A finales de los 90, Mary Meeker era pomposamente apodada Queen of the Net, tanto era su prestigio como analista de Morgan Stanley. Luego vino el estallido de la burbuja y algunos colegas fueron sancionados por sus audacias predictivas; ella, en cambio, conservó la reputación intacta: los informes periódicos que publica y expone acerca del estado de Internet y sus negocios son leídos con inusitada atención. El último, una presentación en la conferencia Web 2.0 Summit, se titula “Diez preguntas que deberían hacerse (y responder) los ejecutivos de Internet”. Un pronóstico articula la pieza: en 2012, las ventas de smartphones superarán las ventas de ordenadores.
Un hilo conductor recorre la presentación de Meeker: el prodigioso crecimiento del uso de Internet, con 18.800 billones (trillion americanos) de minutos en 2009, es un fenómeno global. Demográficamente, China y Estados Unidos lideran el número de usuarios, pero también cuentan con las redes sociales más concurridas: Tencent suma más miembros (637 millones) que Facebook. Mientras en el mundo desarrollado se han alcanzado ratios próximas a la saturación, los cuatro países del bloque llamado BRIC presentan un enorme potencial de crecimiento. Conclusión: en ellos está el futuro de Internet.
El segundo eje del análisis de Meeker es la aceleración del ritmo de adopción. Ha comparado los primeros veinte trimestres de existencia de cuatro expresiones sucesivas en la historia de Internet (Netscape, AOL, iMode y el agregado iPhone+iTouch) para concluir que a esta última le han bastado siete trimestres para alcanzar el máximo desarrollo al que las tres restantes han podido llegar en todo su recorrido. En la práctica, los usuarios de Apple duplican en exceso el número de los suscriptores al sistema japonés, que durante años ha sido considerado como un modelo inalcanzable en Occidente.
Dentro de tres años, las ventas mundiales de smartphones sumarán unos 650 millones de unidades, y este salto de escala en la movilidad se traducirá en una explosión de las redes sociales y del tráfico de vídeo, que se influirán mutuamente. Y una vez más, China es la referencia inevitable: con una introducción reciente de las redes 3G, tiene 14,5 millones de usuarios (2% de la población) con un crecimiento del 941% sólo en el tercer trimestre de este año. Compárese con Estados Unidos y sus 37 millones de abonados, que equivalen al 11%, y se verá dónde está el futuro de Internet móvil.
Tres plataformas son definidas por Meeker como los auténticos amos del nuevo universo; Facebook, Google y Apple (el orden podría ser otro) sobresalen del resto por su velocidad de innovación y capacidad de maniobra. Tienen diferentes enfoques de su papel, y esas áreas serán los campos de batalla del futuro. Mientras Google puede sentirse a salvo en su fortaleza como buscador, Meeker cree que Facebook y Apple acabarán enfrentándose en el espacio común de las redes sociales móviles. Es llamativo que no haya puesto énfasis en la confrontación entre Apple y Google en los móviles, las aplicaciones y el vídeo.
No se puede obviar el hecho de que el oficio de la analista Meeker consiste en asesorar a los clientes de Morgan Stanley a buscar oportunidades de inversión o elaborar propuestas de adquisición. Que las tres plataformas mencionadas dominen el paisaje de Internet en sus ámbitos respectivos, parece sugerir que Meeker contempla una inevitable subordinación de las múltiples startups que han aparecido en los dos o tres años últimos al calor de iniciativas de capital riesgo, y que no tendrían más horizonte que seguir la huella de aquellas o, en su caso, ser absorbidas. En este diagnóstico – concentración y rivalidad feroz – las opciones para una alternativa independiente son limitadas, digan lo que digan los profetas del small is beautiful.