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  7/09/2011

Hay una teleco en mi nube

Ya se ha dicho aquí que lo malo del cloud computing es su nombre, y la metáfora de “la nube” puede ser aún peor, cuando se trata de explicar a un profano de qué trata el concepto. O tal vez el equívoco consista en suponer que se trata de una tecnología, cuando en realidad es sólo (¿sólo?) un nuevo modelo de servicio. Es natural que las compañías operadoras de telecomunicaciones, que por definición son proveedoras de servicios, no quieran quedarse al margen de un negocio que hace uso intenso de sus redes y en el que hay jugosos ingresos en juego. Este ha sido el punto de partida para indagar en las estrategias que siguen las telecos en relación con el cloud computing.

La novedad pesa mucho en la economía del sector: según la consultora Analysys Mason, en 2015 los ingresos mundiales por servicios cloud a empresas – sin contar los destinados a consumidores – ascenderá a unos 35.600 millones de euros, partiendo de 12.100 millones el año pasado. Al menos un 23% de la cifra correspondería a la facturación de las operadoras, sea como prestatarias directas o por arrendar sus infraestructuras. ¿Y el 75% restante? El 39% lo facturarían los innumerables integradores de sistemas prestos a reciclarse, y queda un 36% para los no tan numerosos vendedores de software. Será, por consiguiente, un mercado fragmentado, tan propicio para una feroz competencia como para una estrecha cooperación entre los tres componentes de la industria.

Como es habitual, este torrente de cifras e hipótesis varía según qué fuente se consulte. La proyección más alta es la de Gartner, y predice que “el total” de los servicios cloud alcanzará los 148.800 millones de dólares en 2015. Si el desfase de cifras es intrigante, más lo es esta afirmación de Gartner: “el 20% de las 500 mayores empresas globales – excluídas las de TI – serán de un modo u otro proveedoras de cloud, al prestar bajo esta modalidad sus servicios principales, desplazándose por la cadena de valor”. Otra fuente, Capgemini, sostiene que “dentro del segmento empresarial, las telecos se dirigen agresivamente a las pymes debido al interés primario de estas por el software entregado en remoto. Se puede esperar que la cuota de las pymes en el conjunto de los ingresos por servicios cloud se incremente de un 25% a un 40% entre 2010 y 2015”.

Todos los estudios al respecto describen el peso dominante de las dos grandes variantes: IaaS (infraestructura-como-servicio) y SaaS (software-como-servicio). Analysys Mason estima que el reparto es hoy del 70% y 30% respectivamente, y que en los próximos años ganará espacio la segunda. Este reparto no aclara, en cambio, qué peso tendrá una tercera categoría en auge, PaaS (plataforma-como-servicio), cuyos exponentes son Salesforce, Amazon a través de su filial EC2, y la plataforma Azure, de Microsoft.

El informe de la consultora británica es exhaustivo. Clasifica a los proveedores en cuatro categorías, atribuyéndoles las siguientes proporciones: partners registrados, 14.000 millones = 39%; vendedores clásicos, 12.900 millones = 36%; proveedores de comunicaciones, 8.200 millones = 23%; proveedores de servicios gestionados, 500 millones = 2%. Ver para creer: este desglose se refiere a 2015, lo que limita su credibilidad como hipótesis.

Todas las operadoras exploran o ya practican alguna modalidad de este negocio en expansión. Y todas las empresas de informática buscan forjar acuerdos con aquellas. Porque tener en catálogo estos servicios remotos exige disponer de redes de altas prestaciones, potentes servidores de datos y de almacenamiento, estratégicamente distribuídos. Ninguna compañía reúne todas las capacidades necesarias, y la inversión es tan elevada que lo primero es buscarse un socio.

IBM, cuya potencia no necesita muchas glosas, tiene una elaborada estrategia de cloud computing, pero no pretende comerse todo el pastel. En octubre del 2010 presentó un conjunto de hardware, software y servicios conjugados para ayudar a las operadoras a acelerar su inserción en el negocio de la nube. France Télécom, a través de su unidad Orange Business Services, ha sido una de las primeras en testear esta propuesta, con vistas a lanzar su propia oferta de infraestructura como servicio. Por su parte, Unisys ha llegado a un acuerdo con Colt (operador especializado en las comunicaciones corporativas y con red propia) para montar seis centros de datos a través de Europa con la misma perspectiva. Incluso la primera operadora de Estados Unidos, Verizon, ha creado en Europa una unidad para atender necesidades de empresas multinacionales.

Otros dos competidores van por libre. Amazon y Google. Mientras el primero se limita a alquilar tiempo de uso de sus centros de datos, la empresa que muchos creen es sólo un buscador, ha amagado varias veces con dotarse de redes propias si la regulación se lo permitiera.

Claro está que montar una nube no es coser y cantar. Son servicios cuyo requisito esencial es dar garantías de un altísimo nivel de fiabilidad (en teoría, el 99,9% y, llegado el caso, con recuperación asegurada. Los “apagones” sufridos este año por las plataformas de Amazon (por dos veces) y Microsoft (en agosto) son signos inquietantes. No atribuibles a las redes sino a sus servidores, aportan un argumento más en favor de la cooperación entre especialistas de distintos campos. Y en eso están casi todos.

El año pasado por estas fechas, Julio Linares, consejero delegado de Telefónica, revelaba a la prensa en Santander que había cerrado un acuerdo con la compañía japonesa NEC para montar una plataforma de servicios de virtualización de puestos de trabajo, enfocados a las pymes españolas con proyección geográfica. Desde aquel anuncio, NEC ha instalado en las afueras de Madrid un centro de competencia especializado, mientras Telefónica reforzaba los recursos de su división Global Cloud Services, dirigida por José Luis Gamo, para un ámbito de actuación que cubre las filiales del grupo en Europa y América Latina [según lo anunciado el lunes, este área de actividad se integrará en la nueva rama del grupo, Telefónica Digital, que dirigirá Matthew Key]

Telefónica y NEC ya llevan un par de años de experiencia común llamada Aplicateca – mercado online de aplicaciones de empresa con pago por uso – para España y varios países latinoamericanos. Por otro lado, Telefónica ha trabajado junto con Cisco en el desarrollo de la infraestructura de servicios “en la nube” del gobierno de Castilla La Mancha, y mantiene una alianza con Ericsson que completa su dispositivo actual. En otro plano, Microsoft ha asociado a Vodafone y Telefónica en la comercialización de sus programas ofimáticos online, Office 365.

Por otro lado, los consumidores llevan varios años subiendo y bajando datos de “la nube”, almacenándolos no saben dónde, y compartiéndolos. Dropbox y Boxnet son dos servicios muy populares, pero Terabox, creado por Telefónica, está bien implantado en España y América Latina. También Google es un actor principal, y Microsoft lo es a su manera. Recientemente, Apple y Amazon han lanzado sendos servicios de almacenamiento remoto de música. En este terreno, el consumo ha mostrado el camino a las empresas.

[publicado en La Vanguardia el 4 de septiembre]


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