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  11/04/2012

Moribundo con (relativa) buena salud

Los lectores habituales de este blog conocen el argumento. “La era post-PC“ es una frase pronunciada por Steve Jobs, con cierto calado intelectual y propósito transparente. Luego, los acólitos la han subvertido al rebajarla a consigna de campaña: “la muerte del PC”. Esta discusión recurrente daría mucho de sí, pero antes hay que ver las cifras: según la última estimación publicada por IDC, el mercado mundial de PC sigue creciendo, y va a crecer un 39,8% en los próximos cuatro años. Si la previsión se cumpliera, con más de medio billón de unidades despachadas en 2016, sería una extraña agonía. Como suele suceder, lo más importante está en los matices.

Conviene insistir en que la estadística mide las unidades despachadas, no las ventas a usuario final (aunque, salvo situaciones excepcionales, ambas deberían seguir la misma tendencia). Echando cuentas, el cierre de 2011 ha sido modesto, 353.300 unidades, el 1,8% de aumento. La temporada navideña, sin brillo, ha cerrado un ejercicio que en los mercados maduros – Estados Unidos y Europa – ha achicado el mercado, aunque los países emergentes salvaron la cuenta final.

Ya han transcurrido tres meses de 2012, y aunque no ofrece datos más concretos, el informe de IDC anticipa que el crecimiento será modesto en la primera mitad del año. Eso sí, “el lanzamiento de Windows 8 y la excitación generada por los ultrabooks y otros portátiles delgados”, van a cambiar el tono en el segundo semestre. Como balance, 2012 se cerraría con un incremento global del 5%. “Muchos consumidores se han abstenido de comprar un PC porque tabletas como el iPad han sido una poderosa distracción”, opina el analista Bob O´Donnell. Y tan poderosa. “Sin embargo, las encuestas dicen que pocos usuarios consideran estos dispositivos como un buen sustituto de su PC”.

El argumento de un renovado interés en los PC no convencerá a quienes, con la fe del converso, recuerdan que es un invento de hace treinta años, mientras que las tabletas representan el presente y consiguientemente el futuro. Hay un punto que parece hablar a favor de esta tesis: la movilidad es un elemento clave en la evolución del mercado, como lo prueba el hecho de que las categorías de PC más vendidas de los últimos diez años han sido los notebooks y netbooks: 209.400 en 2011 sobre un total de 353.300.

Para que esta corriente se mantenga y asiente en los próximos años, serán necesarios grandes avances en la eficiencia energética y la vida útil de la batería. Por otro lado, la “era post-PC se encarnaría en una variedad de dispositivos que no necesitan estar anclados a una capacidad local de proceso. No se puede ignorar el papel creciente de la virtualización y la nube, y por tanto esa variedad abarca múltiples ´factores de forma´: tabletas, smartphones avanzados, thin clients, webtops y todo lo que de aquí en adelante se invente.

Un mundo plural, sin hegemonía clara. La experiencia sugiere que la mayor parte de las novedades será de naturaleza incremental, y sólo excepcionalmente irán en detrimento de las ventas de PC. Además de la experiencia, están las cifras. Este año, el 61% de los PC despachados serán portátiles, proporción que llegará al 70% en 2016, si acaso la previsión de IDC se confirmara.

Otra dimensión es el reparto de las cifras globales. Este año, los mercados emergentes representarán el 58% del total, que dentro de cuatro años será el 62%. En otras palabras, los PC de sobremesa mantendrán un peso nada despreciable. IDC ha puesto freno a sus previsiones anteriores sobre los mercados emergentes; por ejemplo, para este año pronostica nueve puntos de crecimiento en China, la primera vez en mucho tiempo que ese país baja de los dos dígitos.

Se hace difícil debatir sobre estas cuestiones con miradas estáticas, como si los dispositivos que hoy conviven en el mercado fueran a mantenerse tal cual. Es obvio que muchas opiniones están condicionadas por la simpatía o animadversión que suscitan los entornos Windows y Apple. Este año y el próximo serán decisivos. Otro analista de IDC, Jay Chou, lo dice con exquisito cuidado: “la plataforma Wintel debe evolucionar para acomodarse a las expectativas de ubicuidad de los usuarios sobre una gama de dispositivos; Windows 8 y los ultrabooks parecen ser un paso en la buena dirección para que el PC recupere relevancia”.

Confluencia, podría ser el resumen. La intención de Microsoft de incorporar la experiencia de una tableta en un cuerpo de PC es prometedora, pero supone atravesar un período de prueba y error. Análogamente, en el próximo año y medio se espera que Apple consolide las arquitecturas actuales, lo que conduciría a una fusión de sus entornos iOS y MacOS. Hay que prestar atención a iniciativas híbridas que se engendran en torno a Google.


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