Lo esencial de los anuncios de VMware ya se conocían tras el evento de San Francisco a finales de agosto, en torno a la audaz apuesta por vCloud Hybrid Services, pero esto no quiere decir que la edición europea de VMworld, en Barcelona, haya estado desprovista de novedades. Desde la sesión de apertura, el CEO de la compañía, Pat Gelsinger, añadió dosis de concreción al discurso reiterativo sobre el centro de datos regido por software [software-defined datacenter, o SDDC]. Se confirma así que la línea maestra de su estrategia se distancia de la condición de suministrador de hipervisores, para convertirse en actor de primera línea en la tendencia que mueve el mercado: la nube.
No es un paso de menor entidad. Carl Eschenbach. COO de VMware, insitió en la necesidad de relanzar la innovación dentro de las empresas para la mejor gestión de los recursos instalados: «es indispensable automatizar las TI para reducir costes y entrar en la era de las TI como servicio», dijo el nuevo número dos de una compañía que, desde la llegada de Gelsinger, ha renovado al completo su cúpula directiva.
vCloud Hybrid Service (vCHS) se construye sobre vSphere, cuya versión 5.5 anunciada en mayo en Estados Unidos, está disponible desde setiembre. Según Gelsinger, facilita a los clientes una extensión de las aplicaciones, networking, gestión de operaciones y herramientas de manera consistente tanto en entornos on-premise como en modo cloud. Lo dijo así, literalmente: «nuestra propuesta de cloud hibrida es una extensión del datacenter de la empresa, una extensión de su infraestructura existente, con una visión común». Bill Fathers, senior VP a cargo del negocio cloud, añadiría que «en los próximos cinco años, la mayoría de las empresas van a mantener y optimizar sus centros de datos, pero pondrán las nuevas aplicaciones en nubes públicas».
Uno de los aspectos clave que toca directamente a Europa es el hecho de que vCHS se apoyará sobre partners con capacidad para prestar servicios cloud. El primer centro de datos que cumplirá esa función estará operativo en los próximos meses en Slough, al oeste de Londres, por acuerdo con el partner Equinix; habrá más en el futuro próximo porque, dijo Fathers, hay una creciente demanda de capacidades dentro de la UE que satisfagan la preocupación por la soberanía y gobernanza de los datos corporativos [se espera que las peripecias del caso Snowden acentúen las regulaciones europeas en torno a esta materia].
Pero tanto el de Equinix como otros centros usarán la tecnología de VMware en un régimen que Gelsinger, ante una pregunta del autor de este blog, calificó como «franquicia». VMware ha diseñado dos modelos de relación con sus partners, respondió Gelsinger: «en uno, seguirán usando nuestro software como hasta hoy, y este es un negocio que va a seguir creciendo y por tanto VMware seguirá soportando; pero sabemos que otros preferirán actuar como franquiciados de nuestro servicio de cloud híbrida».
Desde que VMware anunció su intención de penetrar en los servicios cloud, se ha habido suspicacias acerca del papel que reservaría al así llamado ´ecosistema` que hasta ahora ha girado en torno al confortable – y muy rentable, al parecer – pero con el que parecía estar dispuesta a competir. Muy solicitado por la prensa, Fathers insistió una y otra vez en que VMware «respetará el terreno de juego de sus partners y las facilitará la misma tecnología que usará en sus propios datacenter«. Si bien se mira, las cifras publicadas una semana después del evento, no hay evidencias de que la compañía esté incrementando los recursos [94 millones de dólares en el tercer trimestre] que destina a la construcción de una infraestructura propia.
El dato anterior debería tranquilizar al archinombrado ´ecosistema`, pero Gelsinger añadió algo más: «Tengo que recordar – redondeó Gelsinger su respuesta – que una amplísima mayoría de los clientes de VMware lo son a través de nuestros partners de una u otra forma». Hablo de medio millón de clientes que suman 40 millones de máquinas virtuales a través de 55.000 partners, a los que se están agregando socios tan importantes como Telefónica». En efecto, durante el evento este operador anunció la puesta en marcha de su servicio Virtual Data Center 2.0 para sus clientes empresariales, con la tecnología de VMware.
Otro asunto que ha dado que hablar es la relación – complementaria o competitiva – con otras plataformas de virtualización y con los servicios cloud de Amazon (AWS) y Azure, de Microsoft. Al respecto, en el briefing que mantuvo con un grupo de cronistas españoles, Gelsinger fue tajante al afirmar: «nuestro compromiso es dar soporte a entornos heterogéneos, particularmente en lo que concierne a las herramientas de management: muchos clientes, que tienen virtualizado el 70% de sus cargas de trabajo, necesitan gestionar el 30% que no es virtual; y esto podrán hacerlo con otros hipervisores. Vamos a darles soporte, y lo mismo haremos con quienes usan AWS o Azure».
Comoquiera que en los últimos meses ha habido declaraciones dispares de ejecutivos de VMware, entre ellos Eschenbach, Gelsinger precisó que «naturalmente, creemos que nuestro stack completo es la mejor proposición de valor, y somos conscientes de que mucho de lo que ofrecemos no puede hacerse con Hyper-V o en los entornos de Amazon y Microsoft». En concreto sobre AWS, líder del mercado de infraestructura como servicio, el CEO de VMware subrayó que la nube de Amazon se dirige fundamentalmente a entornos de desarrollo web, mientras que su compañía se enfoca en ofrecer una extensión cloud a las empresas: «mientras Amazon se decanta por vender servicios de cloud pública, nosotros damos servicios híbridos».
No sólo de aclarar esos puntos se habló en Barcelona. Una primicia fue la compra de Desktone. Del anuncio se ocupó Sanjay Poonen, quien tras abandonar su puesto en SAP se incorporó a VMware en agosto como responsable de la nueva unidad de negocio End-User Computing Business. Desktone añade una pieza importante a la oferta de virtualización de su nuevo propietario, este evita que pueda caer en manos de alguno de sus competidores y recibe un legado de 40 service providers. Se trata, en síntesis, de una plataforma de virtualización del puesto de trabajo en modo cloud para el entorno Windows. VMware prevé sacar al mercado una versión beta bajo vCHS que se acogerá al acrónimo DaaS (Desktop as a Service).
Asimismo, la conferencia de Barcelona, con una asistencia de 8.500 clientes y partners, fue escenario de la presentación de NSX, producto nacido de la adquisición de Nicira. El fundador de esta, Martin Casado, es ahora CTO de la división de networking de VMware, y este blog publicará pronto una entrevista con él. Entretanto, merece que se recoja aquí su descripción de NSX: «siempre habrá networking físico, pero varias de las funcionalidades de las redes las vemos como una capa de software que se interpone entre el sistema operativo y el hardware».
En palabras de Casado, el cambio que introduce el concepto SDN (software-defined network) reside en la capacidad de reducir el tiempo necesario para configurar una red […] En un datacenter normalmente hay dos tipos de tráfico: uno intenso con flujos muy pequeños, que entre nosotros llamamos ´ratones` y otro de cargas potentes con exigencia de performance, que llamamos ´elefantes`. SDN se ocupa precisamente de hacer convivir elefantes y ratones (sic)».
De modo que, pese a ser una aparente reedición europea del evento de agosto en San Francisco, la conferencia de Barcelona fue especialmente rica en matices. Una semana después, VMware presentó sus resultados trimestrales, y Pat Gelsinger pudo apuntarse otra medalla. Después de un segundo trimestre en el que los ingresos por licencias parecían estancarse – pero con un beneficio muy oportuno – los resultados anunciados el lunes 21 muestran unos ingresos de 1.290 millones de dólares (14% más que el año pasado), en alza secuencial tanto en licencias como en soporte, y un beneficio neto de 261 millones, cifras que en cualquier caso muestran la pertinencia de renovar el negocio tradicional de la compañía.