Las compañías especializadas en antivirus dicen no estar preocupadas por la irrupción de Microsoft como competidor con un producto gratuito, Security Essentials, que provisionalmente se había conocido con el poco feliz nombre de Morro, y no estará disponible hasta octubre. Si bien se mira, esas compañías han empezado a moverse como si en realidad les preocupara: casi sin excepción, han adelantado varios meses la promoción de sus novedades del 2010, todas con un denominador común: la necesidad de cambiar no sólo los procedimientos de lucha contra el malware sino sus propias  tácticas de marketing.

El método tradicional de actualizar los antivirus mediante un rastreo sistemático y local de la lista de firmas identificadas es un proceso que, por definición, se hace engorroso con la acumulación histórica de códigos, e implica un retraso comparativo con la velocidad de aparición de nuevas amenazas. Se impone  así buscar otras soluciones, inspiradas en el análisis conductista.

Symantec, líder del mercado mundial, ha decidido introducir en su producto Norton Antivirus 2010 un método de análisis “de reputación” que tiene por objetivo identificar códigos maliciosos no descubiertos, y complementa las listas  convencionales. Para ello, la compañía se apoya en la información recogida de millones de usuarios que anónimamente contribuyen al programa Norton Community Watch, con la que puede calcular automáticamente los riesgos, atribuyendo una puntuación a las aplicaciones y emisores de mensajes. Sus principales competidores (McAffee, TrendMicro, Kaspersky y Panda, en este orden) trabajan con parecida orientación a corto plazo.

La española Panda Security, por ejemplo, lanza estos días su nueva gama de productos de consumo “ultraligeros”, entre la que se encuentra una solución específica para netbooks. La empresa –  que tiene su sede en Bilbao y filiales propias en doce mercados internacionales –  afirma haber desarrollado “un innovador modelo de seguridad […] que nos permite analizar y clasificar miles de muestras nuevas al día, y recibe el nombre de Inteligencia Colectiva”.

La iniciativa de Panda introduce una novedad, el antivirus cloud, una arquitectura ligera cliente-servidor que traslada el proceso de análisis e identificación del malware a “la nube”, reduciendo así el consumo de recursos del PC. El agente ligero (thin-client) de este producto combina la tecnología de análisis local con la modalidad remota en tiempo real: bloquea los programas maliciosos que intentan ejecutarse, mientras se ocupa de operaciones de menor riesgo a través de análisis no intrusivos en segundo plano.

El Cloud Antivirus de Panda ya puede descargarse gratuitamente, en versión beta. Desde el punto de vista estratégico, presenta un interés adicional: inaugura un modelo de distribución gratuita diferenciado de los productos de pago, con el que aspira a “desbordar las fronteras de nuestro negocio actual; es una manera mucho más eficaz que la inversión en marketing convencional”, ha dicho su presidente, Juan Santana. La base de esta política reside en que, para muchos usuarios, la barrera no es tanto la presunta indiferencia ante los riesgos, cuanto la convicción de que los antivirus devoran cuantiosos recursos de sus ordenadores, que prefieren dedicar a otras actividades.