Visto lo visto, el recurrente reproche de los fabricantes de PC a Intel por sus fallos de suministro acabará resultando casi lo de menos. Lo que hace más llevadero el reconocimiento por parte de George Davis, CFO de Intel, de que sus dificultades industriales van para largo. En una conferencia de Morgan Stanley, Davis aprovecho para hacer llegar un mensaje a los inversores: la compañía no alcanzará la paridad real con AMD mientras no logre poner en el mercado chips fabricados con proceso de 7 nanómetros, lo que significa esperar hasta finales de 2021. ¿Es una mala noticia? Sí, pero si se sirve con gotas de cinismo se concluye que Intel la digerirá sin daños severos a su negocio y su reputación.
Al menos, esto es lo que espera, quien empezó por recordar que Intel está inmersa en la era de los 10 nanómetros, con sus procesadores Ice Lake y su próxima GPU, a la vez que trabaja en una transición que denominó 10+, nomenclatura que explicó remitiéndose a lo dicho por el CEO Bob Swan en el Analyst Day del año pasado: “ya entonces avanzamos que [el proceso de 10 nm] no es el mejor de la historia de Intel. No sólo es menos productivo que el de 14 nm sino que también es menos productivo que el anterior, de 22 nm”.
El catálogo actual y previsto de Intel en 10 nm y/o 10+ es el siguiente: Cannon Lake (2017), Ice Lake (2019), Tiger Lake, Snow Ridge e Ice Lake Xeon (finales de 2020).
Davis creyó oportuno reiterar la conocida posición de Intel según la cual lo que realmente importa es la densidad. La de sus productos de 10 nm es ´comparable`[nota: a diferencia del español, este adjetivo suele usarse en inglés como si fuera sinónimo de equivalente] a la de los 7 nm fabricados por TSMC para AMD. Expresó a continuación su confianza en la capacidad de acelerar con la finalidad de “alcanzar la paridad en la generación de 7 nm y recuperar el liderazgo en la siguiente, de 5 nm”.
Lógicamente, todo desfase tecnológico debería tener un impacto negativo sobre las finanzas de Intel, lo que explica que fuera el CFO quien lo pusiera en evidencia ante esta audiencia. Dijo Davis que la compañía procura ser clara con los inversores acerca de lo que esta situación implica para sus márgenes, por lo que precisó que “la décima generación no está siendo tan potente como lo que veremos con la siguiente”. Los resultados que Intel exhibió en enero han tranquilizado a sus accionistas y la acogida a los de AMD no ha sido tan entusiasta como se preveía.
En consecuencia, Joe Moore, analista de semiconductores en las filas de Morgan Stanley, pronostica la inminencia de una guerra de precios que giraría en torno a dos argumentos contrapuestos: AMD sostendrá que sus procesadores – fabricados por TSMC – llevan una generación adelante sobre los de Intel, a lo que esta replicará que los suyos de 10 nm no tienen nada que envidiar a los de la competencia si comparan sus densidades. En todo caso, Davis dejó sentado que Intel retará a su rival con una oferta diferenciada de “soluciones de plataforma”, integrando IA y software, dos aspectos en los que está convencida de su superioridad.
Cuando uno de los presentes le preguntó si contempla una pérdida de cuota a manos de AMD en el crucial mercado de datacenter, Davis no se escondió: “esperamos una dinámica competitiva más aguda en la segunda mitad de este año. La esperábamos antes, pero lo que estamos viendo es una demanda fuerte de nuestros productos […] tenemos una hoja de ruta muy competitiva preparada”.
Recuperar el liderazgo del proceso de fabricación implica – según dijo – un solapamiento entre 10 nm y 7 nm, y posteriormente entre 7nm 5 nm, lo que tendrá su reflejo en los costes, particularmente el año próximo, con la intersección de las inversiones en fabricación. “Todos estos elementos se combinarán para impactar sobre nuestros márgenes”, avisó.
En conclusión, el proceso de 7 nm no estará disponible en el mercado hasta finales de 2021 e Intel no se pronuncia sobre sus plazos para el de 5 nm. Mientras tanto, TSMC promete llegar a los 3 nm en 2022, pero no se sabe es si AMD comparte el calendario de su contratista de fabricación. Lo que sí está definido es que Intel se propone desagregar la nomenclatura de sus productos de la que use para denominar sus procesos futuros. Esto le permitirá abundar en la confluencia de sus arquitecturas para que sean comunes a varias generaciones (o nodos, como también las llama). Buen fin de semana,
Buen fin de semana, Norberto