Era cuestión de tiempo que Hewlett Packard Enterprise tomara la decisión de presentar una versión de los superordenadores Cray destinada a las empresas en sectores con alta necesidad de cómputo. Se barruntaba desde hace tiempo que esta tecnología, un reconocible legado de la compra de Cray dejaría más pronto que tarde de ser patrimonio exclusivo de los grandes organismos de investigación, que dan forma a un mercado bastante hermético. Una barrera de entrada era la dimensión de las máquinas; otro, su elevado coste: no solamente el de adquisición sino – sobre todo – el de mantenimiento, consumo energético y refrigeración.
HPE ha querido difuminar esas barreras creando dos nuevas familias de la categoría HPC (High Performance Computing), con las denominaciones EX y XD. El primer representante es el HPE Cray EX2500, con arquitectura preparada para exaescala, con una diferencia: es un 24% más pequeño que el EX4000. La reducción de tamaño no reside tanto en el hardware, que también, cuando en su sistema de refrigeración mediante un circuito de agua. Y la otra, que su precio es “significativamente más bajo” (sic).
Segundo, tomando como precedente la línea de servidores Apollo 2000, el HPE Cray XC2000 se presenta como una plataforma de dos unidades y se refrigera por aire, mientras que su pariente cercano, HPE Cray XD6500 (5U) – también evolución de los Apollo – cuenta con hasta ocho GPU Nvidia H100 Hopper, haciendo que se codee con los servidores de esta compañía, especialmente indicados para cargas de trabajo avanzadas de modelado, simulación e Inteligencia Artificial.
Ahí está la clave. Se prevé que las aplicaciones de IA serán el motor de penetración de estos nuevos productos en un entorno corporativo que, en caso de necesitarlo, optaba por contratar esas misiones a organismos que poseen grandes superordenadores.
Adriano Galano, especialista en HPC e Inteligencia Artificial de HPE para el sur de Europa, apunta a este blog que estas novedades “van mucho más lejos que renombrar equipos Apollo; se trata de incorporar propiedad intelectual embebida en las máquinas CrayEX dentro de la escala de las máquinas Cray XD, de tal modo que estas sean asequibles a organizaciones que hasta ahora no las tenían a su alcance”
Descrito así, el anuncio materializa la excelencia de la digestión de Cray por HPE: se trata – resume – del “primer producto que nace de la I+D consecuencia de la fusión entre las dos compañías”.
Desde una óptica más tecnológica, Galano pone el acento en elementos como el sistema de interconexión Ethernet de alta velocidad Slingshot, que contribuye a un mejor rendimiento de las aplicaciones complejas. A este se suman otros activos originados en la I+D de Cray, que buscan proporcionar almacenamiento ampliado con niveles inteligentes para cargas de trabajo intensivas en datos “o la suite de desarrollo HPE Cray Programming Environment, que aporta productividad en compiladores y depuradores al permitir la portabilidad del código”. Los desarrolladores – explica con santa paciencia – pueden ejecutar el código cuándo y dónde sea necesario para optimizar el modelado, la simulación, el análisis y las aplicaciones de UIA “pudiendo compilar en una máquina Cray XD y correr en una CrayEX”, puntualiza.
En cuanto a la disponibilidad de los superordenadores XD y EX, dependerá del procesador que lleven dentro. Si se trata de los AMD Epyc, la última generación ya está en el mercado; no así los basados en Intel, lo que es atribuible a los consabidos retrasos que ha sufrido la familia Xeon Scalable.
Ahora bien, dando por superadas las barreras de tamaño y precio, quedaría una tercera que hasta la fecha no se había siquiera planteado: ¿son las medianas empresas un segmento de mercado que necesite estos niveles de computación?
Galano está convencido de la respuesta afirmativa. Y de que, precisamente las aplicaciones de IA, van a justificar la entrada de la compañía en este segmento empresarial. En referencia a la convergencia entre HPC e IA, sostiene que “los equipos de HPC van a ser las potentes máquinas para el futuro de la IA”. Como ejemplo, escoge el muy comentado ChatGPT, que califica de paso adelante. Abunda en ello para indicar que “si alguna organización quisiera tenerlo, necesitaría destinar miles y miles de CPU a entrenar el modelo, hasta tal punto llegan las necesidades de cómputo de la IA”.
Aunque ya hay grandes corporaciones – General Electric entre ellas – que utilizan superordenadores como el EX4000, estas necesidades de cómputo acabarán generalizando la adopción de máquinas como las que acaba de anunciar HPE Cray. Además, con un ingrediente relevante: la evolución en potencia de las CPU/GPU que se observa actualmente está haciendo que la refrigeración líquida no sea una opción, sino que termine prevaleciendo. El factor sostenibilidad adquiere peso creciente.
Puede ser el caso de empresas de mucho menor tamaño que ejecutan aplicaciones de simulación y modelado. Galano menciona pero no identifica una compañía industrial que emplea visión inteligente en sus cadenas de montaje, capaz de detectar en tiempo real una soldadura deficiente, con capacidad para detener la producción, evitando que el producto llegue con defectos al mercado.
Otro vector que va a contribuir a esta implantación son las aplicaciones de procesamiento de lenguaje natural (PNL, por sus siglas en inglés). De hecho, Galano comenta que entre los clientes de HPE hay compañías que han empezado a explorar esta tecnología en sistemas Apollo y que podrían pasarse a las nuevas familias de superordenadores. Con el mismo enfoque, los HPE Cray podrían contar con la plataforma de software de aprendizaje automático con la que se optimiza y agiliza la construcción y entrenamiento de modelos de IA de mayores dimensiones. La idea matriz es que esta combinación [HPC más ML] se aceleren los proyectos: lo que tardaba meses o semanas podrá hacer en días.
HPE confía en que determinados sectores de actividad que necesitan tomar rápidamente decisiones críticas se acogerán a esta evolución de su oferta: el energético, el financiero y las ciencias biológicas se sitúan en primera fila. Tendrían en esta familia HPC la opción de adoptar la supercomputación dentro de la dimensión de sus centros de datos y presupuestos.
HPE no ha hecho público su modelo de comercialización, pero no ha pasado mucho tiempo desde que incorporase a la oferta de GreenLake un conjunto de tecnologías heredadas de los sistemas Cray EX dentro de esa propuesta de pago por uso. Entre otras cosas, los clientes pueden diseñar su propia solución de infraestructura dentro de GreenLake usando tecnologías de HPE o, como alternativa, estandarizar su servicio mediante configuraciones previas autogestionadas.
[informe de David Bollero]