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  21/03/2022

José María de la Torre

Presidente de HPE España y D.G. Sur de Europa

Pago por uso, pago por consumo o suscripción son tres modelos adyacentes que se han convertido en campo de batalla entre las compañías de TI, con independencia de que vendan hardware, software, servicios o redes. Y el hilo que les une es que todo (o casi todo, de momento) se puede entregar al cliente como un servicio pagadero mediante esos métodos. Una de esas compañías, Hewlett Packard Enterprise (HPE), se ha comprometido a que en 2022 la totalidad de su catálogo estará disponible en modo servicio para los clientes que prefieran esa fórmula. Los resultados económicos son estimulantes, el plazo se aproxima y HPE acelera para cumplir a tiempo la promesa, como se podrá comprobar esta semana. 

José María de la Torre

Porque mañana, martes 22, HPE presentará un nuevo bloque de oferta que añadirá a GreenLake, con el que completará más de 50 servicios. De momento, en el primer trimestre de su año fiscal 2022, la demanda bajo este modelo se ha disparado y su participación en los ingresos totales de la compañía aumenta. En buena hora para competir con otras empresas que han llegado más tarde al mismo modelo de negocio.

La conversación siguiente con José María de la Torre empieza y hasta cierto punto es absorbida por ese asunto, el estado en el que se encuentra la adopción de GreenLake en el mercado español y, por extensión, en otros países del sur de Europa cuya responsabilidad recae en el entrevistado.

Estaremos de acuerdo en que el eje de la actividad de HPE – y también su discurso y la mercadotecnia consiguiente – giran desde hace un par de años en torno a GreenLake. Aunque puede parecer pueril, empezaría por la definición de ese modelo de negocio: ¿pago por uso?, ¿pago por consumo? ¿suscripción?

Coexisten las tres variantes, en realidad. Es cierto que en su momento, GreenLake comenzó como pago por uso y por consumo, pero según ha ido evolucionando y abarcando más conceptos, ha llegado a comportarse como una plataforma en la que el cliente da de alta distintos tipos de servicios y esto, en mi opinión, hace que tienda a una fórmula de suscripción. Se trata de servicios de aprovechamiento, de instalación, mantenimiento, para cargas de trabajo específicas como virtualización o contenedores […] o pueden ser más aplicativas, como un SAP HANA o incluso servicios verticales. Al final, lo que se ha construido durante estos años es una plataforma que integra distintos usos, aplicaciones, cargas y procesos. Por lo tanto, abundando en la definición, GreenLake se configura con rasgos de una auténtica nube.

[…] no es una nube ni se comercialice como tal.

No, no es una nube si esta se entiende como destino, pero sí lo es como experiencia. Unos servicios de GreenLake puede que estén en una nube pública, otros estarán in situ o alojados por terceros. O se habrá externalizado o abstraído una parte de ellos, en un planteamiento característico de co-location. En realidad, lo que hemos estado haciendo es poner a disposición del cliente esa experiencia, para que él escoja el modelo de entrega. Lo que hace más complejas las TI de hoy es que el modelo on-premise en un centro de datos propio era más simple pero también era decreciente el retorno que generaba […] Ahora, cuando entran en juego las distintas nubes públicas, todo es más elástico, ofrece más funcionalidades y da lugar a lo que llamamos un ecosistema.

[…] en el que necesariamente hay que compartir.

Sí,  cuando empiezas a compartir, tienes que relacionarte con nubes diferentes que aportan distintas clases y niveles de servicio. Entonces, lo vuelves a ´complicar` todo, en el sentido de que tendrás que gestionar múltiples nubes que, digamos, son de su padre y de su madre. Dónde esté una nube viene a dar casi lo mismo, porque la experiencia que uno encuentra en una nube puede replicarse en otra u otras. Por eso decía que GreenLake empezó como un pago por uso, hace una decena de años, pero con el tiempo está infinitamente más evolucionado.

Estamos en 2022, el año en el que Antonio Neri se ha comprometido a que todo el catálogo de HPE pueda contratarse como servicio. No preguntaré si se va a cumplir [risas] sino ¿qué se está contratando realmente bajo este modelo?

A escala mundial, los datos que ha publicado la compañía al final del año fiscal 2021 dicen que GreenLake ha ganado 300 nuevos clientes, con lo que el total sería de más de 1.300 en todo el mundo, además de 900 partners entre los que hay unos cuantos integradores. Ahora, si me va a preguntar por España […]

Sí, ahórreme la pregunta.

Dentro de la obligada discreción hacia los clientes, puedo decir que tenemos bastantes empresas del Ibex 35 que ya están trabajando con GreenLake […] Bajo el mismo paraguas hay entornos institucionales. Es más lenta la adopción por las pymes y la del sector público, en este caso atribuible a cuestiones regulatorias. Es verdad que, al llevar más tiempo en oferta, lo primero en ser acogido ha sido la infraestructura como servicio […] En cambio, está tardando más la carga de trabajo procesual. Dentro de las infraestructuras como servicio, han tenido más éxito los entornos virtualizados y la ´containerización`, con fuerte protagonismo del puesto de trabajo, obviamente inducida por el impacto de la pandemia.

Esa respuesta sugiere que hay focos de resistencia al modelo. No sé si en las pymes, en el Ibex o en determinados segmentos del mercado […]  

Una cosa no excluye la otra. Seguirán coexistiendo los entornos legacy con las nubes pública en el otro extremo del eje. Deberíamos aclarar de qué entorno estamos hablando […] Con GreenLake, además de proponer servicios en pago por uso, hemos incorporado herramientas de inteligencia artificial que sugieren al cliente metodologías o soluciones a una determinada carga de trabajo cuando esta no se comporta óptimamente. Yo lo veo así: algunas tipologías y aplicaciones pueden estar mejor en un entorno legacy, mientras otras son más susceptibles de alojarse en otro lugar […]

Que unas aplicaciones sean legacy no impide que puedan estar en GreenLake, ¿es lo que quiere decir?

Si hoy los análisis que tenemos indican que muchas de esas aplicaciones están bien donde están, lo que no significa que dentro de cinco años se dé el mismo caso. Lo que incorpora GreenLake es, fundamentalmente, una experiencia de control en una nube privada y una plataforma que gestiona esas cargas. De hecho, hay muchos casos así: a pesar del ambiente favorable al modelo cloud y al de su innegable crecimiento, los estudios disponibles coinciden en que la nube sólo representa aproximadamente el 20% de las cargas. Ah, por cierto, es notable el número de bajadas de cargas que, en una segunda vuelta, pasan de una nube pública a un entorno de nube privada gestionada.

¿Qué papel tiene el coste en esas decisiones, en uno u otro sentido?

No parece que sea importante. Pueden tomarse por la eficiencia o por la latencia, quizá por la regulación. Lo importante, desde mi punto de vista, es que el CIO retenga el control y la capacidad de decidir qué es óptimo en función del objetivo de negocio. Porque este puede ser distinto según el momento de que se trata. Tal vez le sorprenda, pero cuando hablo con directivos de TI en empresas clientes de HPE, suelen decir que los objetivos del negocio de su empresa pueden no coincidir con la estrategia de su departamento. Sería deseable que se alinearan.

Llevo varios minutos pensando que todo lo que ha dicho tendrá que influir en la organización comercial de HPE y en su acercamiento al cliente

Por supuesto que sí. Pero el cliente conserva la libertad de elegir o de no elegir. En HPE podemos pensar que ciertas cosas sería mejor dejarlas donde están, porque ahí es donde mejor se ejecutan: si funcionan bien, no necesariamente habría que moverlas a un destino predeterminado. Lo que debe cambiar profundamente es la experiencia:  hay que cerciorarse de no estar enclaustrados en un entorno que no permita moverse de su casilla.

Ahora, tratemos de aterrizar [risas] De toda la oferta de HPE, que en este año debería estar disponible en modelo de servicio, etcétera, es obvio que no toda puede mudarse de la misma manera ni al mismo ritmo. Por tanto, ¿qué segmentos de GreenLake están teniendo mejor aceptación en el mercado español?

Vale, aterricemos: en el concepto de GreenLake, hay una plataforma de hardware y software, una parte de servicios y otra de licencias. Todos los nombres que cualquiera puede leer en el catálogo de nuestra oferta se han incorporado al modelo. Cubren tipologías diferentes: máquinas virtuales, contenedores, bare metal, VDI, edge, data protection, HPC […] Por detrás, hay un despliegue de infraestructura. Ahora bien, las cargas de trabajo que están tirando más en nuestro mercado son las más modernas. Es lógico. Porque las cargas de proceso requieren más madurez a la hora de abordar una migración, lo que reprime los entusiasmos poco reflexivos. Sería sugerente imaginar que me hiciera la misma pregunta dentro de dos años.

Si así fuera ¿dependerá de la inversión hecha con anterioridad?

Supongo que sí. Lo que estamos viendo es una aceptación fantástica en la migración de entornos mainframe y por tanto de sistemas legacy a otros abiertos. Por lo general, son cargas de trabajo que llevan asociada mucha integración de terceros, mucho software y mucha consultoría. Hay clientes que están apostando muy fuerte en esta línea.

Tengo claro que HPE ha sido rompedora al introducir el concepto de pago por uso, pero hoy no está sola en el mercado. Me dirá que la competencia avala una apuesta temprana, pero ¿qué impacto espera HPE de la entrada de nuevos competidores a la carrera con modelos semejantes o que al menos predican la misma intención?

Tener competencia siempre es bueno. HPE viene de una larga historia en el mundo de los estándares, así que estamos bien preparados para ello. Dicho esto, llevamos años tomando la iniciativa y no creo que los competidores puedan decir lo mismo. Además, una plataforma no se construye de la noche a la mañana: hay mucho I+D, adquisiciones, formación de profesionales, metodologías, estructuras comerciales […]. Por lo que estamos viendo, esta es nuestra ventaja.

Le preguntaba si notan algún efecto de la entrada de competidores […]  

Sería bueno que empezáramos a ver la competencia como alternativas de experiencia, no como la mera opción entre una marca y otra.

[…] HPE ha transferido gran parte de su negocio de servicios a través de una desinversión y luego ha reinvertido en otras categorías de servicios. Sin necesidad de discutir esos movimientos de hace años, ¿cuál es actualmente el componente de servicios en el negocio de HPE en España?

Muy alto, alrededor del 35% del total de facturación. Tengo que corregir su afirmación: no hemos desinvertido, sino que hemos transformado la actividad de servicios de la compañía. Los perfiles y el portfolio que ofrecemos actualmente son distintos a los que ofrecíamos hace pocos años, no es una anormalidad. Desde entonces, hemos adquirido una veintena de compañías que refuerzan la estrategia y en España tenemos más de un millar de profesionales que prestan servicios a los clientes. Obviamente, nuestra estrategia de hoy no puede ser la misma que hace diez años.

La noción de hibridación es un caballo de batalla constante para HPE y un tema de nuestras conversaciones. Tal como yo lo entiendo, un modelo hibrido implica ir contra la visión que a menudo se predica sobre la cloud pública como solución universal o dominante. ¿Cómo son las relaciones entre HPE y los grandes proveedores de la nube pública?  

Son socios necesarios. Ellos dicen cloud first, nosotros decimos cloud everywhere. Y esto es algo más que un matiz: nuestra propuesta también se apunta a la cloud, como no podría ser de otra manera, pero es una propuesta híbrida, automatizada, orquestada, gestionada […] Usted conoce la compañía y sabe bien que hemos dejado atrás la fase de cloud first: hoy vemos muchas nubes a nuestro alrededor. Lo que significa que para ciertas cargas de trabajo y para ciertos servicios, los clientes tienen buenas razones para preferir una o varias nubes de esos proveedores. Lo que dice HPE es fácil de compartir: las organizaciones deben mirar cuál es el destino óptimo para cada carga de trabajo en cada momento.

Otro caballo de batalla de HPE es el edge: la compañía proclama from the edge to the cloud. Pero es constatable que el edge ha despertado en mercados evolucionados, pero no en otros; e incluso en Estados Unidos le está costando despegar. ¿Puede funcionar en Europa – y en España, claro – tan pronto como espera HPE desde la adquisición de Aruba?

Justamente, lo iba a decir hace un momento. Observamos en Europa y en España, mucho interés en aprovechar el valor de los datos en el extremo. No estoy diciendo nada nuevo: más del 60% de los datos se generan en el extremo, por esto veremos una aceleración muy notable en la que nos está ayudando muchísimo el portfolio de Aruba, muy asociado al concepto de seguridad perimetral. Antes, el perímetro era el centro de datos, con el tiempo se ha abierto y se ha trasladado al extremo.

A propósito: ya sea como realidad o sólo como consigna para convocar a la clientela, la seguridad es un tópico del sector TI. ¿Qué estrategia tiene HPE en esta materia?

Estamos claramente alineados con el concepto zero trust porque para tener una estrategia de seguridad propia, tiene que ser holística. Para HPE, la seguridad parte desde el silicio y cubre toda la capa de software, igual que va del extremo hasta la nube. Y no puede ser una visión meramente táctica. Tenemos en la compañía una cantidad de profesionales que ayudan a las empresas a tomar decisiones y, como sabe, hemos adquirido la empresa Zerto que se ha integrado en GreenLake a efectos de potenciar la oferta de data recovery como servicio, un mercado que está floreciendo por razones evidentes.

Arrastro desde hace años mi curiosidad intelectual por el mercado de HPC (High Performance Computing) y por consiguiente en la política de HPE, que desde la compra de SGI y Cray se ha convertido en una potencia de la supercomputación. ¿Cómo se ve ese mercado desde España, donde ahora se habla de nuevos proyectos?

Su pregunta enlaza con otra que no me ha hecho [risas] sobre los fondos europeos. Creo que España, gracias a la capacidad instalada y a proyectos que se están elaborando, tiene por delante la oportunidad única de ser exportadora de servicios de alto valor. Si realmente queremos dar al dato su verdadero valor, si queremos utilizar cargas basadas en inteligencia artificial y machine learning, España necesitará aumentar capacidades ingentes de computación y almacenamiento en tiempo real, que podrían ser una contribución a los esfuerzos europeos en HPC. Creemos que el modelo de GreenLake puede ser muy útil porque tiene un componente de supercomputación como servicio.

Vale, pues ahí va la pregunta: ¿cuál es la actitud de HPE en relación con los fondos europeos bautizados como de nueva generación?

En la geografía de lo que soy responsable, España e Italia son países receptores netos de esos recursos europeos, de manera que tenemos una oportunidad de reducir la diferencia existente en la ratio de gasto en TI sobre PIB, que es notable en los países meridionales. Cuando digo oportunidad, me estoy refiriendo al desarrollo de una auténtica industria del dato, cuya materia prima es el talento. La veo claramente, pero como dicen los que saben, una estrategia bien planteada puede fracasar en su ejecución. Creo imprescindible la colaboración entre las administraciones y el sector privado, entre las universidades y las empresas, para que esa intención llegue a buen puerto.


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