John Colgrove, a quien todos llaman Coz, fundó Pure Storage en 2009, tras dejar atrás una experiencia de dos décadas en la industria del almacenamiento de datos. Tres años después, Pure – así se la conoce coloquialmente – presentó su primer producto y en 2013 salió a cotizar en bolsa. Su peculiaridad es que, a diferencia de los clásicos del sector, que son versátiles por necesidad, se especializa exclusivamente en sistemas basados en tecnología flash, así denominada por emplear memorias del mismo nombre, una iniciativa de Toshiba en 1984. Colgrove se reservó el rol de CTO, dejando las funciones ejecutivas a fichajes externos: primero Scott Dietzen, luego Charlie Giancarlo.
El cargo de Colgrove dentro de la compañía ha pasado a denominarse, muy expresivamente, Chief Visionary Officer. El contenido de esta crónica es una conversación inspirada por una declaración de Charlie Giancarlo – CEO de la compañía – en junio, según la cual a los discos duros (HDD, por su sigla en inglés) les quedan como mucho cinco años de existencia.
Coz empieza el diálogo: “los sistemas de almacenamiento flash son más rápidos, tienen una ratio de fallos ínfima, consumen menos energía y ocupan menos espacio; la razón casi exclusiva por la que se siguen vendiendo discos duros es que son más baratos, una diferencia que van perdiendo gradualmente. No es difícil suponer que, cuando flash los iguale en precio, nadie tendrá motivos para comprar un producto destinado a ser caro”.
Las curvas del coste de propiedad [TCO, parámetro determinante de la adopción de una tecnología sobre otras] se cruzarán y flash afianzará su ventaja. No va a ocurrir este año, pero ya se advierte la necesidad de relevo.
Tengo aproximadamente la misma edad que la invención del disco duro. Entenderá mi desasosiego [risas] cuando Pure Storage pronostica que los HDD morirán antes del final de la década.
[risas] Yo también tengo una edad, no me regañe […] Ocurre que mucha gente está convencida de que ciertas tecnologías han desaparecido, cuando no es así. Y ocurre por una variedad de razones; el mainframe me servirá de ejemplo, en parte porque gran parte del software que se sigue usando fue originalmente escrito para mainframes durante décadas. No, no me estoy desviando de su pregunta. Los discos duros, con 70 años de historia, hoy pueden ser reemplazados con ventaja por la tecnología flash en cualquiera de sus rasgos excepto en uno, el coste, como he dicho.
O sea que, con independencia de sus cualidades intrínsecas, flash avanza debido a su mejor ecuación económica […]
Exacto. La única razón por la que los discos duros sobreviven frente a la tecnología flash es que son más baratos. Se venden millones y millones que, en la práctica compran cinco o seis compañías. Cuando la industria pueda ofrecerles flash al mismo precio que un HDD, esos clientes cambiarán de bando y el 90% de los fabricantes de discos duros se evaporarán de la noche a la mañana. Esta es nuestra perspectiva.
¿Significa comparar el TCO [total cost of ownership] de una tecnología con su rival hasta ahora?
No mucha gente presta atención al TCO, sinceramente. A veces, hablando con un cliente, descubrimos que lo que realmente le preocupa no es la factura de energía, generalmente porque no es él quien la paga sino un tercero dentro de la organización […]. Esto no significa que los clientes se equivoquen con el TCO: año tras año van arañando un porcentaje, uno tras otro, y por eso son los primeros en saber que el coste de flash seguirá cayendo y que las dos curvas del coste de adquisición se van a cruzar con una evidente ventaja para flash. A cualquier escala, el TCO de flash ofrece mejor valor que un disco duro y a esto no hay que darle muchas vueltas: la tendencia del mercado favorece a la tecnología flash. Lo que ha dicho Charlie [Giancarlo] se está verificando. No es inmediato, pero conviene advertir la necesidad de un relevo.
¿Cómo será esa agonía que predice Pure Storage?
[…] En Pure creemos que ese día llegará cuando los hyperscalers dejen de comprar discos duros y a partir de ese momento se acelerarán las ventas de flash. Este pronóstico responde al hecho de que los tres principales van a representar al menos un 18% del mercado global de discos duros.
¿Con qué impacto sobre el paisaje competitivo?
[…] Estoy convencido de que Pure Storage tiene una ventaja decisiva sobre la competencia: nuestros módulos DirectFlash [DFM] tendrán varios años por delante para alcanzar su punto de inflexión. DirectFlash nos permite integrar sus virtudes en un módulo con gran fiabilidad, con un rendimiento más consistente. Económicamente, nos queda margen para añadir valor al uso de esta tecnología.
¿Ese margen es ancho o estrecho? ¿Será duradero?
Hemos alcanzado un punto en el que no vemos ningún competidor que puede que también lo ha alcanzado, ya sea solo o con ayuda. Pueden tardar un año o dos. Cuando cualquier gran organización piensa en construir un datacentre, su presupuesto toma en consideración el cálculo de la potencia que consumirá: vemos que en Singapur no se puede construir nuevos centros de datos para no agravar el consumo de potencia, que en Irlanda ya tienen un consumo cuyo nivel es preocupante y que, en Estados Unidos, varios estados y ciudades han dejado de autorizar la construcción de datacentres porque no podrían producir la energía que consumirían.
Por lo que la potencia instalada marca los límites […]
Al final, la energía es el gran regulador de este juego presupuestario. La sociedad contemporánea ha aprendido a reducir las emisiones a la atmósfera o a ser neutrales en el consumo de carbón, pero bajar la potencia instalada es un objetivo que se antoja imposible. Cuando pensamos en los próximos los dos, tres o cuatro próximos años […] Seguiremos apremiados por serios problemas con la potencia disponible, una razón más para que deseemos prescindir de los discos duros.
Ahí van tres preguntas en serie. ¿Cuál es el centro de la innovación en el mercado de almacenamiento? ¿Quién lidera ese ciclo de innovación: sus proveedores de memorias, sus partners de software?
El centro de nuestra innovación es nuestro software Purity. Durante los pasados diez años hemos estado desarrollando DirectFlash para tratar flash como lo que es: flash. Cada competidor usa discos de estado sólido (SSD) y según ellos, flash pretende actuar como un disco duro, pero esto es muy ineficiente, lo que nos da una gran ventaja sobre los vendedores de flash que siguen haciendo chips densos y económicos: lo que necesitan los dispositivos de consumo – que para ellos es la prioridad de sus modelos de negocio – es mejorar su densidad y grandes volúmenes en su fabricación, con lo que pueden recortar el coste. No tenemos nada que objetar, pero en un centro de datos lo que funciona para almacenamiento de datos es Purity.
[…] ¿Qué funciona?
Construimos módulos de flash directo (DFM) que se comunican directamente con unas memorias flash ´crudas` por así decir, con lo que se evita comprar SSD cuya virtud principal es ser commodities. Esto nos coloca en un punto cualitativamente diferente en la cadena de suministro de otros vendedores de sistemas de solid state: DFM + Purity “hablan” (sic) directamente con la memoria flash para aportar un rendimiento más alto.
¿Dónde está la ventaja de fabricar o hacer fabricar los módulos?
Ante todo, nos da un alto nivel de independencia: hemos tomado el firmware de esos módulos y lo juntamos con nuestros controladores, de modo que podemos trabajar con la mayor parte de los sistemas flash muy eficientemente gracias a que podemos hacer mapeado directamente y gozar de más escalabilidad. Inherentemente, reduce el coste, porque del flash obtenemos un menor coste y manejamos más bits. A DFM le debemos un 20% más de almacenamiento, que representa un cambio estructural […] Durante diez años hemos diseñado y desarrollado con sensibles mejorar un software que nadie más puede ofrecer en el mercado.
Me va a perdonar, pero suena a exageración […]
¿Usted cree? Todas las compañías importantes de almacenamiento tienen un mercado muy importante de HDD y se presentan como un vendedor de SSD pretendiendo que su rendimiento equivale al de un disco duro. Por nuestra parte, hemos dando forma a una ventaja de software durante más de una década y le aseguro que no será fácil para otras compañías ponerse a nuestra altura.
¿Qué ventaja pueden esgrimir esos vendedores?
En mi opinión, cualquier ventaja que pudieran tener se desvanece porque estaría basada en su condición de vendedores de discos duros. Cuando Pure Storage venda AFA [All-flash array] al mismo precio, ¿a quién le van a interesar todavía los discos duros?
¿Está diciendo que los SSD y no solamente los HDD, están condenados? La suerte de Pure Storage es que no tenía ni tiene legacy que defender. En esa medida, ha podido construirse un mercado a su medida […]
Puedo hablar desde la experiencia de Pure Storage. Abandonamos los SSD y empezamos a diseñar módulos de flash directo en 2013, hace diez años. Esto nos da una progenitura que en 2016 permitió entregar nuestro primer flash blade […] De manera que llevamos siete años usando modulos flash directo en todos nuestros productos y hemos desarrollado el software que lo hace posible durante diez años. Con ello no sólo tenemos unos costes inferiores sino que hemos mejorado la duración y una ratio de fallos mucho más baja.
Su cargo actual no tiene muchos parangones en la industria: chief visionary officer. Nada menos. ¿Cómo se ve desde el púlpito la situación del mercado? Empecemos por la de los centros de datos […]
Es evidente que la demanda de centros de datos sigue creciendo y que el más reciente de los factores de crecimiento es la inteligencia artificial, lo que sin duda es más deseable que el boom de las criptomonedas, cuyo consumo de energía era ruinoso. Podemos pensar en los beneficios que traerán las aplicaciones de la IA […] y los datos son la clave de la IA. No necesita que se lo diga. Por lo tanto va a seguir progresando el número y capacidad de los centros de datos. Lo que va a ocurrir, en mi opinión, es que serán más eficientes y van a aplicar la energía donde aporte una diferencia en lugar de un despilfarro. Dicho sea de paso, los centros de datos necesitan cambios drásticos en la manera de diseñarlos y construirlos.
A propósito, hoy en día parece obligado preguntarse por el impacto previsible de la IA, pero no se hace mucha mención acerca de su influencia en el almacenamiento de datos, o eso creo. No sé si está de acuerdo, pero ¿cuál es la razón?
Ante todo la inteligencia artificial es entrenada con datos y analiza datos, de manera que naturalmente implica tratar ingentes cantidades de datos. Aquí tengo que decir que la inteligencia artificial no equivale a sentido común artificial. Es muy buena para compilar un montón de información y aportar algunas ideas que son de agradecer, pero no creo que sea capaz de escribir un artículo mejor que el que surgirá de esta entrevista. Usted puede dejar que la IA revise lo que ha escrito, pero luego usted tendrá a su vez la tarea de revisar los resultados en función de lo que usted y yo tenemos y de lo que los ordenadores carecen: sentido común. Ni se le ocurra que la versión final de esta entrevista se produzca con IA [risas].
Agradezco su reconocimiento […]
Quien no entienda el contexto alucinará, como dicen las mejores hipótesis sobre IA. Sería como si la compañía me asignara un asistente que fuera un trabajador excepcional pero tuviera el sentido común de un niño de cinco años.
En el estadio actual, abundan las experiencias fallidas atribuidas a las prisas por los resultados […]
También hay experiencias positivas, concluyentes. ¿En marketing? Si quiero producir una nota de prensa, puedo dejar que la IA escriba el borrador inicial, que puede valerse de recursos eficaces; sin ninguna duda mejora la productividad, pero no sabe trabajar con humanos, este es el problema, que la IA está lejos aún de la capacidad de reemplazar a humanos inteligentes.
Un alegato apasionado […] Me interesa saber si en materia de IA, Pure trabaja sola o junto con especialistas.
Lo que hacemos ahora mismo es contar con unos pocos especialistas y que ellos ayuden a quien lo necesite. Estudian mucho, analizan sus peligros, sus problemas. Uno de los temas en discusión es la soberanía de los datos: ¿es razonable entregar mis datos para que sean usados como entrenadores? ¿Qué vendedores usarán mis datos para responder a otras personas? Estoy seguro de que existen fórmulas para usar con sensatez la IA y evitar usos malsanos. No tengo la menor atención de sembrar la alarma, pero no por eso puedo ignorar la realidad.