Desde hace semanas, el grupo Vodafone está en el candelero en torno a más que posibles fusiones de sus filiales compañías en Reino Unido, Italia y España con otros tantos competidores. No son rumores, ya que es una política reconocida públicamente por los directivos del grupo. Por mucha impaciencia que pongan los medios sobre cuándo, cómo y con quién, son secretos del sumario. En lo que no hay misterio es en el hecho de que este sector ha vivido demasiado tiempo esperando luz verde para concentrarse y, por primera vez, cree que al fin podrá obtenerla de los reguladores. Que en Europa hay demasiados operadores es archisabido, pero no ha habido manera de ponerle el cascabel al gato.
La sostenibilidad económica de esta industria reposa sobre un problema también conocido. Quienes han de invertir muchos millones en capacidad para prestar servicios no son los que recogen los frutos acordes con su esfuerzo. Pero no pueden renunciar a estos frutos, por lo que la respuesta es la búsqueda de modelos que les permitan explotar toda la potencia de sus redes.
Ante la cercanía del Mobile World Congress, este blog publicará en los próximos días una serie de entrevistas que apuntan en esa dirección. La primera tiene como protagonista a Santiago (Yago) Tenorio, director de Arquitectura de Red del grupo Vodafone, cuya responsabilidad abarca 26 infraestructuras entre ellas 11 en Europa.
El punto de partida de la entrevista ha sido el reconocido compromiso de Tenorio – quien es a la vez chairman de Telecom Infra Project (TIP) – con el desarrollo de Open RAN. Un asunto que, por cierto, está en el menú de muchos de los debates que habrá en el MWC que se abrirá en Barcelona dentro de exactamente una semana.
En torno a Open RAN hay mucho ruido, pero también algunas nueces. O eso me parece. Desde la última vez que hablamos, hace más de un año y medio, el movimiento se ha acelerado e incluso podría decirse que se ha reordenado. ¿En qué punto del camino se encuentra el progreso de Open RAN?
El ruido es inevitable y no siempre inoportuno. Lo cierto es que, desde aquella conversación, lo que dijimos que iba a pasar está pasando. Hoy, la respuesta podría no sonar distinta a la de hace un año o hace dos, pero hemos avanzado, sin ninguna duda. En ese momento, continuábamos con pruebas en varios países de Europa y ahora ya hemos anunciado un despliegue comercial de Open RAN en Bath (Reino Unido) con tráfico real y de la mano de Samsung. El plan contempla desplegar 2.500 estaciones base en nuestra red comercial. Hace nueve meses anunciamos quienes serían los vendedores con los que vamos a trabajar y desde entonces hemos trabajado con ellos en laboratorio y en campo. Hemos hecho serios progresos en la definición de la huella y de la arquitectura. Y cuando hablo de Open RAN, me refiero a Open RAN de verdad
¿Acaso hay Open RAN de mentira?
[risas] Open RAN ha llegado en un momento que lo hace interesante por motivos no necesariamente tecnológicos. El mercado de equipamiento de las redes se ha consolidado durante los diez últimos años, con unos pocos proveedores, demasiado pocos, de manera que la competencia entre ellos está por debajo de lo que sería deseable desde nuestro punto de vista. Para que la innovación mantenga su ritmo, hacen falta nuevos actores […]
Y esto se ve agravado por las consabidas tensiones geopolíticas
Efectivamente, lo que ha hecho que Open RAN aparezca como la solución a muchos problemas y se produzca una inflación de expectativas […]
Tengo que reconocer que los medios fuimos inicialmente muy optimistas y ahora – como ha escrito Nacho del Castillo – existe un cierto riesgo de decepción. Esto lleva a las discusiones acerca de qué es y qué no es 5G. Creo que esta distinción es parte del problema.
Con 5G, al igual que con 3G y 4G, se sigue la curva clásica de implantación de una tecnología con sus momentos de expectativa, de ilusión y también de normalización. Es de libro. Pero hay diferencias. Cuando llegó 3G, lo hizo en plena efervescencia de la primera generación digital con unas ganas tremendas de comprar móviles que, en el fondo, hacían lo mismo que los de 2G: no sabías qué hacer con tantos megabits por segundo. En esas estábamos cuando apareció el smartphone y todo cambió, hasta que las prestaciones de 3G se quedaron cortas para los deseos de los usuarios.
Más o menos lo mismo pasaría después con 4G
Te daba cosas que creías no necesitar, la cobertura era escasa, la batería se calentaba […] De repente empezamos a consumir video en streaming y si no tenías 4G te quedabas al margen. ¿Ocurrirá lo mismo con 5G? Lo único seguro es que en medio del ciclo que se ha iniciado viviremos un cambio sobre el cual sólo tenemos pistas: no sólo haremos uso de todo lo que nos ofrezca 5G, sino que además habrá una killer application, no sé cuál, que la gente se lanzará a usar masivamente. Lo único que podemos predecir es que el interfaz con el que nos comunicamos por Internet va a cambiar por primera vez en treinta años: pasará de ser un rectángulo plano de proporciones variables más o menos grande pero siempre un rectángulo, a ser algo diferente, probablemente superpuesto al mundo que nos rodea y no una ventana por la que lo miramos.
¡El metaverso! Me rindo
[risas] Está documentado que yo hablé públicamente del metaverso y de la realidad superpuesta al universo, ya por 2018 cuando nadie había oído hablar de ese concepto […] Con esto no quiero decir que yo inventara el metaverso, antes lo había descrito Neal Stephenson en su novela Snow Crash, creo que en 1992
Aparte de quién sea el padre de la criatura, ¿el metaverso forma parte de los cambios que espera de 5G?
5G traerá cambios profundos, seguramente más profundos que los que en su momento trajo 4G. Es cierto que hay una inflación de expectativas que probablemente sirven a estrategias de marketing premeditadas. De igual modo creo que es un error empezar ahora a hablar de 6G, como se está haciendo. Las generaciones de radio no deberían tener nombre, porque el interfaz de radio es algo que sólo atañe al operador.
Volvamos a Open RAN. Estábamos en la necesidad de nuevos actores…
Se empieza por la aparición de atajos, tecnologías que hacen uso de los interfaces en un intento de acelerar sistemas que no son abiertos o no son tan abiertos, tal vez son sistemas propietarios o propietarios a medias. Hay quienes ven ahí la oportunidad de poner su tecnología en el mercado amparándose en este movimiento, identifican un segmento y tratan de capturarlo.
¿No resultaría más sencillo seguir como estamos?
Como estamos no podemos seguir, porque no tenemos opciones: en varios países de Europa sólo nos quedaban Ericsson o Nokia para desplegar 5G. Si la radio es la parte de la red en la que más se invierte para cada despliegue, no es suficiente que tengamos sólo dos opciones […] No sólo necesitamos que sean más, sino que sean competitivas y avanzadas. Más allá de la entrada de un tercer proveedor X y de un cuarto llamado Y que hagan lo mismo que han hecho los dos existentes.
No faltan candidatos a ser X o Y
Si esa fuera la solución, ya la tendríamos desde hace años. Por ejemplo, hemos tratado de incorporar a Samsung con una aproximación de arquitectura tradicional desde 2014, lo tuvimos concursando por la red de Turquía y ha estado en alguna otra RFQ, pero no cuajó pese a tener una tecnología fantástica. Ahora, con Open RAN, la cosa pinta diferente y como he dicho estamos trabajando con Samsung en un despliegue comercial en Reino Unido.
La desagregación plantea otro problema, cómo combinar piezas dispares en una misma infraestructura
Exactamente, eso lo hemos dicho desde el principio. Algo que la industria aún no ha resuelto de manera concluyente es la integración. Cuando vamos a coger una banda base, unos servidores, un software de contenedores, una radio de alguien más el software de otro y queremos juntarlo todo, no va a funcionar el primer día. Y aunque consiga que funcione en un momento determinado, la integración del sistema no es un esfuerzo puntual o que se haga una sola vez; es un esfuerzo continuo necesario cada vez que las versiones de software o hardware cambien […] La integración con el core, a pesar de ser también dispar, no es nueva y no nos preocupa tanto como la integración de los componentes entre sí.
La Open RAN Alliance ha definido los interfaces para que así ocurra sin problemas […]
Es un buen principio, pero no basta para asegurar la interoperabilidad entre un señor que programa su software según las especificaciones de la Open RAN Alliance y otro señor que hace su radio según especificaciones de la Open RAN Alliance. No quiero decir que no funcionen, sino que hay que hacer un trabajo de integración. No una vez sino toda la vida, porque la versión de software de uno cambiará y la radio del otro no va a ser siempre la misma. Esto es algo que Ericsson hace con su sistema y Nokia con el suyo y que Huawei hace con el suyo, pero nadie lo hace (todavía) con Open RAN. ¿Cómo se lo plantea Vodafone? Haciéndolo en casa
Esto me lleva a un segundo asunto, el plan de internalización tecnológica que ha anunciado Vodafone.
Hay varias razones que explican la complejidad a la que nos enfrentamos. Una de ellas es la dimensión internacional de la compañía. Si tienes que hacer una integración en Italia, otra en Alemania, otra en España y otra en Reino Unido, o bien internalizas y centralizas o te arriesgas a perder la simplicidad que supondría conectarte una sola vez y tener acceso a todos los países. O sea que sacrificaríamos las ventajas de nuestra condición global.
La herencia histórica está por necesidad fragmentada […]
Hemos adoptado un nuevo planteamiento que nos llevará a aumentar la plantilla de ingeniería de software. Más allá de Open RAN, nos hace falta una capa por encima de la red completa y todos sus sistemas, en la que todo el desarrollo de software y la ingeniería permitan ´embarcar` nuestras plataformas locales diferentes. No sólo internamente: también para que la gente que desarrolla productos vea una sola conexión y un solo interfaz en todos los países donde estamos presentes. En la práctica, se trata de coger 26 redes diferentes con arquitecturas diferentes o proveedores diferentes, a través de una capa de abstracción generas un interfaz que vale para todos, que nos da agilidad, reduce costes y nos hace más atractivos hacia fuera.
Volvamos a la integración de Open RAN. Por lo que entiendo, que es muy poco, la internalización no es un deseo ni una expresión teórica.
No. Ya hemos empezado, pero requiere constancia y recursos. ¿Podríamos externalizar? Supongo que sí, pero tendría un coste relevante y no creo que fuera más barato que dejar que lo hagan Ericsson o Nokia […] Si Open RAN se construyera así, probablemente no llegaría a funcionar. En el caso de Vodafone, lo hacemos nosotros; otros operadores grandes se lo están planteando o están empezando a hacerlo. Ahora bien, ¿qué pasaría en un operador pequeño que sólo opere en un país? Es un problema de escala y no siempre saldrán las cuentas de la internalización. Por esto algunos en la industria han visto una oportunidad de mercado en esos operadores que no pueden costearse por sí mismos la integración.
Creo entender a qué se refiere pero ¿merece llamarse Open RAN?
Existe la tentación de hacerlo bajo la marca Open RAN y aunque no es tan open se vende como respuesta a las carencias de una industria que tiene muy pocos suministradores.
Si no es “tan open”, se me ocurre que justificaría una transición en la que los suministradores existentes puedan abrirse a su vez sin sufrir merma en su negocio. Tampoco parece muy razonable plantarse en la exigencia de que todo sea abierto-abierto-abierto […]
Los suministradores tradicionales necesitan tiempo para adaptarse […] El modelo tecnológico es profundo y tiene consecuencias importantes para su modelo de negocio, efectivamente. En cuanto a las opciones nuevas que no son “tan open”, no creo que tengamos que ponernos puristas: si algo es bueno y funciona, bienvenido sea. La cuestión clave es observar cuál es el margen de evolución. Sin una escala de mercado significativa, como la que puede dar un estándar global, el problema que se presenta con las fórmulas semipropietarias es el coste de mantenerse al día con la evolución del 3GPP, un órgano que genera especificaciones como mucho cada 18 meses y normalmente son difíciles de ejecutar. Las releases del 3GPP son necesarias para resolver problemas y tienen la virtud de tirar de la tecnología que luego se va a implementar en los terminales y sobre la que se montarán servicios; este es un tren que no se detiene a esperar al pasajero.
[…] pero los suministradores llevan toda la vida enganchados al tren
Claro, por eso son capaces de programar y de soportar una release tras otra; por eso hay que tener cuidado en creer que cualquier solución que aparezca y no esté armonizada y basada en una especificación global va a ser capaz de mantenerse al día de una evolución que, tras la release 17, nos dará la 18, la 20 y la 21… cuando toquen. Si me las dan con uno o dos años de retraso, no me vale […]
No sé si nos hemos desviado, pero parece evidente que Open RAN tiene que madurar y está madurando. Quería preguntarle por algo adyacente. Las especificaciones de la Open RAN Alliance no son estándares, pero tienen que conjugarse con las de 3GPP que si lo son. Entremedias hay patentes. Y si esas patentes son propiedad de miembros de la Alliance, ellos encontrarán fórmulas de acuerdo, pero no sería igual de fácil con los de fuera, que por alguna razón están fuera.
Open RAN Alliance y 3GPP tienen distintos ámbitos de trabajo, no se solapan ni entran en contradicción. Dicho esto, la Open RAN Alliance ha acometido un trabajo que durante años no había sido acometido por 3GPP.
[…] pero si entraran en contradicción, prevalecerían las de 3GPP
No parece que eso vaya a ocurrir. Porque Open RAN Alliance especifica interfaces dentro de un sistema que para 3GPP es una caja negra y así hace que el sistema funcione en los móviles […] Si 3GPP nos dice que hay una caja que se llama radio y que debe funcionar así para que los móviles funcionen, esa será la única manera de integrarse con el core. Open RAN Alliance no entra en esto para nada.
En principio, la respuesta a estas hipótesis ha sido un MOU firmado por cinco de los más grandes operadores europeos en el que se definen requerimientos comunes que probablemente van a influir al resto […]
Es un paso muy positivo. La industria necesita claridad y el MOU cumple con ese objetivo y puede acelerar el desarrollo de Open RAN. Todos los que forman parte del ecosistema saben a qué atenerse. Si una empresa quiere vender a estos cinco operadores, ahí tiene una guía. Es un compromiso de que lo que se haga para Vodafone va a servir para Telefónica y lo que compre Orange será lo mismo que se le pueda vender a Telefónica o a Vodafone. Y lo hemos hecho a escala europea entre cinco operadores que cubren los mercados principales.
¿Este diseño cooperativo podría extenderse a otros operadores y a otros mercados?
Por supuesto. Es improbable que hagamos algo distinto fuera de Europa y es imposible que lo hagamos diferente dentro de Europa. Puede haber matices entre continentes, lo digo porque la situación en África puede variar y en Estados Unidos habría que cambiar la especificación para adaptarla a las bandas. En todo caso, el MOU no tiene la pretensión de dictar los planes de despliegue de cada uno.