Computex 2014. Taipei. La feria más trascendente para esta industria no es de cinco estrellas como el CES de Las Vegas. Pero en Taiwan, y en el sur de China, se fabrican (y se diseñan) la mayor parte de los dispositivos y componentes que en los meses siguientes se venderán en todo el mundo. Esto es lo que le da carácter. En cambio, muchos prototipos que se han visto en el CES de enero, nunca llegarán al mercado. La edición 2014 se puede resumir diciendo que el PC no está condenado, que ha aprendido a cortejar a la tableta, su presunta némesis, sin dejar de mirar de reojo a otras figuras con las que tendrá que coexistir en un mercado que ya no encaja en las visiones maniqueas.
En primer lugar, la mayoria de los diseños vistos en Taipei – tanto de PC como de tabletas – llevan la impronta de Intel, inspiradora de la fórmula 2-en-1. Insistieron los portavoces de la empresa californiana en que no son tabletas con teclado añadido, sino productos conscientes de su dualidad. Aunque no exactamente nuevos, los procesadores Haswell eliminan buena parte de los problemas que aquejaron a la generación previa de 2-en-1. Además, Intel tiene previsto lanzar antes de finales de año una nueva linea de procesadores Atom (Bay Trail), que ofrecerá casi el doble de rendimiento que la actual, a la vez que reducirá el precio final hasta dejarlo en 300/400 dólares. Con esta perspectiva, pretende que los fabricantes logren acabar con la incómoda dicotomía laptop/tableta.
Microsoft mostró Windows 8.1, que estará disponible la semana próxima, y para ello se rodeó de una discreta flota de nuevos 2-en-1. No hizo mención de Windows RT, mientras algunos fabricantes – todavía dolidos por lo ocurrido con Surface – se dejan querer por Google. Intel juega conscientemente a dos barajas: Bay Trail equipará tabletas Android de unos 200 dólares PVP. Asus ha tenido la originalidad de apostar por ambos sistemas operativos a la vez, al presentar Transformer Book, un 2-en-1 que es también Windows y Android a la vez.
Dicen los que saben que aunque Android domina la base instalada de tabletas, en su forma actual no da la talla como competidor de Windows 8. Un portátil con este sistema operativo de Google sería un desastre, y los fabricantes lo saben, pero si han llegado a considerarlo es una prueba más de que Windows RT ha sido un invento fallido. Es altamente probable, dicen los mismos, que en pocos meses Microsoft escriba el obituario, con el recurso de afirmar que Windows 9 será la síntesis que lo haga innecesario.
En realidad, la mayoría del hardware que se vio en Computex este año es una extensión de las tendencias de 2013. Una notable excepción es el hibrido de Asus ya mencionado, que puede conmutarse de Windows 8.1 a Android KitKat, y también lleva un smartphone adosado. Otro producto de difícil clasificación de género es el HP Pro X2 612, con lápiz óptico, cámaras delantera y trasera, equipado con baterías por separado para portátil y teclado. Una tableta de Toshiba, de 7 pulgadas, que saldrá al mercado después del verano, forma parte de los anuncios a destacar en estas nuevas propuestas respaldadas por una Intel empeñada en desplegar sus poderes.
Visitantes asiduos de Taipei han sacado en limpio que el PC no sólo no está condenado, que atraviesa una transición fácilmente explicable por la necesidad de responder a las tabletas, y que en lugar de intentar una batalla cruenta, ha optado por adaptarse y buscar «una fusion cariñosa» de las dos categorias. Sin duda es un exceso atribuir emociones a las máquinas, pero el romance parece encaminado. Las consultoras opinan que los portátiles [no los híbridos] serán los motores de crecimiento del mercado en el segundo semestre, después de haber cruzado «el cabo de Hornos» en el primer trimestre. Al mismo tiempo, las ventas de tabletas están bajando, consecuencia de su propia transición tras una primera fase bastante dislocada.
Como queda dicho, Intel ha sido otra vez protagonista. Ha presentado un nuevo procesador Broadwell, especialmente diseñado para tabletas, nuevo intento para compensar con esta categoría su debilidad en los smartphones. Las cifras son elocuentes: según dijo Renée James, número dos de la compañia, este año llegarán al mercado 130 modelos (sumando Windows y Android) con procesadores de Intel – el año pasado fueron 30 – de los que una docena estaban en exposicion. Aseguró que la compañía está en condiciones de suministrar procesadores para 40 millones de tabletas este año.
El esfuerzo es a largo plazo. Tras Broadwell, la siguiente generación tiene como nombre clave Skylake, y será la primera que permitirá eliminar los cables. En la cascada de anuncios con los que Intel trató de impresionar a la concurrencia, destaca el anticipo de Llama Mountain, desarrollado para ultralígeros híbridos. También se desvelaron avances de una versión más delgada de tabletas y de la colaboración con varios fabricantes en torno a SoFIA, procesador para smartphones y tabletas de bajo coste: Asus, Dell, Fujitsu, Lenovo, Logitech, Panasonic y Toshiba son algunas de las marcas que están acompañando este viaje.
Una extraña iniciativa, con motivo de los 20 años de Pentium fue el anuncio de una edición aniversario de este procesador histórico, con el que se pretende estimular la aparición de una nueva generación de overclockers. Renée James aprovechó la celebración para reiterar la prédica sobre la ley de Moore.
Sería dar una falsa impresión ignorar que en Taipei hubo también un anuncio importante de AMD, la versión móvil de Kaveri, dirigida a los portátiles tradicionales con diseños de tipo ultrafino. Quienes, como los expertos de AnandTech, han tenido ocasión de testear este procesador, opinan que no mejorará sustancialmente la posición de AMD en la competición con Intel, y en todo caso su ´ventana de oportunidad` es demasiado corta. Intel se prepara para sacar al mercado sus productos fabricados con procesos FinFET de 14 nanometros, capaces de soportar un nuevo bloque de gráficos.
[informe de Arantxa Herranz]