Antonio Neri, CEO de Hewlett Packard Enterprise, había avisado que 2023 sería “el año del almacenamiento”. Nada más normal que celebrar un “día del almacenamiento”, congregando analistas y periodistas en Houston, nueva sede de la compañía en Texas tras abandonar su cunaa californiana. Era la ocasión para dar un giro que unifica las familias de productos preexistentes bajo una marca común (Alletra) de momento con cuatro categorías. Era previsible, porque HPE había perdido iniciativa en un mercado que ya no se reconoce en los productos parcheados a lo largo de los años. La razón final era poner esa oferta al amparo de una fórmula comercial (GreenLake) que abarca todo el catálogo de la compañía.

Antonio Neri

La simplificación de la oferta de almacenamiento, que amortiza tres marcas 3PAR, Nimble y Primera, además de los servidores Apollo,  en una misma plataforma, no es muy diferente de lo que en su día tuvo que hacer Dell para digerir la pluralidad de marcas adquiridas a EMC. Con un matiz importante: HPE se ha dado más prisa en convertir esa oferta plural al modelo de servicio con su correlato, el pago por consumo.  Lo mismo han hecho (o harán) otros, para que sus ofertas reflejen las tendencias del momento: adaptación al cloud, integración de la protección de datos y explotación del modelo de negocio as-a-service.

En realidad, la estrategia no concierne exclusivamente al almacenamiento. En este momento, HPE tiene 29 marcas de productos y servicios en el mercado y en el plazo de tres años, se propone consolidar esa cartera en torno a dos marcas íntimamente asociadas: HPE y HPE GreenLake, con seis líneas de negocio según el siguiente esquema.

Por consiguiente, no será ocioso situar los anuncios del Storage Day en el contexto de la evolución de la compañía desde que la preside Antonio Neri. Conforme a los  resultados del primer trimestre fiscal, el almacenamiento aporta el 15,2% del total de ingresos de HPE [1.187 sobre 7.809 millones de dólares) y un 13,8% de su beneficio operativo [142 sobre 1.026 millones].

Es notorio que el crecimiento de estos parámetros sectoriales es inferior al de los totales de HPE, diferencia en la que sin duda influye el espectacular comportamiento que está teniendo Intelligent Edge, segmento que esencialmente coincide con la marca Aruba.

La decisión de amalgamar bajo una plataforma única la oferta de almacenamiento ha inspirado el lanzamiento de Alletra MP, definida como modular y válida tanto para el almacenamiento de archivos y de bloques – se ha sugerido que pronto añadirá el de objetos – y que prolonga su cobertura hacia el backup y la recuperación de datos. El enfoque bautizado llamado STaaS (Storage-as-a-service) de GreenLake es idóneo para una base común configurable y escalable. No puede decirse que sea una actitud nueva en esta compañía que, a finales del año pasado, caminaba en esa dirección al presentar tres series de Alletra para almacenamiento de propósito general y de misión crítica, todos ellos accesibles mediante una API, muy en la línea de las plataformas cloud.

El desglose de la reordenación de líneas de producto queda como sigue: las cabinas Alletra 4000 se corresponden con los servidores dedicados Apollo 4000; las 5000 y 6000 toman el relevo de las de Nimble – flash hibrido – con la misma nomenclatura y la 9000 corresponde a las familias 3PAR y Primera.

Al margen del esquema quedaría Simplivity, de hiperconvergencia; tampoco se ha informado sobre el papel que se reserva a la línea de backup StoreOnce. Ni se ha mencionado el acuerdo por el que HPE comercializa las cabinas XP8 de Hitachi Vantara.

Hay otros aspectos reseñables en la nueva estrategia de almacenamiento de HPE. La clave de Alletra MP está en su arquitectura desagregada, con la que es posible escalar horizontalmente en rendimiento y en capacidad desde un único punto de control, la consola que abre paso al modelo de pago GreenLake. Evidentemente, el mensaje que se pretende diseminar es que no se necesita conocer los requisitos de almacenamiento en archivos y en bloques, porque la base es común y la configuración es posible sobre la marcha. Dar a la clientela la posibilidad de ajustar, reutilizar y reaprovisionar el almacenamiento tiene mucho sentido en un mercado con necesidades cambiantes.

En esta órbita, HPE extiende la aplicación de la inteligencia artificial, de manera que el sistema asigna automáticamente los recursos en función de la carga de trabajo. SDOE (Software Defined Opportunity Engine) vendría a ser una generación automática de propuesta de configuración, al estilo de lo que venía haciendo con InfoSight, para reducir los costes y aumentar el rendimiento. Sobre el papel, el avance arquitectónico de Alletra MP posibilita servicios compartidos con el mismo controlador.

En el capítulo de GreenLake for File Storage, merece destacare la entrada en escena de un nuevo actor, la innovadora compañía de software VAST Data, cuya solución basada en IA resulta clave en el procesamiento y disponibilidad de las cargas de trabajo. Es especialmente útil cuando se trata de datos no estructurados. Obviamente, para VAST Data, nacida en 2016, el acuerdo firmado con HPE le permite sacar pecho ante otras compañías de almacenamiento de más talla, en la gestión de cargas de trabajo de misión crítica.

Otro puntal de la nueva estrategia viene de la mano de nuevos servicios de Disaster Recovery en los que la IA y la automatización son ingredientes fundamentales. Confirma, de paso, la relevancia de la adquisición de Zerto, por la que HPE pagó 374 millones de dólares hace un par de años.

Con el Storage Day, Neri ha querido poner de relieve que HPE estará en primera fila de la batalla por el mercado de almacenamiento. En su presentación, sostuvo que los ingresos generados por esta familia han crecido – según dijo – por encima del 100% y la cartera de pedidos del primer trimestre han duplicado los niveles históricos. Por comparación, sabe a poco el 5% de crecimiento que registra la división de almacenamiento de la compañía.