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No es inesperado. Los despachos de PC en Europa Occidental cayeron un 16% con respecto a 2010, que fue de leve recuperación con respecto al 2009. De modo que, restaurando las cifras publicadas por Gartner durante estos años, se llega a la conclusión de que los 58,5 millones de unidades del año pasado retrotraen al sector a cifras anteriores a la crisis, cuyo origen suele datarse en 2008. En España, el dolor ha sido mayor: una caída del 35,5%. En este contexto, pocos pueden estar contentos. En lo alto del podio sigue HP, escoltada a mucha distancia por Acer, claro perdedor del año. Ambas ven en el retrovisor a Lenovo, mientras Apple escala posiciones como si la crisis no fuera con ella. Leer más
Un directivo de Dell me ha reprochado simpáticamente que hago poco caso de su empresa; y ha documentado el reproche: el último post dedicado a Dell en este blog se publicó en mayo de 2011. Touché. Podría replicar que su empresa aparece frecuentemente en mis crónicas sobre los mercados en los que compite, desde el PC a los servidores y el almacenamiento, como no podía ser de otra manera. No obstante, reconozco no haber prestado suficiente atención al esfuerzo de esta compañía por convertirse en actor principal del datacenter, lo que requiere trascender su debilidad en la oferta de software. Pese a que ha hecho varias adquisiciones interesantes en los últimos tiempos (Scalent, Boomi, etc).
El fichaje de John Swainson como presidente de una nueva división que aglutinará esos activos, llamada Dell Software Group, es un paso en la dirección trazada por Michael Dell: rebajar drásticamente el peso del hardware en su cifra de negocio. Las credenciales de Swainson son muy respetables: pasó la mayor parte de su carrera en IBM, donde llegó a dirigir la unidad de negocio Websphere y, sobre todo, es conocido como ex CEO de CA [antes Computer Associates], durante los años 2006 a 2009, en los que la rescató del borde del abismo.
La creación del Software Group, y la personalidad del directivo, se pueden interpretar como un anticipo de que la reinvención de Dell, emprendida por su fundador. Probablemente entre los próximos movimientos habrá algunas compras de empresas susceptibles de completar su cartera de software para el datacenter. En principio, puede permitírselo, gracias a la holgura de su tesorería, un rasgo que se pondrá de manifiesto esta noche, cuando Dell presente resultados trimestrales.
El reciente informe Visual Networking Index (VNI) publicado por Cisco, desglosa sólo parcialmente sus cifras por países, pero aun así ilustra la perspectiva del uso de Internet móvil en España. El año pasado, el tráfico de datos móviles alcanzó los 21.018 terabytes (o petabytes) mensuales ¿Y eso cuánto es? Pues es el equivalente a 5 millones de DVD cada mes o a 58 millones de mensajes de texto cada segundo. Comparando ese volumen de datos con el registro de 2010, el tráfico aumentó un 119%. De manera que, en resumen, una conexión móvil típica envió o recibió cada mes, y en promedio, 345 megabytes de datos, más del doble de los 166 megabytes generados el año anterior. Crecerá y se multiplicará por 11 hasta finales de 2016. Leer más
La semana pasada, un entrevistado hizo en voz alta una reflexión, que pidió no atribuirle: “¿quién puede asegurar que Apple y Google, cuya potencia es innegable, no tendrán tropiezos debidos a un exceso de ambición?”. El comentario tiene miga: las dos empresas son imbatibles en los campos que dominan, pero han cometido errores de juicio cuando se han apartado de ellos para diversificar su negocio nuclear. Ya sé que pasan por un excelente momento financiero y bursátil, por lo que sería una temeridad invocar la palabra fracaso. Aun así, no son infalibles. Curiosamente, las dos han fallado – provisionalmente – en sus intentos de invadir el mercado de la televisión. Volverán a intentarlo pronto, y entonces ya veremos.
Las dudas sobre la infalibilidad de empresas tan exitosas –como de cualquier otra, dicho sea de paso – han reaparecido a propósito de dos informaciones de los últimos días. Google ha suspendido temporalmente la conexión entre tarjetas de crédito y su plataforma de pagos móviles Wallet, tras descubrir en el software un agujero de seguridad que, “en ciertas circunstancias” podría facilitar el acceso no autorizado a datos de los usuarios. Es evidente que las implicaciones de cualquier patinazo en este asunto serían muy serias.
Por su lado, Apple se ha resignado a rebajar dos veces el precio [algo insólito para sus costumbres] y a relajar las condiciones de contratación de anuncios a través de su plataforma publicitaria iAd, que lanzó en 2010 para competir con Google. He leído que hay otro obstáculo sobre el que Apple difícilmente va a transigir: su exigencia de control creativo sobre los anuncios, con el argumento de preservar la calidad de la experiencia de usuario. Y, por cierto, empieza a encontrar las mismas resistencias que Google en el delicado terreno de la privacidad.
Tomen nota. 1) el tráfico mundial de datos móviles se multiplicó por 2,3 en 2011. 2) el tráfico mundial de datos móviles de 2011 (597 petabytes por mes) fue ocho veces mayor que todo el tráfico de Internet del año 2000 (75 petabytes por mes). 3) el tráfico mundial de vídeo móvil excedió en 2011, por primera vez, la mitad del tráfico total entre móviles. 4) la velocidad de las conexiones por redes móviles creció un 66% en 2011. 5) aunque las conexiones 4G representan sólo el 0,2% del total, contribuyen con el 6% del total de tráfico mundial de datos móviles. 6) el 1% de los usuarios de datos móviles generaron en 2011 un 24% del tráfico que circuló por las redes celulares del mundo. Leer más
La discusión sobre si Irlanda necesitará o no un rescate europeo para atenuar su crisis de deuda (y si lo acepta, que no está claro) tiene un interesante aspecto lateral. Los gobiernos de Alemania y Francia han insistido en que una condición del rescate debería ser el aumento del impuesto de sociedades, que en Irlanda es del 12,5% frente a una media del 21,5% en la UE. En este contexto se explican las palabras del presidente de la cámara de comercio americana en Dublin, Peter O´Neill, también country manager de IBM, quien recomienda tratar el asunto con delicadeza, en virtud de “nuestro interés estratégico en que Irlanda siga asociada al centro de decisiones de la UE, en su condición de puerta de entrada para las inversiones estadounidenses en Europa”. El antaño denominado tigre celta es el destino de una sexta parte de las inversiones directas de empresas de Estados Unidos en la Europa comunitaria.
¿A qué se refiere O´Neill? Las exportaciones irlandesas se han recuperado gracias a las multinacionales afincadas en su territorio, y esta es una razón más para que el gobierno de Dublin cierre los ojos ante un truco contable legitimado por la antigua política de incentivos fiscales a la inversión extranjera. Tómese el caso de Facebook Ireland, que ha aflorado en las últimas semanas: generó 210 millones de euros en 2010, un 15% de su cifra global (¡); el mismo año, la filial británica facturaba 15 millones de libras.
Microsoft, instalada desde hace décadas en Irlanda, es la primera compañía del país por beneficios – por los que paga impuestos, naturalmente – gracias a que canaliza su factuyración en Europa a través de una oficina en Dublin. Otro caso notorio es el de Google, que en su informe anual reconoce que “casi todo el beneficio de las operaciones en el extranjero ha sido aportado por una filial irlandesa”. Intuyo que este asunto atraerá correo a mi buzón.
La tendencia a la unificación de sistemas operativos no es una hipótesis, un tema más de conversación, sino una línea estratégica que persiguen – cada uno a su manera y por sus propios motivos – Microsoft y Apple, con Google aparentemente a la zaga. Ayer, Apple hizo una primera presentación a desarrolladores de la futura versión de OSX 10.8, apodado Mountain Lion, que representa un paso adicional en la asimilación de rasgos ya conocidos en iOS. Un síntoma: ya no lo nombra como Mac OSX.
En 2010, cuando mostró por primera vez OSX 10.7 Lion, Steve Jobs comentó que era una muestra de lo que podría resultar de un ligue [hook up] entre MacBook e iPad. De la frase no se deduce que el ligue vaya a desembocar necesariamente en cópula, pero todo se andará. Tal vez haya en Apple una inquietud inmediata por el hecho de que el iPad come terreno a su producto histórico. Al parecer, el pegamento entre ambas líneas sería iCloud, que Tim Cook definía esta semana como “nuestra apuesta estratégica para los próximos diez años o más”.
También Microsoft camina hacia una eventual convergencia entre Windows 8 y Windows Phone 8, que por ahora se limita al interfaz Metro, pero podría tener ir a más. En su caso, parece indicar la necesidad de tener una tableta Windows que sirva de respuesta viable a la enorme ventaja que ha cogido su rival. Google, mientras tanto, sigue explorando la manera de que Chrome OS ligue con Android, pero antes deberá estabilizar la fragmentación del segundo.
El mismo día en que la acción de Apple cruzaba la línea de los 500 dólares, Tim Cook comparecía ante una conferencia de inversores, organizada por Goldman Sachs. Steve Jobs nunca participaba de estos rituales, porque le bastaba jugar de local. Pero Cook debe estar harto de leer que no tiene las cualidades del fundador, por lo que la invitación le venía bien para iniciar el despliegue público de su impronta sobre la compañía. El único punto en el que pareció apartarse de la sombra tutelar fue la admisión de que los 97.000 millones de dólares que Apple tiene en el banco “es mucho más de lo que necesitamos”; pero no anunció recompra de acciones ni dividendo, lo que la audiencia esperaba. Leer más
La correspondencia que he recibido a propósito del post de ayer, me ha hecho pensar que debería añadir otro punto de vista acerca de la variante de Windows 8 concebida para la arquitectura ARM. Que Windows pase a tener dos arquitecturas y cinco familias de procesador, no significa que Microsoft sea hoy más abierta que ayer en el control que ejerce sobre su plataforma. Más bien lo contrario: a pesar de que ambas ramas del sistema operativo compartirán código base y una interfaz dual (Metro y el escritorio tradicional), lo que se conoce al respecto se parece más a la línea seguida por Apple que a la que Microsoft ha predicado durante décadas.
Windows 8 se inspira en los avances de Windows Phone 7, lo que sugiere una voluntad de convergencia con el futuro Windows Phone 8. La inspiración incluye un estricto control sobre las especificaciones de hardware. La razón explícita es que se desea evitar la fragmentación que caracteriza a sistemas como Android [no olvidemos que habrá tabletas W8], pero al mismo tiempo reduce las posibilidades de cada OEM de diferenciar sus productos.
Steven Sinfosky sostiene lo contrario: “WOA facilita la creatividad en el diseño de PC […] y otros factores de forma”. El riesgo implícito es el desconcierto de algún fabricante, pero la ventaja es una mayor estandarización, que favorecerá la creación de un ´ecosistema´ (sic) más extenso, necesario para arropar su plataforma con software moderno. En este sentido, puede decirse que Microsoft vuelve a empezar.