La nube no es una moda ni un fenómeno pasajero. Está omnipresente y se quedará, por lo que genera nuevos problemas que exigen soluciones. En ninguna parte del mundo se ve más claro que en California. Allí florecen iniciativas de desarrollo de herramientas cuyo fin es permitir a los administradores de sistemas cloud saber lo que está ocurriendo y revisar algunas de sus prácticas usuales. Un grupo de periodistas europeos, entre ellos el autor, visitó en diciembre tres empresas especializadas: Librato, ThousandEyes y CloudPhysics, cada una con su historia peculiar y sus trayectorias personales. Tienen en común una oferta de plataformas – en la nube, claro está – de monitorización y optimización continuas.
En un mundo que se diría marcha hacia la ´cloudificación` total, conviene establecer de entrada no sólo lo que tienen en común, sino lo que las distingue. Librato parte del principio de que las aplicaciones van a pasar inexorablemente del modo on-premise, en el que las releases son infrecuentes, al modo cloud, con su despliegue continuo de versiones y parches, lo que convierte en crítica la necesidad de supervisión para gestionar grandes volúmenes de datos que pasan por los servicios SaaS, una tarea que las herramientas actuales no pueden asumir con la flexibilidad requerida. ThousandEyes tiene un enfoque diferente: ofrecer a sus clientes una visibilidad detallada del tráfico de sus datos, más allá del perímetro de la empresa, para identificar dónde están los problemas que hay que solucionar. Por su lado, el planteamiento de partida de CloudPhysics sostiene que un entorno dinámico, como lo es un datacenter virtualizado, no puede manejarse con las herramientas de administración concebidas para platadormas estáticas.
Técnicamente, la solución de Librato agrega los flujos de datos que envían los clientes, en tiempo real, y los analiza según el nivel de servicio que le demandan, para lanzar alertas cuando se alcanzan determinados niveles predefinidos. El cuadro de mando está personalizado e incluso podría ser una herramienta de simulación para prever el impacto de los cambios de configuración aconsejables. Esta solución se basa en Cassandra, una base de datos NoSQL, que está alojada en la infraestructura EC2 de AWS (Amazon Web Services) y replicada tres veces para evitarse sorpresas. La facturación se hace en función del uso, medido en flujo de datos por hora.
Librato, fundada por Fred den Bosch, que durante 13 años fue CTO de Veritas, se siente con capacidad para la ingesta de cantidades masivas de datos en aplicaciones a gran escala. «Nuestra misión es detectar la causa de lo que es inhabitual. La solución combina agregación, análisis y tiempo real». Grabar los datos de una manera escalable y fiable, primera fase, la segunda es su visualización y la tercera las notificaciones.
Para la primera, Librato utiliza unos 40 agentes recolectores open source, basados en una API; los datos son transformados en métricas – de hecho, el servicio se llama Metrics –pero en lugar de algoritmos abstractos, da margen a la intervención humana, subraya Nik Werkwerth, VP de Marketing.
Según Wekwerth, «nuestros clientes son conscientes de que hay muchas maneras de producir métricas, pero o bien no pueden tener una persona dedicada a esa tarea o bien han decidido que invertir recursos en eso no tiene sentido desde que Librato puede ocuparse de la cuestión». Cita dos ejemplos de integración disponibles: Amazon CloudWatch y Heroku. Actualmente, Librato tiene 450 clientes de todo tamaño y prácticamente en cualquier sector (entre ellos muchas plataformas de juegos) que pagan entre cinco y miles de euros cada mes por el servicio. Este ha sido un factor por el que los inversores volvieron a acudir a una reciente ronda de financiación
También en el centro de San Francisco, en una planta con atmósfera muy startup, se ha afincado ThousandEyes, fundada en 2010, con el respaldo de Sequioa Capital, por dos ingenieros apenas salidos de la universidad (UCLA, en su caso) llamados Mohit Lad y Ricardo Oliveira, que se han atribuido las funciones de CEO y CTO, respectivamente.
Mohit Lad atendió a los visitantes, y enumeró los tres problemas a los que se enfrentan los clientes de ThousandEyes: 1) nadie es capaz de ver la red en su totalidad, 2) la disociación entre aplicaciones y performance, y 3) la dependencia de entidades externas para resolver los problemas que se presentan. Por consiguiente, la joven empresa ha desarrollado un componente capaz de ver el conjunto de la arquitectura de la red y seguir los caminos de los paquetes de datos; para ello usa múltiples agentes colocados a lo largo del recorrido, y un appliance virtual instalado en casa del cliente se ocupa de analizar la información recogida en modo SaaS, incluyendo las pasarelas con todas las aplicaciones. Este análisis del tráfico permite mejorar el rendimiento y reducir los cuellos de botella. En este sentido, definió su plataforma como «una suerte de Google Maps de la infraestructura y aplicaciones de un servicio SaaS, con la diferencia de que nosotros ofrecemos visibilidad total, cualquiera se la complejidad de la ruta».
Correlación es una palabra constante en el discurso de Lad. A partir de las informaciones recolectadas por su servicio en línea, la plataforma correlaciona las performances de una aplicación y los problemas de la infraestructura por la que transita. «Si a mi cliente le llegan quejas acerca del funcionamiento de Office 365, se preguntará si está pasando dentro de su empresa, si el problema está en el servicio de Microsoft o si Internet está teniendo un mal día. Normalmente, él no puede tener la respuesta, pero nosotros podemos decirle dónde intervenir». ThousandEyes tiene clientes de alto nivel, como Evernote, Equinix, Zynga y una buena lista de servicios online en EEUU.
Tercera visita: CloudPhysics. Como Librato, toma nota del cambio en los usos para señalar el desfase entre las operaciones dinámicas del mundo cloud y una capa de administración anclada en el estatismo. En la práctica, instala un appliance virtual que recopila los datos y los analiza en pocos minutos. Los datos son «anonimizados» (sic) y esta expresión tiene su aquel porque se trata de vigilar 120.000 millones de datos.
Para responder a los problemas detectados, el software propone una original serie de miniaplicaciones, que llama cards. Es posible copiar y pegar una plantilla para la creación de esta suerte de baraja, e incluso compartirla con otros clientes en una base de conocimientos comunitaria. Hay que dejar constancia de que la demostración impresionó al grupo de cronistas, por lo general experimentados y con bastante retranca.
El concepto es a la vez simple y brillante, tal como lo explicó Irfan Ahmad, CTO de la compañía, procedente de VMware. Se trata de recolectar los datos generados por el cliente a través de un appliance instalado sobre un servidor vCenter. Este appliance – de minimalista lo calificó Ahmad – sube a la nube del proveedor los datos operativos necesarios para permitir una supervisión de la infraestructura. Los datos son recolectados por ClodPhysics, agregados y correlacionados [otra vez la palabra clave] para ser presentados en un portal web a los administradores. Pero CloudPhysics no es una mera versión SaaS de la herramienta de gestión de operaciones de VMware.
No lo es, básicamente, porque el símil de la baraja – que visualiza de manera sintética los parámetros – convierte a CloudPhysics (el producto) en una herramienta de inteligencia colectiva. Esta fue la expresión usada por John Blumenthal, fundador y CEO de Cloud Physics (la compañía), también veterano de VMware, donde pasó 7 de sus 18 años de carrera en la industria. Este original sistema incluye que los conocimientos acumulados sean tratados por un sistema experto y comparados con la configuración del cliente, que recibe las advertencias pertinentes. Otras ´carta` permiten calcular los costes de la infraestructura de cloud privada y compararlos con los que tendría si fuera transferida a EC2 (Amazon) o vCloud Hybrid (VMware).
Según se informó, la solución CloudPhysics se instala en menos de 10 minutos: basta con instalar el appliance virtual – de hecho una VM bajo Linux – para que los datos comiencen a fluir al servicio y los primeros indicadores aparezcan en tiempo real. El servicio se factura a 45 dólares por mes y servidor, en su versión estándar. Como la cabra tira al monte, Blumenthal precisó que por el momento sólo soporta entornos VMware, pero podría soportar próximamente Hyper-V y KVM/Openstack.
En próximas fechas, este blog publicará más crónicas sobre otras empresas visitadas en esta renovada y didáctica experiencia.