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La lectura del formulario S1, con el que Facebook ha iniciado oficialmente los trámites para salir a bolsa, es una auténtica mina de información sobre una compañía que ya no podrá permitirse la opacidad. Al describir los riesgos que podrían afectarle en el futuro, revela su temor de que Google pueda sabotear la integración de sus aplicaciones en Android. Nada impediría que Apple hiciera lo mismo. Ese temor se traduce en cifras: cómo ´monetizar` los 425 millones de usuarios de sus aplicaciones móviles que “no producen ningún ingreso significativo”. La gravedad del dilema lleva a muchos analistas a pensar que Facebook trabaja ya en el lanzamiento de su propio smartphone. Leer más
Es una larga tradición en este sector el cambiar cada equis años de marketing vertical a horizontal (y viceversa) o de marketing centralizado a descentralizado. Se supone que estos ciclos deberían ajustarse a la evolución del negocio, sacudir los hábitos de la organización y, a veces, sacrificar puestos de trabajo. Algo así es lo que está pasando, o a punto de pasar, en la sede de Microsoft en Redmond: saldrán de la compañía unos 200 empleados de la organización central de marketing. Chris Caposella, veterano que en septiembre fue promovido del marketing de Office al cargo de Chief Marketing Officer de la compañía, ha proclamado unos nuevos “principios orientativos” que, hablando en plata, dictan una transferencia de responsabilidades a las unidades de negocio.
Lo anticipaba el mes pasado AdAge: adelgazar el equipo central para que sus funciones sean asumidas directamente por los responsables del marketing de producto dentro de cada división. La publicación informa que el grupo de marketing de consumo – aparentemente el primer afectado – retendrá ciertas atribuciones esenciales: compra de medios, investigación de mercados, branding y comunicación corporativa.
Tras publicarse la noticia, la compañía sólo ha dicho oficialmente que los cambios buscan mejor la eficacia y la eficiencia, además de reforzar la carrera de las personas a cargo del marketing dentro de cada división. Añadiendo, con lenguaje litúrgico, que se trata de “alinear mejor nuestros recursos con las necesidades de nuestras líneas de negocio”.
Conviene no dejarse llevar por las apariencias: el mercado mundial de móviles creció un 11,1% en 2011, según IDC. Pero… son siete puntos menos que el crecimiento de 2010, y en el último cuarto del año el crecimiento fue del 6,1%, lo que significa que la demanda se ha desacelerado hasta crecer sólo la tercera parte que en el cuarto trimestre del año anterior. ¿Culpa de la crisis? Desde luego que sí. Pero también la crisis va por barrios, y esto es lo que se discute en este post. Para empezar, hay que destacar que el retroceso relativo de la demanda se concentra en los llamados feature phones, y esto afecta a las marcas según la proporción que ocupen en el total de sus ventas. Leer más
Estaba previsto, y así será. El relevo de Howard Stringer (69 años) como CEO de Sony será Kazuo Hirai (51), a partir del 1 de abril. El legado que reciba no será mucho mejor que el que heredó Stringer en 2005, el primer gaijin que ha dirigido una compañía japonesa. El año fiscal 2011, que se cerrará ese día, arrojará pérdidas estimadas provisionalmente en 220.000 millones de yenes (unos 2.900 millones de dólares), con las que hilvanará cuatro ejercicios consecutivos en rojo. La tarea que espera a Hirai (Kaz, para propios y extraños) es aplicar recetas dolorosas: en sus propias palabras, “si ahora nos echáramos atrás por miedo, ya no podríamos dar nuevos pasos adelante”. Leer más
Al cierre del viernes, el índice Nasdaq alcanzaba su nivel más alto en once años, lo que significa que está cerca del máximo que precedió al estallido de la burbuja. Pero nadie teme que aquel desastre se repita, todo lo contrario. Apple, que de burbuja no tiene nada, tocó su máximo histórico, 460 dólares por acción. Por supuesto, puede que algo influyan los síntomas de una incipiente recuperación de la economía estadounidense, pero también podría decirse que el grado de incertidumbre ha llevado a las empresas a perseguir por todos los medios subir la productividad y bajar los costes. Y esto es lo que la tecnología les promete. En consecuencia: el sector del que se ocupa este blog – y que abarca mucho más que las redes sociales que están en boca de todos estos días– disfruta de la reputación de ser el que este año puede proporcionar mejores retornos a los inversores.
El Nasdaq Composite es un índice, y como tal refleja situaciones diversas. Pero, bien mirado, llegar al nivel más alto de los últimos once años no es estimulante para aquellos que prefieren la inversión a largo plazo: significa que si alguien mantuvo la acción X durante tanto tiempo, no habrá ganado nada. Por esto, los accionistas miran mucho la política de dividendos de las empresas, y lo que estas destinan a recomprar sus acciones para elevar la cotización. Y miran, sobre todo, otros números: Apple ha subido un 13,5% desde comienzos del año y un 33,8% en los últimos 12 meses. Intel, un 10,3% en 2012 y un 24% en un año. HP ha avanzado 12,9% en enero, pero todavía desciende 38,6% con respecto a febrero de 2011. Algo parecido le ocurre a Cisco: +11,1% y -8,3%, respectivamente. Para no alargar la lista: ¿cómo le van las cosas a Google? Pues, ha caído un 7,7% en un mes y un 2,3% en doce meses. Si esto sigue así, ¿qué historia se repetirá?
Mientras la atención mediática se centraba en las batallas contra la piratería, otro asunto ha ocupado a los abogados especialistas en Internet: la privacidad online es un tema sensible, que polariza las relaciones entre las empresas de Internet y las autoridades. En Europa, la comisaria Viviane Reding ha presentado su propuesta de directiva, que sustituiría la vigente desde 1995. Viendo venir la borrasca, Google ha introducido cambios en su política de privacidad, tratando de influir en la agenda legislativa. Por su lado, Facebook, en la documentación para su salida a bolsa, ha incluido la privacidad en la lista de riesgos que podrían llegar a afectar la marcha de su negocio. Leer más
Podría llamarse la prueba del ocho. Si la filtración fuera verídica – por ahora entra en la categoría de verosímil – los futuros Windows 8 y Windows Phone 8 acabarán siendo un mismo sistema operativo, al menos desde el punto de vista del usuario. Esta posibilidad ya estaba abierta desde que los primeros pantallazos conocidos de Windows 8 revelaron que usará el interfaz Metro, que es la característica más evidente del actual Windows Phone 7,5 (Mango). Así gana credibilidad al bulo según el cual Windows Phone 8 (Apollo) usará el mismo kernel y ciertas funciones multimedia y de seguridad idénticas a las que primero aparecerán en Windows 8. Esto no sólo significaría prescindir del corazón de Mango, sino que se solaparía con una escala transitoria (Tango) entre el sistema operativo actual y el futuro Windows Phone 8.
Microsoft maneja con comprensible cautela este asunto, porque teme crear expectativas que pudieran deprimir las ventas de su aliado preferente, Nokia. Aunque no abra la boca, el movimiento parece inspirarse en el precedente creado por Apple, que el año pasado unificó el comportamiento de sus sistemas operativos para Mac, iPad e iPhone
No obstante, si fusionar las dos ramas de la familia Windows tiene un valor de simplificación, en la práctica aumenta la complejidad, porque como es sabido Windows 8 tendrá dos versiones, una para la tradicional arquitectura x86 (Intel y AMD) y otra para la arquitectura ARM.
Aunque llevan años pendientes la una de la otra, raramente Intel y AMD coinciden en algo. En el CES 2012, ambas compañías estuvieron de acuerdo en que los ultrabooks pueden ser la tabla de salvación que el mercado de PC espera este año, con una diferencia: AMD los llama ultrathin, porque su rival ha registrado como marca la primera denominación. Ahí se acaban las coincidencias. En la conferencia con analistas que se celebraba anoche, Rory Read, CEO de AMD habrá explicado sus planes, pero de antemano se sabía que su plataforma estará disponible en junio, que espera contar con una veintena de portátiles de distintos fabricantes, y que librará batalla en los precios. Leer más
La inminencia del anuncio de salida a bolsa de Facebook me ha recordado una definición básica: el valor de un activo se identifica con el valor presente de su cashflow futuro. Es decir que el valor de una compañía no depende de la cuantía de los ingresos que genera hoy, sino de los beneficios que sea capaz de generar en el futuro. Mientras Facebook no publique su estado financiero, sólo sabemos lo que se dice de ella: que el año pasado habría ingresado entre 4.000 y 4.500 millones de dólares, y que en 2012 podría elevarse hasta el rango de 7.000/7.500 millones. De sus beneficios no sabemos nada, y es mejor evitar las conjeturas.
Dando por buena la primera cifra, podría decirse que la tan mentada valoración de 100.000 millones representaría 25 años de ingresos; una conclusión caprichosa, porque no son los ingresos lo que determina el retorno a los inversores, un dogma para Wall Street. Con esa hipotética valoración, la ratio precio/cashflow de Facebook sería ocho veces superior a la de Apple. Y si esto ya parece un disparate, añádase el hecho de que Apple tiene 97.000 millones en el banco, y es la empresa con mayor capitalización bursátil del mundo, pero su acción no despega porque la empresa no dice qué piensa hacer con ese tesoro. Continuará, estoy seguro.