La nota dominante del Consumer Electronics Show será este año la proliferación de tablets que por primera vez serán mostrados en público. La nota discordante será la ausencia del iPad, el tablet que en 2010 ha revolucionado el mercado. Como es costumbre, Apple ignorará la cita de Las Vegas, y esto subraya aun más el contraste: pasarán tres o cuatro meses antes de que sus competidores lleguen realmente al mercado, y para entonces el iPad habrá ampliado su ventaja y tendrá una segunda versión, que convertiría en obsoletos a varios rivales. Pesa mucho el recuerdo de 2010, cuando Apple anunció su gadget veinte días después del CES y los demás dieron marcha atrás.
Aquella experiencia fue personalmente frustrante para Steve Ballmer, que dio la cara por un modelo de HP que luego sería repudiado por su fabricante. En la noche de hoy, horas antes de la apertura oficial, Ballmer volverá al escenario y en su mensaje inaugural puede que desvele lo qué piensa hacer Microsoft para no quedar descolgada. El envite es serio, porque se trata de una categoría que en 2011 equivaldrá, según IDC, al 9,4% del mercado total de portátiles, y sería un grave contratiempo que Windows no participe. No ha llegado ningún soplo que identifiquen las marcas dispuestas a acompañar esos planes, por lo que es obligado suponer que no están maduros.
En los últimos meses, varios fabricantes han dicho públicamente que Windows no es apropiado para unos dispositivos que funcionan con interfaz táctil. No obstante, se sabe que Microsofr trabaja desde hace tiempo en una versión “modular” – y menos glotona – de Windows, desprovista de aquellos elementos que penalizan a este sistema operativo. Esta variante, destinada a equipar “nuevos factores de forma”, se acoplaría a los procesadores de arquitectura ARM, un gesto que equivale a romper la antigua complicidad con Intel, que todavía no tiene alternativa.
Cuanto más demore Microsoft en tener una respuesta, más cuerpo tomará la evidencia de que Google es el auténtico adversario de Apple, como ya ocurre en los smartphones. El único tablet que ha plantado cara al iPad es el Galaxy Tab, de Samsung, que en menos de tres meses ha vendido un millón y pico de unidades. Pero su sistema operativo, Android 2.2 (Froyo), se ha quedado anticuado, por lo que la próxima camada llevará la versión 3.0 (Honeycomb). La legión de profesionales que ya están en Las Vegas comentan que este año se verán decenas de tablets Android bajo distintas marcas. Nadie quiere quedarse en el arcén, y las primeras que han dejado trascender imágenes de sus prototipos han sido Motorola, Toshiba, LG y Lenovo.
Habrá más actores en escena. RIM tiene a punto su Playbook, con su sistema operativo QNX, que ha dejado una excelente primera impresión. Por su parte, HP corre para estar en condiciones de presentar – en principio, el 9 de febrero – su producto basado en Web OS, el legado de la compra de Palm.
A la batalla de los sistemas operativos se añade otra, que no es secundaria, el tamaño. El acierto de Samsung ha consistido, en parte por razones de coste, en que optó por las 7 pulgadas en lugar de las 9,7 del iPad. Lo cierto es que los dispositivos más conspicuos que se verán en el CES se asimilarán al formato de Apple, pero se abre paso la idea de que pronto habrá más diversidad: entre 6 y 12, además de diseños con pantalla dual.