No era la primera vez que en este blog se ha entrevistado a Pat Gelsinger; la primera fue en marzo en Londres, cuando ocupaba la vicepresidencia de EMC. En octubre, el encuentro fue en el VMworld Europe de Barcelona, un mes después de ser designado CEO de VMware. Paul Maritz, que ha dirigido la empresa desde 2008, ha pasado a encargarse de otro proyecto estratégico que unifica los activos de EMC en materia de cloud computing. El movimiento ha tenido su dosis de morbo, porque Gelsinger parecía destinado a suceder a Joe Tucci al frente de EMC. El secreto sólo lo conocen estos tres hombres, pero el tema era demasiado goloso como para evitar que la entrevista empezara por ese punto.
Comprendo que estará aburrido de que le hagan la pregunta, pero como sabe, hay bastante perplejidad por el cambio de roles entre Paul Maritz y usted en la cúpula de la compañía. ¿Cómo se explica la salida de Maritz en una situación de éxito?
Usted lo ha dicho: VMware es una empresa en la plenitud de su éxito, y es mérito de Paul haberlo conseguido. Es una de las razones por las que ha pasado a ocupar un puesto de alta responsabilidad en EMC. Naturalmente, la decisión fue tomada por los consejos de las dos compañías, a iniciativa de Joe [Tucci] que es el presidente de ambos.
[…] y usted, que era algo así como el número dos operativo de EMC, ha pasado a ser el número uno de VMware, controlada por aquella. A esto me refería al hablar de perplejidad.
Paul es uno de los mejores estrategas de esta industria. Cuando tomó el mando de VMware, era una compañía de 1.000 millones de dólares de facturación, que él ha multiplicado por 4,5 veces. No hay muchas compañías de software con ese nivel de ingresos… y no parece imposible llegar a los 10.000 millones.
¿Cuándo?
No lo tome como una previsión. Lo que quiero decir es que acabo de hacerme cargo de una compañía en crecimiento continuo, y que estoy convencido de poder mantener el ritmo durante años […]
Con usted al frente, ¿habrá continuidad o cambio de estrategia?
Acabo de decirle que la estrategia de VMware es muy sólida y exitosa; sería una audacia imperdonable que pretendiera cambiarla sólo por hacer algo diferente. En mi carrera profesional, este es mi primer puesto como CEO, y una gran oportunidad para mí […] aparte de la posibilidad de volver a vivir en California, mi mujer está encantada, porque alíá viven nuestros hijos, y allá nacerá pronto nuestra primera nieta.
¿Cuál es la experiencia de un mes y medio en el puesto de mando?
Ante todo, es un aprendizaje. Aunque es obvio que en mis tres años en EMC he trabajado muy estrechamente con VMware, y aun antes, cuando estaba en Intel, tuvimos proyectos comunes, la verdad es que mi preocupación en este momento es aprender.
VMware es el líder de la virtualización de servidores, y controla el 80% de ese 60% de las cargas mundiales que están virtualizadas. Cualquiera diría que a partir de estos porcentajes el crecimiento debería moderarse […]
No lo veo así. Hasta ahora no observamos ningún cambio fundamental en la actitud de los clientes, que nos lleve a pensar en lo que sugiere. Y además, aparecen nuevos entornos críticos en los que podemos generar alto valor para nuestra compañía y para los clientes […]
Pero no están solos: Microsoft ha presentado Hyper-V, finalmente un producto competitivo, y es un rival de respeto […]
Pues, con todo respeto, no tenemos ningún temor a competir. Mi mentor Andy Grove [antiguo presidente de Intel] solía decir que ´sólo los paranoicos sobreviven`. Mi convicción es que la oferta y la visión que en VMware tenemos en marcha para los próximos años, nos distingue con claridad de los competidores.
Aquí en Barcelona, VMworld ha convocado a un número impresionante de clientes europeos. ¿Cuál ha sido el mensaje principal?
Entre los eventos de San Francisco y de Barcelona, hemos atraído a 29.000 personas, y pensamos reunir otras 20.000 en los próximos de la región Asia-Pacífico. Mi lectura de estas cifras es que miles de clientes en todo el mundo están acelerando su viaje hacia el cloud computing, y confían en VMware para hacer ese viaje. La pregunta que más nos hacen es qué tecnología han de adoptar para la transición de sus sistemas, para transformar sus actuales infraestructuras compartimentadas en otras adecuadas para operar en la nube, y la experiencia de la virtualización hace que nos lo pregunten a nosotros. El concepto de centro de datos definido por software [SDDC, en su sigla en inglés] ha estado en el primer plano de nuestro mensaje en Barcelona.
Ahí quería llegar. ¿Cómo explicaría el significado de SDDC de manera inteligible para un lector no especializado?
Esencialmente, significa que el software de virtualización, que desde hace años controla y optimiza los servidores, llegará a controlar todas las funciones de un centro de datos: computación, almacenamiento, redes y herramientas de gestión del sistema. La meta es propagar en las organizaciones los beneficios de la virtualización y la automatización.
Ha anunciado usted públicamente que VMware renuncia a aplicar el esquema de precios por RAM utilizada, y que vuelve al modelo tradicional por socket. ¿Es el reconocimiento de un error?
[…] Es el reconocimiento de que una simplificación de nuestras prácticas comerciales hará más fácil hacer negocios con nosotros. Por lo tanto, elimina un obstáculo potencial. Por lo que nos dice el canal de ventas, la decisión ha sido muy bien recibida.
El año pasado en Copenhague, los anuncios de VMworld se centraron en las herramientas de gestión para llevar a la nube los entornos virtualizados. Este año, tanto en San Francisco como en Barcelona, la gran novedad ha sido vCloud Suite. ¿Cuál es su papel en la estrategia de VMware?
La lealtad de los clientes de VMware es muy firme, y el feedback acerca de vCloudSuite está siendo muy positivo. Su papel en la estrategia es hacer realidad la promesa de transformar la infraestructura del datacenter: crear servicios más ágiles, elásticos, eficientes y de gran disponibilidad. En nuestra opinión, una gran parte de los ingresos de la compañía a largo plazo vendrán de la mano de vCloud Suite […]
Con la compra de Nicira, VMware ha entrado en un terreno que va más allá de su oferta tradicional, la virtualización de las redes. ¿Qué tiene que decir a quienes ven en la compra de Nicira una amenaza potencial para Cisco, su aliado de años?
Puedo asegurarle que, si de nosotros depende, seguirá siendo un aliado durante años, y que la compra de Nicira no ha sido bien interpretada por quienes dicen que vamos a competir con los productos de Cisco.
Es lo que parece creer la gente de Cisco con la que he hablado. ¿Cuál sería la buena interpretación?
Una de nuestras prioridades estratégicas es acelerar la adopción de esa tecnología de redes definidas por software [SDN, según la sigla en inglés], y para ello estamos unificando lo que aporta Nicira con nuestros activos que ya desarrollábamos en materia de networking. Hay muchas pruebas de concepto, que en su momento presentaremos a los proveedores de servicios y los clientes corporativos. Nicira nos dará la oportunidad de extender el concepto de definición por software a un conjunto más amplio y heterogéneo de infraestructuras. Las relaciones con Cisco se ajustarán a esa línea estratégica, pero no vamos a alterar la cooperación que tenemos.
¿Cuál es su primera impresión sobre la marcha de los negocios de VMware en Europa?
Sin entrar en detalles, la demanda en muchos países europeos, sobre todo los meridionales, está siendo más lenta de lo que esperábamos. Es una región importante para nosotros, pero VMware es una compañía global, y está preparada para afrontar estas situaciones macroeconómicas. En Asia, en cambio, estamos teniendo crecimientos muy importantes, y lo mismo puedo decir de América Latina, especialmente México y Brasil.
[una versión abreviada se publicó en La Vanguardia el 9/12]