguridad. Más bien lo contrario. Estratégicamente, ponemos el acento en lo que denominamos intraseguridad: queremos embeber la seguridad en la plataforma, para que se aplique automáticamente a las aplicaciones. Pero lo que ha dicho me hace pensar que tal deberíamos hablar más de seguridad […] Si no hablamos de ella, alguna gente puede pensar que la hemos olvidado.
Dos categorías han ganado protagonismo durante la pandemia: HCI (Hyperconvergent Infrastructure) y VDI (Virtual Desktop Infrastructure). En las dos, VMware compite con Nutanix […]
Se trata de negocios diferentes, empecemos por señalarlo […] VDI sigue siendo una categoría muy potente. De hecho, el mercado está viviendo un movimiento explosivo de migración hacia la nube que le añade potencia. Creo que lo hemos hecho bastante bien y que, en consecuencia, Citrix [nota: considerada líder histórico de ese segmento de mercado] se ha debilitado y muchas empresas han acudido a VMware en busca de soluciones de VDI. He dicho que son negocios diferentes porque lo son en muchos sentidos: en HCI nuestro liderazgo es amplio, con el 45% de cuota de mercado. Yo añadiría que la continuidad de la alianza con Dell nos está permitiendo asociar nuestra solución a sus dispositivos de almacenamiento, pero a la vez podemos hacer lo mismo con Lenovo. Cuando sus clientes construyen una nube privada, lo hacen sobre nuestra HCI […]
Estamos en el Mobile World Congress, por lo que resulta imprescindible preguntar por la evolución de las relaciones entre VMware y las telecos.
Tenemos con ellos una trayectoria de años, de la que podemos estar orgullosos. Al principio, en el datacenter, en la virtualización de sus redes y ahora en el despliegue de 5G. Este año se nos presenta un escenario propicio con 5G y el edge, pero también con la desagregación de las redes gracias a Open RAN. Vodafone es uno de los grandes operadores globales que abordan 5G con nuestro software […] Hemos firmado contratos con Telefónica en múltiples geografías y pronto habrá más noticias [tres semanas después se anunció un contrato en Reino Unido con Virgin O2 relacionado con VMware Telco Cloud].
VMware tiene por costumbre preparar el terreno para sus futuras líneas de negocio presentándolas como proyectos. Pacific y Monterey ya han dejado ese estadio y ahora están en marcha Cascade y Arctic. ¿De qué se trata exactamente?
Al anunciarlos como proyectos, preparamos a los clientes mostrando por anticipado una hoja de ruta creíble. Ya que lo menciona, Monterey estará disponible este año. Con Arctic, damos otro paso hacia la conversión de vSphere en una plataforma híbrida que pueda ser controlada desde la nube y parcialmente automatizada […] que también estará inicialmente disponible en 2022. Con Cascade, lo que se pretende es que vSphere pase a ser un sistema de control con una API cuya superficie será enteramente definida por Kubernetes. La idea matriz común a todas estas iniciativas es la modernización de cargas de trabajo soportadas por vSphere […]
En esta industria, es habitual declarar intenciones con fechas redondas: en este momento lo que toca es hablar de 2025 y 2030. ¿Qué se plantea VMware en esos plazos?
Un área relevante en la que seguiremos enfocados en los próximos años, dentro de la noción de multicloud, es la modernización de las aplicaciones existentes y la ayuda a los clientes para que construyan otras nuevas. Esto implica una hoja de ruta con dos vías: de cara a los desarrolladores y a las capacidades DevOps que van a necesitarán nuestros clientes. Una segunda tiene que ver con la infraestructura, para asegurar que VMware Cloud Foundation sea una plataforma universal a través de todas las nubes y para todas las cargas, extensible al edge. Habrá un tercer componente de esa hoja de ruta que se ocupará de la gestión y control de las aplicaciones: el objetivo es garantizar que seamos capaces de suministrar un entorno de usuario completo, que pueda funcionar en cualquier nube y con cualquier aplicación, por supuesto sobre cualquier dispositivo.
Si no recuerdo mal, en 2019 Pat Gelsinger me dijo que la política de adquisiciones de VMware se concentraría en compras pequeñas que enriquecieran los activos de la compañía. Suponiendo que esa fuera una definición estratégica, ¿sería válida en las condiciones actuales, tan distintas a las de entonces?
No quisiera decepcionarle [risas] pero VMware sigue un patrón constante La mayor parte de las adquisiciones de la compañía han sido de pequeñas compañías, aunque probablemente usted retendrá los nombres de las grandes. Sí, es cierto que de tanto en tanto hemos comprado alguna de talla grande, pero en los que llevo trabajando en esta compañía, habré participado en unas 60 adquisiciones y sólo recuerdo cuatro que costaran más de 1.000 millones de dólares.
Aparentemente, a las compañías de software no les afecta la actual crisis de suministros, aunque no pueden evitar alguna perturbación indirecta. ¿Cuál es la situación de VMware?
Lo que sabemos por aquellos clientes que usan nuestro software en el hardware que ya tienen es que, si compran nuevos sistemas, no es porque sea un requerimiento del software; en este sentido, los problemas de la cadena de suministro no nos afectan. Por otra parte, muchos clientes tienden a usar el software de VMware en su migración a la nube y, por razones notorias, los proveedores de servicios cloud tienen a su alcance el hardware que les hace falta.
Me queda una pregunta: ¿cómo juzga la situación macroeconómica presente? [nota: la entrevista fue anterior a la invasión de Ucrania y sus consecuencias]
Para empezar, la inflación está aumentando de manera preocupante. Y entre Ucrania y Rusia se han acumulado factores de incertidumbre cuya evolución es imprevisible en estos momentos. De manera que, aparte de este último factor, la economía mundial se orienta al crecimiento, pero con sesgo inflacionario. Bajando a nuestro terreno, gran parte del gasto en TI se está dedicando al software y por consiguiente las compañías como VMware estamos en una posición favorable. Nos consta que la mayoría de las empresas están ansiosas por actualizar sus infraestructuras, por migrar cargas a la nube, por modernizar aplicaciones y por mejorar su seguridad. Nosotros formamos parte de esas conversaciones.