4/05/2022

Samsung se apunta a relevar redes de Huawei

Sería difícil encontrar alguien que no sepa que Samsung es una marca líder de teléfonos móviles (lo mismo con los televisores, pero no viene al caso). Menos notorio es que se trata del mayor fabricante de chips, tras destronar a Intel en 2021. Lo que muy pocos saben es que esas dos divisiones sobre las que gira el negocio de la compañía nacieron de otra anterior, Samsung Networks, especialista en redes de telecomunicaciones poco conocido en Occidente. Décadas después, en la era de las redes 5G, este conglomerado ha encontrado finalmente la oportunidad de medir sus fuerzas con Ericsson y Nokia.  El hueco de mercado que deja Huawei queda abierto a una competición por la pluralidad de las redes.

Woojune Kim

Para empezar, el punto de apoyo lo tiene en casa: Corea del Sur ha sido el primer país en lanzar 5G comercialmente en abril del 2019 y a finales del 2021 ya superaba los 20 millones de suscriptores. La filial de Samsung ha suministrado más de la mitad de los equipos adquiridos por los tres operadores del país. Con esa valiosa credencial, el año pasado ganó en Estados Unidos contrato de Verizon que confía en ampliar próximamente.

Pero en las redes europeas de telecomunicaciones, con tres proveedores hegemónicos, Samsung Network no tenía presencia, anomalía que ha empezado a corregir al ser escogida por Vodafone para desplegar 2.500 estaciones base en el oeste de Gran Bretaña, que sustituirán otras tantas que originalmente fueron equipadas por Huawei.

Este es un detalle relevante, que lo explica casi todo: la exclusión de Huawei en Europa como secuela del veto estadounidense, ha abierto una ventana para el acceso de Samsung al mercado. Los operadores europeos quisieran no tener que escoger sólo entre Ericsson y Nokia, pero otras alternativas más jóvenes no han alcanzado suficiente madurez. En cambio, el candidato coreano puede acreditar la experiencia y solvencia tecnológica de que otros carecen.

Una razón por la que Samsung nunca había vendido redes en Europa era su falta de antecedentes en 2G y 3G, que siguen siendo difícilmente separables de las generaciones siguientes. Lo intentó tardíamente, en 2014, pero era tarde para engancharse a Single RAN – concepto con el que Huawei se implantó en los mercados occidentales – y se le hacía cuesta arriba aspirar a contratos de redes 4G/LTE. Fuentes de la compañía lo atribuyen a una decisión comercial, no tecnológica: “los precio en Europa han sido empujados a la baja y la compañía optó por no dejarse arrastrar a esa carrera […]. Ahora se dan las condiciones para volver a pelear por contratos”.

Durante el Mobile Congress de Barcelona, Woojune Kim, vicepresidente de ventas mundiales de Samsung Networks, negó a la prensa que la falta de antecedentes sea un problema para la compañía a estas alturas: “podemos desplegar perfectamente 4G y virtualizar los accesos radio [vRAN], así que estamos preparados para desplegar una red 5G; además, los parámetros actuales son diferentes a cualquier precedente”.

En la red británica de Vodafone, el 32% de las estaciones base fueron adquiridas a Huawei hace años, pero han de ser reemplazadas antes del 2027 por una decisión gubernamental fundamentada en argumentos de seguridad. En paralelo, también en Reino Unido, se ha informado de otro contrato, cuya contraparte es Virgin Media O2, operador resultante de una fusión en la que participa la filial de Telefónica.

Thomas Riedel, director europeo de Samsung Networks, explica que “esa práctica que usted menciona [one site-one vendor] pierde vigencia porque ha sido concebido para impedir aquello que los operadores anhelan”. La compañía coreana sostiene activamente el movimiento Open RAN, que es respaldado por los cinco grandes operadores europeos: propone redes flexibles, rápidamente configurables y abiertas a cohabitar con las de otros vendedores en una misma infraestructura estandarizada. Por su parte, Johan Witbergh, director de tecnología de Vodafone, estima que un tercio de las estaciones base del operador en Europa serán OpenRAN en 2030.

Un criterio en el que coinciden Samsung Networks y Vodafone es la necesidad de virtualizar las redes: el hardware estándar facilita el protagonismo del software, lo que a su vez abre puertas a compañías de TI que tenían rol menor en el mercado de las telecos. Dell, HPE, VMware y RedHat se han sumado entusiastamente a la corriente OpenRAN y, colaborando con ellas, Samsung Networks se reserva la integración de las futuras redes.

Los ejecutivos consultados de Samsung Networks creen que la compañía está inmejorablemente preparada para abordar el emergente mercado Open RAN. En primer lugar porque, a diferencia de Ericsson y Nokia, no tiene un legado que preservar como sí ocurre a Ericsson y Nokia.

Open RAM es generalmente visto como un desafío a los vendedores clásicos de equipos de red porque permite a los operadores un cambio drástico en sus políticas de compras para cambios de hardware de varias fuentes en un mismo emplazamiento. Vinculado con lo anterior, el segundo factor sería la virtualización que todos los operadores están adoptando, con mayor o menor intensidad.

[publicado en La Vanguardia el 1/5]


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