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  31/08/2022

Smartphones: de la cumbre a la meseta

Tras quince años de ascenso, casi sin interrupciones, la demanda mundial de smartphones se estanca en una planicie. Según las previsiones de IDC, más allá de la deplorable coyuntura trimestral, en el mejor de los casos se puede esperar que entre 2022 y 2026 el crecimiento medio anual repunte hasta el 1,6% de media quinquenal. La consecuencia es que todos los fabricantes – lo reconozcan o sólo lo susurren a la prensa – están reduciendo producción, recortando stocks y ajustando catálogos. Las dos marcas principales confían más en las posibilidades de monetización vía servicios y accesorios que en maximizar el número de unidades. Este sería un conciso resumen de lo que opinan los analistas.

El miércoles 7, Apple presentará sus iPhone 14 y la maquinaria del bulo está recalentada. Más interesante que especular sobre sus novedades es atender a lo que dice el CFO de la marca de la manzana, Luca Maestri: la masa de sus smartphones en circulación actúa como motor de crecimiento de los ingresos que la compañía categoriza como servicios, que en 2021 representaron un 19% del total y un 31% del beneficio bruto. Samsung se aferra a su liderazgo gracias a una variedad de modelos de la que carece su rival. La reacción coreana contra Apple será el Galaxy S23, que vendrá equipado con la segunda generación del procesador más potente de Qualcomm, pero no ocurrirá antes de febrero.

Así las cosas, la prensa coreana sugiere que Samsung ha rebajado de 310 a 280 millones el total de smartphones que producirá este año, suficiente para seguir por delante de Apple, que supuestamente no podría pasar de 220 millones. A saber.

Si se cumpliera la estimación de IDC, el mercado mundial debería declinar hasta un total de 1.310 millones de unidades este año. Con esta previsión, que toma en cuenta la severa caída del mercado chino, la caída interanual sería del 3,5%, muy por detrás del cálculo original de principios de año, que veía posible un crecimiento del 1,6%.

Hay varios frentes que originan esta tendencia regresiva. El primero es la extensión de la vida del parque instalado, otros serían la inflación que lleva a redistribuir la renta disponible (dicho con pretensiones), las tensiones geopolíticas, las perturbaciones de suministro. Todo ello combinado, reduce el tamaño de la demanda y crea cuellos de botella en la oferta.

Por encima de todo, está el derrumbe del mercado chino, el primero del mundo, que ha caído un 14,7% en el segundo trimestre (67,2 millones despachados) con todas las marcas (menos Honor) en territorio negativo. Hay una excepción significativa: los smartphones plegables dieron la nota, con un 70% de incremento.

Con estos antecedentes hay que valoras las cifras globales del segundo trimestre publicadas por IDC. Los despachos han bajado de 313,4 a 286 millones de unidades, un descenso del 8,7%. Echando cuentas, 38 millones de merma corresponden al mercado chino: son el 80% de la reducción prevista para todo el mundo. De manera que sólo una improbable remontada china podría salvar el año.

A pesar de un entorno tan complicado, las posiciones de los vendedores no se han alterado. Samsung detenta el primer puesto con un 21,8% de cuota y un saludable crecimiento en todas las regiones salvo en Europa (ha sido reducida a la marginalidad en China) le ha permitido subir casi tres puntos su cuota global y tunear su táctica de lanzamientos.

Apple sigue en segundo lugar, pero se estanca en número y cae en porcentaje. El tercero en discordia, Xiaomi paga los platos rotos en su país con una caída del 25,5%. Por las mismas razones pierden fuelle otras dos marcas chinas Vivo y Oppo, por mucho esfuerzo que hayan hecho por internacionalizarse.

Es interesante consignar otros detalles más o menos picantes. Los smartphones 5G crecerán este año un 25,5% y llegarán a representar el 53% de los despachos nuevos con 700 millones de unidades y un precio final medio e 608 dólares. A largo plazo, según el análisis de IDC, se espera que alcancen el 78% y un precio medio de 440 dólares. La contrapartida obvia es que los dispositivos 4G perderán terreno y se abaratarán: de 170 dólares de media este año, bajarán a 112 dólares en 2026.

Resumen: el mercado mundial está lejos de los 1.500 millones de 2016 y no parece que se den las condiciones para un retorno de aquel récord. Aunque, para hacer justicia, habría que sumar los smartphones de segunda mano que han subido como la espuma, pero obviamente no se contabilizan. Este fenómeno está originando prácticas de doble filo: para desincentivar el mercado secundario, las grandes marcas flexibilizan las actualizaciones del sistema operativo. Al hacerlo, prolongan la vida de los dispositivos, pero taponan en parte la venta de modelos nuevos.


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