El edificio inteligente del futuro. El eslogan suena inevitablemente pretencioso, tanto o más que la propuesta de la Comisión Europea que aspira a transformar los edificios no residenciales – en España tocarían unos 530.000 antes del 2030 – en consumidores eficientes de energía. Se da por asumido que el plazo deberá estirarse, pero no quita para que el objetivo resulte eficaz como estímulo para aliento para un mercado expectante. En este contexto sobresale el papel de la compañía estadounidense Johnson Controls (JCI), fundada en 1995, cuyo leitmotiv predice, precisamente, “la conversión de los edificios, que históricamente han sido entidades estáticas, en activos inteligentes y estratégicos”.

Andrea Vallejo

La empresa para explotar la patente de un termostato eléctrico precursor. Hoy es una multinacional que factura 27.400 millones de dólares, cuya actividad principal es el suministro de soluciones digitales y servicios afines para mejorar la gestión de los edificios, pero sigue desarrollando y fabricando tecnología para calefacción y refrigeración automatizadas, lo que el año pasado le llevó a crear una división enfocada al negocio de los centros de datos, que plantea problemas semejantes.

Andrea Vallejo, vicepresidenta de Johnson Controls para el Sur y Oeste Europa, refiere que la directiva europea exige unos estándares que no superen un determinado consumo de energía primaria por metro cuadrado. Según este marco, debería modernizarse el 16% de los edificios no residenciales antes del 2030 y el 26% tres años después.

Durante años escribiendo sobre tecnología, no recuerdo haberme ocupado de aquella que está incorporada a los edificios; le pido paciencia conmigo. A priori, sé que los dos temas centrales son la eficiencia y la regulación; y un tercero más cercano a los lectores de este blog, que son los centros de datos […]

Pues ha tocado los temas que están moviendo nuestra industria y que en cierto modo forman un anillo. La eficiencia energética y la  descarbonización son asuntos capitales en la regulación europea. Y una derivada, como ha dicho, son los centros de datos, que ahora mismo están multiplicando: son edificios inteligentes en los que se genera calor y, por lo tanto, necesidad de enfriarlos. Es una dinámica en la que estamos trabajando con intensidad, como corresponde a una compañía históricamente especializada.

Con la misma paciencia [risas] ¿podría describir la oferta de esta compañía, que es a sus 130 años lo más opuesto a una startup?

La misión de Johnson Controls es suministrar soluciones para edificios inteligentes y sostenibles, soluciones que van unidas a unos servicios que permiten mejorar la gestión de los edificios. También diseñamos y fabricamos tecnología para calefacción y refrigeración, sistemas de automatización que van unidos a herramientas digitales. En unos edificios, sistemas complejos en sí mismos, esto requiere conectar una cantidad de datos que se generan. Por otro lado, hay que prestar atención a la seguridad, enfocándonos en los accesos, en la detección de incendios, etcétera. Por lo que me han dicho, su principal interés es la eficiencia energética […]

Así es. Y en las TI que se ponen en acción para perseguir ese objetivo que es huidizo por definición […] ¿Por qué JCI trabaja con exclusividad en edificios no residenciales?

No es una exclusividad, pero aunque comparten una problemática común en la sociedad, lo cierto es que los edificios industriales o de oficinas plantean la necesidad de reportar no sólo aquello que afecta a la eficiencia energética sino otras medidas de sostenibilidad y gran cantidad de datos sobre el edificio en sí mismo y la actividad humana que influye en él. Esta es una línea de negocio con demanda creciente y en la que la IA se está aplicando con intensidad. Tenemos los dos formatos. Nuestro objetivo es acompañar al usuario del edificio durante todo el ciclo. Nuestro cliente puede ser propietario o constructor, pero en todos los casos intervenimos para añadir inteligencia en la gestión de ese activo. Metasys es nuestra plataforma de control que centraliza las luces, el aire acondicionado, la calefacción, quién entra y sale del edificio […] En este punto, la otra plataforma, OceanBlue, nos permite añadir funciones analíticas y más datos sobre la eficiencia energética. Es una herramienta formidable para clientes con edificios en distintos sitios, que pueden controlar en modo remoto: por ejemplo, si un determinado componente da alguna señal anómala o se ve la necesidad de cambiar algo en la configuración. Es un servicio que prestamos con datos que normalmente están en la nube: son propiedad del cliente, pero podemos acceder a ellos para dar ese servicio.

O sea que, ya entregado el edificio con su equipamiento, Johnson Controls ofrece continuidad en la prestación del servicio […]

Especialmente en determinadas industrias, hay requerimientos adicionales que exigen continuidad. Por citar un ejemplo muy español, el jamón es una de esas producciones que requieren temperaturas que hay que controlar durante el proceso y aquí entra nuestro sistema que controla el consumo de energía; los datos son cruciales y estamos dando servicio continuo a instalaciones de esta industria […[ Dentro de veinticinco años o los que sean, cuando haya que hacer un cambio en el equipamiento, será útil recuperarlos  […]

¿Qué diferencias significativas destacan entre distintas tipologías de los edificios?

Hay una gran parte del consumo de energía que está en los edificios que tienen una parte comercial, pero también lo vemos en las sedes públicas, que nos consta están trabajando en ello. Ahora mismo hay una explosión en el sector de los centros de datos, a la que se ha  referido  […] Todos tienen en común una preocupación por Net Zero, más allá de lo que la reglamentación contempla para 2050. Cuando hablamos de edificios de consumo cero, se trata de aquellos que generan, ya sea por el uso de renovables o mediante bombas de calor, la misma energía que consumen. Es una razón por la que muchas empresas se comprometen e invierten en edificios sostenibles y para que sean sostenibles han de ser inteligentes.

¿Y cómo se combinan esos dos adjetivos tan elocuentes?

[…] a través de un tercer adjetivo: flexibles. En España esto es muy notorio en la industria de alimentación y bebidas, que necesita frío y calor, que necesita electrificar y necesita ser eficiente por razones de competitividad. Los certificados energéticos están impulsando este cambio desde las instituciones. Quizás sea más difícil de conseguir en los edificios residenciales, pero Johnson Controls, como fabricante de bombas de calor, está viviendo en primera fila el fenómeno. Su uso crece más en la industria que en las oficinas, pero en los últimos años hemos empezado a notar movimiento en el sector residencial.

Supongo que hay diferencias entre edificios nuevos y edificios antiguos, pero – con independencia de la regulación – ¿cuál es la motivación que lleva a los gestores a inclinarse por soluciones de eficiencia energética?

Faltan menos de cinco años para el plazo en el que debería convertirse en eficientes el 16% de los 3,3 millones de edificios no residenciales en España. Son muchos, demasiados y el avance es lento, demasiado. En general, cinco años deberían ser suficientes, pero no lo son. Depende de la inversión y de cómo se programe y cuáles sean las prioridades. La tendencia varía, pero en general se inclina más por el cambio de edificio que por la reconversión […] Hay países, como Reino Unido, donde el riesgo está en la abundancia de edificios no utilizados que no tienen compradores, porque habría que invertir mucho en ellos. Es preferible invertir en un edificio de nueva construcción, sostenible de entrada. En todo caso, lo primero que proponemos es una auditoría energética para entender cuáles son las posibilidades reales de mejora. Hemos visto situaciones en las que se puede recuperar la inversión en tres años y luego esa inversión se traslada en un ahorro de costes operativos.

Esa fórmula suena interesante […]

Claro que sí. Gracias a que tenemos el sistema de control y tenemos los datos; la IA nos está aportando ahorros económicos que justifican el servicio contratado. A veces es bastante sencillo controlar cuántas luces están encendidas y durante cuánto tiempo, o conocer cómo operan ciertas máquinas con distintos parámetros según en qué situaciones, lo que permite anticipar fallos […] He de decir que tenemos soluciones de financiación para afrontar la inversión inicial adoptando un régimen de servicio que, en general, se contrata por cinco años. Ya ve que no tenemos una sola manera de estimular el cambio […[

¿Cuál es, en el mercado español, lo que llamaríamos el punto débil de los edificios dedicados a usos no residenciales?

Desde el punto de vista de la eficiencia, varios. En ciertos casos, el que el edificio se levante en un casco urbano es un condicionante que impide ofrecer las mismas prestaciones que en otro nuevo. En Londres, como he dicho, suelen optar por demoler y construir desde cero […] Como esquema general aplicable en España, puede decirse que la renovación presenta desafíos […] Un problema que se presenta a menudo es que el usuario paga los facturas del consumo, por lo que los reguladores intentan que sea el propietario quien asuma el coste de la sostenibilidad. La verdad es que las renovaciones como tales nunca son fáciles.

¿Por qué?

Podrían darse distintos casos, pero en España no tenemos, a diferencia de otros países, infraestructuras urbanas de distribución de calor y frío; tendemos a que cada edificio tenga su propia caldera y sus equipos. En el norte  de Europa eso es corriente. Si hay que proceder a cambiar sistemas en cada edificio, todo se hace más complicado de llevar a cabo, aunque la regulación es única para toda Europa […]

¿Hay diferencias de actitud entre las grandes empresas y las de menor talla?

No es fácil responder esa pregunta, aunque pudiera pensarse lo contrario. Trabajamos tanto con unas como otras, y con el sector público o el privado. Donde veo que se sienten más cómodas es en las grandes y privadas, porque la regulación está casi alineada con los objetivos corporativos de sostenibilidad que se han definido. Johnson Controls, como compañía, asume un compromiso de reducir el 55% de sus emisiones y está a punto de adelantar ese compromiso […] Claro está que este es un país con pymes cuya adaptación es más lenta […] Se irán poniendo al día gracias a la obligación de reportar datos, que les ayuda a reconocer sus propias circunstancias. Sí, las soluciones son complejas, pero notamos una sensación de “se nos está echando el tiempo encima y no tenemos claro cómo hacerlo”

Es obvio que JCI necesita partners. Dos preguntas al hilo: ¿cuál es la tipología de esos partners? y ¿hay algún solapamiento entre el negocio de esta compañía y el de las empresas propiamente de TI?

Lo hay, totalmente. Trabajamos con integradores de sistemas, en la medida en que se va a utilizar un software desarrollado por nosotros, como Metasys y otros programas para entornos más pequeños. ¿Quién va a integrarlo en la tecnología que tengan los clientes? Esos partners con los que tenemos una relación estable y mutualmente provechosa. En ciertos casos, pienso ahora en un hospital, nosotros mismos podemos ocuparnos de la integración.

Recientemente me he ocupado de la problemática de los centros de datos. ¿Cuál es el papel de Johnson Controls como recién llegada a ese mercado en plena euforia, creo que es la palabra justa?

Es cierto que hay empresas con un posicionamiento muy fuerte en el mercado, pero no creo que seamos recién llegados [risas]. Quizás se pueda ver así porque, en Europa, hemos sido selectivos en cuanto a las áreas de nuestra especialización. Si hablamos de refrigeración, por ejemplo, en Estados Unidos tenemos un centro de investigación que en la práctica está dedicado exclusivamente al cooling de centros de datos. Y esto conlleva capacidades de producción que, en ese mercado, se han duplicado para responder a la demandas. Tenemos marca propia, York YVAM, dedicada a sistemas de refrigeración a escala industrial. En Europa, concretamente en España, estamos estudiando cómo orientar esa aproximación. Sabemos que tenemos cierta ventaja en cuanto a la generación de renovables y se predice una demanda fuerte, pero es lo que puedo decir en este momento.

Ya es mucho [….] ¿Cuál es normalmente el ciclo de vida de un edificio desde el punto de vista energético?

El rejuvenecimiento de edificios es un tema clásico. Siempre damos el ejemplo del Empire State, se finalizó en 1931 y era muy poco sostenible, pero hoy es un símbolo de sostenibilidad: hemos trabajado en su renovación. En cuanto al ciclo de vida de nuestra tecnología, como ocurre siempre con los sistemas digitales, llega un momento en el que hay que actualizarlos; nuestro software Metasys y OpenBlue no son excepciones, se actualizan constantemente. Mientras los equipos de refrigeración y calefacción tienen ciclos de vida largos que pueden depender del uso que se les dé, pero en general hablamos de 40 años o, en ciertas tecnologías, un máximo de 25 años.

La inteligencia artificial ha pasado fugazmente por la conversación; le robaré un par de minutos para preguntar por el papel que desempeña en la actividad de Johnson Controls, Genéricamente, sin referirme en concreto a la generativa […]

Como puede suponer, estamos utilizando mucho la IA. Por un lado, para anticipar eventos e incidencias en base a modelos predictivos. Lo que ocurría tiempo atrás era que recopilábamos mucha información sobre un edificio o una instalación, pero luego no sabíamos enfocarla. Por otra parte, la IA nos permite comparar edificios en cuanto al consumo energético o a las posibilidades de fallo de unos sistemas de acceso, entre muchos ejemplos posibles.