Será la víspera de la apertura oficial del Mobile World Congress. Mozilla, la Fundación Mozilla, ha convocado una rueda de prensa para el anuncio de su sistema operativo Firefox OS. No es corriente para una entidad sin fines de lucro, contar con la presencia de los presidentes de Deutsche Telekom, Telefónica y Telenor, además del de Qualcomm, que darán al acto un relieve inusitado. El motivo es la puesta de largo de una iniciativa que aspira a dar un mordisco al duopolio de las plataformas promovidas por Apple y Google, «dos compañías que no ven incentivos económicos para trasladar a los smartphones la apertura de la web», sentencia Carlos Domingo, presidente de Telefónica I+D.
Hace ahora un año, Mozilla y Telefónica desvelaron discretamente, también en Barcelona su trabajo en común sobre este proyecto, y ahora admiten que les sorprendió el impacto mediático. No lo confirman, pero según los rumores van a sumarse al proyecto cinco de los ocho grandes operadores, cuyo denominador común es tener presencia en mercados emergentes, en los que echan en falta la existencia de smartphones de precio asequible. El grupo Telefónica, obviamente, es una potencia en América Latina. Deutsche Telekom, además de líder en Alemania, opera en países balcánicos – Croacia, Macedonia, Montenegro – donde se plantea el mismo problema. La actividad del noruego Telenor se extiende a India, Tailandia, Malasia y Bangladesh, mientras el otro socio confirmado, Etisalat, acumula 130 millones de clientes en diez países africanos y tres asiáticos.
Esto tiene visos de ser una ofensiva en toda regla para llevar los smartphones al llamado tercer mundo, ya que en el primero los mercados de telefonía móvil dan alarmantes signos de estancamiento. El acertijo de «cinco sobre ocho» lleva a la conclusión provisional de que a la lista se agregarán China Unicom [lógico, porque es socio de Telefónica] y América Móvil [sorprendente, porque la enemistad es absoluta]. En total, un mercado potencial estimado en 800 millones de individuos, como mínimo.
Si acaso se confirma el rumor sobre América Móvil (235 millones de usuarios) y se suman las operaciones de Telefónica (180 millones) y Telecom Italia en Brasil y Argentina), la cobertura del continente sería prácticamente total.
Explica Carlos Domingo: «si queremos cambiar la industria móvil, la única forma de lograrlo es asociando muchos operadores, porque Telefónica por sí sola, como cualquier otro operador de los grandes, tiene un peso relativo en el mercado global: pensamos que si vamos a hacer algo, tiene que tener otros apoyos, pero siendo una iniciativa originada por Telefónica, algunos no querrían ni hablar del asunto». En otras palabras, la multinacional española prefiere dar un paso al costado para que la iniciativa gane masa crítica y llegue a competir con las plataformas líderes… y con otras que este año pugnarán por el pluralismo.
«Lo que está haciendo Telefónica – dijo Domingo al autor de este blog – es poner su tamaño e influencia para arrastrar las grandes aplicaciones, y dejamos a Mozilla el reclutamiento de desarrolladores que formen la larga cola que se necesita para enriquecer el ecosistema; estamos seguros de que otros operadores van a aportar lo suyo».
De momento, Mozilla sólo ha mostrado a la prensa dos smartphones para la comunidad de desarrolladores de aplicaciones, de cuyo diseño y produccción se ha encargado la startup española Geekphone. Keon y Peak son sus nombres, y llevan procesadores Snapdragon, de Qualcomm, lo que no significa que esos móviles en concreto tengan futuro comercial. En todo caso, Domingo promete que en Barcelona se anunciará la hoja de ruta de Telefónica: terminales y plazos.
La aspiración de competir con dispositivos nuevos, basados en un sistema operativo también nuevo, se antoja tarea ardua en las condiciones del mercado. Apple y Google juegan el papel de incumbentes, y frente a ellos es difícil ganar tracción, como bien saben sus competidores. Por ello sería imprescindible que Firefox OS gane una cierta cuota de mercado, si pretende que la web móvil se abra para ir más allá de donde llegan los smartphones actuales. «En los países emergentes, no tendremos como rival al iPhone, que para ellos es un artículo de lujo; nos dirigiremos a gente que en el mejor de los casos tiene un Android barato, con el que probablemente está insatisfecha» .
¿Será Firefox OS, como ha escrito un colega, «el Android de los pobres»? Domingo se rebela ante la pregunta: «esa expresión no me gusta nada; lo cierto es que hay una oportunidad de hacer llegar la Internet móvil a ese 80% o más de la población de los países emergentes que no ha comprado un smartphone, unos usuarios que están mal atendidos y a los que se les ofrecen productos que no ofrecen una buena experiencia».
Hay barreras de entrada que un nuevo sistema operativo debe afrontar, entre ellas de coste. No se puede ignorar que los fabricantes adheridos a Android han tenido que pasar por la caja de Microsoft para pagar un canon por patentes que Google no tuvo en cuenta al desarrollar su sistema operativo sobre el kernel de Linux. «Microsoft se ha gastado una millonada en Windows Phone, y puede hacerlo porque es una potencia y porque forma parte de su estrategia de hacer converger todos los dispositivos – opina Domingo – y aun así, todavía no tiene pegada».
No se sabe, al escribir esta crónica, qué se anunciará exactamente en el Mobile World Congress, pero la calidad de los participantes (César Alierta, René Obermann y Paul Jacobs, además de Gary Kovacs, CEO de Mozilla) deja presumir que será algo gordo. El secreto mejor guardado es, sin embargo, la identidad del o los fabricantes interesados en participar de la iniciativa