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  1/09/2011

Más nubes que silicio (y 2)

A primera vista, el mercado del almacenamiento de datos ha alcanzado un alto grado de concentración y atraviesa ahora mismo una fase pletórica con el advenimiento de la era de big data. Los “siete grandes” [EMC, IBM, HP, HDS, Dell, NetApp y ahora Oracle] son más grandes todavía tras reforzarse en los últimos dos años con la compra de empresas que completan su oferta. El proceso dista de haber culminado: hay decenas de especialistas en tecnologías complementarias que afirman y defienden su autonomía, su espacio propio en el mercado. Pocas admitirían ante un periodista que están dispuestos a escuchar ofertas, pero todo llega. Otra lección bien aprendida en este valle supuestamente de silicio. 

Las aplicaciones también mueren, pero dejan una herencia de datos difícil de liquidar. Este es uno de los principios sobre los que actúa Solix, empresa fundada en 2002 por Sai Gundaveli [otro ex Cisco, otro ingeniero indio]. Su producto más llamativo se llama, precisamente, ExApps y se define como un appliance para retirar “limpiamente” las aplicaciones envejecidas, y conservar los datos que fuera necesario conservar, principalmente por razones legales. La ratio de deduplicación puede oscilar, según los casos, entre un 40% y un 90%, y esta compresión significa ahorro. Solix tiene sólo tres competidores, pero son de los fuertes: IBM, HP e Informatica, lo que significa que tiene una envidiable posición.

Su Enterprise Data Management Suite (EDMS) opera sobre infraestructuras heterogéneas – subraya Gundaveli – pero la mayor parte de su base instalada está en entornos Oracle, PeopleSoft, JDEdwards y Siebel [Oracle, en una palabra]. El próximo paso será entrar en el mercado de los datos no estructurados: “hay una veintena de competidores, pero para ellos es difícil hacer el camino inverso”. El modelo de negocio de Solix es dual: se basa en la venta de hardware (sin implementación) o un servicio de pago por uso, y este es un factor diferenciador en un mercado que en los próximos años está llamado a crecer, el de la eutanasia de aplicaciones.

Filial de Seagate, líder del mercado de discos duros, el producto bandera de i365 se llama EVault y está orientado al boyante mercado de recuperación de datos. Es un software de backup que deduplica los redundantes y los envía a la nube donde son nuevamente deduplicados, comprimidos y alojados en uno de los 11 centros de la compañía, dos de ellos en Europa (Londres y Amsterdam). Pero su principal competidor, CommVault, está sólidamente establecido, de manera que i365, que dice tener 30.000 clientes, juega a fondo la carta del canal. Acaba de abrir su cuartel general europeo en Holanda, con la misión de atar vínculos con los revendedores y convencerlos de la conveniencia de pasarse al nuevo modelo de servicio.

Simplificada por razones de espacio, la idea es la siguiente: un revendedor compra un appliance EVault por 20.000 euros y vende servicios de backup convencional a sus clientes, y lonreplica en uno de los centros de datos de i365 para el caso extremo –no tan inusual, en realidad – de recuperación por desastre. ¿Por qué? Porque restaurar datos online funciona con archivos pequeños, pero no con cientos de gigabytes, y es así que el revendedor comprende que una cierta escala requiere contar con un proveedor de alcance internacional.

Lee Chen, fundador y CEO de A10 Networks, es todo un personaje del Silicon Valley. Nativo de Taiwan, también tiene un historial de emprendedor en serie, cuyo el hito es la creación de Foundry Networks en 1996. Pero en 2004 descubrió – eso dice el extrovertido Chen – que Cisco y otros especialistas en networking no prestaban atención a la optimización de aplicaciones; para atender este nicho creó su tercera empresa. Y no le ha ido mal: 16 trimestres consecutivos de crecimiento hasta  finalmente, en 2010, cerrar una cuenta de resultados con beneficios. Aquí Chen saca pecho: “somos la cuarta compañía privada de mayor crecimiento del Silicon Valley”.

La idea matriz de A10 Networks es esta: “cuanto más rápido funcione una aplicación y más suavemente se transmita por la red, más tiempo y dinero se ahorrará”. A cumplir esta premisa se dedican sus appliances basados en ACOS (Advanced Core Operating Systems), con una arquitectura de memoria compartida que, según la compañía, es “única en el mercado”. Últimamente A10 Networks está entusiastamente involucrada en la transición hacia IPv6, pero esta sería otra historia.

Las oficinas de Quantum en San José transmiten una idea de sobredimensión, o tal vez de adaptación evolutiva. En sus orígenes, la compañía vendía software para sistemas de almacenamiento en cinta – en el que conserva más de un 20% de cuota de mercado y dice ganar dinero- pero hoy apuesta por la deduplicacíón (DXI); el siguiente paso lógico era StorNext, su producto para la gestión de archivos heterogéneos que ha alcanzado cierta popularidad en el mundo de los medios. Que la idea no es mala lo demuestra el que NetApp haya anunciado que revenderá el software de Quantum. Aunque NetApp es también suministrador, por lo que cualquiera podría preguntarse a qué puede conducir tanta intimidad.

Jon Gacek, CEO de Quantum, aceptó discutir la lógica de la reciente compra de la empresa Pancetera, especialista en backup virtual que, en opinión de algunos podría a su vez ponerla en la lista de la compra de VMware. Gacel refuta el argumento: “ya estábamos en los entornos de virtualización, y con esta adquisición simplemente nos diferenciamos de Data Domain” [hoy propiedad de EMC]. A todo esto, ¿qué lugar ocupa la nube en los planes de Quantum? Gacek no se anda por las ramas: “la nube no es tan nueva como se dice; en esencia consiste en centralizar recursos en un centro y luego compartirlos. Tenga por seguro que estaremos en ese negocio, y que StorNext no está muy lejos de las propuestas cloud”.


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