Mientras HP continúa buscando un nuevo presidente, Mark Hurd, que fue defenestrado de ese puesto el 6 de agosto, parece haber encontrado un trabajo digno de sus cualidades. Dice el runrún californiano que su amigo Larry Ellison le ha ofrecido incorporarse a Oracle como alto directivo. Esto sólo puede significar una cosa: Ellison (66 años) está pensando en su sucesión como consejero delegado de la compañía que fundara en 1977. Una segunda deducción implica que el legado no recaerá en los principales lugartenientes de copresidentes, Charles Philips y Safra Catz, que durante años se han ocupado de las operaciones y de las finanzas de Oracle. Hurd reúne los méritos necesarios, pero la noticia tiene morbo.
A los pocos días de verse forzado a renunciar tras un confuso episodio que empezó con acusaciones de acoso sexual y acabó en objeciones a sus cuentas de gastos en HP, Hurd recibió el respaldo público de Ellison, quien envió una carta a The New York Times en la que acusaba a los miembros del consejo de HP de cobardía, por dejarse intimidar por el riesgo de que el affaire se filtrara a la prensa. Ya entonces se dijo que Oracle podía ser el destino profesional de Hurd, y la prensa estadounidense se ocupó de ventilar algunas historias de Ellison con empleadas de Oracle.
Hay más madera. Charles Philips, el copresidente que ha sido considerado la mano derecha de Ellison y su eventual sucesor, se vio involucrado el año pasado en otra historia picante, al publicarse que ha mantenido durante años una relación extramatrimonial. Ellison no se lo reprochó, qué va, pero al poco tiempo Philips cayó en desgracia por irse de la lengua con unos analistas a los que reveló supuestos planes de Oracle para comprar empresas con el fin de desplazar a HP e IBM de los primeros puestos del ranking de la industria. Desde entonces, sus funciones se han visto recortadas, pero no ha perdido su rango.
La eventual llegada de Mark Hurd rompería ese esquema de funcionamiento. Es difícil imaginar que quien ha manejado con éxito una empresa de más de 100.000 millones de dólares de facturación, aceptara ocupar una posición secundaria en Oracle. Por otro lado, se consumaría así, de la peor manera, una ruptura entre dos empresas que han colaborado estrechamente hasta el día en que la adquisición de Sun puso a Oracle en situación de potente competidor de HP en varias líneas de negocio.