La ronda de resultados trimestrales de las empresas tecnológicas ha empezado bien, y hasta muy bien. Por la base, con Intel y AMD anunciando ventas y beneficios en ascenso: si estos dos venden más, es señal de que la demanda de PC se recupera, tendencia que avalan los datos de IDC y Gartner sobre el primer trimestre: 24% y 27% de crecimiento. Y si las ventas de PC se recuperan, es un síntoma de que la semana próxima Microsoft anunciará buenos resultados. Para redondear el cuadro, Forrester ha dado por terminada la parálisis en el gasto de las empresas en TI, con una proyección del 7,7% de crecimiento en 2010. Más prudentes son los analistas de Gartner, que lo rebajan al 5,3%.
Intel abrió este juego el martes, y una vez más desmintió a los analistas, al revelar ingresos de 10.300 millones de dólares, un 44% más que en el primer trimestre del 2008 – aunque, ay, un 3% por debajo del cuarto trimestre del 2009 – y beneficios tres veces superiores: 2.440 millones de dólares. Los primeros análisis apuntan que, de abrirse realmente las compuertas de la demanda de servidores, el próximo trimestre se acentuará la antigua batalla con AMD, que también presentó sus resultados trimestrales ayer, tras el cierre de Wall Street.
AMD, por cierto, sorprendió a los entendidos con unos resultados mejores que los esperados, que ya eran buenos. Sus ingresos subieron un 34% hasta 1.570 millones de dólares y contabilizó beneficios de 257 millones, con lo que la compañía emerge de un largo calvario de pérdidas. Como segundo del mercado de semiconductores, se siente al fin liberado, tras la cesión de sus factorías a GlobalFoundries, y el consiguiente alivio financiero.
Con todo, conviene no fiarse demasiado de las apariencias ni sacar conclusiones de piñón fijo. La reconstitución de inventarios de procesadores por parte de los fabricantes ha sido un factor positivo para mejorar las cuentas de Intel y AMD, pero nada garantiza que no se desacelere en el tercer o cuarto trimestre del año, ya que el próximo parece que será igualmente robusto. La metáfora de los brotes verdes – inventada por Ben Bernanke, pero que hace tanta gracia a los tertulianos radiofónicos de por aquí – no garantiza que se extiendan como una pradera. El ciclo tiene buena pinta por ahora, pero su futuro está sujeto a confirmación en dos niveles: 1) la continuidad del consumo, cuyos signos vitales son buenos en este momento, y 2) el comportamiento de los precios. En este segundo aspecto, los economistas de Citigroup piensan que una recuperación sana exige que la bajada de precios de los PC no se dispare de la media entre el 5% y el 10% anual, lo suficiente para que la industria no caiga, por ansiedad, en una suicida degradación de sus márgenes.
La relación entre los deseos y la realidad es algo más compleja en lo que respecta a Google. Ha dejado de estar de moda en Wall Street, y pese a que sus resultados, publicados a última hora de ayer, son buenos (23% de aumento en las ventas y 37% en los beneficios) no son tan buenos como hubiera apetecido a los analistas, que se pasaron buena parte de la conferencia acosando al director financiero, Patrick Pichette, con preguntas sobre el futuro del negocio en China. En consecuencia, mientras las acciones de Intel y AMD subían en la negociación after hours, las de Google tendían a la baja al momento de cerrar este post. En el ánimo bursátil puede haber pesado algo una forzada comparación con Apple, que sigue su marcha triunfal en bolsa con la perspectiva de publicar resultados el próximo martes 20, probablemente los mejores de su historia.