Durante veinte años, desde su fundación en 1988, Commvault pudo vivir asentada en su rol de proveedor de backup, una rama quizá periférica pero sin duda imprescindible de las TI. Hasta que el auge del cloud computing puso en evidencia la fragmentación de la procedencia de los datos y se multiplicaron los temores a sufrir pérdidas irreparables. Hay tantos motivos para proteger datos operativos alojados en una nube como para procurar que “se entiendan” con otros residentes en otras nubes, desconectados del espacio en el que fueron creados: una aplicación, una base de datos o alguna reliquia abandonada en soportes obsoletos donde pueden estar expuestos a graves riesgos de ataque delictivo.
Es muy probable – cada vez lo es más – que esos datos viajen entre un centro de datos local y una o más nubes. Esto hace peligrar su integridad. Viene a cuento porque, desde el nombramiento de Sanjay Mirchandani como nuevo CEO, Commvault inició en 2019 un giro hacia el modelo de negocio de software como servicio. Con el indispensable matiz de que la pandemia ha actuado como detonante, en su caso oportuno. De pronto, una escalada de ataques de ransomware sembró el pánico entre las empresas en 2020. Justo a tiempo para que Commvault presentara su solución Metallic, que se acoge a la etiqueta BaaS (Backup as-a-service).
Cuatro de cada diez suscripciones contratadas corresponden a empresas que no habían sido clientes de la compañía, resume Gabriel Martín, vicepresidente de Commvault para la región EMEA Occidental e Israel. La conversación por videoconferencia resultó en un auténtico repaso al recorrido de un mercado en pleno ascenso por la razón antedicha.
Tengo la sensación de que Commvault es una compañía diferente en pocos años, sin perder su continuidad ¿Me equivoco?
Sanjay [Mirchandani] fue nombrado CEO en febrero de 2019 en base a la idea de modernización de la compañía; no sólo la modernizó realmente, sino que la reestructuró y la hizo crecer. E hizo algo que no se había hecho nunca, por raro que pueda parecer en esta industria: una adquisición. Porque, hasta entonces, esta compañía se había caracterizado por desarrollar sus propios productos sin contribuciones externas. A poco de llegar, el nuevo CEO consideró necesaria la compra de una empresa joven, Hedvig, con la finalidad de enriquecer nuestro portfolio con una solución que nos pondría en mejores condiciones de ser competitivos en un mercado que pasaba por una etapa de mutación
Sí, en 2015 visité Hedvig y entiendo que su fundador es ahora estratega de Commovault. ¿En qué ha contribuido esa adquisición?
Básicamente, su solución de software-defined storage nos ha permitido contar con una oferta que se puede implementar sobre hardware de propósito general, de manera que somos capaces de incidir en el mercado de almacenamiento, pero sin la aspiración de convertirnos en una empresa más de almacenamiento en sentido convencional. Este movimiento encaja con una evolución natural, por llamarla así, del mercado durante los últimos años, cuya consecuencia más evidente es que los clientes se ahorran costes importantes.
¿Qué tendría de malo convertirse en una empresa de almacenamiento?
Nada malo, por favor, pero no es nuestra vocación. De hecho, hay quienes opinan que el almacenamiento ha invadido el mercado de backup, pero nosotros lo vemos con otra óptica, como oportunidad para que el backup no sea considerado como una mera extensión del almacenamiento. Por supuesto, no nos ha pillado por sorpresa, pero tengo muy claro que ahora tenemos una solución más potente, gracias a la incorporación de Hedvig en nuestra plataforma HyperScale X de protección de datos en entornos complejos con la que abaratamos muchísimo los costes asociados al almacenamiento. Por otra parte, creo que nos hemos adaptado muy bien a otros problemas que han salido a la luz durante la pandemia
¿A saber?
La aceleración de las necesidades que empujan a las empresas hacia su digitalización. Por un lado, el imperativo de trabajar en remoto, que ha desembocado en que los entornos de TI sean más complejos, más difíciles de gestionar y, como es de dominio público, han abierto brechas de seguridad. Muchas empresas no estaban preparadas; la irrupción de la pandemia no les ayudó, desde luego. En una segunda fase, tuvieron que ponerse a la tarea de ´securizar` lo existente. Mientras tanto, los hackers también estaban confinados y al parecer aburridos, porque rápidamente se multiplicaron los ataques de ransomware y afloraron debilidades que no se conocían o se habían descuidado. Fueron momentos duros, hablo del año pasado, en los que gran parte de nuestro trabajo consistió en hacer ver a los clientes que con nuestras soluciones podrían hacer frente a la epidemia de ransomware. No sólo protegiendo los terminales sino también las plataformas on-site, evitando que los datos pudieran ser encriptados ilícitamente, detectando comportamientos anómalos y anticipándose a la entrada de malware.
Eso explica, imagino, los buenos resultados de Commvault en el trimestre cerrado en diciembre: un crecimiento del 7% en los ingresos totales y del 29% en ebitda […]
En la región de la que soy responsable, hemos tenido unos crecimientos récord en el año más difícil que se recuerde; según los analistas, hemos adelantado a algunos competidores en cuota de mercado, lo que indica que Commvault ha sintonizado con el reclamo de la demanda. Un ejemplo muy evidente ha sido el soporte de Office365 y Teams. […] La estrategia de la compañía ha pasado a estar orientada por las necesidades de los clientes, no por la creatividad de nuestros desarrolladores
¿A qué necesidades se refiere?
Ahora mismo son tres: 1) prevenir el ransonware, 2) asegurar que se cumple con la normativa vigente en relación con los datos, y 3) dar salidas a la consolidación de las soluciones instaladas. En las tres, lo que hacemos es facilitar que las empresas puedan aplicar unas políticas de backup que, llegado el momento, entroncan con una recuperación cuya finalidad será que la empresa pueda seguir funcionando. No apagamos fuegos, lo que hacemos es permitir la restauración. El cliente decide qué restaurar y a qué se está dispuesto a renunciar. Caso por caso. Pero, atención, estamos hablando de un mercado en el que lo que se busca es bajar los costes y consolidar lo que se tiene en casa. Para ello, el paso número uno es automatizar.
[…] Ha dicho “lo que tiene en casa”, pero la tendencia del mercado es la migración a la nube
La migración se ha acelerado y está en boca de todos los CIO que conozco y de los que todavía no conozco. Pero si de algo son conscientes es de que necesitan una solución única que les permita gestionar con la misma seguridad ambos entornos, se trate de on-premise o de cloud […] Hay soluciones muy buenas para la nube y otras muy buenas para on-premise, pero no veo tantas que sean híbridas
¿Por eso es importante que las de Commvault corran en hardware de propósito general?
Somos agnósticos en cuanto al hardware, por esto damos al cliente la posibilidad de prescindir de cabinas de almacenamiento; lo que necesita son servidores commodity. Esto abarata muchísimo los costes, ya que la lógica que normalmente llevan las cabinas la ponemos nosotros.
¿Gracias a la adquisición de Hedvig?
Los que llevamos años en esta industria recordamos que los movimientos suelen ser pendulares. Existió la época del best-of-breed, en la que cada nicho tenía una solución específica; llevada al extremo, esta práctica se convirtió en algo engorroso de gestionar […] con lo que todo el mundo acabó preguntándose si no podría hacerlo todo con una solución única y una sola consola, ahí es donde cala el mensaje de Commvault.
Ha aludido a la mejora de la cuota de mercado como medida del éxito, pero ¿hay otras varas de medir?
Sí, desde luego. También medimos la repercusión que tenemos en ciertos agentes del mercado, como por ejemplo los proveedores de cloud. El año pasado presentamos en Estados Unido y desde enero está disponible en España un software-as-a-service denominado Metallic, que funciona sobre plataformas Azure.
¿Por qué sólo Azure?
Tenemos una relación más estrecha con Microsoft que con Amazon Web Services o con Google Cloud; la diferencia está en que Metallica está en Azure y en su marketplace […]
Si alguien quisiera integrar esa solución en AWS ¿tiene que llamar a Commvault o a Amazon?
A Commvault. Nuestra solución soporta 50 nubes; es la que mejor soporta nativamente las más utilizadas, entre ellas AWS […]
¿Cómo se puede ser nativo de 50 nubes?
No, no. Lo que hacemos es soportar 50, pero tenemos desarrollos nativos en las principales: Azure, AWS y Google Cloud. Las demás se soportan mediante APIs. Evidentemente, 50 son muchas, por lo que podemos decir que nuestra cobertura es altamente competitiva. Desde hace mucho tiempo venimos hablando de soporte para mover cargas a cloud y de cloud a on-premise o bien de cloud a cloud […] Se puede hacer backup en una nube y recuperarlo en otra, por ejemplo. Antes esto podía parecer una complicación, pero últimamente, con tanta noticia de caídas en algún servicio cloud, se ve con otros ojos la flexibilidad de no estar atado.
[…] Ya no sólo se caen los sistemas de un datacenter, ahora también se caen las nubes, que ya es decir [risas]. En principio, tiene que resolverlo el proveedor, pero ¿qué repercusión tiene sobre los clientes y al final sobre la eficacia de las soluciones de Commvault?
Eso depende de las políticas de backup de cada cliente y de cómo está organizada cada empresa. Si el diseño es correcto, puedo suponer que no tendrá efectos importantes. Es posible hacer backup de muchas maneras distintas y en muchos lugares diferentes […] Nuestro papel es asegurar la disponibilidad de los datos, pero la responsabilidad de su custodia sigue siendo del cliente.
Metallica es una solución SaaS. Toda la industria camina en esa dirección. ¿Es una demanda creciente para Commvault?
Este trimestre hemos lanzado Metallic en Europa y los resultados son apabullantes, muy por encima de nuestras mejores expectativas. En general no han sido operaciones de gran volumen, así que su impacto en la cuenta de resultados no puede ser enorme. Sin embargo, esperamos ir subiendo en escala. Como se trata de una solución modular, hemos empezado por abajo con la intención de ir enriqueciéndola.
¿El paso a una fórmula por suscripción ya está plenamente asumido en este mercado?
Tampoco se puede decir que sea una novedad; llevamos bastante tiempo cambiando licencias perpetuas por licencias de suscripción. Para nosotros, es una ventaja y para los clientes, obviamente también.
Esto me devuelve al comienzo de la conversación. ¿Qué ha cambiado con el actual CEO, tras retirarse el anterior?
Creo haberlo dicho antes: de ser una compañía muy orientada a producto hemos pasado a ser customer centric. Esto ha cambiado muchas cosas sutilmente, porque el crecimiento se apoya en dos pilares; uno es la venta nueva y otro es la renovación, que viene de la satisfacción.
En SaaS, los márgenes tienden a bajar y se requiere una ratio alta de renovación para mantenerlos, además de inyectar nuevos clientes. ¿Cómo está la posición competitiva de Commvault?
Seguimos ganando cuota de mercado. No me corresponde dar cifras, pero un informe de IDC indica que hemos adelantado en cuota a un competidor importante como Veritas, lo que significa que estamos ocupando el lugar que la calidad de nuestra oferta merece. Hemos puesto distancia con la concepción clásica del backup, que entendemos no nos representa […]
Supongo que dependerá de la percepción que tenga el cliente ¿Cuál es el foco de la aproximación al mercado?
Ante todo, tenemos un producto Enterprise al máximo nivel. Cuanto más grande sea el cliente y más complicada su plataforma, más posibilidades tenemos de que ser los únicos que al final del camino vamos a ser capaces de soportar todo lo que el cliente pida.
¿No limita el tamaño del mercado?
No, porque también competimos con la venta de protección de máquinas virtuales, con otros fabricantes. Y podemos competir en la protección de instancias operativas […] Podemos bajar a la escala del cliente pequeño al mismo tiempo que proteger la plataforma más grande que se le ocurra. El 100% de nuestra venta se hace a través del canal, con una fuerza nuestra de apoyo de cara al cliente. Y también trabajamos con alianzas con grandes integradores – Accenture, Atos, TCS y otros – y con varios fabricantes: mucho con HPE y con Nutanix; este último año, muchísimo con Microsoft […]
Así dicho, el mercado de Commvault ¿se extiende a otros segmentos adyacentes o se quedará en su definición actual?
[…] Tenemos vocación de seguir creciendo en lo que somos expertos: la gestión y la protección de los datos. Hace poco hemos potenciado un producto que permite utilizar el backup para hacer business analytics o apoyarse en los datos como motor lógico en la toma de decisiones. Es decir que el backup no se quede en su papel original, que no sea un ladrillo que se queda guardado por si un día se necesita restaurar una avería.
¿Todo, salvo Hedvig, son desarrollos propios?
Sí, pero he trabajado en otras compañías en las que la adquisición de un nuevo producto formaba parte de cada desayuno; al final, acababas con un conglomerado sin integrar, que provocaba sorna entre los clientes. En nuestro caso, hablamos de una plataforma con su consola; no se trata de productos integrables sino de una solución única. Los clientes raramente aceptan que les propongas capas que en cuanto se descuiden les van a plantear la necesidad de consolidar.