Un goteo de crónicas informan de la guerra de precios que libran los operadores, por arrebatarse clientes o asegurarse su lealtad con ofertas que combinan tarifas más bajas (o más simples) con terminales atractivos y subvencionados. Mientras persista la crisis del consumo, informarán de la cuota ganada o perdida por cada uno, pero la ecuación es más compleja: ¿qué está pasando con los móviles, sin los cuales la guerra de tarifas no tendría sustento? Pasa que en los últimos doce meses se han vendido un 21% menos en unidades, en agudo contraste de España con el 31% de aumento en el mercado mundial durante el mismo lapso (el ritmo ha bajado al 19% en el primer trimestre).
La peculiar dinámica del mercado español no se explica sólo por la crisis, ni se resume en ese porcentaje. Los smartphones ganan constantemente terreno sobre los prosaicos teléfonos móviles que sólo sirven para hablar e intercambiar mensajes de texto, qué anacronismo. En concreto, las ventas de smartphones han crecido un 61% en España, acolchando así la caída de los demás. Hace un año, representaban el 14,8% de las unidades vendidas y el 33,6% de su valor total, pero el pasado abril ya eran el 30,4% de las unidades y el 67,8% del valor. Un corolario plausible: sin la aportación de los smartphones, la industria y los operadores no tendrían la dimensión que tienen.
La clave del fenómeno está en que la categoría más dinámica, los smartphones avanza escindiéndose en una gama de altas prestaciones y otra que baja el listón para ponerse al alcance de más bolsillos, los llamados feature phones. Esto explica que, en un mercado recesivo, aquellos duplicaran su participación tanto en volumen como en valor. Pero no a todas las marcas les va igual en el reparto, y esto responde a un sinfín de razones de las que el consumidor no es consciente.
La consultora Gartner advierte que el mercado – en sus dos vertientes, oferta y demanda – se articula más en función de plataformas que de marcas: “cada vez que un usuario descarga una aplicación, o se suscribe a un servicio móvil, se está comprometiendo con una plataforma determinada, y reduce su capacidad individual de pasarse a otra rival”, explica el analista Roberto Cozza. Hoy por hoy, las plataformas dominantes son tres (Android, iPhone y BlackBerry, en este orden) mientras se aguarda el segundo despegue de Windows Phone, tras el acuerdo firmado entre Microsoft y Nokia.
Según la visión de Cozza, los fabricantes que se han pegado a Android para combatir a Apple ven condicionados sus movimientos por la dificultad de diferenciar los productos. Pero, colectivamente, son los que más crecen en cuota de mercado, mientras el iPhone atraviesa un valle en espera de su versión número 5, que probablemente saldrá en septiembre.
¿Cómo se manifiestan estas tendencias en el mercado español? Una manera de medirlo son las ventas de smartphones según los datos de GfK, que en abril de 2010 sumaban 250.000 unidades y, tras alcanzar en diciembre el cénit con 443.000, han bajado y vuelto a subir en los primeros meses de 2011: 372.000 en abril, un incremento del 48% anual. Un total de 4,2 millones de unidades en doce meses (351.000 de media mensual).
Lo verdaderamente interesante es el reparto entre las principales plataformas. Symbian – lo que equivale a decir Nokia – que hace un año vendía siete de cada diez smartphones, ha caído hasta sólo tres de los que se venden en el mercado español. Este descalabro se ha repartido de manera desigual entre sus competidores (ver gráfico), siendo Android la plataforma más beneficiada, que ha ganado más de 32 puntos porcentuales y ocupa más de un tercio del espacio.
BlackBerry, que en mayo de 2010 era la segunda plataforma más vendida en España, ha descendido un peldaño, pero no le ha ido mal, puesto que ha ganado más de 5 puntos y mantiene el pulso con el iPhone, que goza de mayor impacto mediático. Gráficamente, las ventas del célebre dispositivo de Apple parece que se han estabilizado en una meseta. No así la quinta plataforma, Windows, que Microsoft ha relanzado durante este período pero incluso ha perdido peso sobre el que tenía hace un año.
No son tan distintas las tendencias si se observa el mercado español con la óptica del valor en euros. Por razones que quedaban explícitas en la entrevista de este blog el sábado pasado, los smartphones de gama alta han tenido protagonismo en un mercado que ha duplicado su monto total, pasando de 66 millones de euros en mayo de 2010 a 124 millones en abril de este año, pero cuyo precio medio ( (excluídas las subvenciones) ha bajado en este lapso de tiempo, de unos 380 euros a 300 euros, en un cálculo necesariamente aproximado.
Lógicamente, Symbian también ha descendido en porcentaje sobre el valor total del mercado: de más de la mitad, se ha quedado en la cuarta parte. Salta a la vista el ascenso de Android, pero hay que reseñar que BlackBerry ha mantenido su proporción, incluso reforzándola en los últimos meses a favor de la penetración en nuevos segmentos de usuarios. La curva del iPhone parece responder al ciclo de lanzamientos de sucesivas versiones. Poco más se puede añadir acerca del eclipse experimentado por la plataforma de Microsoft.
No se han publicado pronósticos sobre el comportamiento del mercado español a finales del 2011, pero es imaginable que, de publicarse, no serían buenos. Se conocen, en cambio, las revisiones a la baja de las expectativas de crecimiento del mercado mundial: Gartner calcula que se venderán unos 1.790 millones de móviles, y que el año próximo el ritmo bajará hasta el 12%.
[publicado en La Vanguardia el 19/6]