publicidad
  4/04/2023

Exigencias de un inversor muy convincente

Menos notorio que sus colegas estadounidenses, el inversor británico Christopher Hohn destaca por la agresividad con la que impone sus reglas a las empresas de las que es accionista. A través del fondo TCI gestiona activos por 44.000 millones de dólares, por lo que sus exigencias no caen en saco roto. Hohn – Sir Chris para la prensa paleta – ha sido protagonista en noticias que han dejado huella: en las pasadas semanas ha forzado un cambio en la presidencia de Cellnex y la renuncia in extremis de Airbus a una inversión ya pactada. Y aún le ha quedado tiempo para salir en defensa de Ferrovial – de la que es accionista minoritario – acerca del traslado de su domicilio fiscal a los Países Bajos.

Chris Hohn

Su ofensiva en Cellnex ha sido fulminante: avisó de que en la junta de junio pediría la remoción del presidente y tres consejeros e inmediatamente convenció al primer accionista, el holding de la familia Benetton: dicho y hecho, el consejo de administración nombró presidenta no ejecutiva a Anne Bouverot. Aparentemente, el reproche de Hohn al presidente destituido se antoja trivial: ser poco diligente en la búsqueda de reemplazo para el CEO Tobías Martinez, que ha decidido dejar la compañía.

Esa será la misión de Bouverot, buena conocedora de las telecos: trabajó diecinueve años en Orange y otros cuatro fue directora general de la GSMA. En la actual coyuntura, Cellnex necesita un cambio de rumbo: tras invertir 40.000 millones de euros desde su salida a bolsa en 2015 y de endeudarse en 20.000 millones para comprar activos, no tendrá más remedio que renunciar al crecimiento inorgánico y dar un volantazo a sus operaciones. Esta es la estrategia que se trasluce en varios contratos para explotar servicios de telecomunicaciones vinculados a redes de transporte ferroviario y autopistas  en Europa, además de analizar el posible negocio de edge computing apoyándose en la infraestructura de su propiedad.

Por cierto, los rumores sobre una eventual fusión de Cellnex con su rival American Tower se han disipado y no parece que fuera la fórmula preferida por el inversor británico, que entre acciones y derivados controla el 9% del capital de la primera.

Segunda hazaña de Chris Hohn, ésta en su condición de accionista de Airbus Industries: poseer el 3% del grupo aeroespacial no le da margen de influencia en los grandes asuntos de estrategia del grupo controlado por tres estados europeos, pero puede hacerlo valer en un movimiento menor como el intento de adquisición del 29,9% de Evidian, una vez segregada del grupo francés Atos. Esta iniciativa ha dado a Hohn la oportunidad de hacerse oír más alto de lo que correspondería a su porcentaje.

“Después de un examen profundo de esta adquisición potencial, el consejo ha decidido que una participación minoritaria del 29,9% no se corresponde con los intereses de Airbus”, se rendía explícitamente el grupo europeo de aeronáutica y defensa. Daba así carpetazo a la acrobacia de la compañía francesa, que en poco más de un año ha tenido a su frente tres CEO distintos. Como consecuencia de la retirada de Airbus, la cotización de Atos se hundió un 18% de inmediato mientras la de su contraparte subía un 4,8%

La presencia de un coloso como Airbus Industries en Evidian – valorada en principio en 7.000 millones – debía ser un aval para la maniobra concebida de urgencia por el actual CEO de Atos, Nurdine Bihmane. Consiste en agrupar en esa filial las actividades de cloud, ciberseguridad y supercomputación, segregándolas de los servicios de outsourcing, que pasarían a otra filial para la que se había ofrecido voluntariamente como socio un ascendente inversor checo Daniel Kretinsky [otra historia]. El consejo de Airbus estaba genuinamente interesado en incorporar esas capacidades a su cartera, pero la oposición de Hohn ha suscitado inquietud entre los accionistas mayoritarios.

Antes de la espantada de Airbus, el fondo gestionado por Hohn había adelantado cuál sería su posición en la junta convocada para el 19 de abril: “reforzarse en la ciberseguridad y el análisis de datos pagando 1.200 millones de euros a cambio de una participación minoritaria, no otorgaría a la compañía un poder de decisión significativo”. Así las cosas, parece arduo que las partes vuelvan a la mesa de negociaciones, pese a que cada una por sus motivos necesitaban cerrar la transacción.

Para Airbus, cuya cifra de negocio es de 58.800 millones de euros (+13%) y el beneficio de 4.200 millones, la inversión en Evidian era asumible para el objetivo de contar con un socio fiable en el proyecto de sistema de combate aéreo futuro que implica el desarrollo de una nube propia. A menos que se renegocie la adquisición, Airbus tendrá que buscar una alternativa, de las que Europa no anda sobrada. En cuanto a Atos, se ha quedado al pie del altar: muy deficitaria en 2021 (2.900 millones de pérdidas) pudo recuperar un modesto crecimiento de ingresos en 2022, que le permitió rebajar sus pérdidas; era el momento de pasar a otra pantalla.

Pasando ahora a TCI (The Children Investment): tiene nombre de ONG, pero es tan temible como sus congéneres. A Chris Hohn le gusta presumir de filántropo, pero el año pasado recibió una remuneración de 690 millones de dólares. Con regocijo ha contado The Guardian esta anécdota: Hohn empleó durante cuatro años a Rishi Sunak cuando este imaginaba su futuro en la bolsa, no en Downing Street.

Ahora bien, googlear sobre el personaje ofrece otras sorpresas. Por un lado, contribuye asiduamente a las causas medioambientales. En su faceta combativa, ha creído oportuno dirigir una carta abierta a Sundar Pichai, CEO de Alphabet [también es accionista]. En la misiva, de noviembre pasado, le exhortaba a recortar costes sin contemplaciones: “esta compañía tiene demasiados empleados y el coste por empleado es demasiado alto”. Según sus cálculos, la compensación media de un empleado de Alphabet era de 295.884 millones de dólares, un 67% más alta que las de su equivalente en Microsoft”. Ah, faltaba decir que también posee acciones de Microsoft.


Contacto Suscríbete RSS


Sobre el autor. Copyright © 2024 El dominio norbertogallego.com es propiedad y está administrado por Diandro SL. B85905537. Creative Commons