Una tortuosa cadena de filtraciones, en la que entre otras fuentes aparece citado un tal Francisco Martín [su cuenta en Windows Live ha sido bloqueada] ha puesto de relieve los supuestos planes de Microsoft para Windows 8. No exactamente para el sistema operativo en sí, sino para el ´ecosistema´ de hardware con el que deberá formar acoplarse. Entre una veintena de diapositivas, que parecen haber sido concebidas para alimentar la discusión – y vaya si lo han logrado – aparecen dos de contenido sorprendente por venir de quien vienen: hacen un elogio de las cualidades de Apple para conectar con los usuarios y ofrecerles productos por los que estarán dispuestos a pagar un plus.
Steve Ballmer
Windows 7 lleva menos de un año en el mercado, y todos los informes confirman que está teniendo el éxito que no conoció su antecesor, Vista. Entonces, ¿por qué hablar tan pronto de Windows 8? Tiene su lógica y parece verosímil: si no fuera cierto, estaría muy bien inventado. Aparentemente, la presentación habría sido utilizada en abril durante un seminario al que Microsoft invitó a representantes de varios fabricantes, para informarles de sus hipótesis de trabajo acerca del próximo sistema operativo. Alguien cometió una indiscreción. Por lo que puede deducirse, Windows 8 será continuista, y el adjetivo no es una perogrullada, puesto que incluirá algunos rasgos que se pensaba incluir en Windows 7 pero se descolgaron en su versión final.
Uno de los más llamativos es el soporte para una variedad de sensores (GPS, de proximidad, webcam, acelerómetro), una necesidad puesto que serán de uso corriente cuando el sistema operativo vea la luz en un par de años. Algunas de esas tecnologías ya han sido integradas por Microsoft en el interfaz Kinect (ex Proyecto Natal); en algún momento querrá que pasen de las consolas a los ordenadores. ¿Ordenadores, he dicho? El documento (sic) enumera tres “factores de forma” prioritarios, o “centros de gravedad” del futuro sistema operativo: slates [nótese la elusión del vocablo tablet], laptops y desktop todo en uno. Es sabido que Steve Ballmer no comparte la idea de quienes predican la decadencia de los PC. Las tres categorías le merecen igual atención, y el enunciado pretende que los fabricantes sepan a qué atenerse para diferenciar sus productos sin perder sintonía con Microsoft.
Inevitablemente, en la treintena de transparencias, la más comentada es la titulada How Apple Does It: A Virtuous Circle. Su propósito no debía ser otro que ilustrar la importancia de la diferenciación, pero … en fin. Windows cuenta con el apoyo de una galaxia de fabricantes, mientras Apple camina sola. Windows 8 debería dar a los suyos la oportunidad de diferenciarse dentro del ´ecosistema`.
Por consiguiente, la presentación describe un sistema operativo que, entre otras virtudes, permitirá el arranque instantáneo del hardware y la conexión fácil con otros dispositivos, así como el reconocimiento facial del usuario con el fin de automatizar un log in seguro. Dentro de este esquema común, cada marca estaría en condiciones de diseñar productos heterogéneos. La presentación no marca plazos, pero los analistas han señalado que, por mucho que Microsoft quiera (si quiere) acelerar su ciclo de desarrollo de software, Windows 8 no será visible antes de 2012.
El tercer elemento llamativo, tal vez el más ambicioso, es la intención explícita de montar una tienda online de aplicaciones, que en la presentación es denominada Windows Store. Evita reconocer que se inspira en Apple, cuya AppStore ha sido imitada por otras marcas de móviles, y ha empezado a extenderse a otros ámbitos. El modelo de tienda que propone Microsoft no se aleja demasiado, ni tendría por qué esperar a la aparición de Windows 8: funcionaría como un servicio, supervisado y alojado por Microsoft, en el que cada fabricante podría poner su oferta de aplicaciones y hacerla (o no) compatible con las de sus rivales. En su caso, ganaría dinero, pero no parece que Microsoft tenga interés en rentabilizar para sí la mediación.
El último aspecto reseñable de la presentación filtrada reside en los planes relativos a Internet Explorer 9. No es mucho lo que dice, pero revela que la versión beta del navegador estará disponible en agosto. El calendario para el resto del proceso es todavía secreto, aunque nunca se sabe.