27Jun

27/06/2013

Si el acuerdo formalizado el lunes entre Oracle y Microsoft puede calificarse como matrimonio de conveniencia, el que han anunciado Oracle y Salesforce vendría a ser la insólita reconciliación de una pareja rota desde el comienzo. Marc Benioff, aventajado pupilo de Larry Ellison en sus inicios, creó Salesforce en 199 cuando este rechazó su idea de vender software como servicio. Con los años, Oracle adoptaría la fórmula para competir con Salesforce; por el camino, las crónicas registran choques y ataques verbales entre ambos personajes [en 2011, Benioff fue excluído de OpenWorld y montó una manifestación callejera en San Francisco]. Los tiempos cambian, y para hoy se ha convocado una conferencia de prensa en la que ambos escenificarán un compromiso para trabajar juntos durante los próximos nueve años.

Se sabe lo que van a anunciar, porque ya se ha anunciado formalmente: la integración de sus respectivas nubes para asegurarse que serán competitivas en un mercado donde empieza a haber demasiadas propuestas. Salesforce migrará el núcleo de su plataforma cloud para que funcione sobre los productos de Oracle (hasta ahora se limitaba a pagarle licencias por su base de datos), adoptará Fusion HCM y Financial Cloud como servicios propios y, como guinda, se compromete a equipar sus datecenter con máquinas Exadata. Para Ellison, es una gran operación, porque desde ahora – y durante nueve años, quédense con el detalle – los clientes de Salesforce serán referencias de Oracle. En una cierta medida, ya venía ocurriendo de facto, ahora ocurrirá de iure.

La desproporción de talla no debería llamar a engaño. Salesforce ingresa unos 4.000 millones de dólares al año, y Oracle casi diez veces más. Pero esto no quiere decir que la primera vaya a capitular, sino que ambas se necesitan con una dosis de desesperación: la cuenta de resultados de Salesforce arroja pérdidas, y las ventas de nuevas licencias y servicios de Oracle han sido decepcionantes en el último trimestre del año fiscal.

Dar un paso para abrazar al otro obliga a pronunciar elogios mutuos inusuales y a hacer promesas de fidelidad que entre ellos no son anecdóticas. Por lo que han decidido dar la cara en público. También en esto hay una notable diferencia de tratamiento con Microsoft: Larry Ellison no compareció el lunes junto a Steve Ballmer, dejando ese papel a su segundo, Mark Hurd, pero lo asumirá hoy personalmente por tratarse del antiguo pupilo que salió rebelde. ¿Significa que tienen algo nuevo que decir, aparte de lo que han dicho ya los portavoces de las dos compañías? Probablemente no, pero las dos noticias de esta semana equivalen a un giro que no sabría si llamar copernicano, pero que sin duda altera el paisaje del mercado. Y llegará más allá de las nubes

26Jun

26/06/2013

«Y cuando despertó, el dinosaurio seguía allí». El brevísimo cuento de Augusto Monterroso me ha venido a la cabeza a propósito de los últimos movimientos que se atribuyen a AT&T: casi 30 años después de haberse desmembrado el monopolio del Bell System, las telecomunicaciones en EEUU están dominadas por dos operadores – el otro es Verizon – hasta ahora atrincherados en el mercado interno, que ya es bastante bocado. Es verdad que la FCC paró en seco su intento de consolidación con T-Mobile y desde entonces predica estar buscando oportunidades de crecimiento fuera. Por esto habría puesto la mira en Europa o, quizás, en América Latina.

Las confusas versiones – confusas con independencia de quien las filtrara y con qué fines – sobre su presunta intención de lanzar una oferta por Telefónica, más parece un globo sonda que una hipótesis realista. Antes se habló de un supuesto interés por hacerse con EE, el operador británico genéticamente inestable, surgido del matrimonio entre las filiales de T-Mobile y Orange. Si de comprar telecos se trata, habría alternativas menores, más baratas y digeribles, aunque el pinchazo de Carlos Slim en Holanda y Austria sería un buen motivo para contener el impulso. Sin contar con los obstáculos regulatorios que seguramente encontraría: la consolidación de operadores europeos ya es un tabú suficiente como para que encima venga a liarla uno transatlántico.

Según el colega Paul Taylor, del Financial Times, la supuesta ambición de AT&T reflejaría el liderazgo que Estados Unidos, y en concreto AT&T, ha cogido en el despliegue de servicios móviles sobre redes de 4G, un contraste radical con la primacía que Europa tuvo en la anterior generación desde los años 90. «El negocio de la banda ancha está subdesarrollado en Europa – habría dicho Randall Stephenson, CEO del grupo americano – y esta situación abre oportunidades para nosotros».

Una cosa es ver las oportunidades delante de los ojos, y otra estar en condiciones de atraparlas. Stephenson parece obsesionado por corregir un crecimiento que declina en su mercado natural, pero las cuentas de AT&T no son precisamente boyantes: tesorería justita y una montaña de deuda (a la que sumaría la que debería contraer para cerrar cualquier operación que no se pactara como intercambio de acciones). Lo menos que puede decirse es que, si la vulnerabilidad de Telefónica es su deuda, sólo lo sería ante alguien que estuviera en condiciones de hacerse cargo.

Consolidación es palabra que está a la orden del día, pero cada caso es diferente: el de AT&T no tiene nada que ver con las conjeturas acerca de Verizon/Vodafone, y menos aún con la venta de O2 Ireland al grupo Hutchinson, ni con el interés manifiesto de este por comprar Telecom Italia a un consorcio en el que también está Telefónica.

Los analistas estadounidenses que siguen habitualmente el sector creen que este es el peor momento para que AT&T se plantee una aventura exterior; en sus informes, puntúan a la baja los resultados del segundo trimestre, todavía no publicados, tras haber caído los del primero. Opinan que, al menos este año, AT&T debería concentrar sus energías en desarrollar la red en casa para evitar que Verizon amplíe su ventaja. Como mucho, le aconsejan abordar operaciones de servicios de valor añadido, como machine-to-machine [vaya, un campo en el que compite con Telefónica], en otras regiones del mundo, quizá empezando por América Latina, un continente que se le ha escapado por mirarse durante años el ombligo. Finalmente, hay un consenso en que, «por mentalidad», una teleco de EEUU tendría serias dificultades para trasplantar sus modelos de negocio a Europa. Demos por seguro que el asunto seguirá coleando, y la palabra consolidación aparecerá a menudo en este blog.

25Jun

25/06/2013

¿Es Windroid una buena idea o un brindis al sol? Los ingeniosos han bautizado así a la combinación de dos sistemas operativos, Windows y Android, en la tableta Ativ Q, presentada la semana pasada por Samsung. Es difícil responder: podría ser un modo de fortalecer a Windows 8 en un mercado en el que hasta ahora ha estado ausente, o una opción a mano para el caso de que los usuarios no sintonizaran con la implementación del sistema de Microsoft en esa categoría de dispositivos. A lo mejor son las dos cosas. La verdad es que hasta la semana pasada Samsung parecía estar disgustada con Microsoft: ha ignorado por completo su promesa de lanzar smartphones con Windows Phone 8, y ha abandonado a su suerte Windows RT, con el que inicialmente se había comprometido.

Windows 8 es otra historia, y la marca coreana no se resigna a ser un actor de segunda fila en el mercado de los PC – se dice que en algún momento pensó en retirarse, lo que suena extraño para la talla de sus ambiciones – por lo que se ha subido al tren presentando en Londres los nuevos miembros de la familia Ativ (en la práctica, inactiva desde que se anunció en septiembre), con la que pretendería competir con HP, Lenovo, Dell y Asus, que dominan el ranking. Llevar Windows 8 a las tabletas es todavía una apuesta incierta, que comparte con esos mismos fabricantes. Samsung tiene el 18% del mercado de tabletas, enteramente con Android, pero no quiere quedar descolgada por si a Microsoft le saliera bien la jugada.

Con la tableta dual Ativ Q permitirá trabajar simultáneamente con los dos sistemas operativos, el mote: técnicamente, ejecutará Android en modo virtualización, lo que quiere decir que este residirá «dentro» de Windows, conmutando de directamente – la pantalla táctil ayuda mucho -sin necesidad de reiniciar. Si hubiera incremento de coste para el fabricante, sería residual, no tanto porque Android sea gratuito (eso dice Google) cuanto porque Microsoft ha logrado que prácticamente todas las marcas que siguen la estela de Android – entre ellas Samsung – le paguen un canon por cada dispositivo que vendan, como reconocimiento de patentes que habrían sido copiadas por Google.

La pregunta inicial se convierte en esta otra: ¿por qué haría falta la convivencia de dos sistemas operativos? Dicho crudamente: porque Windows necesita ´chupar rueda´ de Android, ya que Microsoft no ha conseguido atraer aplicaciones que, en número y calidad, sean comparables a las que han acudido a la convocatoria de Google. Como solución transitoria, no está mal pensada, lo que no prejuzga que la idea triunfe [¡sería tan fácil dar marcha atrás!]. En medio, hay un tercer actor que estaría muy contento si el experimento fuera un éxito: Intel, cuyos procesadores han sido homologados tanto para Windows 8 como para la última versión de Android [he omitido decir que la tableta Ativ Q lleva un iCore5].

En Las Vegas, HP abre otro juego

25/06/2013

Es oportuno rastrear el hilo conductor entre las múltiples novedades de productos y servicios que HP ha presentado durante su evento Discover, en Las Vegas – la edición europea será en Barcelona, en diciembre – porque Meg Whitman, CEO de la compañía, lo deja entrever en cada una de sus presentaciones: ya que ha de abstenerse por ahora de comprar empresas, inevitablemente caras, y los inversores tomarían a mal que se desprendiera de activos, inevitablemente con minusvalía, Whitman tiene que extraer el mayor valor de lo que heredó al ocupar su puesto, hace menos de dos años. Y para ello, diferenciar la oferta con lo que tiene en casa; que lo consiga o no, lo dirá el mercado. Leer más

24Jun

24/06/2013

Dejaré para otro día el comentario sobre los resultados de Oracle, para centrarme en lo que ocurrirá hoy mismo. Está prevista una conferencia de prensa conjunta de Mark Hurd, mano derecha de Larry Ellison, con Steve Ballmer y Satya Nadella, de Microsoft; el objetivo es anunciar un acuerdo entre ambos gigantes, no precisamente amigos, en torno a la nueva base de datos de Oracle, 12c. No es un rumor: el propio Ellison anticipó la semana pasada que esta semana anunciaría acuerdos con otras empresas de software e infraestructura que «cambiarán la percepción de la tecnología de Oracle en la nube y se comprometerán con ella por los años a venir».

Las otras compañías que citó nominalmente fueron Salesforce y NetSuite, que son competidoras en SasS apoyándose en la base de datos de Oracle. El caso de Microsoft es diferente, porque cuenta con la suya propia, SQL Server, que compite ccon esta sin pasar del segundo puesto en la tabla, principalmente en las grandes corporaciones. Aparentemente, la jugada estaría concebida para que Oracle 12c [la c significa cloud], que muy pronto estará disponible, se incorpore por la puerta grande a Windows Azure.

La iniciativa de Oracle no estaría directamente relacionada con su estrategia cloud, anunciada el año pasado. Pero es un hecho que la compañía sigue siendo tributaría de los ingresos generados por su software histórico, y con este gesto revalidaría el liderazgo (algo más de la mitad del mercado mundial de bases de datos, según Gartner) a la vez que obtendría un valioso reconocimiento de sus competidores: las circunstancias del mercado obligan a soportar instancias multitenancy desde la capa de base de datos, según explicó Ellison, y la nueva versión tiene esa característica. Por su lado, Microsoft podría sacar pecho por haber atraído a su rival, y presumir de pluralismo en su oferta cloud (¿acaso Azure no está abierto a múltiples lenguajes y soporta Linux?).

Especular sobre una alianza más amplia entre ambas sería excesivo, habida cuenta de cómo se las gastan. En la acelerada reconfiguración del mercado cloud, las dos comparten una lista de enemigos que amenazan la evolución de sus modelos de negocio [Amazon, sin ir más lejos].Y cuando Ellison sugiere que estaría dispuesto a aceptar en Oracle 12c la implementación del hipervisor de Microsoft, ¿no estará indicando interés común en bloquear las iniciativas recientes de VMware y su participada Pivotal?

No es para tanto, ni es para mañana

21/06/2013

Algo más de dos minutos. Este fue el tiempo que, dentro de su presentación, dedicó Eddie Cue, senior VP de software y servicios de Apple, a anticipar lo que dentro de un año o dos podría ser un ámbito de aplicación de iOS, cuya versión 7 se anunció en la conferencia de desarrolladores. Evitó llamarlo iCar – como sugiere desde ya algún blog y a lo mejor se ha registrado – pero objetivamente es posible preguntarse por qué lo hizo, si la información es tan escasa y su concreción tan difusa. Muy sencillo: porque la industria del automóvil es un socio potencial para Apple, y sólo con mostrar en pantalla los logos de una docena de marcas, se excitan las glándulas del marketing. Leer más

20Jun

20/06/2013

Las acciones de Samsung llevan dos semanas bajando en la bolsa de Seúl, porque los analistas han recortado sus previsiones sobre las ventas del Galaxy S4, producto estrella sobre el que pivota este año la firma coreana. Cuando esta informó haber despachado 10 millones de unidades el primer mes, una previsión oficiosa de 100 millones para finales de año parecía creíble, pero el viento no sopla tan fuerte como el entusiasmo, y las últimas estimaciones rebajan la cifra entre un 15 y un 20%. Según la firma de corretaje Woori Securities, cada cinco millones menos de S4 equivaldrían potencialmente 1.000 millones menos de dólares de beneficio operativo. Parece mucho, pero sus colegas de Shinham Investment apuntan a la baja del parámetro en el trimestre abril-junio, y Goldman entre unas opiniones y otras, han deprimido una acción normalmente poco volátil [si se mide desde enero, el valor bursátil de Samsung ha perdido un 12%, casi todo en junio].

Teniendo en cuenta que la división de móviles aporta casi tres cuartas partes de los ingresos de Samsung Electronics, los analistas se han despertado con el temor de haber pecado de optimismo. Es lo que les echa en cara J.K.Shin, jefazo de esta rama de la compañía: que se pasaron de vueltas, y ahora procuran corregir su hoja de cálculo. Aparentemente, Shin mantendría la suya.

Quien ha escrito – lo he leído por ahí – que Samsung está recibiendo la misma medicina que Apple, exagera; entre otras cosas porque nadie había dicho que la coreana fuera la empresa más valiosa del mundo por delante de Exxon y otras de la élite de Wall Street. No por ello a mi colega plumilla le falta fundamento: el problema parece estar en que el segmento de smartphones de alta gama desacelera, sobre todo en Europa, ¡y en Corea, quien lo diría! – y el de gama media se agita, lo que afecta a los dos adversarios en distinta medida.

Para Samsung parece razonable sacar versiones aligeradas del S4 [hoy mismo presentaría una en Londres, donde ha convocado a la prensa, y la semana próxima una Google Edition]. Ha conseguido desbordar en ventas al iPhone, y ahora se volcará en frenar la potencia de Huawei y otros un peldaño más abajo. Es una misión delicada para Shin: si apuesta por el volumen, debilita los márgenes, y si se conforma con tener el modelo más cool del momento, acabará perdiendo cuota. Por tanto, su marketing de los próximos meses será muy agresivo.

En el caso de Apple, la disyuntiva se presenta algo diferente: según sugieren las palabras de Tim Cook, en vez de contaminar el catálogo – tan limitado pero tan rentable – con un modelo ´barato´, estaría dispuesto a modular el próximo iPhone con versiones adaptadas a la la naturaleza de ciertos mercados; además, habrá que ver lo que dé de sí ese ´plan renove` del que se habla.

19Jun

19/06/2013

El cambio de puesto de Todd Bradley en HP merece atención porque es, junto con Dave Donatelli, uno de los dos pilares en los que se apoya la acción de Meg Whitman para dar la vuelta a la compañía. Seguirá siendo vicepresidente ejecutivo, ya no a cargo de la división (PPS) Printing and Personal Systems – 60.000 millones de dólares, ahí es nada – sino de una posición de nombre impostado y definición confusa, Strategic Growth Initiatives. El triple contenido de sus funciones no es convincente: reforzar los negocios de HP en China, extender las relaciones con el canal en todo el mundo  e identificar oportunidades de partnership «con empresas que puedan contribuir al crecimiento a largo plazo». Demasiado, ¿no les parece?

Las cualidades de Bradley para cumplir con cualquiera de esas funciones, o con las tres, no hay quien las niegue – entre otras cosas, ha sido algo así como un embajador oficioso de HP en China, donde dicen que tiene más contactos que ningún otro directivo occidental del sector – pero lo cierto es que el movimiento llega en un momento delicado, y da para varias lecturas.

Después de ocho años dirigiendo la poderosa división de sistemas personales de HP, que se fusionó en 2012 con la de sistemas de impresión, todo hace presumir que Bradley estaría a punto de encajar el mal golpe de ver cómo la marca pierde el primer puesto en la tabla mundial de PC en el segundo trimestre, a manos de Lenovo y por la dinámica casi natural entre mercados que crecen y mercados que han dejado de crecer. Si el sorpasso en el ranking se confirmara (sólo se sabrá a finales de julio), no faltaría quien interpretara su nuevo puesto como un castigo y no como lo que se predica, una promoción. Especular sería una fatuidad.

Lo sin duda objetivo es que el negocio de HP en sistemas personales está en una profunda reconversión para salir de este trance: ha renunciado a sacrificar márgenes sólo por defender su cuota de mercado, y para los próximos meses prepara una auténtica ofensiva de nuevos modelos en todas sus gamas. El acuerdo con Google y el lanzamiento de tabletas Android no se pueden ver como gestos marginales, pero tampoco hay que exagerar la distancia con Microsoft: según se dijo días atrás en la conferencia Discover, la compañía espera que el final del soporte a Windows XP, en abril de 2014, será su gran oportunidad de encabezar la renovación de la base instalada de PC en empresas, que en proporción del 28% aún utiliza esa versión del sistema operativo.

Volviendo al asunto del organigrama: el relevo tiene mucho que ver con ese tránsito lleno de baches. Dion Weisler pasa de dirigir PPS en la región Asia Pacífico – por tanto, a las órdenes de Bradley – a tomar el mando del mercado global, reportando directamente a la CEO. «Dion tiene un background perfecto para los retos que tenemos por delante», dice el comunicado ritual atribuído a Meg Whitman. ¿A qué se refiere? Weisler no es un veterano de HP, ya que se incorporó en enero del 2012 procedente de Lenovo y después de haber pasado once años en Acer. Curriculo que sugiere una  personalidad de competidor agresivo, curtido en los mercados más disputados. También en este plano, es demasiado pronto para sacar conclusiones subjetivas.

Después de ocho años dirigiendo la poderosa división de sistemas personales de HP, que se fusionó en 2012 con la de sistemas de impresión, todo hace presumir que Bradley estaría a punto de encajar el mal golpe de ver cómo la marca pierde el primer puesto en la tabla mundial de PC en el segundo trimestre, a manos de Lenovo y por la dinámica casi natural entre mercados que crecen y mercados que han dejado de crecer. Si el sorpasso en el ranking se confirmara (sólo se sabrá a finales de julio), no faltaría quien interpretara su nuevo puesto como un castigo y no como lo que se predica, una promoción. Especular sería una fatuidad.

Oracle y Dell, una amistad especial

19/06/2013

Cuando el jueves 20 a última hora Oracle presente sus resultados trimestrales – presumiblemente, serán buenos en software pero no en hardware – no faltará la pregunta acerca de la tendencia del negocio de servidores, que en el trimestre anterior sufrió una caída de ingresos del 23%. Esta vez, el analista recibirá de Larry Ellison una respuesta diferente: el acuerdo con Dell desengancha a Oracle del mercado de máquinas x86, la parte menos lucida de la herencia recibida de Sun, y asegura la continuidad de venta de software a sus clientes. El trato parece una oportunidad para Dell, que se convierte en partner preferente para integrar las soluciones de Oracle en su catálogo.

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