27/06/2025

Sería bueno que Nvidia no se comiera el pastel

Durante décadas, AMD ha vivido con la reputación de ser una segundona cuya existencia servía al lucimiento de Intel, una simbiosis eternamente dispar. Hasta que errores ajenos y méritos propios le permitieron pasar al primer puesto en el segmento que comparten. Justamente en este momento, tiene que afrontar otro rival más poderoso todavía, Nvidia, dominador del mercado de chips para inteligencia artificial. Esta es hoy otra batalla en la sobrecalentada industria de los semiconductores. Porque la nueva generación de procesadores gráficos de AMD, catalogados como MI350X, compite – y en determinadas condiciones supera – a la gama Blackwell Ultra que Nvidia ofrece desde esta primavera.

Lisa Su

De tal forma que Jensen Huang, el fundador de Nvidia festejado como una celebrity, no sólo tiene que preocuparse por las restricciones de Donald Trump a la exportación de sus productos a China, sino que en su propio país asoma un competidor en precio y prestaciones, pero que vale en bolsa diecisiete veces menos: 208.000 millones frente a 3,5 billones de dólares. La diferencia con Intel nunca fue tanta.

Lisa Su [Tzwu-Fang], la CEO de AMD, disfrutaba visiblemente el 12 de este mes en un encuentro con analistas en California al presentar la familia Instinct MI350 de chips aceleradores para IA, ya disponibles, pero más por el salto del 60% en las ventas de procesadores para centros de datos, segmento que ha llegado a representar el 60% de la facturación total de la compañía. Una auténtica paliza para Intel, que vive un azaroso final de ciclo.

Si se cumplieran las previsiones de Su para el mercado de aceleradores de IA (medio billón de dólares en 2028 frente a 45.000 millones en 2023), AMD arrebataría cuota de mercado a Nvidia, por la sencilla razón de que la actual es muy baja. Los comentaristas bursátiles, siempre al quite, recomiendan comprar acciones de la compañía, ahora mismo en zona de máximos históricos.

Según la consultora IDC, Nvidia tendría actualmente una cuota del 85,2% del mercado de aceleradores de IA, frente al 14,3% de AMD y el 0,5% de Intel. También IDC pronostica una inversión anual en infraestructuras IA de 223.000 millones de dólares en 2028, menos de la mitad de la pregonada por Su. Otra clave está en el vertiginoso ascenso de China – un 35% de crecimiento – hasta una cuota del 35% en 2028, un punto porcentual más que Estados Unidos.

Aunque el mercado de infraestructuras IA creciera sólo la mitad de lo que se va predicando, sería cinco veces más grandes que en la actualidad y, previsiblemente, Nvidia mantendría un dominio apenas atenuado.

Días atrás, el octogenario fundador de Huawei, Ren Zhengfei, puntualizaba que los chips de su compañía “están una generación por detrás” de sus competidores estadounidenses, pero añadía que, poniendo más chips y más clústeres en paralelo, es posible conseguir unas prestaciones comparables a los sistemas más avanzados del mundo (que no nombró pero se entendió como una alusión a Nvidia).

Jensen Huang [Jen-Hsun Huang] pareció estar de acuerdo con la aseveración de Ren Zhengfei: “La IA es un trabajo en paralelo; por tanto, si uno de los ordenadores no fuera suficiente, lo que hay que hacer es añadir ordenadores”. En la misma entrevista, con la CNBC a su paso por París, Hung reconoció que la competencia china en IA es formidable.

AMD, al igual que Nvidia, prevé seguir introduciendo cada año una nueva serie Instinct de chips para IA. La más reciente, con una versión superior – más memoria y refrigeración líquida – será renovada en 2026 por la MI400, según la hoja de ruta mostrada por Lisa Su. Los datos de la MI350 indican que ofrece el triple de prestaciones que la precedente de hace sólo dos años y ya supera al rendimiento de la correspondiente de Nvidia, sobre todo en cargas de inferencia.

Varios motivos explicarían la mejora de prestaciones de AMD comparada con la gama Blackwell de Nvidia. Al ser más recientes, los MI350 han sido fabricados con tecnología de 3 nanómetros, frente a los 4 nm de los equivalentes de Nvidia. Se espera que los MI400 van a traer un 50% más de memoria que los futuros Rubin de Nvidia. La integración de más memoria encarece el producto final, pero es un factor clave en ganancia de prestaciones.

AMD lleva más de diez años utilizando la arquitectura modular, mientras la de Nvidia (también la de Intel) es monolítica, lo que le permite mucha más flexibilidad y versatilidad en los diseños de sus chips, que en realidad agregan varios más pequeños unidos entre sí (se les conoce como chiplets). Aparte del chip en sí, AMD ha mejorado notablemente el software y los sistemas, así como el ecosistema IA abierto, para competir eficazmente con las herramientas de diseño de aplicaciones CUDA, de Nvidia, de bien ganada fama.

El día de la presentación, AMD presumió del respaldo de Oracle, Dell y Google. Intervino Sam Altman, lo que ha sido interpretado como signo de que OpenAI tiene intención de usar los chips de la compañía. También Tesla, xAI y Cohere los están probando, mientras Meta informa que ya los usa para tareas de inferencia en su último modelo. También Microsoft ha confirmado que usará los chips de AMD para hacer funcionar su Copilot AI. Son evidencias de que a la industria, muy enfeudada con Nvidia, le gustaría contar con al menos una alternativa. Siempre que no sea china, por favor.

En cualquier caso, AMD tiene un largo camino por delante en su carrera con Nvidia. Esta ha cogido una marcha que le asegura aumentar en más de 100.000 millones de dólares anuales su facturación, mientras la de AMD sólo puede aumentar la suya en algunos miles de millones. Además, AMD tendrá que recurrir a una política agresiva de precios, si quiere convencer a los clientes reales o potenciales de Nvidia. Lisa Su tiene claro que esta debe ser su estrategia.

De lo que no cabe duda es de que AMD dispone ahora de una oferta muy competitiva en la comparación y que su baja cuota de mercado es susceptible de crecer en los próximos años sin excesivos esfuerzos.

La cuestión esencial que deberá resolverse en los próximos meses (y años) es el acceso chino a los chips estadounidenses. Y esto, que era un problema gordo para Nvidia, lo será también para AMD y eventualmente para Intel. El mercado de IA puede llegar realmente al medio billón de dólares en 2028, pero se da por cierto que el mercado chino será una tercera parte de la demanda mundial. Como tantas otras cosas, dependerá de una de esas ordenes ejecutivas que Donald Trump firma compulsivamente.

¿Y si el mercado chino siguiera cerrado para los semiconductores estadounidenses? Está muy claro que China se buscará la vida con productos propios, como ya viene haciendo, y que con el tiempo serán más y más competitivos. Si al final se abriera, tampoco está claro que China tenga demasiado interés en adquirir esos productos bajo la espada de Damocles empuñada por Trump.

La época dorada de Nvidia, aquella en la que la compañía podía fijar los precios de sus chips porque la demanda era muy superior a la oferta, parece que se está pasando. Con independencia de que los chips de AMD sean tan competitivos como afirma la compañía, y de que los Ascend de Huawei sirvan para que China tenga una infraestructura IA propia – no necesariamente la mejor del mundo – la entrada de AMD en este espacio de mercado significa que los clientes tendrán más cartas con las que negociar. Entretanto, el negocio de la IA seguirá evolucionando, pero no hay acuerdo sobre la dirección que va a tomar.

[informe de Lluís Alonso]


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